Las mejores experiencias en las Canarias
Canarias es un destino que asombra a cualquier viajero: paisajes volcánicos, pueblos pintorescos, playas de dunas interminables, riqueza artística en cada isla... Estas son las mejores experiencias en las Canarias.
1. LA MAGNIFICENCIA DEL TEIDE
Interesa empezar con una caminata suave por la base del Teide, imaginando que se trata de un paseo lunar. Los senderos penetran en un paisaje extraterrestre de cráteres rojos, amarillos y marrones, que parecen colosales toperas prehistóricas; raras formaciones de roca volcánica; y lapilli similar a guijarros. Quien llegue sobrado de energía puede subir andando hasta la cima o, en su defecto, tomar el teleférico. Hay que abrigarse, pues puede hacer bastante frío entre las nubes.
2. CARNAVAL
Los canarios aman las fiestas y, en Santa Cruz de Tenerife, el espíritu festivo alcanza su clímax, forrado de lentejuelas, en el Carnaval anual. Suele empezar con una fanfarria a principios de febrero y dura unas tres semanas, que incluyen galas, concursos de disfraces, fuegos artificiales y desfiles al estilo de los de Río de Janeiro. Todas las islas celebran el Carnaval con frivolidad y llamativos disfraces de la mañana a la noche, por lo que hay que reservar alojamiento con mucha antelación (si es que uno quiere acostarse, claro).
3. POR EL ESCARPADO INTERIOR DE GRAN CANARIA
Son muchos los que se limitan a la costa de Gran Canaria, cuyo verdadero atractivo, no obstante, reside en sus montañas. Después de cada curva (y hay muchas) aguarda un risco aún más extraño u otra vista que hace inevitable tomar la cámara y buscar un lugar en el arcén donde apearse. Por suerte, también hay muchos pueblos bonitos para hacer una pausa y tomarse una sopa o unos dulces sin apartar la mirada del espectáculo.
4. PLAYAS DE FUERTEVENTURA
Fuerteventura posee algunas de las playas más sensacionales de Canarias. Para huir de las ristras de tumbonas cubiertas de turistas que toman el sol, hay que ir al noroeste de la isla, a las playas salvajes y el estruendoso oleaje de los alrededores de El Cotillo. Los windsurfistas pueden disfrutar de las olas en la playa de Sotavento de Jandía. En la espectacular Morro Jable aumenta la oferta de deportes acuáticos. Para actividades con niños, se recomiendan playas como Costa Calma y la Caleta de Fuste.
5. EXCURSIÓN POR LA CALDERA DE TABURIENTE
Si se desea descubrir el espectacular Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, es conveniente recorrer alguno de sus senderos. Para muchos, los pinares y las cortinas de nubes que pasan por encima de las escarpadas paredes de la caldera conforman la mejor excursión a pie del archipiélago. Las caminatas van desde paseos de 1 h a proezas de varios días. No hay que dejar de consultar los paneles informativos del centro de visitantes.
6. CASCO ANTIGUO DE LA LAGUNA
Visitar La Laguna tinerfeña permite pasear por uno de los cascos históricos mejor conservados de la isla, con callejuelas empedradas, casas de mercaderes y mansiones con voladizos de madera. Su arquitectura local y su diseño singular se idearon originalmente como modelo de muchas ciudades coloniales de América. Aunque tiene un aire anticuado, no es en absoluto aburrida, pues derrocha energía juvenil. Goza de un vigoroso ocio nocturno y de multitud de bares donde relajarse tomando un café o una cerveza.
7. MERCADOS AGRÍCOLAS
Berenjenas brillantes, tomates rojos como la sangre, salchichas con sabor a ajo, mantecosas galletas de almendras, enormes ristras de ajos, pan recién horneado... ¿Quién puede resistirse a un mercadillo agrícola? Por todas las islas hay mercados semanales de productos autóctonos. Hay que fijarse en las especialidades regionales, como el cremoso queso de flor de Gran Canaria, el dulce vino malvasía de La Palma o el famoso queso de cabra majorero.
8. ARTE Y ARQUITECTURA DE CÉSAR MANRIQUE
Natural de Lanzarote, la influencia de César Manrique en el arte y la arquitectura lanzaroteña es especial. Ese verdor del bosque que se ve por doquier es el color de puertas y marcos de ventanas de la isla. Luego están esas enormes y estrambóticas esculturas de acero que decoran tantas glorietas. Es recomendable visitar la antigua casa de Manrique, construida en torno a una cueva y que alberga obras de maestros como Picasso, además de la cueva de los Verdes y los Jameos del Agua.
9. BARRANCO DE GUAYADEQUE
La primavera es la mejor época para visitar este exuberante barranco de Gran Canaria, cuando los almendros brillan con sus flores. Flanqueado por empinadas montañas donde se han excavado cuevas para hacer restaurantes, bares e incluso una capilla, en realidad es frondoso y bello todo el año. Se aconseja programar la visita para disfrutar de un ágape en lo más profundo de la roca. Para rebajar la comida se puede seguir uno de los senderos con vistas imponentes que se extienden hasta el mar.
10. ISLA GRACIOSA
No hay muchos lugares en Europa cuyas carreteras estén libres de tráfico y la pequeña Graciosa casi no tiene (al menos asfaltadas). Se puede hacer el movido pero breve viaje en ferri desde Lanzarote para pasar uno o dos días entregándose a placeres sencillos, como ir en bicicleta por caminos arenosos, broncearse en playas desiertas o disfrutar de una cerveza con los lugareños. Cuando haya zarpado el último ferri, el visitante se sentirá como un extra de un decorado del Lejano Oeste en las calles desiertas de Caleta de Sebo.
11. PAPAS ARRUGADAS
Tal vez su nombre no evoca el plato más apetitoso del mundo, pero las omnipresentes papas arrugadas son más sabrosas cuando se las conoce. Se trata de pequeñas patatas nuevas, hervidas y rebozadas en sal gorda. Lo rico es el acompañamiento, de hasta tres salsas distintas: mojo picón, mojo verde y mojo de cilantro. La tapa canaria por antonomasia se puede regar con una caña en Vegueta, el corazón histórico de Las Palmas de Gran Canaria.
12. HACER SURF EN EL QUEMAO
Los surfistas lo llaman el “Hawái de Europa” y, aunque las Canarias están llenas de sitios de primera para practicar surf, ninguno tiene mejor reputación que la rompiente de arrecife de El Quemao, en Lanzarote. Para surfistas expertos, estos enormes túneles prometen lo último en emociones. Para quienes no cumplan con los estándares de El Quemao, la cercana Caleta de Famara ofrece condiciones ideales para que los principiantes suban a una tabla y acaben empapados.
13. CATAR VINOS EN LANZAROTE
La Geria no es la postal típica de exuberantes viñedos en sazón, pintorescas hileras de cepas y verdes colinas ondulantes. En Lanzarote, la viticultura es un proceso extraordinario, donde las vides se plantan en cráteres semicirculares de piedra volcánica llamados zocos. Se puede visitar la mayoría de las bodegas importantes en el mismo tramo de carretera de La Geria y degustar el famoso malvasía, antaño la bebida de la aristocracia europea. Pero primero hay que visitar el cercano museo del vino.
14. ALTO DE GARAJONAY
Despuntando sobre las nubes que cubren La Gomera gran parte del año, el Alto de Garajonay es el pico más alto de la isla (1487 m). El ascenso a su cumbre brinda la oportunidad de conocer los fascinantes bosques de laurisilva que se alzan como una reluciente peluca verde sobre esta pequeña isla circular. El paseo es fácil, pero las vistas desde la cima, que abarcan los bosques y, en días despejados, el nevado Teide tinerfeño, son de todo menos corrientes.
15. SIBARITA SAN SEBASTIÁN
Las islas occidentales son conocidas por su sencilla cocina y, aunque pequeña, La Gomera cuenta con abundantes
exquisiteces regionales. Lo mejor es conocerlas paseando por el mercado de San Sebastián mientras se busca la estupenda e intensa miel de palma. Otra especialidad gomera que vale la pena probar es el almogrote, una pasta de queso picante hecha a base de queso curado, pimienta, aceite y tomate, que se unta en pan.
16. SUBMARINISMO EN EL HIERRO
Abrazarse a un pulpo, mandar besos a un pez lábrido o entablar amistad con una anémona. Bajo las olas de la meridional isla de El Hierro se oculta un maravilloso país de extrañas y fabulosas criaturas acuáticas que, combinadas con sus aguas cálidas, hacen de ella uno de los puntos de buceo más emocionantes del Atlántico Norte. Sumergirse es fácil; hay varias escuelas de buceo que ofrecen de todo, desde bautismos hasta cursos completos.
17. EN BUSCA DE MOBY DICK
Los turistas no son los únicos a los que les gusta nadar en los mares canarios. Grupos de ballenas y escuelas de delfines también disfrutan de buenos chapuzones en sus aguas cálidas. El canal entre Tenerife y La Gomera es su destino de vacaciones predilecto, y si el viajero se queda en alguna de esas islas no debe privarse de hacer un viaje en barco para avistar ballenas y delfines.
Más información en la nueva edición de la guía de Canarias.
via http://ift.tt/1XJyBR5
No hay comentarios:
Publicar un comentario