jueves, 11 de febrero de 2016

Lonely. Chile al aire libre

Chile al aire libre

Desde el desierto de Atacama hasta el bosque pluvial templado y el sur tachonado de glaciares, Chile parece hecho para unas vacaciones activas y al aire libre. El único límite es el tiempo de que se disponga. Hay que prever los cambios estacionales, llevar el equipo necesario y dejarse aconsejar por los expertos.

Excursionismo y senderismo

Torres del Paine es fabuloso; se trata de uno de los destinos de excursionismo preferidos del continente por sus imponentes glaciares, espectaculares lagos y monolitos de granito. El parque cuenta con buen acceso, refugios y campings para caminatas de varios días; sin embargo, está saturado de visitantes. El circuito Dientes de Navarino, en Tierra del Fuego, más solitario, es también impresionante pero de más difícil acceso.

En la Región de Los Lagos abundan los senderos. En el extremo norte de la Patagonia, el Parque Pumalín ofrece también magníficas caminatas de un día; destaca la subida al cráter del volcán Chaitén. 

Dos buenas escapadas desde Santiago son el Monumento Natural El Morado o el Parque Nacional La Campana. Altos de Lircay, en el Chile central, alberga un excelente circuito. En el norte, en el desértico oasis de San Pedro de Atacama hay varias excursiones interesantes, igual que en el Parque Nacional Lauca. Se puede volar al Pacífico para caminar por el Parque Nacional Juan Fernández o la isla de Pascua.

El senderismo no se limita a los parques nacionales; también se puede recorrer el Sendero de Chile y, en el sur, hay turismo rural. En muchas zonas rurales se ofrecen caballos de carga. Las reservas privadas, como el Parque Tantauco y El Mirador de Chepú en Chiloé, así como el futuro Parque Nacional Patagonia cerca de Cochrane son destinos de primera. Algunas oficinas regionales de la Conaf disponen de planos de senderismo, y los mapas de JLM también marcan senderos. 

Alpinismo y escalada

Volcán Villarrica, Chile © amira_a

Territorio privilegiado para el alpinismo y la escalada en hielo, Chile tiene centenares de picos donde elegir –entre ellos 50 volcanes activos–, desde el cono perfecto del dormido Parinacota hasta la difícil subida por Ojos del Salado. 

Otro brazalete de conos volcánicos de menor altura atraviesa La Araucanía, la Región de Los Lagos y Torres del Paine. Una escalada habitual es la del volcán Osorno, con cuevas de hielo en la cumbre. Los aficionados a escalar en hielo pueden acudir a la Loma Larga y a los macizos del Plomo, a unas horas de Santiago. 

Para coronar picos como el Payachatas o el Ojos del Salado se debe obtener un permiso de la Dirección de Fronteras y límites de Chile, que puede solicitarse antes de viajar rellenando un formulario en la web de dicho organismo. Para más información, consúltese la Federación de Andinismo.

Esquí y ‘snowboard’

Las excelentes estaciones de los Andes chilenos ofrecen un sinfín de opciones para el esquí, el snowboard e incluso el heliesquí. Por su parte, los “primeros descensos” en las montañas de la Patagonia chilena son una tendencia creciente (aunque limitada). 

La mayoría de las estaciones se hallan a menos de una hora en automóvil desde Santiago, incluida la gran variedad de pistas de la familiar La Parva, El Colorado (para todos los niveles) y Valle Nevado, con terreno variado y célebre por el heliesquí. La estación Portillo, testigo de varios récords de descenso y pistas de entrenamiento en verano para muchos de los mejores esquiadores del hemisferio norte, se halla al noreste de Santiago, cerca de Mendoza, Argentina.

Termas de Chillán, al este de Chillán, es más tranquilo, con pistas para principiantes, mientras que el pueblo
de Pucón ofrece la emoción de esquiar en un volcán humeante (puede estar cerrada por la erupción del 2015). En el volcán Lonquimay, Corralco cuenta con pistas magníficas para novatos y expertos, así como acceso a zonas para esquí de fondo. Los volcanes OsornoAntillanca, al este de Osorno, ofrecen vistas increíbles y ambiente familiar. Estas estaciones sureñas suelen estar cerca de fuentes termales, todo un lujo. Coyhaique tiene una estación pequeña, mientras que Punta Arena ofrece vistas al mar y escasa dificultad.

La temporada de esquí dura de junio a octubre, aunque las nevadas en el sur son menos consistentes. En Santiago
hay tiendas de alquiler de material y en las estaciones ofrecen paquetes completos. Una buena web para recabar información, que también incluye información general de montaña, es www.andesweb.com.

Ciclismo y bicicleta de montaña

Torres del Paine © Vera & Jean-Christophe

Desde un paseo relajado por los lagos hasta bajadas rápidas por volcanes humeantes, las opciones van en aumento en Chile. En el norte, un destino popular para recorrer en bicicleta de montaña incluye San Pedro de Atacama. En la Región de Los Lagos, unas excursiones fabulosas dan acceso a zonas vírgenes con transporte público limitado. El nuevo carril bici que rodea el lago Llanquihue es muy transitado, igual que el circuito de Ojos de Caburgua cerca de Pucón. La larga carretera Austral es muy gratificante y se ha convertido en una ruta emblemática para ciclistas de todo el mundo.

Cada vez son más los ciclistas que se atreven con un reto mayúsculo: recorrer el país de norte a sur. En casi todas las poblaciones importantes hay tiendas donde reparan bicicletas y venden recambios, aunque es fundamental viajar con un equipo completo de reparación. 

A caballo 

Ensillar el caballo y seguir los pasos de los guasos (campesinos) chilenos es una forma divertida de visitar las zonas vírgenes del país. Los caballos locales son robustos y hábiles, vadean ríos y suben las empinadas laderas andinas. Hay fantásticos circuitos a caballo, algunos cruzan los Andes hasta Argentina y pasan por tierras inaccesibles de otra forma. En el sur abunda el turismo rural, que incluye excursiones a caballo; además, el senderismo con un caballo de carga es perfecto para descubrir zonas remotas. Los guías rurales cobran tarifas asequibles, ofrecen alojamiento y la oportunidad de acercarse a la cultura local. Se aconsejan las zonas del valle de Cochamó, Palena y Coyhaique. Hay guías especializados en aventuras: la mayoría ofrecen lecciones a los principiantes. Entre las excursiones se aconsejan: Pucón, valle del río Puelo, valle de Elqui, Hurtado, San Pedro de Atacama y la zona de Torres del Paine. La isla de Chiloé también es popular.

Surf y ‘kitesurfing’

© This is Chile. Foto de Alfredo Escobar

Con olas en toda su costa del Pacífico, Chile se toma el surf muy en serio, sobre todo en el centro y norte del país. La capital surfista es Pichilemu, conocida por sus grandes olas y por ser sede del campeonato nacional. Los peregrinos llenan la perfecta ola izquierda de Punta de Lobos en Pichilemu; los principiantes también pueden probar en la cercana La Puntilla. Iquique tiene un rompiente de roca poco profundo y la costera ruta 1 está jalonada de olas.

El agua solo alcanza una temperatura agradable en Arica y hay que llevar traje de neopreno. Las mayores olas rompientes aparecen en julio. Las condiciones del oleaje fuerte y las corrientes hacen que algunas zonas sean desaconsejadas. Se pueden comprar o alquilar tablas y recibir clases en cualquier lugar. También se puede practicar kitesurf aunque resulta más difícil alquilar el equipo o contratar clases: se puede probar en Pichilemu y Puclaro, cerca de Vicuña (consúltese www.kitesurf.cl).

‘Rafting’ y kayak

Los ríos, lagos, ensenadas y fiordos del sur han convertido esta zona en un destino de ensueño. Los ríos chilenos, que corren por estrechos cañones desde los Andes, son de categoría mundial. El río Futaleufú, en el norte de la Patagonia, ofrece  descensos memorables de clases IV y V. Menos experiencia requieren los descensos en las afueras de Pucón y en el bonito Petrohué, cerca de Puerto Varas, así como por los ríos Simpson y Baker en Aysén. 

Cerca de Santiago, el Cajón del Maipo ofrece sensaciones suaves pero divertidas. Para información detallada sobre kayak, véase riversofchile.com.

Las agencias de Santiago, Pucón, Puerto Varas y otros lugares ofrecen excursiones de varios niveles. Puesto que ningún organismo certifica a los guías, conviene comprobar que la empresa tenga conocimientos de seguridad y primeros auxilios, y que el material sea de alta calidad. Los fiordos del sur son un paraíso para el kayak de mar, con zonas como los alrededores del Parque Pumalín y las bahías de Chiloé. El kayak lacustre y el surf a remo están cobrando auge en la Región de Los Lagos.

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