domingo, 2 de marzo de 2025

Viajes. Los datos que demuestran que España es puerta de entrada del marfil ilegal a Europa

Existe un consenso generalizado de que los delitos contra la vida salvaje merecen una respuesta contundente, pues no solo amenazan las especies afectadas, sino que también afecta a toda la biodiversidad del ecosistema en el que habitan.  Sin embargo, a pesar de existir una rigurosa normativa internacional destinada a combatir estos crímenes, esta no siempre se aplica -o puede aplicarse- de forma adecuada. En muchos casos no se detectan, investigan y persiguen como es debido. A veces es sencillamente imposible, debido a la presencia de organizaciones criminales internacionales muy difíciles controlar. 

Es el caso del tráfico ilegal de marfil, una actividad prohibida hace más de 35 años que es muy difícil de combatir. También sucede en España, un país de la Unión Europea donde, a pesar de contar con una estricta normativa para atajar el tráfico ilegal de marfil, sigue siendo una importante puerta de entrada del tráfico de este en Europa.

Elefantes amenazados 

Aunque no son los únicos, los elefantes se cuentan entre los principales animales afectados por las redes internacionales de tráfico de marfil. A veces, los cazadores furtivos solo están interesados en los colmillos, pero en muchas ocasiones el tráfico ilegal se cobra la vida de los ejemplares salvajes.

Les sucede, por ejemplo, a los elefantes de bosque (Loxodonta cyclotis), una especie considerada en peligro crítico según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) cuya población se estima que ha descendido cerca del 90% en la última década. O el emblemático elefante de sabana (Loxodonta africana), cuyas poblaciones se han reducido hasta un 60% en los últimos 50 años.

El problema: una prohibición internacional con una protección nacional 

El tráfico internacional de marfil se prohibió en todo el mundo en 1989 por el Convenio CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres). El problema, informan desde la organización conservacionista WWF, una organización conservacionista profundamente implicada en el comercio internacional de especies, es que estas restricciones se limitan a la compraventa entre mercados internacionales, pues el tratado no tiene jurisdicción en la normativa nacional. En otras palabras, para que esas prohibiciones sean efectivas, deben legislarse en cada país.

¿Y qué dice la Unión Europea? La regulación del régimen de comercio de marfil en los países comunitarios es bastante estricta, aunque deja un pequeño resquicio por el que pueden operar los traficantes. En concreto, la norma comunitaria prohíbe el tráfico de marfil con carácter general, aunque permite el comercio en algunos supuestos excepcionales, siempre y cuando, eso sí, su origen sea legal y se destine a fines no comerciales.

Así, están permitidos aquellos artículos elaborados antes de 1947, aunque para que no sean prohibidos deberán autorizarse caso por caso y contar con un certificado CITES-UE para actividades comerciales. Todos los demás casos estás terminantemente prohibidos.

Fuera de la Unión, cada país elabora una normativa distinta en función de las directrices de CITES. El problema de esta multiplicidad de leyes es que los mercados internos de muchos países siguen abiertos al tráfico de marfil, explican desde WWF. Ocurre, por ejemplo, en algunas naciones del Sudeste Asiático, donde se comercializa marfil de elefantes que han encontrado muertos en su propio territorio.  Otros países, como los de la UE, permiten la compraventa de objetos fabricados con materiales de convección antiguos,

Así, “aunque el tráfico de marfil está prohibido por CITES y la UE, la demanda de Asia sigue alimentando un mercado negro”- afirma la bióloga Silvia Díaz Lora, doctora en biología y técnica del departamento de especies de WWF, quien asegura que "quien hizo la ley hizo la trampa". En determinadas circunstancias se permite el tráfico. Es el caso de las especies que aparecen en el apéndice II del Convenio CITES (especies no amenazadas  que pueden exportarse legalmente a través de un permiso especial), en el que se incluyen, por ejemplo, los elefantes del sur de África (de países como Botswana o Namibia), cuya protección es más laxa que la de sus parientes septentrionales.

Redes criminales internacionales 

Además, la alta demanda de marfil hace que sea extremadamente complicado seguir la pista de esta actividad ilegal. Y es que las redes criminales internacionales que las controlas falsifican documentos. Por eso, cuando un país presenta una regulación muy estricta, cambian las rutas.  “El rastreo es muy complicado, y hay muchas incoherencias en la aplicación de la ley, con lo que es relativamente fácil pasar piezas de marfil ilegales como legales”, apunta Díaz Lora, quien asegura que la clave está en regular las compraventas que se realizan en el sector privado. Esto es, obligar a especificar la procedencia de todos los productos de marfil. 

El caso de España: más de 2.000 incautaciones de marfil en menos de 15 años 

España no es uno de los países del mundo en los que se producen más incautaciones de marfil, pero sí que es una importante puerta de entrada a Europa de marfil ilegal procedente de otros lugares. Por ejemplo, según datos de una investigación coordinada por Díaz Lora presentada en elCongreso Internacional SECEMen el marco del proyecto SWiPE de WWF, entre 2015 y 2020 se produjeron 4.085 incautaciones en España, la mayoría procedentes de especímenes vivos,1 seguido de corales y productos manufacturados, 395 de las cuales fueron de marfil, que afectaron a un mínimo de 2.356 ejemplares.

Entre 2015 y 2020 se produjeron en españa 4.085 incautaciones, la mayoría de ellas procedentes de animales vivos.

La iniciativa LIVE SWiPE (Por las siglas en inglés de Successful Wildlife Crime Prosecution in Europe), recopila, información sobre delitos e infracciones producidas contra la fauna y la flora silvestre cometidos en España entre 2015 y 2020. Por otro, la respuesta dada por los actores implicados en su persecución, ya sea a través de procedimientos abiertos en vía administrativa o penal.

A partir de estos casos, confirmaron que en España habían muerto un total de 3.066 ejemplares de especies protegidas. Los casos se tramitaron en un total de solo 327 sentencias en vía penal, lo que, según reza el informe, lo que pone de manifiesto que “tan solo una pequeña parte de los delitos contra la fauna finalmente acaban en un procedimiento por la vía judicial”. No solo eso. Los datos también demostraron que el 20% de las sentencias acabaron en absoluciones. 

falta de contundencia en la respuesta

Silvia Díaz Lora incide en la facilidad para blanquear los productos de marfil, habida cuenta de las grietas del sistema. “Hay una falta de sensibilización y concienciación sobre este tipo de tráfico”, recuerda esta bióloga, quien apunta que el problema fundamental es que esta actividad ilegal no se considera un delito grave, lo que hace que su protección sea ineficaz. Además, asegura, hay una falta importante de personal capacitado para combatir este tipo de delitos, así como jueces especializados en medio ambiente.

Por otro lado, el tráfico de especies, muy vinculado con mafias internacionales, está muy relacionado con la corrupción. Algo relevante, apunta esta bióloga, puesto que las leyes anticorrupción ofrecen sanciones más elevadas para este tipo de delitos. Quizás la solución pase por cambiar el foco, aunque, como afirma esta experta, "mientras haya demanda, va a seguir habiendo tráfico de marfil".

 

Díaz Lora, S. et al. 2023. Delitos contra la vida silvestre en España: mamíferos en el punto de mira. Comunicación oral. XVI Congreso Internacional SECEM, 2023. Granollers. Barcelona

Díaz Lora, S. et al. 2023. Uncovering wildlife crime in Europe: the situation in Spain (Oral Presentation) at the International Congress for Conservation Biology (ICCB): 23-27 July, 2023 in Kigali, Rwanda 



via Sergi Alcalde https://ift.tt/OhdvWMP

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