Basílica del Santo, en Padua
A lo largo del curso del río que une Padua con Venecia, se extiende la Riviera del Brenta, una fértil tierra salpicada de opulentas casas construidas por la nobleza veneciana. Subir a bordo del Burchiello y visitar estas suntuosas villas es un atractivo viaje por el arte y la naturaleza que fascinó a poetas y viajeros.
De buena mañana parto desde Padua rumbo a la ciudad de los canales. La primera parada ha hacemos en la villa Pisani, símbolo de la pompa y el esplendor de aquella época dorada.
Construida en 1756 y adquirida por Napoleón en 1807, se la considera la Versalles italiana. El barco continúa su singladura río abajo. Entre las poblaciones de Mira y Oragio aparecen las villas Widmann, decorada al más puro estilo rococó francés, y Valmarana, más austera.
Después de apreciar la gastronomía del Brenta en un restaurante de la orilla, llega el plato fuerte: la villa Foscari. Llamada “La Malcontenta” y construida en 1560, es la más espectacular de todas las villas venecianas que se suceden por la Riviera.
Villa Foscari (1560)
El Burchiello navega en armonía con el paisaje, es más, forma parte de él. Su paso lento nos abre a la historia, el arte, la cultura de esta ribera.
Con los últimos rayos de sol, el Gran Canal nos introduce en la serena Venecia. El contraluz recorta en negro una ciudad que parece tan frágil como un decorado de cartón. El trajín de góndolas y vaporettos nos traslada a la época de los mercaderes.
Pasado y presente se funden en el suave oleaje.
MÁS INFORMACIÓN: El barco funciona de marzo a octubre. Salidas de Padua (piazza le Boschetti) a las 8 de la mañana La llegada es la piazza San Marco de Venecia. Se llega por la tarde. Las salida desde Venecia es desde Pontile della Pietá. www.ilburchiello.it
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