Necesito del mar porque me enseña
no sé si aprendo música o conciencia
no sé si es ola sola o ser profundo
o sólo ronca voz o deslumbrante
suposición de peces y navíos
Estos versos de Pablo Neruda resumen muy bien esa necesidad imperiosa que sentimos algunos seres humanos por habitar algunas temporadas cerca del mar. Quizá sea uno de los motivos por los que los pueblos costeros sean los más demandados durante los periodos vacacionales o quizá no, pero yo creo que el rumor de las olas tiene un efecto balsámico, especialmente para el alma.
Antes de la fiesta de la siega del arroz en el Delta del Ebro, tuve la ocasión de visitar L’Ametlla de Mar en Tarragona. Se trata de uno de esos pueblos marineros repletos de encantos, donde el Mediterráneo ha forjado la personalidad de sus gentes durante tantas y tantas generaciones.
La pesca ha jugado siempre un papel fundamental en L’Ametlla de Mar, pues su excelente ubicación junto a la montaña ha servido de refugio a pescadores y marineros incluso antes de que esta hermosa localidad costera tuviera su actual topónimo. No te extrañes si alguien se refiere a sus habitantes como “caleros”, ya que hace un par de siglos esta villa recibía el nombre de La Cala.
Qué ver y hacer en una visita a L’Ametlla de Mar
L’Ametlla de Mar es el típico pueblo costero que tiene rostros muy distintos dependiendo de la época del año en el que lo visites. En temporada de verano alcanza las 40.000 personas, mientras que el resto del año hay empadronados unos 7.000 caleros. Debido a este aumento de habitantes tan brusco, goza de una muy buena oferta de alojamientos turísticos. Yo me alojé en un bungalow del excelente Camping Ametlla, pero aquí puedes buscar los mejores hoteles para tu estancia en L’Ametlla de Mar.
Tanto su nomenclatura actual como la antigua, reflejan que el principal atractivo turístico de L’Ametlla de Mar son sus playas y calas. Hasta cinco de ellas (L’Alguer, Pixa-vaques, Sant Jordi, Cala Calafató y Cala Forn) obtienen cada año el distintivo de calidad de la Bandera Azul, aunque hay otras que por sus cualidades medioambientales obtienen la calificación de playas vírgenes (L’Estany Podrit, L’Illot, Port Olivet, Santes Creus, Torrent del Pi -apta para naturistas-, Cala Llenya y la Caleta de Punta del Áliga).
Lógicamente con tanta playa, las actividades náuticas, la pesca y los deportes acuáticos se han convertido en los grandes alicientes de L’Ametlla de Mar, aunque también se pueden hacer rutas históricas y arqueológicas para conocer su patrimonio. Destacan el Fortín Militar y el castillo de Sant Jordi d’Alfama, la Torre Óptica, la Vía Augusta o el Horno de Cal de los Ribelletes. También hay rutas de trekking que coinciden con el Sendero Mediterráneo GR-92 con paisajes espectaculares donde los pinos parece que quieran abrazar el mar. Otra alternativa muy interesante es alojarse en esta localidad de Tarragona y utilizarla como base de operaciones para visitar el Delta del Ebro.
La importancia del atún rojo en L’Ametlla de Mar
Si eres de buen comer, seguro que asocias el nombre de L’Ametlla de Mar a un producto top como es el atún rojo. Se trata de uno de los manjares más apreciados en alta cocina, sobre todo en la gastronomía japonesa. ¿Quién se puede resistir a una buena pieza de sashimi, a un tataki o a un tartar de atún rojo? Para mí son algunas de las mayores delicias culinarias del mundo.
En esta localidad tarraconense se encuentra la sede del Grup Balfegó, una empresa familiar de pescadores de quinta generación que con los años se ha convertido en una de las compañías más importantes en cuanto a la captura, alimentación, estudio y comercialización del atún rojo.
Una de las experiencias turísticas más recomendables en L’Ametlla de Mar, sobre todo para entender la importancia del atún rojo en la gastronomía y en el ecosistema marino, es el denominado Tuna Tour (también impulsado por Grup Balfegó). Se trata de un paseo en catamarán hasta las denominadas “piscinas” donde los más atrevidos se pueden animar a nadar con los atunes. Es uno de los mayores reclamos de esta localidad costera, aunque desgraciadamente la mala mar impidió que el barco saliera el día que visité este municipio de Tarragona. No obstante, puedes descubrir cómo es esta vivencia en este artículo de Lazy Blog o viendo el siguiente vídeo. Ya tengo excusa para volver en el futuro.
Galería de fotos de L’Ametlla de Mar
Quiero dar las gracias a Turisme de les Terres de l’Ebre por ayudarme a hacer este reportaje y descubrir una localidad tan entrañable como L’Ametlla de Mar.
via Pau http://ift.tt/1REUJsa
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