miércoles, 8 de febrero de 2017

Pachinko. El placer de perderse en Kamakura

El Gran Buda de Kamakura

“Al olor del ciruelo
surge el sol
sobre el sendero de montaña” Matsuo Bashō

De forma efímera y sutil como un haiku. Es muy sencillo que Kamakura provoque en el viajero asombro y emoción. La antigua capital de Japón (entre 1185 y 1333) es probablemente una de las mejores excursiones desde Tokio junto a la que puedes hacer hasta la eterna morada del shogun Tokugawa Ieyasu en Nikko.

La playa de Kamakura desde el Hase-dera

Aunque nuestra estancia allí fue fugaz, guardamos un excelente recuerdo de aquella ciudad marinera atestada de santuarios y templos por doquier. Fue precisamente en el segundo de nuestros cuatro viajes a Japón cuando decidimos visitarla, justo unos meses antes de ser padres por primera vez. Todavía nos acordamos con asombro como Vero embarazada de Teo recorrió algunos de sus lugares más emblemáticos de Kamakura pese a que muchos están plagados de repechos y senderos que sinuosamente se desvanecen en los frondosos bosques y colinas.

Pese a la fatiga propia de la gestación, pudimos disfrutar de agradables paseos por una ciudad que tiene un casco antiguo encantador y un repertorio de lugares de oración que no tiene nada que envidiar a otras urbes japonesas de mayor tamaño. Su glorioso pasado junto con su extraordinario patrimonio suscita que los fines de semana esté hasta la bandera de gente, así que nosotros decidimos visitarla entre semana.

Cómo llegar a Kamakura desde Tokio

Fotos de Kamakura en Japon, tren

Gracias a la extraordinaria red de trenes de Japón, llegar a Kamakura desde Tokio es muy sencillo. Simplemente tienes que tomar la JR Yokosuka Line y en menos de una hora estarás disfrutando de la ciudad. Puedes detenerte en la estación de Kita-Kamakura en cuyas inmediaciones puedes visitar hasta cinco templos muy interesantes o en la de Kamakura donde están el resto de atractivos. Nosotros exploramos primero la zona de Kamakura y después la de Kita-Kamakura, aunque el orden de los factores no altera el producto.

Para ahorrarte caminatas en balde, te recomendamos que visites primero la oficina de turismo que está frente a la estación de Kamakura. Allí te facilitarán un práctico mapa con todos los lugares de interés de la ciudad. En ese plano te sugieren más de 30, así que es muy aconsejable perder cinco o diez minutos para trazar un pequeño itinerario.

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El Gran Buda y las rutas por los templos de Kamakura

El Gran Buda de Kamakura de frente

Una vez hayas decidido el itinerario a seguir, es más que interesante caminar y empezar a perderte voluntariamente por Kamakura. Los primeros pasos por la ciudad nos llevaron inevitablemente hasta el templo Kōtoku-in donde se encuentra el Gran Buda de Kamakura o Kamakura Daibutsu, uno de los mayores reclamos de esta urbe enclavada a 50 kilómeros al suroeste de Tokio. Esta inconfundible estatua fundida en bronce mide 11,4 metros de altura y pesa alrededor de 850 toneladas. No obstante, pese a sus imponentes dimensiones trasmite una sensación de serenidad muy reconfortante.

El célebre Gran Buda es el desenlace de la preciosa ruta del Daibutsu, una caminata de unos tres kilómetros que comienza en el Jōchi-ji y que te llevará por espesos bosques colmados de algunos de los santuarios y templos más espléndidos de Kamakura. Una alternativa más que interesante es la Ruta de Ten-en desde el Kenchō-ji hasta el apartado Zuisen-ji.

Hase-dera y los niños difuntos

Estatuas de Jizo en el Hase-dera

A sólo diez minutos a pie desde el Daibutsu nos topamos con el templo Hase-dera. Se trata de uno de los lugares de oración más famosos de la región de Kantō  y de los que más impresión nos causaron. No por su belleza, que es extraordinaria, sino por lo inquietantes que resultan las miles de estatuas de Jizo, el boddhisatva patrón de los viajeros y también de los niños difuntos.

Muchas mujeres van a colocar allí las estatuas de Jizo tras perder a sus hijos en un aborto o en circunstancias peores. Os aseguramos que las legiones de pequeñas tallas en las laderas del templo es una imagen muy sobrecogedora y más teniendo en cuenta que Vero estaba embarazada de pocos meses.

Explorando los templos de Kita-Kamakura

Fotos de Kamakura en Japon, Vero subiendo las escaleras del Engaku-ji

Tras la estremecedora visita a Hase-dera, regresamos a la estación de Kamakura y tomamos un tren hasta Kita-Kamakura. A mano izquierda, nada más salir de la parada encontrarás las escaleras que ascienden hasta el Engaku-ji.

De este templo destacaríamos tres elementos. La puerta de San-Mon, la espectacular campana de Engaku-ji (que es la mayor de Kamakura) y los preciosos bosques que arropan al templo. A diferencia de las visitas al Daibutsu y al Hase-dera, aquí no había casi turistas y reinaba un ambiente de paz y tranquilidad muy agradable.

Jardín del templo Kencho-ji de Kamakura

El Kenchō-ji fue el último templo que visitamos de Kamakura. Después de varias horas de caminata, muchos días de viaje por Japón y con un embarazo incipiente… estábamos agotados. Se trata del templo zen más importante de la ciudad, aunque hoy en día funciona como un monasterio. Si quieres vivir una experiencia muy auténtica, puedes apuntarte a las clases de zazen que imparten allí. Lo más espectacular es la sala de Buday, un precioso jardín zen en el que se supone que se puede leer el kanji de la palabra “mente”. El recinto está rodeado por un magnífico bosque de juníperos.

Como ves, muchos templos en Kamakura, aunque merece a pena perderse por su fantástico casco urbano repleto de callejuelas o buscar un mirador en una colina para divisar la ciudad desde el mar. Caminar en esta urbe japonesa es un placer aunque dispones de varias líneas de autobuses, el Shonan Monorail, la JR line o la Enoden line.

Fotos de Kamakura en Japon, monje en el Engaku-ji

Recomendamos encarecidamente la visita a Kamakura a todas aquellas personas que tengan pensado viajar a Japón. Aunque estes pocos días en el país merece la pena dedicarle una jornada entera y puedes ir y volver el mismo día desde Tokio. Advertimos que vivirás momentos inolvidables y que los recuerdos acudirán a tu mente tan raudos como recitas un haiku.

Galería de fotos de Kamakura

El Gran Buda de Kamakura de frente La playa de Kamakura desde el Hase-dera Pau y Vero ante el Daibutsu de Kamakura Jardín de entrada al templo Hase-dera de Kamakura Edificios del templo Kencho-ji de Kamakura La serenidad del Gran Buda de Kamakura Jardín del templo Kencho-ji de Kamakura Puerta del templo Kencho-ji de Kamakura El Gran Buda de Kamakura Fotos de Kamakura en Japon, monje en el Engaku-ji

via Pau http://ift.tt/2ksNElk

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