jueves, 4 de diciembre de 2025

Viajes. China saca a la luz un robot que puede caminar como un ser humano

El primer robot humanoide de la historia se remonta a 1939, un año marcado por el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. La compañía Westinghouse Electric Company, especializada en productos y servicios para centrales nucleares, presentó en la Feria Mundial de Nueva York a Elektro. Esta máquina, con una altura aproximada de 2 metros y 120 kilogramos de peso, dejó a los asistentes boquiabiertos: podía caminar, hablar hasta 700 palabras, fumar cigarrillos, inflar globos y mover tanto sus brazos como cabeza.

Han pasado más de 85 años desde la presentación de Elektro. Actualmente, es propiedad del Museo Conmemorativo de Mansfield (Ohio), y el destino de su compañero Sparko, un roboperro que podía ladrar, sentarse y rogar a los humanos, es desconocido. El mero conocimiento de su existencia y característica sirve para ver cuánto ha evolucionado la robótica en estas más de ocho décadas.

Si bien todavía no caminan libremente por las calles ni son un miembro más de la familia, los robots humanoides modernos pueden realizar tareas gracias a la inteligencia artificial que Elektro no sería capaz de hacer en la vida. Entre sus mejoras están la ejecución de movimientos complejos, como pasos de baile avanzados y de artes marciales. Sin embargo, al desplazarse todavía se nota que son robots, por mucha cara de «humanos» que tengan. Excepto el XPENG IRON.

XPENG planea producirlo en masa para finales de 2026

Presentado al público hace un año, en noviembre de 2024, durante un evento de la compañía, el XPENG IRON es un robot humanoide que destaca sobre la competencia por moverse como si fuera un ser humano. De hecho, para demostrar que no era una persona disfrazada, lo abrieron para que los asistentes pudieran ver su interior.

Otra de las razones por las que el IRON ha llamado tanto la atención es porque la compañía tras su desarrollo, XPENG, está especializada en la fabricación de vehículos eléctricos y tecnologías de inteligencia artificial para conducción autónoma. Algunos de sus productos más populares son los SUV G6 y G9, así como el sedán P7; coches de ajustada relación calidad-precio y buenas prestaciones.

Desde su anuncio oficial, XPENG ha mostrado versiones mejoradas de su robot humanoide, incluyendo una que llaman ‘Next-Gen IRON’. La máquina tiene una estructura con columna vertebral humanoide, «músculos biónicos» y piel exterior flexible. El conjunto no solo le da una apariencia física más realista, sino también unos movimientos muy similares a los humanos.

Solo sus manos tienen 22 grados de libertad, permitiéndole manipular objetos con una precisión sorprendente. El robot está impulsado por la inteligencia artificial de la compañía, con chips propietarios llamados ‘Turing AI’ que le permiten procesar grandes modelos de IA para visión, lenguaje y acción. Incorpora una batería de estado sólido que, además de reducir el peso de la máquina, mejora la densidad energética para una mayor seguridad y autonomía.

XPENG afirma que su IRON ya está siendo usado en algunas líneas de producción de la empresa para tareas de ensamblaje y otras industriales. El objetivo de la firma es que el robot humanoide llegue a estar presente en entornos más diversos, como tiendas, oficinas y espacios comerciales. Más allá de manipular objetivos, la intención es que realice trabajos de atención y asistencia al público.

La compañía ha ideado el IRON como una plataforma que se puede moldear, estilizar y personalizar. En el proceso de desarrollo, ha considerado ofrecer distintos tipos de cuerpos, algunos más delgados y otros más robustos, así como piel sintética que recubre todo el cuerpo y formas de género más definidas. Como explicó el director ejecutivo He Xiaopeng:

Puedes elegir un IRON un poco más grueso o… un IRON más delgado… personalizarlo… según tus preferencias

Aun con todo lo que ofrece, XPENG quiere que el IRON no solo sea funcional, sino también accesible. Debido a su diseño, resulta más “cálido e íntimo” que otros robots humanoides más convencionales, que dan la sensación de ser mucho más mecánicos y fríos. Sin duda, sería un gran aliciente para que las personas tarden menos en aceptarlos en los entornos cotidianos.

Si todo va bien con la hoja de ruta, el siguiente paso de XPENG es producir en masa el IRON a finales de 2026, priorizando su uso comercial en tiendas, oficinas, áreas de recepción o como guías, en lugar de en los hogares. Muchos expertos son escépticos en cuanto a la viabilidad del proyecto, ya que una cosa es que el robot sea capaz de moverse en entornos controlados de manera relativamente fiable, y otra a que lo haga en entornos reales, desordenados e impredecibles.

Rodney Brooks, fundador de iRobot, avisó a los entusiastas e inversores de los robots humanoides que lo mejor que podían hacer es “no acercarse a menos de tres metros de uno”. Y no es una visión catastrofista o exagerada: estamos hablando de máquinas de metal muy pesadas y con la altura de un ser humano real, que acumulan una gran cantidad de energía cinética al caminar. Por ello, los accidentes graves son una posibilidad a tener en cuenta y que hay que evitar.



via Jesús Quesada https://ift.tt/fYy2i4A

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