La bella ciudad de San Petersburgo nació como el capricho de un zar, Pedro I el Grande, quien quiso construir la ciudad de sus sueños a orillas del río Neva. Desde entonces, la ciudad cambió varias veces de nombre, siendo Petrogrado hasta 1924 y Leningrado hasta 1991.
Pero más allá de los vaivenes históricos, la antigua capital imperial jamás perdió su particular atmósfera, que la convierte en la ciudad más acogedora, abierta y cosmopolita de Rusia. Incluso la etapa soviética dejó muy poca huella aquí, a diferencia de Moscú o Kiev.
Hoy la influencia occidental, llegada sobre todo desde el mar a través del golfo de Finlandia, es evidente en cada una de sus calles y avenidas. Sus gentes son más abiertas, y también más presumidas, que el ruso medio, y a menudo alardean de ser más europeos y estar mejor preparados que el resto de sus compatriotas.
El mejor lugar para empezar a descubrir el alma y grandeza de San Petersburgo es siguiendo la orilla izquierda del río Neva, donde se suceden los grandes símbolos de su pasado imperial.
El edificio más famoso de la ciudad es el Hermitage, también conocido como Palacio de Invierno y que fue la antigua residencia de los zares. Se trata de un edificio colosal, con más de mil habitaciones y que hoy reúne una de las colecciones de arte más valiosas del mundo.
Otro edificio emblemático es la catedral de San Isaac, un templo monumental cuya cúpula es la segunda más grande del mundo, después de la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
Otra joya arquitectónica es la hermosa iglesia de la Resurrección, situada en la orilla del canal Griboyédova. También conocida como Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada, esta iglesia de estilo ortodoxo se edificó a finales del siglo XIX en el lugar donde fue asesinado el zar Alejandro II.
Otro punto imprescindible para conocer la ciudad es su principal arteria, la Avenida Nevski, donde se concentran, además de importantes monumentos, las principales tiendas, teatros, cines, librerías e instituciones culturales de la ciudad. La ancha calle comienza al borde del río, donde se alza el Almirantazgo recorre cinco kilómetros hasta terminar en “Lavra” de Alexander Nevsky, de nuevo a orillas del Neva.
CÓMO LLEGAR
Lufthansa, KLM, Air France, Czech Airlines y Finnair tienen vuelos diarios a San Petersburgo con escala en alguna ciudad europea, principalmente Frankfurt, Amsterdam, Paris o Praga.
DOCUMENTACIÓN
Los ciudadanos de la Unión Europea necesitan un visado para entrar en Rusia. Se tramita antes del viaje en cualquier Consulado Ruso.
MONEDA: la moneda rusa es el rublo.
CUÁNDO IR
El verano es famoso por las Noches Blancas durante las cuales el sol no termina de ponerse por el horizonte. Pero el invierno, aunque a veces extremadamente frío, es tal vez el momento en que la ciudad muestra todo su esplendor y autenticidad.
DÓNDE DORMIR
Hasta la desintegración de la URSS, la ciudad contaba con muy pocos hoteles que pudieran presumir de cierta calidad. Sin embargo, el panorama actual es muy distinto y la calidad se asemeja a los estándares europeos. Lo mejor es alojarse en el centro de la ciudad.
QUÉ COMER
En San Petersburgo existe un amplio catálogo de restaurantes de calidad y para todos los bolsillos. Debido al clima frío, los platos de la cocina típica son muy altos en calorías. Las sopas son muy populares.
QUÉ COMPRAR
Para ir de compras por San Petersburgo basta recorrer un par de veces la inevitable Nevsky Prospekt. El recuerdo más popular es la “Matrioshka”, que consiste en varias muñecas de madera, que se ponen una dentro de la otra. También es conocida la vajilla de madera pintada “Jojlomá”, la porcelana tradicional y las antigüedades, además del delicioso caviar ruso y, como no, el vodka.
The post SAN PETERSBURGO, RUSIA: La Venecia del Norte appeared first on Espíritu Viajero, magazine de viajes.
via Agustí Ibánez http://ift.tt/1RST8R4
No hay comentarios:
Publicar un comentario