Si hiciéramos un juego de asociación de ideas para escoger que color le corresponde a cada país, seguro que Irlanda se quedaría con el verde. Suponemos que es inevitable caer en los tópicos, pero además de sus paisajes vírgenes, tendríamos que ir ampliando la paleta para referirnos al azul intenso de sus agrestes paisajes costeros, al negro de las rocas que decoran sus acantilados o al plateado que se refleja en sus lagos. La gama se hace todavía más diversa y policroma si sumamos esos pueblecitos donde el tiempo parece que se ha detenido o ciudades vibrantes que no paran de transformarse como Cork.
Tras dos viajes a la Isla Esmeralda en los que no habíamos salido de Dublín, a la tercera fue la vencida y decidimos explorar el Ancestral Este de Irlanda. Su epicentro es una ciudad tan satisfecha de su existencia que no dudan en autoproclamarse como la “República popular de Cork” o definirse sin pelos en la lengua como la “verdadera capital de Irlanda”. Sin embargo, se trata de una urbe acogedora, con un ambiente joven gracias a su universidad y que mira siempre al mar. Por si estás planeando un viaje a Irlanda, vamos a recomendarte qué ver en Cork, la ciudad más orgullosa de Irlanda.
¿Cómo se llega a Cork?
La forma más rápida y sencilla de llegar hasta esta ciudad irlandesa es en avión. Hay varias ciudades españolas que están conectadas con vuelos directos con el Aeropuerto de Cork. Concretamente, Madrid, Barcelona, Reus, Alicante, Málaga, Palma de Mallorca, Gran Canaria, Tenerife Sur y Lanzarote, aunque algunas de estas conexiones no están operativas todo el año. Nosotros, por ejemplo, volamos directos desde Alicante con Aer Lingus.
Una vez has aterrizado en el Aeropuerto de Cork tienes varias opciones para llegar hasta el centro de la ciudad, emplazado a 8 kilómetros. La más barata es autobús, ya que la línea 226A enlaza las estaciones de trenes, autobuses y aeropuerto. Un taxi cuesta aproximadamente unos 20 € y dependiendo del tráfico y el destino final puede tardar unos 25 minutos.
¿Cuantos días me recomiendas estar en Cork?
Solemos decir que la respuesta a esta pregunta siempre es muy relativa y depende del tiempo del que disponga cada viajero en el destino. Nosotros estuvimos cuatro días/tres noches y aunque visitamos sus principales atractivos se nos quedaron muchas cosas en el tintero, especialmente en lo que son los alrededores de Cork. No obstante, puede ser un periodo aceptable para una primera toma de contacto con la ciudad.
Tanto Cork como el resto del condado y el denominado Ancestral Este de Irlanda tienen muchísimos lugares interesantes para un viaje muy completo. Puede ser una buena idea establecer la base en la ciudad y desde allí visitar algunos de los hermosos parajes que hay repartidos por su entorno.
¿Es cara la vida en Cork?
Parece que Irlanda en general y Cork en particular ya se han recuperado de la crisis económica. Nos dio la impresión de que es una ciudad muy viva y en constante crecimiento. Sin embargo, no tuvimos la sensación de que los precios fueran mucho más elevados que los que puedes encontrar en una capital española.
Los alojamientos tienen tarifas de lo más competitivas y es relativamente sencillo comer a precios asequibles. Quizás una pinta de buena cerveza sea un pelín más cara en un pub de Cork que en España, pero la calidad también es superior.
¿Dónde alojarte en Cork?
Cork es una ciudad que ha crecido mucho en los últimos años y tiene una buena oferta de alojamientos para todos los bolsillos y viajeros, pero especialmente pensada para los viajeros de negocios. Entre campings, hoteles, apartamentos o B&B existen decenas de opciones.
Nosotros nos alojamos en el extraordinario Clayton Hotel Cork City a un minuto de la estación de autobuses y a cinco del centro de la ciudad. No obstante, para ponértelo fácil puedes buscar aquí los mejores hoteles en Cork para tu viaje.
¿Qué comer en Cork?
La gastronomía irlandesa es todavía bastante desconocida para los españoles, aunque debemos confesar que en nuestros tres viajes a Irlanda siempre hemos comido de maravilla. Lo interesante es que dejes los prejuicios a un lado y te atrevas con la comida local. Tienen unos quesos realmente excelentes, así como todos los derivados lácteos. La patata también juega un papel fundamental en la cocina de la isla y tenemos que admitir que los purés que elaboran con este turbéculo son capaces de resucitar a un muerto.
Las carnes y los pescados suelen ser excelentes. No dejes de probar las ostras y el salmón irlandés. El desayuno típico es the fry y suele ser un potente combinado de panceta, salchichas, morcilla, huevos y tomate. Mención especial merecen las cervezas irlandesas. La más popular en Cork es la Murphy’s, pero en los días que estuvimos por allí probamos un buen puñado de cervezas artesanales de gran calidad. Algunos restaurantes que nos gustaron mucho fueron el Farmgate Café en el English Market, Isaacs Restaurant, el Gilbert’s Bistro in the Square en Cobh, o la pizzeria Uncle’s Pete.
¿Qué ver en Cork?
Los corquianos consideran que su ciudad es la más importante de la Isla Esmeralda, pues siempre se han sentido orgullosos de su pasado. Sin embargo, aunque siempre tienen su historia muy presente, no paran de reinventarse y de evolucionar. Su centro es de lo más acogedor y siempre tienen la escapatoria del río Lee y sus canales. Por si te aventuras a descubrir esta colorida ciudad, te recomendamos qué ver y hacer en Cork.
- Curiosamente el punto por el que suelen empezar todas las visitas a la ciudad más irlandesa de toda Irlanda es el English Market. En este precioso edificio de estilo victoriano podrás encontrar algunos de los mejores productos gastronómicos de la Isla Esmeralda. Carnes, pescados, ostras, embutidos y puestecillos de dulces y bocadillos harán las delicias de los gourmets, pero también de aquellos que busquen la cocina más autóctona.
- No se si te pasa a ti, pero parece que sólo visitamos iglesias y templos cuando estamos de viaje. La ciudad de Cork tiene algunas muy interesantes como es el caso de la Trinity Presbyterian Church, la catedral de St Fin Barre con su pináculos y gárgolas o St Peter & St Paul’s Church. No obstante, nuestra favorita es St Anne en el barrio de Shandon, ya que puedes divisar la ciudad desde su torre o animarte a tocar sus campanas.
- Muy cerquita de St Anne podrás visitar Cork Butter Museum. Este pequeño museo se encarga de exponer el importante papel que ha jugado la ciudad en la producción de mantequilla desde hace varios siglos. Hay varios paneles y dioramas y algunos objetos realmente antiguos. Luego es más que recomendable dar un paseo por el barrio de Shandon y sus coloridas casas que se asientan sobre una colina.
- Cork es una ciudad realmente extraordinaria para los amantes de las actividades náuticas. Además de estar atravesada por el río Lee y por numerosos canales, en su entorno se encuentra una de las bahías naturales más importantes del mundo. Una forma muy interesante de descubrir la ciudad es atravesando sus puentes y canales a bordo de un kayak.
- Al igual que sucede con la Kilmainham Gaol de Dublín, la visita a la Cork City Gaol puede llegar a ponerte los pelos de punta. Las durísimas condiciones de los presos son relatadas con todo detalle. En la mayoría de ocasiones el delito más importante que habían cometido sus reclusos era la pobreza. También puedes visitar el Radio Museum.
- Otro de los lugares más interesantes de Cork es el Elizabeth Fort. Esta fortaleza con forma de estrella de cinco puntas ofrece unas vistas fantásticas de la ciudad. Es un buen lugar para hacerse una idea de cómo era la vida siglos atrás. Cada día a la una de la tarde empieza un tour guiado.
- El precioso Blackrock Castle alberga un observatorio astronómico y un museo interactivo con muchos juegos relacionados con la ciencia y el espacio. Tiene el aliciente de ser un precioso castillo que se erigió sobre una fortaleza defensiva del siglo XVI. Su emplazamiento es muy hermoso, ya que está en una de las riberas del río Lee en un entorno con hierba de un verde intenso y campos de flores silvestres. Es uno de los diez planes divertidos para hacer en Cork con niños.
- Desde la estación de tren de Kent en Cork puedes tomar un tren que te llevará en pocos minutos al Fota Wildlife Park. Nosotros somos de los que pensamos que loa animales salvajes deben vivir en su entornos natural, pero si acaban en lugares donde se encuentren en cautividad, mejor que dispongan de mucho espacio, estén bien cuidados y en una institución donde se realicen labores de conservación de varias especies.
- A pocos minutos de Cork se encuentra el bello pueblo marinero de Cobh. Esta localidad tradicionalmente ha sido el puerto de Cork y ha jugado un papel fundamental en los anales de los emigrantes irlandeses y también como punto estratégico en la defensa naval. Aquí te contamos todo lo que puedes hacer en Cobh y en la isla de Spike.
- La visita al castillo de Blarney es probablemente la más popular del condado de Cork. Desde la estación de autobuses puedes tomar el 215 y en una media hora estarás paseando por los hermosísimos jardines que rodean esta fortificación del siglo XV. Además de por la belleza del edificio, lo que buscan los viajeros en este destino es la denominada piedra de la elocuencia. Tras subir por una estrechísima escalera de caracol, llegarás a la cumbre de la torre donde los turistas hacen cola para besar la famosa piedra.
¿Qué lugares de Cork te quedaste con ganas de ver?
Lógicamente en tres o cuatro días no te da tiempo a disfrutar de todos los rincones de una ciudad como Cork, sobre todo si también dedicas tiempo a visitar sus alrededores. Por ejemplo, aunque pasamos algunas veces por su exteriores, no tuvimos ocasión de visitar la Crawford Art Gallery. Al ir con un niño pequeño, tampoco nos pareció buena idea visitar la destilería de whisky Jameson.
También nos hubiera gustado tener algo más de tiempo para pasear por el Fitzgerald Park y visitar su museo o ver el espectacular edificio de la Lewis Glucksman Gallery emplazado en la Universidad de Cork. También nos hubiera gustado viajar hacia el sur para visitar la localidad de Kinsale o Clonakilty, la cuna de Michael Collins.
¿Cómo me muevo por Cork?
Al tratarse de la segunda ciudad más poblada de la República de Irlanda y la tercera de la isla, tiene unas dimensiones bastante considerables. Sin embargo, tiene un centro urbano bastante acogedor en el que te podrás mover sin problemas andando o en bicicleta.
Para desplazarte a los barrios más alejados de Cork y sus puntos de interés puedes aprovechar la excelente red de autobuses que cubre incluso las localidades colindantes. ara establecer tu ruta puedes consultar la web de Bus Éireann.
¿Te han gustado nuestras recomendaciones sobre qué ver en Cork? ¿Nos recomiendas otros lugares para visitar en esta hermosa ciudad de Irlanda con niños? Cuéntanoslo en los comentarios.
Queremos dar las gracias a Turismo de Irlanda por ayudarnos a regresar a este fascinante destino y facilitarnos las visitas para la redacción de este artículo. Tienes más información sobre Cork y su entorno en la web de Descubre Irlanda.
Galería de fotos de Cork
La imagen inicial la de Aer Lingus y la de Kinsale y sus derechos pertenecen al banco de imágenes Shutterstock.
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