Rumbo a la Antártida, el continente blanco, con Hurtigruten
Pingüinos paseando a nuestro alrededor, palomas antárticas picoteando nuestros zapatos, orcas nadando junto al barco, elefantes marinos que no atienden a la presencia del hombre y focas que dormitan a pocos metros de la lancha, mientras que ante nuestros ojos se sucede un mundo en blanco y azul con el más puro sonido de la naturaleza.
El tiempo se detiene y solo se respira el aire puro de un continente que parece “lunar” a los ojos del humano. Esta experiencia con mayúsculas y la embriagadora sensación de navegar en la última frontera de la Tierra, invitan a viajar por estas tierras heladas. A bordo del moderno MS Fram, la compañía Hurtigruten ofrece varios itinerarios por las aguas del océano Austral para impregnarse de la belleza salvaje de sus costas y rememorar las grandes expediciones polares.
Cruzar el paso de Drake, fondear en las islas Falkland (Malvinas), conocer las antiguas estaciones balleneras de Georgia del Sur, navegar hasta las Shetland del Sur, descubrir el trabajo de las estaciones científicas, explorar las islas de la península antártica y más allá, el maravilloso paisaje de hielo y nieve de Bahía Margarita, o pasear entre pingüinos y bajo el vuelo de los albatros son algunas de las experiencias únicas que propone Hurtigruten para descubrir el Séptimo Continente. Una travesía que a partir de la temporada que viene 2016/2017 será operada también por el nuevo barco de expedición de la compañía, el MS Norway Explorer.
1. Comienza el viaje al continente blanco
Buenos Aires, la capital argentina, y Ushuaia, la ciudad más septentrional del mundo, son los puntos de partida de estos cruceros de exploración. Una vez a bordo, la tripulación dará la bienvenida al pasajero, presentará al equipo e informará sobre los procedimientos de seguridad y el itinerario para los próximos días. Como no es un viaje más, sino uno muy especial, mientras se navega, se puede participar en conferencias a bordo, donde se tratan temas relativos a la historia y la vida salvaje de la Antártida. El ritmo del crucero viene marcado por el clima, el hielo y las condiciones locales.
2. Navegando entre icebergs y pingüinos
Durante las próximas jornadas, el barco recalará en lugares tan sugerentes como la isla Decepción, donde gozar con las espectaculares vistas de la caldera del volcán y conocer los restos de la antigua estación ballenera de Caleta Balleneros, declarados Patrimonio Histórico de la Antártida; la belleza natural del estrecho del canal de Lemaire, perfilado de icebergs, o el impresionante canal Neumayer, con sus majestuosos acantilados, y Puerto Lockroy, conocido por su base británica que se convirtió en museo.
Otra sorpresa que depara el crucero de exploración es la de navegar a través del estrecho antártico camino del golfo Erebus y Terror, la puerta de entrada al mar de Weddel, y llegar en botes de goma hasta lugares como la isla Media Luna, bahía Wilhemina, Cuverville, Yankee Harbour, Andvor Bay, bahía Paraíso o Bahía Margarita, un majestuoso paisaje blanco, sede de diversas bases científicas internacionales así como restos de expediciones de la Época Heroica, donde el habitante más célebre es el pingüino emperador, cuya colonia más austral se encuentra aquí.
Otra de las paradas del viaje al continente blanco es Georgia del Sur, la isla más fascinante del océano austral, donde, emulando a James Cook, se podrá explorar sus glaciares espectaculares, montañas vertiginosas y animales salvajes. Sede de estaciones balleneras como Stromnes y Grytviken, ésta última es la más importante y antigua de todas y donde reposan los restos del explorador británico Ernst Shackelton, que llegó a la isla después de un viaje épico de 1.290 kilómetros en un bote abierto. Otro de los atractivos de la navegación serán también las islas Orcadas del Sur, en el mar de Scotia, el lugar continuamente habitado más antiguo de la Antártida desde su descubrimiento, en el primer tercio del siglo XIX.
Costas recortadas y laberínticas en las que habitan lobos marinos, albatros y cinco especies diferentes de pingüinos: Hemos llegado al archipiélago de las islas Fakland (Malvinas) en aguas del Atlántico Sur y envuelto por siglos de controversias. El barco recorrerá el oeste de las islas, visitando, entre otros lugares, su pintoresca capital administrativa Port Stanley.
3. Acampar en el séptimo continente
Los espíritus aventureros que quieran cumplir el sueño de acampar en las tierras heladas de la Antártida, escuchando las olas del océano Ártico o el lejano ruido de los icebergs tienen la opción de disfrutar de una excursión inédita emulando los pasos de Roald Amundsen, Ernest Shackleton y Robert Falcon Scott. Pisar las tierras polares y descubrir los mamíferos marinos de cerca será posible gracias a los desembarcos en barcas neumáticas.
Pequeños paseos de media hora en terreno plano, largas marchas panorámicas que quitarán el aliento a más de uno, travesías por los glaciares, cruceros exclusivos en barco a través del canal de Lemaire, así como kayak doble o individual, son otras opciones para conocer de cerca la majestuosidad del continente blanco cuando las condiciones climáticas sean favorables.
Además de excursiones educativas o de interpretación, que permitirán descubrir la cultura y la historia natural de esta parte del hemisferio, como la organizada para conocer la Naturaleza de los alrededores de Port Stanley.
Por razones de seguridad y siguiendo la Recomendación XVII del Tratado de la Antártida y las directrices IAATO para visitantes en la Antártida que previene impactos necesarios en el medio ambiente, los grupos a tierra no pueden exceder de 100 participantes al mismo tiempo.
Más información en la web de Hurtigruten
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