lunes, 5 de octubre de 2015

Lonely. Solos en la oscuridad

Solos en la oscuridad

10 propuestas sin la luz del sol

Llega la mejor época para contemplar auroras boreales en las zonas más septentrionales. Muchos amantes de la fotografía viajan solo para captar estos bellísimos espectáculos de color en medio de la oscuridad boreal, pero hay muchas otras experiencias apasionantes perfectas para noctámbulos o para quienes prefieren la oscuridad a la luz del día, desde safaris nocturnos hasta la contemplación de estrellas o el esquí a la luz de la luna.

1. Velar tortugas marinas en Nicaragua

Las siete especies de tortugas marinas existentes están en peligro de extinción, en parte por el comercio ilegal de carne y huevos. Hay proyectos de conservación para garantizar la seguridad de las madres, los huevos y las eclosiones; y, sobre todo de noche, se patrullan zonas de anidamiento cruciales, como el estuario Padre Ramos, una joya nicaragüense que acoge casi la mitad del anidamiento de tortugas carey en el Pacífico oriental. El voluntariado allí incluye formación con personal experto y sondeos nocturnos para buscar, medir y etiquetar a madres en proceso de anidación o proteger sus eclosiones (a oscuras, para no desorientar a las tortugas).

Para saber más de la conservación de las tortugas en Nicaragua (y en todas partes), véase aquí y aquí

2. Buscar trufas en el crepúsculo en Istria

Casi todo el mundo ha oído hablar de las trufas, pero pocos las han probado frescas (ni hablar de las variedades de “perla negra” del Périgord o el “oro blanco” de Alba) y aún menos son quienes las han visto enteras. Pocos saben que se tratan de setas que crecen bajo tierra y se recolectan de noche con perros o cerdos entrenados para ello. Los buscadores de trufas merodean los bosques en la penumbra armados con palitas y acompañados por sus sabuesos. En lugares como Istria (Croacia) el viajero puede unirse a una salida nocturna y disfrutar de la quietud del bosque iluminado por linternas, e inspirarse para probar después platos trufados.

También hay trufas y circuitos de recolección en España, Francia e Italia; para saber más sobre la variedad istria croata, aquí

3. Buceo a oscuras con mantarrayas en Hawái

 © Bo Pardau

La sensación de bucear de noche es similar a la de planear en el cielo: cuando se encienden las luces y los colores del mundo submarino aparecen de repente, es igual de espectacular. Un lugar legendario de submarinismo nocturno es Kona (Hawái), donde las mantarrayas salen de la oscuridad para alimentarse del plancton atraído por la luz. Cerca del arrecife hay morenas cazadoras, gambitas, peces dormidos y espectaculares nudibranquios. Bucear de noche suena aterrador pero suele ser más relajante que de día. Para saber más, aquí. 

4. Recorrer “moguls” a la luz de la luna en Montreal

En algunas pistas de esquí no hay que apresurarse para bajar una última cuesta antes del cierre, ya que las luces quedan encendidas y el esquí continúa. Quizá no sea una novedad, pero tirarse por las cuestas de noche es genial. Además tiene sus ventajas: hay poca gente, no hay colas en los telesillas y es más barato. Claro que hace más frío y a veces las heladas son mayores. Para probarlo podemos ir a Bromont, una estación de esquí 85 km al este de Montreal (Canadá). Con más de 100 pistas en 7 laderas, es la zona más grande para esquiar de noche en Norteamérica. Sobre otras ubicaciones de esquí nocturno en Norteamérica, véase aquí

5. Practicar espeleología recreativa en Suazilandia

 © http://ift.tt/1WGHLfo

Aunque parezca raro, la espeleología recreativa surgió en Suazilandia en 1999, con la apertura de las cuevas de granito de Gobholo para exploraciones guiadas poco reguladas, en vez de las típicas rutas pavimentadas para ver estalagmitas. Aún hoy, espeleólogos aficionados y profesionales se sujetan con correas, cascos, lámparas de cabeza y equipos de seguridad, para sortear los 800 metros de pasadizos embarrados, esquivar murciélagos y ajustarse a la oscuridad. No se pueden abandonar las rutas marcadas; Gobholo sigue inexplorada. Las excursiones de la tarde salen de noche a la superficie para hacer una caminata por el bosque (45 minutos). No se necesita experiencia en espeleología, pero sí estar en buena forma física. 

6. Correr una maratón a la luz de la luna en Jordania

De día, el Uadi Rum es como otro mundo, un paisaje deslumbrante de salientes rocosos que naufragan en las arenas del sur de Jordania. Pero bajo la luna llena parece que no es real. La carrera anual Full Moon Desert Marathon permite correr por estas tierras sorteando pendientes suaves de arena, mesetas de barro compacto y pasadizos de roca y dunas, en rutas de 10, 21 km o maratón completa, y a la luz de antorchas aptas para cualquier clima.

La carrera empieza poco antes del anochecer y se celebra en mayo, sean cuales sean las condiciones, tormentas de arena incluidas. 

7. Contemplar las auroras boreales en Noruega

 © Vidar Molochs / www.nordnorge.com / Vågan

Aunque luce noche y día, la aurora boreal es más visible en cielos oscuros (evítese la luna llena), y sobre todo en noches despejadas. Hay muchos sitios para admirar este fenómeno inolvidable, pero el norte de Noruega es uno de los mejores. Una seductora alternativa a Tromsø –lo más popular– son las islas Lofoten, un archipiélago rico en naturaleza y cultura vikinga con posibilidades de practicar también la pesca y un clima bastante suave para estar en el círculo polar ártico. Hay que planificar las excursiones para ver la aurora boreal entre octubre y marzo. 

8. Senderismo bajo las estrellas en Utah

 © NPS photo by Jacob W. Frank

El Natural Bridges National Monument de Utah es el primer International Dark-Sky Park del mundo. De día destacan los tres puentes naturales elevados, pero de noche los únicos cielos estadounidenses de clase 2 en la escala Bortle (que mide la oscuridad del cielo nocturno) llevan el espectáculo al cielo: una densidad deslumbrante de cuerpos celestes; 300 veces más que los vistos por los viandantes urbanos. La carretera de 14 km y los senderos del fondo del cañón son perfectos para contemplar las estrellas y descubrir la noche.

El Natural Bridges National Monument abre todo el año, día y noche. Hay más destinos para ver cielos oscuros aquí. 

9. Safari nocturno en Ghana

La selva tropical cubre el Parque Nacional de Kakum (Ghana), accesible incluso a pie y de noche. Los safaris nocturnos sí son comunes en África, pero no tanto los que se realizan a pie. Después de todo, hay animales que no deben verse a pie ni de noche. En Kakum, los guías dirigen caminatas nocturnas (2 h) en senderos abiertos por elefantes, bongos, duikers y primates. Se verá poca cosa; está todo oscuro y los turistas son ruidosos. Conviene escuchar los sonidos del bosque y sentir el acecho animal. Se aconseja la ruta por la cubierta forestal con puentes sobre los árboles de alturas vertiginosas. 

10. Escalar una montaña antes del amanecer

El monte Fuji (3776 m) es la cima más alta de Japón. Hay cuatro rutas de senderismo señalizadas por las colinas, empinadas y rocosas, más frías y arriesgadas de noche, que es cuando ascienden muchos montañeros para ver el espectacular amanecer desde la cumbre. La agotadora subida (4-10 h) incluye cabañas para descansar y aclimatarse a la altitud.

Conviene subir el monte Fuji en julio y agosto, excepto en las vacaciones del Obon, cuando está repleto (sobre todo las cabañas). Hay que planearlo con tiempo y consultar el clima antes de ponerse en camino. 

Podremos conocer muchas aventuras similares a estas en 1000 aventuras únicas de Lonely Planet.

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