martes, 6 de diciembre de 2016

Lonely. Los 10 mejores destinos de EE UU para visitar en el 2017, según Lonely Planet

Los 10 mejores destinos de EE UU para visitar en el 2017, según Lonely Planet

Los expertos en viajes de Lonely Planet han estudiado este país, que es casi un continente, para ofrecer los mejores destinos de este año en los amados y odiados Estados Unidos de América. Naturaleza sorprendente, ciudades por descubrir, eventos inesperados… todo invita a salir corriendo y comprar un billete de avión para sumergirse en la cultura estadounidense.

1. Asheville, Carolina del Norte

En el 2017 una de las ciudades pequeñas más eclécticas e innovadoras de EE UU estará bajo el foco nacional. Ante la polémica ‘ley de los baños anti-trans’ de Carolina del Norte, Asheville brilla como un faro de tolerancia. Los espíritus creativos hallan allí su paraíso; más de 200 artistas muestran sus obras en el River Arts District, y la asombrosa cantidad de cervezas y aguardientes artesanales de producción local marida muy bien con los platos de los numerosos chefs de la ciudad nominados a los premios James Beard. El río French Broad regala un paréntesis del mundo moderno, flotando o remando en kayak lejos de la civilización y con el frondoso telón de fondo de la Cordillera Azul, a la espera de ser explorado. 

2. Oeste de Washington

Oeste de Washington, EE UU © Westend61 / Getty Images Oeste de Washington, EE UU © Westend61 / Getty Images

Más de 25 años después de que plantara los icónicos paisajes del oeste de Washington en la conciencia colectiva, la surrealista serie de TV Twin Peaks vuelve a las pantallas. Los montes brumosos y los bosques perennes de la región se preparan para acoger una nueva ola de peregrinos en el 2017; los fans de David Lynch descubrirán localizaciones del rodaje en los pequeños pueblos de Snoqualmie y North Bend, además de usar la zona como base para visitar otras bellezas del estado, como el Mount Rainier National Park o los restaurantes de Km 0 de las San Juan Islands. Mientras, nuevas tendencias culturales atraen a la gente a Seattle, que expande sus límites con las primeras tiendas de cannabis, ingeniosas microdestilerías y una creciente afición por la sidra artesanal.

3. Lincoln, Nebraska

Lincoln, Nebraska, EE UU © Katherine Welles / Shutterstock Lincoln, Nebraska, EE UU © Katherine Welles / Shutterstock

Lincoln emerge en un mar de praderas y campos de maíz con una inesperada y elegante oferta: Haymarket District, en el centro, donde casas centenarias de ladrillo albergan galerías de arte moderno (muy animadas durante los First Friday Artwalks), curiosas tiendas especializadas (como Licorice International, la mayor tienda de regaliz de EE UU) y un gran mercado agrícola los sábados. Los 25 000 estudiantes de la Universidad de Nebraska dan vida a la ciudad, pedaleando los más de 200 km de rutas ciclistas y divirtiéndose en sus locales nocturnos. Las comunidades vietnamita, sudanesa y de otros orígenes enriquecen la mezcla gracias a la larga historia de Lincoln como ciudad de acogida. El ambiente se animará todavía más en el 2017, cuando Nebraska celebre su 150o aniversario y Lincoln, la capital del estado, ofrezca desfiles y fiestas para la ocasión.

4. El desierto del sur de California

Desierto del sur de California, Palm Springs, EE UU © Trinette Reed / Getty Images Desierto del sur de California, Palm Springs, EE UU © Trinette Reed / Getty Images

En lo más profundo del sur del desierto de California, el Valle de Coachella siempre ha sido un sitio muy caluroso, pero ahora tiene un calorcillo –y un frescor– inéditos desde que fuera el patio de juegos del Rat Pack. Un ambiente de modernidad de mitad de siglo permea Palm Springs, la principal ciudad del valle, hoteles nuevos y modernos (y de nueva modernidad), casas de alquiler restauradas con ingenio, festivales bienales como la Modernism Week y tiendas vintage para que uno –y su hogar– luzca a la moda a precios que no son de ganga. Excursionistas y escaladores pueden disfrutar en Palm Springs Aerial Tram o entre los paisajes lunares del vecino Joshua Tree National Park. También destaca un festival musical de pequeño formato, Coachella, y la pintoresca Salvation Mountain, una peculiar ladera pintada en medio del desierto.

5. El valle de Flathead, Montana

Valle de Flathead, Montana, EE UU © Danita Delimont / Getty Images Valle de Flathead, Montana, EE UU © Danita Delimont / Getty Images

Un cielo inmenso, grandes montañas y osos enormes. Este rincón del noroeste de Montana, al este de la Divisoria Continental y del majestuoso Glacier National Park, personifica ‘el Oeste’ a lo grande. La escala es tan descomunal que hay que mirarlo todo con perspectiva: incluso un lugar poco conocido como la ‘Bob’ (Bob Marshall Wilderness area) es enorme; en el 2015 se le añadieron 27 114 Ha, que lo convirtieron en la mayor zona natural de los estados contiguos. Los glaciares del parque nacional se reducen –algunas estimaciones sostienen que desaparecerán en el 2020–, pero ir de excursión entre prados de flores silvestres y lagos turquesas, con picos glaciales como telón de fondo, es aventurarse en el paraíso. En cualquier época del año el pueblo de Whitefish es una bonita base rústica que acoge excursionistas, ciclistas, motoristas y esquiadores.

6. Atlanta, Georgia

Atlanta, Georgia, EE UU © Gene Phillips / AtlantaPhotos.com Atlanta, Georgia, EE UU © Gene Phillips / AtlantaPhotos.com

A nadie debería sorprender que Atlanta, la ciudad con el aeropuerto más concurrido del mundo, esté en constante movimiento. La inauguración de un modernísimo estadio en el 2017 traerá a un equipo de la Major League Soccer a una capital apasionada por el deporte; The BeltLine, la respuesta de Atlanta a la High Line de Nueva York, ofrece una ansiada zona de paseo en una metrópolis llena de tráfico; y East Atlanta y los barrios que la rodean se hallan en pleno boom de cervecerías modernas y restaurantes innovadores. Del épico proyecto de Living Walls a las curiosas instalaciones de Tiny Doors, el panorama artístico local es de primera línea. Series de éxito como Atlanta y The Walking Dead se filman en esta zona, y le han valido a la ciudad el apodo de ‘el Hollywood del sur’. 

7. Montañas de Adirondack, Nueva York

Montañas de Adirondack, Nueva York, EE UU © The Wild Center Montañas de Adirondack, Nueva York, EE UU © The Wild Center

Nueva York tiene rascacielos, pero el norte del estado tiene The Adirondacks y sus vistas incomparables, con 42 picos de más de 1200 m, arroyos y lagos repletos de peces, y bosques tan profundos y oscuros que no sería raro ver al Sasquatch (o ‘Bigfoot’). Se puede contemplar el dosel arbóreo a vista de pájaro en Tupper Lake paseando por la High Line arbórea del Wild Center, o pedalear desde Sarabac hasta Lake Clear por la rail bike, una antigua vía de tren. El invierno invita a acomodarse ante grandes chimeneas en imponentes cabañas de la época dorada de EE UU, o a mantener el calor en las instalaciones olímpicas de invierno del lago Placid. 

8. La región vinícola de Texas Hill Country

Texas Hill Country © Elizabeth Stone / 500px Texas Hill Country © Elizabeth Stone / 500px

Si uno piensa en vino, Texas no es el primer lugar que viene a la mente, pero el estado se emplea a fondo para crear algunas de las mejores variedades estadounidenses fuera de la costa oeste. Docenas de bodegas salpican la zona de Hill Country, con Fredericksburg como epicentro de tan próspera actividad. Una ruta por la Wine Road 290 revela una notable selección de malbecs, cabernets y tempranillos que se prueban en modernas salas de cata. Hill Country ama los festivales de música folk, y los grandes eventos del año combinan el mejor vino con los ritmos rockabilly y la carne de res (¡es Texas!). Es buena idea visitar al Wine and Food Festival de Dripping Springs y el Kerrville Folk Festival.

9. Denver, Colorado

Denver, Union Station, Colorado, EE UU © Arina P Habich / Shutterstock.com Denver, Union Station, Colorado, EE UU © Arina P Habich / Shutterstock.com

Cuna de barbudos y fortachones, el atractivo boscoso de Denver nunca había sido tan intenso. El secreto está al descubierto: mucho sol, una microcervecería en cada esquina y un sinfín de diversión adrenalínica provocan la fiebre de las Montañas Rocosas. Y los picos alpinos no son lo único que acaricia el cielo en la ciudad, la reformada Union Station está en el meollo de nuevas instalaciones, como el Ski Train, que en el 2017 transportará esquiadores desde el centro de la ciudad hasta las pistas de Winter Park. Si a todo esto se le suma una economía boyante, el resultado son barrios bohemios como RiNo (River North) y LoHi (Lower Highlands), donde uno puede recuperar calorías en mercados de comida slow food, visitar galerías y salir de fiesta con auténticos rockeros.

10. La Costa Esmeralda de Florida

Costa Esmeralda, Florida, EE UU © Visit South Walton Costa Esmeralda, Florida, EE UU © Visit South Walton

Antaño conocida como la Redneck Riviera (la Riviera paleta), este tramo de 160 km de arena finísima y pueblos costeros de la costa noreste de Florida, olvidado en el pasado, se ha puesto de moda. Incluso estrellas como Sandra Bullock y Tony Romo frecuentan las playas de la que hoy se conoce como Costa Esmeralda, y los ricos y famosos esperan que nadie descubra su asequible y cada vez más elegante refugio playero del viejo sur. Pero en los últimos años los inversores han olido el nuevo paraíso y sus deliciosas ostras, y a lo largo de la costa crecen nuevos bloques de apartamentos y hoteles, incluida la primera propiedad cinco estrellas de la zona, el Henderson Beach Resort; y el pueblo de Seaside –o ‘Seahaven’, como aparece en El show de Truman– es un sueño ecológico de 80 Ha que se estudia en las facultades de arquitectura. 

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