30 escenarios de película para visitar Nueva York
Restaurantes, calles, tiendas, monumentos… son muchos los rincones de Nueva York que hemos podido ver en la gran pantalla y que ahora serán tu guía turística definitiva.
Has comido su comida, recorrido sus calles, cogido su metro, hecho footing en sus parques y visitado sus museos y todo sin pisar ni una sola vez Nueva York. Y quienes la visitan por primera vez viven en un “déjà vu” constante. Todo gracias al cine. Hollywood ha sacado el máximo partido a Nueva York en películas tan míticas como El padrino, Desayuno con diamantes, Manhattan, Spiderman o King Kong. Si eres un cinéfilo empedernido toma nota de los lugares de cine que no te puedes perder. ¡Acción!
1. DUMBO (Brooklyn)
Es el acrónimo en inglés para Down Under de Manhattan Bridge Overpass, un distrito de Nueva York situado en la orilla del East River. Aunque ahora es el sitio de moda en la ciudad, con galerías de arte y tiendas ecológicas en cada esquina, durante muchos años fue una zona industrial bastante degradada. Y ese aspecto turbio la convirtió en protagonista de la película sobre crimen organizado de Sergio Leone, Érase una vez América. Como se puede ver en el cartel del filme las espectaculares vistas del puente de Brooklyn y del de Manhattan bien merecen una visita.
No te confundas con su homónima, mucho más nueva, grande y famosa el Midtown de Manhattan. Nosotros hablamos de una pequeña, tranquila y un tanto siniestra iglesia del siglo XIX que está en Little Italy y que en su íntimo interior (vale mucho la pena) acogió el bautizo del hijo de Connie Corleone en El Padrino. Por cierto, que el papel del bebé en esta escena lo “interpretó” Sofia Coppola, la hija del director Francis Ford Coppola.
3. Vazac’s Horseshoe
No dejamos a la familia Corleone porque en este bar en el distrito de Alphabet City, los hermanos Rosato intentaron estrangular a Frank Pentangeli en El Padrino II. No fue su única incursión en el cine del Vazac’s Horseshoe (108 Avenue B), en Cocodrilo Dundee, su protagonista, Mick Dundee (Paul Hogan) se tomaba una cerveza rodeado de neones, paredes de madera y máquinas recreativas y tragaperras. Todo un antro con encanto para dejarse caer y beber un rato.
4. Grand Central Terminal
Es la estación de tren de referencia en Nueva York, y también en el cine. Desde aquí empezó Cary Grant su huida en Con la muerte en los talones y en uno de sus andenes, moría Al Pacino en Atrapado por su pasado. Nada queda ya de las grandes pizarras donde se apuntaba con tiza las salidas y llegadas de los trenes o del revisor cerrando las puertas. Aún así, la Grand Central Terminal bien merece una visita por sus vastos suelos de mármol y el enorme reloj del vestíbulo –siempre en hora–.
5. Times Square
Es el punto neurálgico para todo aquel que viaja a Nueva York. Está lleno de tiendas, restaurantes de todo tipo, edificios cubiertos por carteles luminosos, pantallas de vídeo y repleto de gente por todas partes a todas horas. Nada que ver con la escena de Vanilla Sky en la que Tom Cruise despierta y se encuentra con esta –siempre abarrotada plaza– totalmente desierta. Pero este ajetreo en Times Square es relativamente reciente. En la década de los setenta era una zona menos cosmopolita ocupada por sex shops y locales de estriptis que visitaba con asiduidad Robert de Niro en Taxi Driver.
6. Queens
Cuando Eddie Murphy, en El príncipe de Zamunda, se trasladó a América para enamorarse y encontrar una princesa escogió vivir en este barrio de Nueva York por su majestuoso nombre. Pasea entre sus calles y termina el recorrido en el Astoria Boulevard, donde todavía se puede comer una hamburguesa en Jackson Hole Burgers igual que lo hiciera Ray Liotta en Uno de los nuestros mientras aprendía cómo robar camiones.
7. Daily News Building
Hace años que el Daily News abandonó este icónico edificio pero los neoyorkinos todavía los siguen llamando así. En la ficción, el rascacielos fue sede del Daily Planet, el periódico de Clark Kent en Superman. Mide 145 metros de altura, tiene 37 pisos y además de su fachada cubista lo que más llama la atención es su espectacular vestíbulo que contiene un gigantesco globo terráqueo con la configuración geopolítica en constante cambio y movimiento.
8. Flatiron Building
Independientemente de su relación con el cine, el Flatiron Building es parada obligatoria para cualquiera que llegue a Nueva York. El nombre oficial es “edificio Fuller”, como el magnate que lo construyó, George A. Fuller pero su peculiar forma, que recuerda a una plancha, le ha dado este popular nombre. En la ficción fue sede del Daily Bugle el periódico para el que trabaja Peter Parker en Spiderman.
9. Empire State Building
Si hablamos de cine probablemente todos coincidamos en una escena concreta del Empire State Building: la del gorila gigante de King Kong colgado de lo alto de este edificio y rodeado por aviones de combate que quieren abatirlo. El punto más alto del Empire (una de las panorámicas más bonitas de la ciudad) también fue testigo del reencuentro romántico entre Tom Hanks y Meg Ryan en Algo para recordar –remake de Tu y yo, con Cary Grant y Deborah Kerr–.
10. Caffé Reggio
Es, sin duda, una de las cafeterías con más encanto de Nueva York y por ello, los hermanos Coen la eligieron como escenario en su película A propósito de Llewyn Davis. El Caffé Reggio se inauguró en 1927 y todavía mantiene el estilo de la época y una enorme máquina de café que presume de hacer los primeros cappuccinos de América. Por sólo 2,25 euros podrás degustar el mismo café que el detective privado John Shaft en Shaft. Las rojas noches de Harlem.
11. Hook & Ladder
Su característica puerta roja ayuda a identificar a este parque de bomberos en Tribeca que, en la ficción, fue la sede del equipo de Cazafantasmas. Aunque no puede visitarse por dentro, los bomberos que trabajan en Hook & Ladder son conscientes de la fama del edificio en el que trabajan y por ello intentan dedicar tiempo a los viajeros que llaman a su puerta. Hazte la foto de rigor y piérdete por este barrio que ahora es un lugar de moda con múltiples tiendas, galerías de arte, bares y restaurantes.
12. Katz’s Deli
Es un restaurante-charcutería de estilo kosher (205 E Houston Street, esquina con Ludlow Street) y obligatorio es comer su sándwich de pastrami, un bocadillo que ya era famoso en Nueva York antes de que lo inmortalizaran en la película Cuando Harry encontró a Sally. Seguro que recuerdas la escena: Meg Ryan le demuestra a Billy Cristal cómo las mujeres pueden fingir un orgasmo y así lo reproduce, con el restaurante lleno de gente. Una señal colgada del techo marca exactamente la mesa para todos los fans de la película dispuestos a reproducir la escena, algo que según Jake Katz, el propietario, ocurre cada semana. La película de Rob Reiner no ha sido la única incursión en el cine de Katz’s Deli, también ha aparecido en Across de Universe, Donnie Brasco y algún capítulo de Ley y Orden. Después del bocadillo de pastrami (que viene acompañado de pepinillos encurtidos) deja sitio para el postre porque sirven uno de los mejores pastel de queso de Nueva York.
13. 66 Perry Street
Es la casa más afamada de la zona de West Village y probablemente de todo Nueva York. La reconocerás por su fachada de piedra rojiza y la escalerita principal, la misma que subía Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York para entrar en la que es su casa en la ficción. Si eras fan de la serie y de las posteriores películas querrás la foto subiendo y bajando las míticas escaleras. Aprovecha ahora que puedes, ya que durante la época de mayor éxito de la serie, los vecinos tuvieron que poner una cadena impidiendo el paso.
14. Lexington Avenue
En este punto, entre las calles 51 y 52 se grabó otra imagen mítica del cine que todos guardamos en la retina: la falda de Marilyn Monroe volaba por efecto de la rejilla del metro ante la mirada de Joe Dimaggio y Tom Ewell en La tentación vive arriba. Sitúate sobre la rejilla del metro que hay justo en frente del restaurante Le Relais de Venise y emula a la diva del cine. Eso sí, no esperes que tu falda vuele tanto como la de Marilyn, en el rodaje hubo truco y ¡se uso un potente ventidalor!
15. Tiffany & Co
Es la primera vez que vimos a Holly Golightly (Audrey Hepburn), con su característico vestido negro y su collar de perlas, desayunando frente al escaparate de la joyería Tiffany&Co, bebiendo su café y comiendo un cruasán. Por culpa del tráfico infernal de la Quinta Avenida el equipo de rodaje de Desayuno con diamantes tardó horas en grabar la escena en la que el taxi deja a Audrey justo en la puerta de la joyería. No podemos asegurarte lo mismo durante tu visita pero sí puedes disfrutar de uno de los mejores cruasanes del Midtown muy cerca de aquí, en la pastelería Eclair en la calle 53.
Si has disfrutado con este recorrido por los escenarios de película en Nueva York, no te pierdas la segunda entrega donde te proponemos jugar como Big, recorrer el distrito financiero de Wall Street y disfrutar de un amanecer único en Manhattan.
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