viernes, 22 de noviembre de 2019

Viajes. Hernán Cortés a través de los ojos de Óscar Jaenada

Historia National Geographic: ¿Cuál fue el proceso de documentación de la serie?

Óscar Jaenada: El guion partió ya con el asesoramiento de varios historiadores. Entre ellos, el profesor de universidad mexicano César Moheno, que fue como mi sombra. Me dijo: “Tú no sabes lo que pasó aquí, así que pregunta lo que quieras, cualquier cosa”. Me pasó toda la bibliografía y me puso en contacto con otros especialistas, como el francés Christian Duverger [en cuyo libro Crónica de la eternidad asegura que fue Cortés y no Bernal Díaz del Castillo, quien escribió la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España]. Hasta me dijo lo que no debía leer porque tenía claro que no me iba a aportar nada. Entre ellos ya saben que hay ciertas historias que se cuentan que no son del todo ciertas. En internet también encontré algunas ponencias que explicaban muy bien lo que para ellos era la conquista.

¿Cómo construiste el personaje de Hernán Cortés?

La construcción de este personaje ha sido en base a la lectura, algo que no suelo hacer, ya que estoy acostumbrado a hablar con los amigos, con la familia del personaje, consulto fotografías, imágenes para imitar los gestos, su forma de andar… Pero en este caso, hay muy pocas representaciones veraces de Cortés. De hecho, con cierta credibilidad solo hay una que es un pequeño busto de medio cuerpo. Según lo que estudié pensé que debía ser un tipo muy militar, muy correcto, con mucho miedo a que se le vieran ciertas cosas, que tendía a ocultar los sentimientos. Esto lo marqué con las manos, por eso siempre las lleva detrás, no las enseña. Fue algo creativo por mi parte, pero nunca sabré si era realmente así.

De la documentación que usaste, ¿cuál fue lo más interesante?

Las cartas de relación [escritas por Hernán Cortés]. También los cuentos mexicanos de los guerreros mexicas. Como he estado tantas veces en México, tengo muchos amigos que están orgullosos de su cultura prehispánica. Ellos me enseñaron cómo guerreaban los indígenas, muy diferentes a nosotros. Se ve en la serie: no peleaban de noche, no pegaban para matar, golpeaban con macanas de obsidiana. Creían que había que herir en el campo de batalla para luego sacrificar con honores en lo alto de la pirámide. Aparte de Cortés, hay que analizar con quiénes se encontraron los españoles, estudiar la psicología del enemigo por aquel entonces.

Óscar Jaenada confiesa que apenas conocía el personaje de Hernán Cortes y que, lo que sabía, era más bien incorrecto.

¿Rodasteis en localizaciones reales?

Hemos rodado en Medellín (España), que es de donde partieron; en la Villa Rica de la Veracruz, en Veracruz; la selva por la que cruzaron, pasamos por Cholula, por Potonchan… Nos hemos intentado acercar lo más posible a la realidad. De hecho, hicimos la ruta de Cortés para pasar por donde ellos pasaron, y sentir su mismo miedo. Fue importante porque nos dejamos llevar por lo sensorial, para poder tocar ciertas cosas. El sentirlos muy cercanos nos ha ayudado mucho.

¿Qué sabías de Hernán Cortés y que es lo que te ha llamado más la atención descubrir?

Sabía poco. Mi cultura es catalana, soy catalán. De Cortés me habían contado que era un conquistador, un descubridor, que fue a América a aleccionar y les quitó de la muerte, del salvajismo y de vivir en chozas, de una vida muy sádica, al estilo Mad Max. Me lo creí. Luego te das cuenta de que no es así, de que cuando estuvo en Tenochtitlan por primera vez dijo que era la ciudad más maravillosa que había visto. Allí vivían 250.000 personas; en Londres, 60.000. Los sacrificios eran por otro motivo, no era porque me cayeras mal y te cortaba el cuello. Ellos tenían su educación, hacían sacrificios por sus creencias. Igual que aquí con la Inquisición se quemaba a las personas por cualquier cosa. La empatía como actor te permite ver esos dos puntos de vista.

En la serie se ve cómo sacrifican niños, arrancan corazones, cómo se comen a otras personas…

No eran salvajes, era otra cultura, más rica quizás que la nuestra. Puedes estar más de acuerdo o no, pero ellos tenían un respeto hacía algo que tal vez no entendamos, igual que ellos no van a entender a Jesucristo, a Dios… ¿Cómo van a entender algo así? A los hombres de hace 500 años les costó mucho comprender esa cultura. Ahora ya podemos entender algo más. Los sacerdotes mexica mataban, nuestros sacerdotes quemaban, ellos arrancaban el corazón... la finalidad era la misma.

¿Qué crees que gustará más a los mexicanos?

El mexicano estará muy orgulloso de ver, por primera vez, una representación de Tenochtitlan, algo audiovisual que le permita descubrir cómo era antes, y lo que ha hecho El Ranchito [creadores también de los efectos especiales de Juego de tronos] es bestial. La imagen aparece en el episodio 7, y me la he puesto una y otra vez. Cortés era un militar y yo debía construirme un mapa en la cabeza, así que fui al Museo Nacional de Antropología, donde tienen una maqueta que me estudié. Cuando luego vi la imagen fue maravilloso, sientes esa vida que tenía la ciudad.

Tú que eres muy querido en México, que has interpretado al icónico Cantinflas, al padre de Luis Miguel, Luisito Rey, ¿cómo crees que será la acogida?

Me conocen en México, saben que trabajo con respeto y desde el cariño. Les intriga que haga de Cortés. Para ellos va a ser un aliciente que lo interprete yo.

En la serie, Aura Garrido interpreta a la mujer de Cristóbal de Olid (Víctor Clavijo), pero no se tiene constancia de que fuera a América, ni de que luchara o fuera sacrificada por los mexicas… ¿hay más libertades creativas de este estilo?

La serie se basa en la historia, pero hay datos que faltan; y ahí es donde nos permitimos hacer nuestra historia de una manera más cinematográfica. Pero he intentado ser exigente, si fue así hay que hacerlo así.

¿Crees que la serie hará justicia a Hernán Cortés?

Cada episodio se focaliza en un personaje y se da una visión de los hechos desde ese personaje, así que se da una mirada amplia de Cortés. Aunque España y México son dos países hermanados y conectados, lo cierto es que tenemos un concepto distinto de lo que pasó allí. Creo que la serie va arrojar un poco de empatía. Tanto a unos como a otros nos va a colocar un poco. Ni Cortés era tan malo, ni tampoco era tan bueno.

¿Qué tienes que decir a los que hablen de genocidio frente a conquista?

En una conquista puede haber genocidio. Hoy en día no vemos igual que un soldado americano mate a un soldado iraquí, a que en Madrid llegue un señor y mate a otro por la calle. Y es lo mismo, ambos han matado, pero no se considera igual. Es difícil comparar hace 500 años lo que era un genocidio entonces y lo que es ahora. El gran reto del espectador es sumergirse y entender cómo era aquella época. No lo podemos ver como una persona moderna. Los hombres eran muy distintos y sus miedos, también. Los españoles no sabían nada de lo que se iban a encontrar allí, podría aparecer un monstruo de dos cabezas. Los mexicanos pensaban cuando llegamos a caballo que éramos un solo hombre. Estaban convencidos de ello hasta que mataron a uno porque nunca habían visto esa imagen. A nosotros nos pasó lo mismo, y el miedo hace que dispares muy rápido.

Otro episodio negro en la vida de Cortés es la acusación de asesinato de su mujer Catalina. ¿Cómo se va a tratar este tema y la relación con sus otras cinco mujeres, con las que tuvo hasta 11 hijos reconocidos?

En el octavo episodio se habla de la muerte de Catalina, pero el desarrollo está pensado para más adelante. No te puedo desvelar cómo lo trataremos, pero sí hablaremos de ese rumor, y de todo lo demás.

¿Así que nos confirmas que habrá segunda temporada?

Habrá segunda temporada, queda mucho por contar. Y espero que haya una tercera… creo que puede durar hasta 500 años. Uno de los guionistas [Curro Royo] es de Cuéntame, así que espérate.



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