Gante es una ciudad que refleja como pocas en su arquitectura y fisonomía los altibajos y eventos trascendetales que han marcado la historia de Europa durante los últimos diez siglos. Sus calles son un espejo de todos esos acontecimientos históricos donde el visitante puede observar como un espectador privilegiado las marcas que ha dejado un glorioso periodo de prosperidad en la Edad Media (marcado por el nacimiento en su seno del rey Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico) o los convulsos primeros coletazos de la revolución industrial.
Esta ciudad ha conseguido una mezcla de estilos realmente deliciosa a la que hay que sumar en el siglo XXI una de las comunidades de universitarios y Erasmus más grandes de Europa. Viva, hermosa, imprescindible, sorprendente. Vamos a dar un paseo por sus callejuelas empedradas y canales para recomendarte qué ver en Gante en 48 horas.
¿Cómo llegar a Gante?
Gante es una ciudad muy bien comunicada por ferrocarril con otras ciudades belgas y europeas. De hecho, la forma más rápida de llegar hasta allí es aterrizando en el aeropuerto de Zaventem de Bruselas y desde ese punto tomar un tren directo que te dejará en unos 45 minutos en la estación de Gent-Sint-Pieters.
Una vez en Gante, hay varias formas de llegar hasta el centro de la ciudad. Existe una amplia red de autobuses y tranvías (líneas 1, 21 y 22 desde Gent-Sint-Pieters), aunque también puedes alquilar una bicicleta. Si te animas a ir a pie, el trayecto es bastante sencillo y tardarás unos 30 minutos. En taxi tardarás 10 minutos y te costará unos 12 €.
¿Cuántos días me recomiendas estar en Gante?
Como siempre dependerá del tiempo del que disponga cada viajero. Un viaje a Flandes suele durar entre siete y diez días. Si sólo tienes previsto estar este tiempo en el destino, lo ideal es dedicarle un mínimo de 48 horas a Gante, aunque esta ciudad se merece algo más de tiempo y un ritmo más sosegado.
En nuestro caso, hemos viajado tres veces a Flandes de las cuales hemos estado en dos ocasiones en Gante… y siempre nos hemos quedado con ganas de mucho más. Creemos que es una ciudad que merece ser descubierta con calma, como un delicioso bombón que debe derretirse poco a poco en la boca. Si estás organizando tu itinerario, proyecta como mínimo una o dos noches de alojamiento en la ciudad, tiene una vida universitaria muy animada gracias a que es una de los destinos favoritos de los Erasmus.
¿Es cara la vida en Gante?
Según nos contaron en nuestra última visita a Gante, los precios de la vivienda se han incrementado muchísimo en la última década porque es una ciudad muy atractiva para los universitarios y muchos se quieren quedar a vivir cuando terminan sus estudios (¿Y quién no?).
Sin embargo, en temas como gastronomía, transportes, alojamiento y ocio los precios son muy similares a los que tenemos en España, quizás un pelín más caros pero nada exagerado.
¿Qué comer en Gante?
La gastronomía flamenca está evolucionando mucho en la última década y en la actualidad goza de mucho prestigio a nivel europeo. Tradicionalmente ha destacado por la enorme calidad de sus chocolates (no dejes de probarlos) y cervezas, pero en estos momentos está sufriendo una revolución que apuesta por la creatividad y especialmente por los productos de mucha calidad, normalmente de kilómetro 0. Una buena muestra de este tipo de cocina es el restaurante Pakhuis, ubicado en una antigua fábrica en pleno centro de la ciudad.
A nosotros nos gustó mucho el estofado de ternera flamenca a la cerveza o platos como el waterzooi, un guiso que puede ser de pescado de río o pollo. Los más golosos tienen que probar los tradicionales cuberdons una gominola típica de la ciudad o los bollitos de canela llamados mastel. Si te gusta la mostaza, tampoco te puedes perder la visita a la preciosa tiendecita Tierenteyn. Las catedrales de la cerveza en Gante (por sus impresionantes cartas con hasta 300 referencias) son Waterhuis aan de bierkant y De Dulle Griet, donde debes dejar tu zapato en una cesta cuando pides una Kwak y no te lo devuelven hasta que retornas el vaso.
¿Dónde alojarse en Gante?
En una ciudad con tanta movilidad de estudiantes y turistas lógicamente hay alojamientos de todos los precios y para todos los gustos. Si te lo puedes permitir, nosotros te recomendaríamos encarecidamente que te alojes en el casco histórico de la ciudad, ya que esos paseos nocturnos con los principales puntos de Gante iluminados merecen mucho la pena. En nuestra última escapada nos alojamos en un hotel céntrico llamado De Flandre.
Estaba ubicado muy cerquita del Puente de San Miguel y desde allí nos movíamos a pie para visitar los diferentes atractivos de la ciudad. La habitación era muy sencilla pero con todo lo necesario para una buena estancia. Aquí puedes buscar los mejores hoteles para tu estancia en Gante.
¿Qué ver en Gante en dos días?
Sinceramente es difícil no enamorarse de Gante. En nuestra opinión, es una de las joyas escondidas de Europa, siempre a la sombra de Brujas o Amberes. Por una parte, tiene un tamaño perfecto, muy acogedor, ideal para recorrerla a pie o en bicicleta y por otra tienen un ambiente espectacular gracias a su agitada vida universitaria. El colofón lo pone su espectacular patrimonio fruto de una historia cargada de acontecimientos muy notables, como puede ser el nacimiento del rey Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico.
Una estancia en la ciudad da para mucho, pero como seguramente el tiempo que tengas en esta urbe de Flandes Occidental será limitado vamos a recomendarte algunos lugares para visitar en Gante en dos días (si vas con prisas o buscas algo más cómodo siempre puedes reservar una visita guiada por Gante):
- Nuestra primera recomendación sería empezar a visitar la ciudad por su delicioso casco antiguo cargado de reminiscencias a su brillante pasado. Un buen lugar para comenzar a explorar Gante es desde la parte baja del Puente de San Miguel donde podrás disfrutar de la icónica vista de sus tres torres medievales.
- Precisamente una de esas torres nos regalará unas panorámicas incomparables. Se trata del Belfort o campanario que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En su cenit verás un dragón que es uno de los símbolos de Gante. Puedes subir andando por las escaleras o en ascensor. En la última planta se encuentra un carrillón de 40 campanas que toca un artista los viernes y domingos.
- Justo al lado del campanario se encuentra la descomunal Catedral de San Bavón. Quizás por fuera no sea de los templos más bellos del mundo pero su interior es único, especialmente por los tesoros artísticos que guarda. El más célebre de todos es el incomparable retablo la Adoración del Cordero Místico creado por los hermanos Hubert y Jan van Eyck. También hay alguna obra de Rubens.
- Una forma muy interesante de descubrir el casco medieval de Gante es con un paseo panorámico en barca por los ríos Lys y Escalda y los canales que los comunican. Hay varias estaciones fluviales cerca de los puentes de Grasbrug y Vleeshuisbrug.
- El castillo de los conde se Flandes o Gravensteen data del siglo XII pero durante la revolución industrial fue reconvertido en una fábrica de algodón. Actualmente su interior ha sido restaurado y ha recuperado su aspecto medieval.
- Es casi una obligación perderse por el Patershol, este barrio medieval ubicado al lado del castillo está repleto de pintorescos callejones empedrados y muy buenos restaurantes. En este sinuoso laberinto hay edificios realmente maravillosos como el antiguo complejo del hospicio infantil o el museo Huis van Alijn, muy interesantes si viajas con niños.
- En mi última visita hicimos la ruta del arte urbano (de la que os hablaremos en breve) repleta de obras muy talentosas de Bue the Warrior o the Roa, dos de los street artist más reputados del mundo y que nacieron en Gante. Los amantes de este tipo expresión artística no se pueden perder la visita al callejón de los grafitti.
- Aunque ya hemos hablado de qué comer en Gante, nos ha faltado recomendar la antigua Lonja de la Carne o Groot Vleeshuis donde comprar productos locales, catar la ginebra artesanal (por ejemplo en´t Dreupelkot) o ascender al cielo al saborear los bombones y chocolates locales en tiendas como la Chocolaterie Van Hoorebeke.
- La última recomendación sería similar a la primera pero de noche y disfrutar de la iluminación nocturna de la ciudad. Tienes que volver a patear el centro medieval desde el Puente de San Miguel y parar en lugares tan queridos por los ganteses como Graslei y Korenlei para observar sus espectaculares edificios gremiales e históricos con sus peculiares fachadas antiguas.
¿Qué lugares te quedaste con ganas de ver en Gante?
Evidentemente en 48 horas es imposible visitar todos los lugares de interés que tiene Gante. Uno de los que más nos arrepentimos es el STAM o Museo de la Ciudad de Gante ubicado en una abadía del s. XIV, un monasterio del s. XVII y nuevos edificios del s. XXI. También nos quedamos con ganas de pasear por sus antiguos beaterios (Santa Isabel, el Gran Beaterio de Sint-Amandsberg y el pequeño Beaterio de Nuestra Señora Ter Hoyen).
Otra de las actividades que no pudimos visitar (al no coincidir con su celebración) son el rastrillo de la plaza Bij Sint-Jacobs (viernes-sábados y domingos) y el mercado de las flores los domingos por la mañana en el Kouter.
Como en nuestras estancias siempre hemos tenido un clima exquisito hemos preferido pasear y disfrutar del vibrante ambiente de Gante, no obstante, si llueve puedes refugiarte y deleitarte con las exposiciones del museo de arte contemporáneo SMAK, MSK o museo de Bellas Artes, y el Museo del Diseño. Ya tenemos excusa para volver.
¿Cómo moverse por Gante?
Lo mejor y más rápido para moverse en una ciudad tan hermosa como Gante es ir a pie o en bici. Para zonas un poco más alejadas, la red de autobuses y tranvías cubren buena parte de los puntos interesantes de la ciudad flamenca.
Galería de fotos de Gante
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