lunes, 2 de noviembre de 2015

Lonely. 25 parques naturales para 'ser' un pionero

25 parques naturales para 'ser' un pionero

Una vuelta al mundo sin turistas a la vista

El mundo es inmenso y está lleno de maravillas naturales: hay ríos interminables, selvas que están esperando ser exploradas, miles de reservas naturales protegidas, arrecifes en los que apenas ha buceado nadie… ¿Por qué este empeño en ir a los mismos sitios? Hay muchos espacios protegidos y parques naturales que están esperando ser descubiertos. Tal vez no sean tan accesibles y cómodos, pero la recompensa es sentirse un auténtico pionero descubriéndolos en solitario (o casi).

1. Parque Nacional del Paso de Llogaraja (Albania)

La llegada a este lugar cubierto de pinos (1025 m) es un momento estelar del viaje por Albania. Si se ha estado tomando el sol en las playas de la costa meridional, parece imposible que tras una empinada subida con curvas cerradas se encuentre uno en las montañas. El paisaje es magnífico, con el pisha flamur (pino bandera) –un árbol que se asemeja al águila de la enseña albanesa–, las nubes descendiendo sobre la montaña, los pastores de las llanuras conduciendo sus rebaños y tupidos bosques donde moran ciervos, jabalíes y lobos. 

2. Parque Nacional de Kissama (Angola)

Uno de los parques naturales más grandes, vacíos y surrealistas de África, Kissama es también el parque más accesible de Angola. En estas 990 000 Ha de sabana costera moteada de retorcidos baobabs habitan elefantes, búfalos de agua, antílopes negros y tortugas marinas. 

3. Parque Nacional de Waza (Camerún)

 © tlongacre 

El más accesible de los parques nacionales de Camerún es también el mejor para ver fauna y flora. Pese a no ser comparable con los del este de África, se pueden avistar elefantes, hipopótamos, jirafas, antílopes y, con suerte, leones. El mejor momento es entre finales de marzo y abril, ya que los animales se congregan en las pozas de agua antes de las lluvias. El parque, cerrado durante la estación lluviosa, destaca además por sus numerosas especies de aves. Todos los vehículos deben llevar un guía, y no se permite caminar. 

4. Monumento Natural Los Pingüinos (Chile)

Cada año, alrededor de 60 000 parejas de pingüinos de Magallanes se dan cita en la isla Magdalena, frente a las costas de Punta Arenas, en la XII Región de Magallanes y de la Antártica Chilena. De octubre a marzo, verlos moverse, vigilar los nidos y alimentar a sus sedosas crías constituye una experiencia soberbia. 

5. Parque Nacional de los Montes Virunga (Congo)

 © MONUSCO Photos 

Hay pocas experiencias en el mundo más impresionantes e imborrables que estar cara a cara con un gorila de montaña. Seis familias de estas criaturas habitan en esta reserva donde es posible visitarlas en circuitos guiados por guardabosques. El mejor momento para conocer a una familia es a media mañana, una vez han comido y van a descansar. 

6. Parque Nacional Noubalé-Ndoki (República del Congo)

Un equipo de la revista National Geographic, que visitó el recién creado parque de Noubalé-Ndoki a mediados de los años noventa, llamó a este rincón del norte del país el “último Edén” de la tierra, y precisamente es eso: el mundo antes de que llegaran las motosierras. Esta vasta región de bosques cenagosos es el hogar de poblaciones de gorilas occidentales de llanura, elefantes, chimpancés y otras especies. Su atractivo para el visitante es la facilidad con que se ven las criaturas, por ejemplo, en sus famosos claros naturales, donde se concentran nutridas manadas de elefantes y gorilas. 

7. Parque Nacional Morne Trois Pitons (Dominica)

Merece la pena contar los diferentes tonos de verde en el paisaje sobrecogedor del Morne Trois Pitons, protegido por la Unesco: una impresionante mezcla de lagos, fumarolas, volcanes, fuentes termales y tupida selva. Este parque abarca 6879 Ha del montañoso interior volcánico de Dominica, y consiste principalmente en selva tropical primitiva: desde espesas junglas con altos tabonucos de tronco corpulento hasta el bosque nublado que cubre el Morne Trois Pitons (1387 m), la segunda montaña más alta de Dominica. El parque abarca parajes como los lagos Boiling, Boeri y Freshwater y las cascadas Middleham. 

8. Parque Nacional Podocarpus (Ecuador)

 © Václav Synáček 

Junto a la frontera peruana se halla una de las reservas menos visitadas de la serranía meridio­nal de Ecuador. Con altitudes de 900-3600 m, Podocarpus alberga una impresionante variedad de flora y fauna; se calcula que hay aquí unas 3000 especies de plantas (muchas endémicas), y a los amantes de las aves les aguardan nada menos que 600 especies. Añádanse senderos, lagos de alta montaña y dilatadas vistas, y el resultado es uno de los lugares más singulares de Ecuador. 

9. Montes Simien (Etiopía)

Con un paisaje de cañones profundos y picos extrañamente dentados, estos espectaculares montes no son una maravilla natural más, sino una importante reserva que protege a varias especies animales endémicas. Aquí, el viajero podrá sentarse entre una manada de monos gelada en Sankaber y emprender caminatas memorables, aunque también es accesible en automóvil. 

10. Parque Nacional Mayumba (Gabón)

Aquí es posible hacer bodysurf contemplando a lo lejos la emersión de las ballenas jorobadas en el Parque Nacional Mayumba. Más cerca del Congo que de Libreville, Mayumba parece el confín del mundo; con razón los extranjeros lo mencionan en voz baja: el parque es mora­da de ballenas cubiertas de percebes y de tímidas tortugas marinas, y los espíritus de los antepasados, según las gentes del lugar, acallan la tierra. Los vuelos a Mayumba son intermitentes; se puede hacer por tierra todo el trayecto, pero es un viaje larguísimo. 

11. Parque Nacional del Monye Alén (Guinea Ecuatorial)

¿Gorilas en Guinea Ecuatorial? Pues sí. Este es uno de los parques nacionales menos conocidos de África y de los más económicos para ver a una familia de gorilas de picnic. Su exuberante y aterciopelada selva acoge además chimpancés, elefantes de selva, mandriles, cocodrilos y ruidosas ranas del tamaño de un balón. 

12. Parque Nacional de Tanjung Puting (Borneo, Indonesia)

 © Megan Coughlin 

La reina de África coincide con National Geographic en este popular parque nacional, donde se puede interactuar con el mayor simio de Asia, el orangután, además de atravesar la selva en una casa flotante privada. La clásica travesía de tres días realiza una ruta de ida y vuelta por el Sungai Sekonyer hasta Camp Leakey, con paradas en varias plataformas de alimentación de orangutanes y observación de fauna. La experiencia es un auténtico viaje de aventura, indicado para todo el mundo. 

13. Parque Nacional de Gunung Leuser (Sumatra, Indonesia)

Esta enorme extensión de húmeda selva tropical que tapiza las montañas y valles del norte de Sumatra está repleta de vida animal que trina, chilla y ruge. Es el sueño de cualquier naturalista o aventurero. Junto a un río de color chocolate, el pueblo de Ketambe es fantástico para descansar unos días. Pero lo más importante, constituye un campamento base ideal para acometer expediciones de senderismo de varios días en busca de monos aulladores, orangutanes y quizá algún que otro tigre. 

14. Reserva Natural de Aksu-Zabagyly (Kazajistán)

1319 km2 de valles y montes que asciende hasta a las fronteras de Kyrgyz y Uzbek es la reserva natural más antigua del país (1926) y una de las más visitadas.

En el extremo oeste de la cordillera de Talassky Alatau, ocupa desde el límite de la estepa a 1200 m hasta 4239 m en Pik Sayram. El viajero puede ver íbices, argalíes, marmotas rojas, águilas, buitres y osos, sobre todo en primavera. 

15. Parque Nacional de Sehlanyane (Lesoto)

Enclavado en las entrañas de los accidentados montes Maluti, esta reserva de 5600 Ha protege una preciosa zona de naturaleza virgen a gran altura, que abarca el único bosque autóctono del país. Infravalorado y apenas visitado, está apartado de todo y es perfecto para practicar senderismo. A las rutas de un día hay que añadir una dura caminata de 39 km que va desde Ts’ehlanyane hacia la Reserva Natural de Bokong, al suroeste, pasando por algunos de los paisajes más espectaculares del país. 

16. Parque Nacional de Marojejy (Madagascar)

 © Frank Vassen

Con bosque nuboso, espesa jungla llena de raíces de árboles y cascadas, Marojejy es un lugar primigenio donde el “ángel del bosque”, el endémico sifaka, habita en montañas brumosas y el macizo de Marojejy descuella a través del dosel arbóreo.

Un crescendo de senderos alcanza su clímax con la ardua subida hasta la cima (2132 m). Los permisos para Marojejy facultan también para entrar en la remota y hermosa Reserva Especial de Anjanaharibe-Sud, donde los viajeros serán recompensados con el aullido del lémur indri. 

17. Parque Nacional Biogradska Gora (Montenegro)

Acurrucado en los pliegues de los montes Bjelasica, Biogradska Gora goza de un ambiente sereno, solitario y virgen. Su principal reclamo es el hermoso lago Biograd, aunque también aguardan otros atractivos en las sendas que surcan una de las extensiones de bosque virgen más importantes que se conservan en Europa. Muy diferente del terreno rocoso que carac­teriza a buena parte de las montañas del país, se trata de un paraje frondoso que cada otoño luce un colorido espectáculo. 

18. Safari de elefantes, Parque Nacional de Chitwan (Nepal)

 © Nomad Tales 

Situado en el “otro Nepal”, el de las húmedas llanuras, Chitwan es uno de los mejores lugares de Asia para ver vida salvaje y el sitio ideal para vestirse de safari, subirse a un elefante y penetrar en la neblina del alba en busca de rinocerontes y tigres. Además, no faltan actividades, desde visitar a los paquidermos a la hora del baño hasta recorrer aldeas tharu; los más osados podrán dar un paseo guiado a pie por la inquietante selva. 

19. Reserva Natural Estero Padre Ramos (Nicaragua)

Esta vasta reserva natural situada en el extremo noroccidental del territorio de Nicaragua constituye el mayor manglar que queda en América Central, poblado por ocelotes, caimanes y una miríada de aves. Aunque se trate de un rincón salvaje, sus rudimentarios servicios turísticos permiten acceder al manglar, a las playas donde desovan las tortugas marinas y a las comunidades de la zona. 

20. Parque Nacional Volcán Barú (Panamá)

El único volcán de Panamá, su pico más alto con 3478 m, domina los brumosos altiplanos de Chi­riquí. Los más entusiastas pueden afrontar la abrupta y embarrada ascensión antes del amanecer y ver el Atlántico y el Pacífico a la vez; una opción más sensata es recorrer el bello sendero Los Quetzales, que atraviesa el parque, cruza el río Caldera y permite ver orquídeas exóticas, tapires y quetzales resplandecientes. 

21. Parque Nacional del Manu (Perú)

Permite atravesar tres zonas climáticas, desde la posterior con las montañas andianas, hasta bosques de neblina en las laderas bajas, camino de las entrañas de la selva. Es desde hace tiempo el espacio natural mejor pro­tegido del país, hábitat de criaturas legendarias, como anacondas, tapires, jaguares, y miles de guacamayos que comen partículas de arcilla que adornan con su colorido. En este profundo bosque, las tribus viven como hace siglos, sin ape­nas contacto con el mundo exterior. 

22. Parque Nacional de Nyungwe (Ruanda)

Con al menos 13 especies de primates, una rica complejidad de vida aviar y un grado de biodiversidad inusitado, esta reserva ha sido clasificada como una de las zonas de conservación más importantes del continente. Su inmenso bosque es el hogar de familias de chimpancés (acostumbrados a los humanos) y una enorme manada de colobos de más de 400 ejemplares. Así pues, tanto si se viene tras la pista del pariente más cercano al hombre o simplemente en busca de una cascada, Nyungwe sin duda sacará el Tarzán que todos llevamos dentro. 

23. Parque Nacional Uda Walawe (Sri Lanka)

 © davida3 

Este gran tramo de praderas de la sabana centrado en el embalse Uda Walawe es lo más parecido al este de África en Sri Lanka. Hay rebaños de búfalos (algunos domesticados), sambares, cocodrilos, montones de aves y de elefantes indios; en el caso de este mamífero, Uda Walawe iguala e incluso supera en número de ejemplares a muchos de los célebres parques nacionales del este de África. 

24. Parque Nacional de Ruaha (Tanzania)

Esta escarpada reserva cuajada de baobabs es junto con las zonas protegidas de los alrededores el hogar de una de las mayores poblaciones de elefantes del país. Un lugar ideal para observarlos es junto al maravilloso río Gran Ruaha al alba o a la puesta de sol, cuando se dirigen a la orilla en busca de un tentempié o para darse un chapuzón en compañía de hipopótamos, antílopes y más de 400 especies de aves. Para un viaje imborrable, no hay nada como combinar la visita al parque con un recorrido por las tierras altas del sur. 

25. Parque Nacional Valle del Kidepo (Uganda)

Este valle perdido en el extremo nororiental del país, junto a la frontera sudanesa, ofrece los paisajes más impresionantes de todos los espacios protegidos de Uganda. Los 1442 km2 de sabana del Parque Nacional Valle del Kidepo están orlados de montañas y cortados por crestas rocosas. Kidepo cobija especies que no se ven en el resto del país, como guepardos, zorros orejudos, lobos de tierra, caracales y kudúes, así como grandes concentraciones de elefantes, cebras, búfalos, antílopes jeroglíficos, jirafas, leones, chacales, hienas y cocodrilos del Nilo. La lista de aves roza las 500 especies (solo lo supera el Parque Nacional Queen Elizabeth, más grande). 

Más información sobre espacios natuales en todo el mundo en El mundo una nueva guía de Lonely Planet y geoPlaneta.

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