Naturaleza, pueblecitos con encanto, lugares muy divertidos, facilidades para los que viajamos con niños y seguridad. Alemania tiene todos los ingredientes para unas vacaciones de verano idílicas, especialmente si te lo tomas con calma y estableces un itinerario pensado especialmente para que los peques de la casa estén entretenidos.
Con el verano a la vuelta de la esquina seguro que te estás planteando un viaje a Alemania para las vacaciones familiares. Nuestro periplo, tuvo dos partes bien definidas. La primera para disfrutar de parques de temáticos y ciudades como Núremberg o Ulm y la segunda en el sur de la Selva Negra para relajarnos en sus bucólicos parajes naturales. Nos decimos por el sur porque al ir con los niños no quisimos pegarnos grandes palizas en coche y así ir a un ritmo más pausado.
Nuestra ruta por Alemania con niños empezó en el aeropuerto internacional de Frankfurt y allí recogimos el vehículo con el que nos desplazamos por el país. Nosotros contratamos todos los servicios (vuelo, alojamiento y coche de alquiler) a través de Tourist Forum, ya que además de tener unos precios increíbles, te sugieren un itinerario recomendado con planes para cada día que luego puedes hacer por libre. El precio incluye, además, la entrada a Legoland, el Playmobil FunPark y una tarjeta que te da acceso a todo tipo de actividades en la Selva Negra: trineos de veranos, parques de tirolinas, museos, teleféricos, barcos, segway, piscinas, playas en lagos…
Playmobil FunPark y Núremberg
Desde el aeropuerto de Frankfurt hasta Núremberg hay aproximadamente dos horas y media de coche. Se trata de la gran ciudad que queda más próxima al Playmobil FunPark, el motivo principal por el que escogimos este destino.
El Playmobil FunPark no es el típico lugar donde tienes que hacer colas kilométricas para disfrutar de dos minutos de diversión, sino que está enfocado para que te mezcles e interactúes con los escenarios que te sugieren. Puedes abordar el legendario barco pirata, divisar al gran jefe indio desde lo alto del Fort Brave, retar al caballero oscuro tras las almenas del castillo medieval o escapar de las fauces de un T-Rex en un mundo inspirado en el Jurassic Park de Spielberg y Crichton.
Tras la diversión, Núremberg merece una parada. Al pasear por sus calles nadie diría que esta urbe fuera destruida en más de un 90% durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. El trabajo de reconstrucción, especialmente en su casco viejo, ha sido encomiable y el viajero tiene la sensación de estar caminando por una villa medieval original.
La combinación de preciosas casas entramadas, callejuelas de piedra, enormes templos cuyas torres se elevan hasta tocar el cielo, bellísimos puentes sobre el Pegnitz, las terrazas y el aroma a jengibre componen una estampa digna del mismísimo Alberto Durero (uno de sus vecinos más ilustres). Además del Playmobil Funpark, para los más pequeños de la casa también es fascinante la visita al Museo del Juguete o la Zona de Juegos para los Sentidos. Aquí puedes consultar todo lo que puedes ver y hacer en Nuremberg.
Legoland Alemania y Ulm
La siguiente parada (a unas dos horas en coche de Núremberg) de esta ruta por Alemania con niños es Ulm, ya que la ciudad natal de Albert Einstein es la más próxima a Legoland Alemania. Si eres fan de Lego y no te importa pasarte un día o dos metido en un parque de atracciones, éste es tu lugar en la Tierra.
Es mejor tomárselo con calma y organizar un poco la visita previamente. Está repleto de lugares para pasárselo bien, pero mejor informarse un poco antes de qué atracciones son las más apropiadas para los niños y así no perder el tiempo dando tumbos de un lado a otro. Además, es difícil resistirse a la tentación de pasarse por alguna de las numerosas tiendas del parque temático y llevarte un recuerdo de la visita a casa. Desde Star Wars a Disney, todo lo que se te pase por la cabeza lo puedes encontrar en las tiendas de Legoland Alemania. Mejor ir con una idea preestablecida de lo que quieres comprar porque te puedes dejar un pico en figuritas, robots o naves hechas con piezas de Lego.
Ulm en el estado de Baden-Wurtemberg es una las ciudades que más nos encandiló del viaje a Alemania. Se trata de una localidad tranquila, muy acogedora y repleta de rincones deliciosos que están pidiendo a gritos ser fotografiados.
Destaca su precioso barrio de pescadores, aunque también puedes visitar la catedral más alta del mundo o dar un paseo por la ribera del Danubio. Aquí puedes consultar todo lo que puedes ver y hacer en Ulm.
Perderse por la Selva Negra
La última parada de nuestra ruta es la Selva Negra, a tan solo dos horas de Ulm. Se trata de uno de los destinos más atractivos de Alemania, sobre todo para la gente que busca estar en contacto con la naturaleza y que viaja en familia.
Conforme pasan los días, te vas enamorando de sus encantadores pueblecitos, del verde intenso de sus bosques de árboles altísimos o de esos enormes lagos donde se reflejan las montañas e impresionantes valles como si fuera un espejo.
Es imposible no encontrar algún rincón de este enorme bosque que te cautive. Los niños pueden revolcarse por un prado verde mientras les observan las vacas, otear los Alpes desde el monte Feldberg o divertirse mientras tiran piedras a un río o se bañan en un lago. Aquí tienes diez consejos para viajar a la Selva Negra.
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