viernes, 22 de septiembre de 2017

Periodismo viajero. CROACIA: MAGIA EN LA PENÍNSULA DE ISTRIA

 

Puerto de Rovinj

La península de Istria, en Croacia, es chiquita, algo así como la mitad de Cantabria. Sin embargo es infinita en cultura y paisajes. Técnicamente Istria es una península con forma de triángulo equilátero unido al continente europeo por las montañas de Cicarija que se sitúan entre Trieste y Opatija, y que se convierten el algo así como nuestros Pirineos, que tanto nos unen como separan del resto de Europa. Espiritualmente tiene algo también de isla o de pequeño continente como España.

El paisaje de Istria recuerda algo al de la Provenza francesa: en primavera está esplendorosa, el color verde lo domina todo. En otoño son los bellos tonos rojizos y marrones los que iluminan sus montes. En cambio, el mar aquí es muy azul, y aunque la costa es aquí muy recortada y escarpada, también hay numerosas playas y calas.

El paisaje de Istria recuerda al de la Provenza francesa

 

Istria fue uno de los primeros rincones del Mediterráneo en atraer la atención de los turistas. Efectivamente, Istria y la vecina región Kvarner, tuvo el honor de ser, junto a la Costa Azul francesa, el lugar donde se inventó el Mediterráneo como destino turístico. Imitando a los nobles ingleses que buscaban un refugio a los calores de la India y la lluvia de Londres, la pomposa aristocracia imperial decidió montar su Mediterráneo, donde retirarse en los calurosos días de estío, y el lugar escogido fueron las costas istrianas, y la vecina Opatija.
El primer hotel fue Villa Angiolina, en Opatija, hoy museo de Turismo, de 1840. Después se erigieron diversas urbanizaciones de mansiones y chalés a lo largo de un litoral que fue denominado “la Riviera Austriaca”.

La escultura de una mujer con una gaviota da inicio al “lungomare” de Opatija

 

La naturaleza es otro de los alicientes de esta tierra. Además del mar, la montaña es uno de los grandes protagonistas del paisaje istriano. Ahí está el macizo de Ucka que, con sus formidables bosques de coníferas y de hierbas aromáticas, cae literalmente sobre el Adriático en torno a la estación balnearia de Opatija.

El otro gran paisaje de montaña se sitúan en su interior. Lo conforman las suaves colinas y valles que recuerdan a la Toscana. Es también una zona de bosques, como el de Motovún, donde abunda la caza, la seta y otro de los grandes secretos de esta tierra: la trufa blanca.

La trufa blanca es uno de los productos más exclusivos que proporcionan la tierra y la mesa de Istria

 

UN POCO DE HISTORIA

Lo cierto es que este pequeño pedazo de tierra ha pasado de mano en mano durante los siglos. Primero fueron los romanos. Siglos más tarde, tras la caída del Imperio Romano, llegó Justiniano, que levantó el Imperio Bizantino. Después este territorio fue ocupado por diversas tribus bárbaras, como los eslavos.

Después se instalaron los germanos, que dominaron el interior tras disputas muy reñidas con el imperio de Venecia, que pasó a controlar las zonas costeras. Los venecianos conquistaron gran parte de la península hasta el siglo XVIII, cuando cayó bajo el dominio de Austria y posteriormente de Francia. Desde el siglo XX, las fronteras de Istria han cambiado hasta cinco veces: formó parte de Italia y Yugoslavia, y ahora pertenece a la República de Croacia.

Está claro que con tantas disputas Istria goza de una riqueza histórica y cultural como pocos lugares de nuestra Europa, pues todos los que pasaron por aquí dejaron su huella.

Una villa romana preside la isla de la Gran Brioni (Islas Brijuni)

 

PULA, POREC Y ROVINJ, MAGIA ISTRIANA

Uno de los lugares más interesantes de Istria es Pula. La historia cuenta que quienes hicieron aparecer en realidad el puerto de Pula en las primeras cartas náuticas fueron los romanos, quienes además, como muestra de la importancia que tenía este puerto en el tráfico naval del Mare Nostrum, levantaron en el siglo II de nuestra era un extraordinario anfiteatro en forma de elipse con capacidad para 23.000 personas.

Coliseo romano de Pula

 

Dos mil años después es, junto a los de Roma, Arles, Nimes, Verona y El Djem (Túnez), uno de los seis coliseos romanos que han sobrevivido al paso del tiempo en Occidente, y el único que conserva su altura máxima.

No es lo único que queda en Pula de la época romana. En la entrada a la vieja ciudad, se encuentra el Arco de Triunfo de los Sergios, que fue erigida por esta familia romana en el año 29 aC y que aún conserva un particular color dorado en ciertas puestas de sol.

Arco de Triunfo de los Sergios (Pula)

 

Otros testimonios del esplendor romano de Pula son parte de la plaza del Foro, que aún preside la vida social y política de la ciudad, con el templo de Augusto; la muralla que se conserva junto a las llamadas Puertas Gemelas del siglo III aC; así como un antiguo mosaico.
Pula vivió del recuerdo y el abandono durante la Edad Media y los años del dominio de Venecia, y no volvió a recuperar otra vez su prestigio hasta el siglo XIX, cuando se convirtió en el gran puerto de la marina austriaca.

La memoria de la estancia de James Joyce en Pula se mantiene viva

 

Actualmente Pula es aún la gran urbe de la Istria croata y entre sus ilustres visitantes cabe contar a personajes como Dante, Miguel Ángel y James Joyce, que vivió aquí seis meses. www.pulainfo.hr

Los romanos no se quedaron en Pula y llegaron también a Porec. Su casco viejo obedece a las normas de la geometría antigua: parcelas rectangulares marcadas por las características calles cardo y decumanus. Esta última, flanqueada por edificios románicos y góticos, algunos de ellos convertidos hoy en boutiques y cafés, sigue siendo el corazón neurálgico de la actividad de Porec.

Casco antiguo de Porec

 

Es un auténtico lujo recorrer la calle decumanus e ir descubriendo al paso edificios de distintas épocas y estilos: nadie se sorprende cuando junto a una casa románica del siglo XIII se levanta un bello y romántico palacio del siglo XV…
Pero la joya de la corona de Porec es el conjunto episcopal de “La Eufrasiana”, levantado en el siglo VI por san Eufrasio.

“La Eufrasiana”, Patrimonio de la Humanidad (Porec)

 

El complejo está compuesto por una basílica, una sacristía, un baptisterio y un palacio episcopal. Decorado con espléndidos mosaicos sobre fondo de oro, es uno de los mejores ejemplos de arte bizantino del Adriático. En el año 1977 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. www.to-porec.com
Tras las dominaciones romana y bizantina, en los primeros siglos de la Edad Media Istria fue invadida por varias tribus bárbaras: avaros, lombardos, eslavos… La huella de esta época es muy visible en varios pueblos del interior: Hum, Motovun, Groznjan

La influencia veneciana en Porec es muy visible

 

Otro capítulo importante en la historia de Istria es la fuerte influencia veneciana. Hay un detalle geográfico que no es baladí: la península está a poco más de una hora en barca de la mismísima ciudad de los canales, y durante gran parte de la Edad Media y la Edad Moderna Venecia fue un potente imperio que aspiró a dominar el Mediterráneo oriental.
La Serenísima dio color a muchos de los puertos y villas de Istria. Paseando por las localidades de la costa de poniente como Rovinj, Porec, Vrsar, Umag… las calles, las iglesias, y muchos edificios mantienen vivo el recuerdo de esa huella que impuso Venecia.

Entre Pula y Porec encontramos la más veneciana de todas: Rovinj. Bajo la atenta mirada de la iglesia de Santa Eufemia, la ciudad despliega todo su colorido a orillas del mar. Aquí uno cree estar en la misma Venecia. El paseo marítimo está repleto de terrazas, restaurantes, heladerías… Pero hay que “perderse” por el casco antiguo.

Rovinj

 

El Arco Balbi es la antigua puerta de acceso a ese conjunto de calles estrechas, adoquinadas, un verdadero laberinto mágico. Al final siempre se llega a la cima de la colina, donde se levanta la hermosa iglesia de Santa Eufemia. De 1736, es la mayor obra barroca de la península y símbolo del esplendor que vivió Rovinj bajo el dominio veneciano. Cuenta con un campanario de 63 metros de altura que es similar al campanile de Venecia…

Arco Balbi, entrada al casco viejo de Rovinj

 

Iglesia de Santa Eufemia (Rovinj)

 

Así es la península de Istria, un rincón de Europa que en los últimos años se ha convertido en el destino preferido por muchos extranjeros para pasar unas agradables vacaciones. Llegar no es difícil, lo duro es irse…

 

MAPA


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CÓMO DESPLAZARSE. En Croacia, la mejor manera de descubrir los encantos de Istria es alquilando un automóvil.

QUÉ HAY QUE SABER

Idioma. El idioma oficial es el croata, pero muchos hablan el italiano.

Clima. Situado en el mar Adriático, la península goza de temperaturas muy suaves: veranos soleados, inviernos templados y lluviosos.
Formalidades de entrada. Para los españoles es suficiente el DNI

QUÉ SE DEBE VER

PULA

Aunque actualmente hay registrados más de 300 yacimientos romanos en Istria, los más espectaculares se encuentran aquí. A destacar: el anfiteatro, el Arco del Triunfo de los Sergios, las murallas romanas y el Templo de Augusto.

POREC

El casco antiguo de esta ciudad, con la amalgama de estilos arquitectónicos, es uno de los lugares más visitados de Istria. Porec alberga, además, uno de los mejores ejemplos del arte bizantino en el Adriático, la basílica de San Eufrasio.

ROVINJ

Es una de las poblaciones más bellas de Croacia. Aún conserva el aroma de Venecia. El mayor atractivo es perderse por sus calles medievales.

ISLAS BRIJUNI

Este pequeño archipiélago cercano a las costas de Pula es hoy un parque nacional. De sus 14 islas sólo son visitables dos. La mayor de estas islas, Veli Brijun, acogió una importante villa romana de la cual hay un amplio testimonio arqueológico y un castro bizantino. Fue la residencia del mariscal Tito durante 30 años y en ella se conserva la suntuosa residencia presidencial y un museo dedicado al expresidente yugoslavo. Cuenta, además, con un sorprendente zoo de animales exóticos (regalos que le hicieron a Tito), un campo golf y un hotel de lujo especializado en turismo de congresos. www.brijuni.hr

EN EL INTERIOR

Ciertamente es la zona menos visitada, pero la favorita por los artistas y bohemios. Con un paisaje muy parecido a la Toscana italiana es especialmente interesante visitar Motovun y Buzet.

DÓNDE DORMIR

La oferta hotelera es completa y diversa y probablemente sea la más desarrollada de Croacia. Como hotel medio recomendable está el Hotel Bristol, en Optajia, (www.hotel-bristol.hr) , un cuatro estrellas en el corazón de esta villa balnearia. Como hotel de lujo, una buena opción es el Monte Mulini, en Rovinj, (www.montemulini.com) . Si lo que busca es un hotel con encanto, nada mejor que el hotel boutique Vela Vrata (www.velavrata.net) en la pequeña localidad de Buzet, reconocida como la capital de la trufa en Istria.

DÓNDE COMER

Tres buenas recomedaciones:
Zenlengaj, en Optajia, especializado en pescados (http://ift.tt/2jPV0RT)
Alla Beccacia, en la localidad de Fezana, que es el puerto que conduce a las Brujini (www.beccaccia.hr) . Buenas carnes y pasta
Istarska Konoa, en las afueras de Porec, donde probar alguna de las mejores propuestas de cocina istriana (http://ift.tt/2xWLMtl)

MÁS INFORMACIÓN

www.visitacroacia.es
www.istra.hr



via Oriol Pugés http://ift.tt/2jOQsep

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