Debrecen, TOP 5 del 'ranking' de destinos calidad-precio Best in Travel 2017
Debrecen sin filtros: un fin de semana en la original segunda ciudad de Hungría
En el centro de Debrecen vibra la llamada de la naturaleza. Los bosques abrazan la linde sur de la segunda ciudad de Hungría, y 40 km al oeste se extienden las grandes llanuras del Hortobágy National Park. A pesar de tanta riqueza natural a su alrededor, spas y un flamante centro histórico, Debrecen sigue siendo un jugoso secreto para muchos viajeros. A continuación, algunas recomendaciones para un fin de semana inolvidable en el ‘salvaje este’ húngaro.
VIERNES: BANQUETES, BOSQUES Y PISCINAS MINERALES
En el corazón de Debrecen, Kossuth tér, un fénix brilla en un mosaico de cristal veneciano en la acera. Esta mítica ave de fuego es parte del escudo de armas de la ciudad y adorna la fuente Millenium y sus tranvías. Es el símbolo ideal para una ciudad que resurgió de sus cenizas –casi literalmente– tras los incendios de la Edad Media y los devastadores bombardeos de la II Guerra Mundial.
Debrecen, Hungría © olwes / http://ift.tt/2jzoKxZ
Prevalece la sed de renovación. En la Debrecen del s. XXI se reforman museos con entusiasmo, y antiguos iconos como la Torre de Agua de 1912 son objeto de una remodelación completa. El rejuvenecimiento es clave en la vida de la ciudad; y, tratándose de Hungría, eso se traduce en manantiales termales, retiros en plena naturaleza y comida casera.
Se puede empezar a explorar Debrecen por sus mercados, que agudizan los sentidos, como el Mercado de las Flores (Csapó utsa). De abril a octubre, si el tiempo lo permite, los vendedores exponen geranios, lirios y rosas de un rojo encendido; hay que catar el evento más famoso de la ciudad, el Carnaval de las Flores, que se celebra cada año a mediados de agosto y llena la ciudad de millones de flores en inspiradas composiciones a gran escala.
Después se puede ir al Mercado de Comestibles (Vár utca) a alegrar el paladar. Sus puestos se llenan a diario con los mejores productos de Debrecen, desde la marmoleada carne de cerdo hasta pimientos de vivos colores rellenos de col, carne picada y especias. Conviene ir temprano para ver lo mejor: los paradistas llegan a las 6.00 y se van a las 14.00.
El ritmo Slow Food continúa por Nagyerdő, el ‘Gran Bosque’ del parque municipal de Debrecen, paseando por sus senderos arbolados, en el Jardín Botánico o estimulando las sinapsis en el nuevo AGÓRA Science Centre, un buen sitio para que los niños disfruten (y se cansen).
Aquaticum Debrecen, Hungría © www.aquaticum.hu
Desde el hallazgo de un manantial termal en la linde del Gran Bosque, a finales de la década de 1820, la cultura del spa es parte de la vida de Debrecen. ¿Para qué tomar un analgésico si uno puede reposar en una sauna o relajar los músculos bajo un chorro de agua? Las aguas termales llegan a Debrecen con 65℃ y bajan a 34℃ y 38℃ en las piscinas del opulento Aquaticum Debrecen. Son de color caramelo oscuro, tintadas por el yodo, y los lugareños hablan maravillas de las propiedades curativas de su composición mineral, así que a disfrutar del baño y los vapores de las sedosas y saludables aguas de Aquaticum.
Parada ‘gourmet’: Cerca del spa está Régi Vigadó, que sirve guiso de bagre y pato dulce asado. Combinan muy bien con una selección de pálinka (brandy de frutas) húngaro.
SÁBADO: LIBERAR AL YO SALVAJE EN EL PARQUE NACIONAL HORTOBÁGY
En las grandes llanuras de Hortobágy, mitos y naturaleza se revelan en un suspiro. A primera vista esta puszta (llanura) de 810 km2 parecen uniformes: una pradera infinita barrida por el viento. Si se escucha con atención, se oye el canto de los pájaros y el distante resonar de los cascos de los caballos. La puszta no solo está llena de aves, desde avutardas hasta cernícalos patirrojos (más la migración otoñal de unas 100 000 grullas), también es el corazón espiritual de la región, lleno de historias populares y nostalgia por la época dorada de los legendarios jinetes húngaros.
Jinetes, Parque Nacional Hortobágy, Debrecen, Hungría © Anita Isalska / Lonely Planet
Los cowboys centroeuropeos son poco conocidos fuera de Hungría, y de ahí deriva el romanticismo de estos personajes solitarios que cruzaban la puszta, muy presentes en la conciencia popular y en la literatura. Para el dramaturgo Mór Jókai, Hortobágy era una ‘isla de la tierra’ flotando en el mundo civilizado; para el revolucionario autor Sándor Petőfi era ‘la frente de Dios’. Los jinetes simbolizan una vida pastoral que se desvanece, galopando lejos de los males de la ciudad y la industrialización tras una nube de polvo.
Hay más leyendas populares destacadas: El Puente de los nueve arcos, de 167 m de longitud, se ‘creó’ cuando un fugitivo fue rescatado por sus nueve amantes (eso es trabajo en equipo), que formaron un puente humano para ayudarle.
Tras la nacionalización comunista de la puszta en 1948, los jinetes perdieron sus trabajos centenarios. Ya no conducen rebaños a través de las llanuras, pero su destreza ecuestre se transmite de generación en generación, y organizan demostraciones, como la ‘puszta five’, en la cual un jinete monta de pie sobre dos caballos, un pie en cada uno, y conduce otros tres delante de él. El ganado típico de Hortobágy sigue presente: los bueyes grises húngaros y los cerdos mangalica se crían como exquisiteces. Los caballos de Przewalski también galopan por este espacio protegido, junto con 300 búfalos.
Buey húngaro de Hortobágy, Debrecen, Hungría © www.hortobagy.eu
Para descubrir la puszta hay paseos en carruajes de caballos, ideales para familias y excursionistas de un día; para verla de cerca se puede montar en un autobús de safari. Globos aeroestáticos y pequeñas avionetas ofrecen circuitos a vista de pájaro.
Parada gourmet: En Hortobágyi Csárda (cerca del Puente de los nueve arcos) sirven generosas raciones de gulyás (guiso de ternera) y slambuc (pasta, patatas y grasa de cerdo) en una terraza llena de flores, a menudo con música tradicional de fondo.
DOMINGO: REAPARECER EN LOS SELECTOS MUSEOS DE DEBRECEN
Tras quitarse las briznas de hierba de la puszta del pelo, uno regresa a la civilización con un café en Cut & Coffee y emprende una ruta cultural por Debrecen.
La Nagytemplom (Gran Iglesia), de color amarillo, es la imagen más reconocible de Debrecen y una de las iglesias protestantes más grandes de Hungría. Sus emblemáticos campanarios gemelos presiden el perfil urbano de la ciudad, y el elegante interior de paredes blancas alberga un órgano de 200 años. El neoclásico Calvinist College es otro ejemplo de arquitectura majestuosa, con un museo que descubre la rica historia intelectual de Debrecen. Destaca la biblioteca, con pilares turquesas y estanterías repletas de libros con siglos de historia.
Biblioteca, Calvinist College, Debrecen, Hungría © Anita Isalska / Lonely Planet
El mayor tesoro artístico de la ciudad es la trilogía de pinturas de Mihály Munkácsy sobre la Pasión de Cristo, que vuelve a ocupar su lugar de honor en el Déri Museum, en una sala creada para albergar esta obra. Tanta fue la dedicación del artista que incluso se hizo crucificar para poder representar mejor el sufrimiento físico de Cristo. Es una obra grande, el lienzo de mayor tamaño mide 4,6 por 7,12 m. Para cambiar de tercio se puede ir al moderno Modem, una sala de arte contemporáneo cuyas galerías, llenas de luz natural, albergan exposiciones itinerantes.
La ruta cultural termina con un brindis (“salud” se dice egészségedre). Di Vino ofrece una gran selección de vinos húngaros y el aguardiente fluye a raudales en el ruidoso Roncsbár. El viajero empezará a pensar en visitar Debrecen de nuevo.
Parada gourmet: las originales versiones de platos típicos húngaros del restaurante Ikon completan una carta rica en productos locales. La jugosa salchicha doble, una especialidad de Debrecen, es un clásico y se elabora con carne de cerdo mangalica. Es deliciosa.
Restaurante Ikon, Debrecen, Hungría © http://ift.tt/2jz7xVz / images kep galeria bigkov
PLANEAR UN FIN DE SEMANA EN DEBRECEN
Wizz Air tiene vuelos directos diarios desde Londres y dos semanales desde Eindhoven. En diciembre del 2015 la aerolínea de bajo coste inauguró nuevas rutas entre Debrecen y Bruselas, Malmo y París. Si el viajero desea prolongar un viaje desde Budapest, hay trenes a Debrecen (2½ h) cada dos horas. Viena también tiene conexiones de tren a diario.
Debrecen puede recorrerse a pie. El carismático hotel-boutique Régi Posta está muy cerca de los museos de la ciudad, los tranvías y la vida nocturna de Hal Köz.
Por Anita Isalska, autora de Lonely Planet.
Anita viajó a Debrecen con el apoyo de la Asociación para el turismo de Debrecen y Hortobágy y de Wizz Air. Los autores de Lonely Planet aseguran su integridad y su independencia editorial siguiendo su propio criterio al margen de las instituciones que han prestado algún tipo de colaboración y nunca prometiendo nada a cambio como, por ejemplo, reseñas positivas.
DESCUBRE Best in Travel 2017, LOS MEJORES DESTINOS PARA VIAJAR EN EL 2017 |
via http://ift.tt/2jyUKSS
No hay comentarios:
Publicar un comentario