jueves, 9 de julio de 2015

Lonely. Estocolmo en 48 horas

Estocolmo en 48 horas

La vasta Escandinavia – ya su nombre golpea con potencia nuestra corteza cerebral como si de un juego de pinball se tratase – es reconocida por sus fiordos, sus acantilados y sus lustrosos bosques. Todo el mundo es consciente del porte de sus paisajes y suelen hacerlos protagonistas de sus postales favoritas. No obstante, existe otra Escandinavia discreta y sabia, la que se desliza por los años arrastrando sus vestigios con ella. Ésa tiene el nombre de Estocolmo: Una ciudad donde se funde la historia con las tendencias europeas. 

Volamos así a Suecia para empaparnos de la esencia de su hermosa capital en una visita dos días. Verás que es posible en apenas 48 horas ¡Síguenos! 

Día 1 

Existen numerosos hoteles concentrados en el centro y norte de la ciudad. En caso de que éstos supongan un gasto excesivo, no faltan los hostales baratos como  el City Backpackers, situado a 5 minutos de la estación central de trenes de Estocolmo. Algunos de los barquitos encallados también ofrecen alojamiento a los turistas. Ésta última quizá no sea la opción más cómoda pero sí la más económica (unas 375 SEK por persona y noche) y la más original.

 Our hostel window @ Christy Milford 

Un edificio de ladrillo de apariencia algo austera da la bienvenida a la visita: Se trata del Ayuntamiento de Estocolmo, centro administrativo de la ciudad situado a orillas de la isla de Norrmalm y hogar del célebre Salón Azul, donde cada año se entregan los Premios Nobel

De camino al sureste, las vistas van dejando huella: Un contraste de arquitectura de diferentes épocas y estilos, pequeños barcos y locales que pasean en bicicleta. En definitiva, un paseo que nos permite caminar entre hermosos edificios alineados con los numerosos canales del puzzle de islas que conforman la ciudad. 

De esta forma, aparecerá la Ciudad Vieja o Gamla Stan, el verdadero centro histórico. Aquí destaca la iglesia medieval de Riddarholmen. Su reconocible torre puntiaguda nos señala la posición del panteón que aloja las tumbas de los monarcas suecos. 

A unos 5 minutos de distancia se encuentra la Catedral de San Nicolás, la más antigua de Estocolmo. Un vistazo al interior merece la pena: Sólo 40 SEK que nos permiten admirar el estilo gótico característico de los países bálticos y que actualmente alberga conciertos música clásica e incluso bodas reales.

También permanece aquí la curiosa estatua de madera dedicada a San Jorge y el Dragón, escena influyente en el arte como representación del bien y el mal.

 Riddarholmen @ Michela Simoncini 

En este mismo lugar,  la plaza Stortoget presume de ser la más antigua de la ciudad y de albergar el Museo Nobel, edificio del siglo XVIII cuya exposición recorre la historia de los condecorados, así como objetos originales relacionados con los inventos que valieron el galardón.

No lejos de aquí, nos saluda el impresionante Palacio Real, barroco, corazón de la ciudad, con sus numerosos museos entre los que destacan la Armería o el Museo de Antigüedades de Gustavo III.  

Para la comida, el plato estrella son las Köttbullar: albóndigas con salsa originalmente servidas con arándanos rojos y puré de patata ¿Quién no ha oído hablar de ellas? Bien, uno de los sitios más recomendados para tomarlas es el restaurante Bakfickan (traducido, “el bolsillo de atrás”) un acogedor restaurante perteneciente a la Ópera de Estocolmo y situado a apenas 10 minutos del Palacio Real.  

 Swedish Meatballs (Merry Xmas) @ Karl Baron

Tras reponer fuerzas, llega la hora de respirar un poco de aire moderno: Visitamos ahora Skeppsholmen, conocida como la Isla de los Museos: Pintoresca, sitio del Festival de Jazz de Estocolmo en octubre, el Museo Nacional (actualmente cerrado) y el célebre Moderna Museet, de arte contemporáneo y que aloja obras de Picasso y Dalí. Otros, como el Museo de Arquitectura y Diseño o el Museo de Antigüedades del Este Asiático son opciones perfectas para los que busquen algo diferente.

Merece la pena retroceder un poco a Gamla Stan recorriendo su orilla oriental: Este paseo para disfrutar de las vistas de las dos islas visitadas coincidirá con la llamada Hora Dorada, momento en que el atardecer cae, maquillando de luz a los monumentos.  Continuando al sur, ya pisando la isla de Södermalm, se encuentra el mirador de Katarinavägen, lugar perfecto donde capturar las mejores postales. 

Al caer la noche, se cierra el circuito de nuevo en Gamla Stan y concretamente en Aifur, un restaurante vikingo donde degustar algunas de las especialidades escandinavas, como su Plate from Trögdem (164 SEK), una selección de ahumados que incluye salchichas de reno y alce

Día 2

La segunda jornada tiene lugar en la isla de Djurgården, la cara más natural de Estocolmo: Enormes parques, el zoo de Skansen o las verdes explanadas favoritas por los holmienses para los picnics durante el verano. Además es el lugar favorito de los niños, contando con el Junibacken, parque temático de Pippi Långstrump y con el mencionado Skansen, un museo viviente de la cultura nórdica y zoo donde conviven animales de la región como alces, osos o linces.  Sea con niños o sin, Skansen es una visita obligatoria y de las favoritas en Estocolmo.

 Skansen @ Olivier Bruchez

Sin embargo, la joya por excelencia de esta isla es el Museo Vasa: Un impresionante navío original del siglo XVII que se hundió a los 15 minutos de comenzar debido a su enorme tamaño (descomunal para la época) y que actualmente puede ser visitado por 130 SEK.

Para el almuerzo, un plan local: Un picnic a las orillas de los canales en el parque Djurgården es nuestra oferta de verano. 

La nota la ponen los ABBA y no sólo se trata de música. La banda también se ha convertido el icono de Suecia. Por eso una visita al Museo ABBA es casi obligada. De esta exhibición ya habremos tenido un adelanto si hemos viajamos al aeropuerto de Arlanda, donde se exponen algunas fotografías y trajes. Así, los ABBA hacen de anfitriones en nuestra visita a la capital sueca. 

Tampoco puede faltar un vistazo a lo que encabeza tantas listas de lugares increíbles: Las estaciones de metro de Estocolmo. Algunas de ellas, como la de Radhuset, T-Centralen o Stadion, son verdaderas galerías de arte. No hay ninguna cerca del Museo de ABBA, por lo que se puede coger un autobús en dirección al centro, o bien dar un agradable paseo para saborear la atmósfera naval, aprovechando una parada en el camino para el Fika, una extendida tradición sueca que no tiene hora ni reglas: Simplemente un café y algo dulce.

 T-Centralen, Stockholm, Sweden @ Giuseppe Milo

Puede que la ciudad sea pequeña y fácil de conocer en dos días, pero sin duda guarda secretos que se sólo desvelan en guías como Estocolmo de cerca, Suecia, o Países Escandinavos, así como pequeños pecados que te contamos en Los placeres secretos de Estocolmo.

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