lunes, 23 de enero de 2017

Periodismo viajero. COSTA RICA: EL DESTINO DE LOS SENTIDOS

Confirmado: Costa Rica es un destino de una gran diversidad, no sólo en lo que a paisajes y climas se refiere sino también por su variopinta flora y fauna, lo que hace que vivamos  sensaciones constantes que estimulan nuestros sentidos día tras día. He experimentado estos sentidos y quiero compartirlos contigo.

Oído. Recorrer Costa Rica es adentrarse en sus ondas sonoras. Déjate transportar por los cantos de las aves que se delatan antes de ser vistas y sorpréndete por la llamada del mono aullador, un característico y a la vez majestuoso sonido que se escucha a muchos kilómetros de distancia.

Gusto. La gastronomía aquí es un auténtico lujo,  un placer. Los productos locales, muchos de ellos de producción ecológica, conservan todo el sabor de lo auténtico y llenarán tu paladar de gustos desconocidos muy agradables.

Olfato. El incomparable olor de la fruta recién recolectada y de la comida cocinada a fuego lento sólo es comparable al de la fértil tierra húmeda que queda tras la lluvia tropical, o al de las flores que nos rodean entre la que encontramos la majestuosa y colorida hortensia. Y no podemos olvidar el inconfundible y fascinante aroma a café recién tostado.

Vista. Los colores aquí se hacen más intensos casi sin quererlo: paisajes de un verde profundo contrastan con el azul del océano y la explosión de luz y color de las puestas de sol en la playa, sin dejar de lado los tonos de las aves que surcan el cielo o la silueta de sus volcanes recortada frente al cielo azul.

Tacto. Nada más placentero que caminar descalzos sintiendo la sedosa arena de las interminables playas vírgenes o acariciar las diferentes texturas de la vegetación que nos rodea, sentir en nuestra piel la suavidad de los pétalos y la rugosidad de las hojas agudizando al máximo nuestro sentido del tacto.

Os propongo ahora un paseo por las playas de Puerto Viejo que visitamos durante nuestro viaje y que se han quedado grabadas para siempre en todos nuestros sentidos.

Partimos del pueblo de Puerto Viejo de Talamanca (Provincia de Limón al sureste de Costa Rica) un mágico lugar inundado por la tranquila atmósfera caribeña. Sus coloridos bungalows se entremezclan con el verde de la vegetación y el sonido del mar, relajando cualquier espíritu y atrayendo a todo aquel que quiera detener el tiempo a ritmo tropical.

Su gente es sencillamente encantadora y hablan de su pasado con orgullo sintiéndose a la vez dueños de su futuro. Los habitantes más antiguos de esta región son descendientes de afro-caribeños y hablan el Patois, un idioma propio que es una mezcla de inglés, español y francés.

Más allá del pueblo en si, Puerto Viejo es un lugar de impresionantes playas de arena fina, enormes palmeras y una densa flora tropical; sin duda la principal protagonista aquí es la naturaleza que se exhibe con todas sus fuerzas. Por ello y por sus olas impresionantes donde las allá es el paraíso de los amantes del Surf, especialmente la hermosa Playa Salsa Brava,  la playa favorita para los surferos más experimentados pues cuenta con zonas de olas difíciles que ponen a prueba sus habilidades sobre la tabla.

Sus edificaciones son una fantástica mezcla de arquitectura caribeña y otros estilos que los nuevos pobladores de Puerto Viejo han adaptado y enriquecido con nuevas construcciones dentro de este mismo estilo.  Es un lugar muy frecuentado por mochileros y surferos en el encontramos mucha marcha durante la noche, sin duda es la opción perfecta para aquellos que busquen un lugar muy animado y concurrido: música irresistible durante toda la noche donde muchos bares y restaurantes alegran el ambiente con Reggae y Calipso seduciendo a los turistas a tomar unas cortas pero provechosas lecciones de baile.

A unos 50 km de Puerto Viejo de Talamanca nos encontramos con Puerto Limón un pintoresco pueblito situado entre el Parque Nacional Cahuita y el Refugio Natural de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo, dos de las zonas protegidas más importantes del Caribe. Puerto Limón destaca sobretodo por ser la fusión de diferentes culturas que ha tenido lugar durante décadas: una original mezcla afro-caribeña, indígena, española y de otras latitudes que se aprecia en muchas manifestaciones culturales. La zona de Puerto Viejo es en realidad una extensa y kilométrica zona costera que va desde la propia localidad de Puerto Viejo, hasta Manzanillo, donde comienza una área aún más salvaje de playas y naturaleza salvaje.

La región del Caribe sur es el mejor lugar de Costa Rica para la práctica del buceo por la cantidad de arrecifes de coral que contiene y representa una gran aventura poder observar en su ambiente natural  a más de 474 especies de peces entre ellas Pargos, Peces Ángel y Tiburones Tigre.

Desde Puerto Viejo se puede visitar fácilmente el Parque Nacional Cahuita, La Reserva Indígena de Talamanca y el Refugio de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo. Además su cercanía con el río Pacuare pone al alcance del visitante la posibilidad de recorrer uno de los rápidos más famosos de Costa Rica, rodeado de una increíble belleza natural.

Nosotros tuvimos la gran oportunidad de visitar  la reserva de la tribu de los Bribri desde Puerto Viejo con los dueños del Hotel Namuwoki una pareja catalana encantadora.

La Reserva de los Bribri está muy cerca de Puerto Viejo cuenta con algo más de 6.400 habitantes, y su importancia es vital por la gran cantidad de actividades que promueve. Entre los servicios que ofrecen estos indígenas está el criadero de iguanas verdes, la producción de artesanías autóctona como arcos y flechas de madera, bolsos, redes, hamacas, canastas, y la fabricación de instrumentos musicales con materias primas naturales. Nosotros compartimos un día con ellos en una barca motora por el río y conocimos de primera mano como recogen, tuestan y hacen café.

Hay senderos en la reserva para disfrutar su rica flora y fauna e incluso poseen dos torres para la observación de las aves, particularmente rapaces en migración entre América del Norte y América del Sur, durante los meses de enero y febrero, octubre y noviembre, lo que se denomina la Gran Migración, un fenómeno que fascinará al viajero.

En total son 17 las especies de rapaces que se han observado, entre ellas águilas, gavilanes y halcones, con avistamientos de miles de aves, un fenómeno espectacular y que, una vez más, llena todos nuestros sentidos.

MÁS INFORMACIÓN

Alojamiento en Puerto Viejo: http://ift.tt/2jicCmX

Alojamiento en  San José:  http://ift.tt/1IhMewr

Alojamiento en Hotel entre cafetales:  Finca Rosa Blanca

http://ift.tt/2jibDmM

CÓMO IR: www.iberia.com



via Àngels Mas http://ift.tt/2k9adJM

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