Los 10 mejores destinos calidad-precio para viajar en el 2017, según Lonely Planet
#BestinTravel 2017
Los expertos en viajes de Lonely Planet escrutan concienzudamente cientos de recomendaciones en busca de los mejores destinos del momento. Nuestros autores y editores, así como la comunidad de viajeros, se han estrujado el cerebro para dar con los 10 mejores destinos calidad-precio para viajar en el 2017.
1. NEPAL
Nepal se recupera de los terremotos y de una huelga de combustibles que dificultó la circulación por el país. Sigue siendo una opción fabulosa para los viajeros de presupuesto ajustado, que disfrutan de sus famosas rutas excursionistas y su infravalorada fauna salvaje por menos de 50 US$ al día. El turismo también se recupera, y es un buen momento para regresar a las majestuosas montañas nepalíes. El viajero será bien recibido en todas partes, ya que su visita es una ayuda económica vital para que las comunidades se repongan.
2. NAMIBIA
En el desierto de Namibia pueden verse algunas de las dunas de arena más altas del mundo © Westend61 / Getty Images
El valor del dólar namibio, vinculado al rand sudafricano, se ha depreciado frente a varias divisas en los últimos años, lo cual supone una buena oportunidad para visitar este sorprendente país. Namibia ofrece experiencias espectaculares: observación de fauna del desierto en el Parque Nacional Etosha, increíbles excursiones salvajes por el Cañón del río Fish o surf de arena en las imponentes dunas Sossusvlei. Conviene evitar los períodos vacacionales escolares africanos y europeos, sobre todo a finales de diciembre y enero, para optar a los vuelos con mejores precios, que suelen hacer conexión en Johannesburgo, o buscar vuelos chárter de temporada desde Frankfurt (Alemania), operados por Condor. El gran cielo azul, en contraste con las nítidas noches estrelladas, imborrables para quienes visitan Namibia, no es nada caro.
Fila de casas con tradicional fachada en azulejos a orillas del río, en Oporto © Matt Munro / Lonely Planet
Parece increíble que esta ciudad europea esté fuera de los radares turísticos dada su magnífica ubicación junto al Duero y su excelente y asequible oferta gastronómica y de alojamiento; por no mencionar la flota de aerolíneas de bajo coste de toda Europa y los vuelos directos desde Nueva York, que hacen que viajar a Oporto sea más fácil que nunca. La segunda ciudad de Portugal posee, por poco dinero, un puñado de museos, tranvías antiguos que hacen las delicias de los fans del transporte, y una playa de guijarros a una hora de camino por la orilla del río. Sus carismáticas bodegas ofrecen circuitos y catas vinícolas a muy buen precio, y es fácil organizar excursiones de un día a viñedos de la zona. El sándwich típico de la ciudad, la espectacular francesinha, con filete, jamón, salchicha, queso fundido y una rica salsa de tomate, llena lo suficiente para ser lo único que se necesite comer durante todo el día; y, además, con una comen dos.
Una góndola en el Gran Canal de Venecia se dirige hacia la basílica de Santa Maria della Salute, del s. XVII © Iakov Kalinin / Shutterstock
Buenos precios y Venecia son dos términos casi antagónicos; pero nadie debería perderse la ciudad de los canales, y son muchos los viajeros que la visitan con la esperanza de no les cueste un ojo de la cara. Para ello buscan alojamiento en Mestre, o incluso en Treviso, y van en tren a Venecia a pasar el día, a pesar de que con esta opción quedan descartados los paseos nocturnos o las noches de osterie (bares). Ahora, los venecianos alquilan apartamentos y habitaciones a través de Airbnb y páginas similares, y es posible quedarse en la ciudad sin arruinarse. Si uno se aloja en una zona poco turística y dispone de cocina, puede comer en casa, ahorrarse el dinero del transporte de ida y vuelta a la ciudad, y ser el primero de la cola en los puntos de interés.
5. DEBRECEN, HUNGRÍA
Debrecen no solo ofrece su rico patrimonio histórico sino también un panorama de arte modern en acenso y un irresistible listado de festivales @ AndreyGatash / Getty Images
Oculta a simple vista más allá de Budapest, es la segunda ciudad más grande del país y el corazón de la Hungría más económica. Conectada a siete países europeos con aerolíneas de bajo coste, se está abriendo a los visitantes internacionales. Debrecen es rica en historia, pero las influencias más modernas han dado pie a un próspero panorama artístico y las calles se llenan de festivales de verano. Lo que realmente marca la diferencia en esta ciudad es su ubicación en la linde de las puszta (llanuras orientales) húngaras. Con el encanto de los vaqueros húngaros y el Parque Nacional Hortobágy, es una región donde predomina la visión romántica de la Hungría tradicional, y forma parte de una Europa en la que es posible dar con una buena oferta y sentirse como un pionero internacional; algo inusual y a punto de desaparecer en esta parte del mundo.
6. BELICE
Descubrir diminutos islotes, como Tobacco Caye, es uno de los principales placeres de visitar Belice © Mark Read / Lonely Planet
Está considerado uno de los destinos más caros de Centroamérica, pero hay que mirarlo con otros ojos. Es un lugar donde practicar submarinismo o buceo con tubo en el Caribe, y visitar ruinas mayas como Caracol en lo más profundo de la jungla rica en fauna salvaje que solo existe en Centroamérica. Y no exige grandes desplazamientos, ya que Belice tiene el mismo tamaño que Gales o Massachusetts. Su proximidad con México y el Caribe garantiza un animado panorama de comida callejera, con una relación calidad-precio excepcional para comer bien por poco dinero. Claro que existen grandes resorts en Cayo Ambergris, pero hacia el sur, en Placencia y Hopkins, hay un ambiente de playa relajado que todavía no aparece en el mapa turístico.
7. MARRUECOS
Marruecos está lleno de historia, y en ninguno otro lugar tanto como en la principal plaza de Marrakech: Yamaa el Fna © inigofotografia / Getty Images
Estable, accesible y todavía exótico, ofrece una experiencia de Oriente intensa y de bajo coste. No hay otro lugar tan cerca, tan fácil de visitar y tan distinto para los europeos. Marrakech, ciudad todavía imprescindible, tiene más ofertas de alojamiento que nunca y, a pesar de las multitudes, conserva su atemporal combinación de lo frenético y lo acogedor. Essaouira, antaño un extra en cualquier visita a Marrakech, hoy es accesible con vuelos directos desde Londres y París. Y la ciudad portuaria de Tánger también vive un renacimiento, con nuevos hoteles y reformas que reviven su antaño maltrecho casco antiguo.
8. RUSIA
El esplendor de los canales y las iglesias de San Petersburgo son el testimonio de su pasado como sede de un imperio © Rickson Liebano / Getty Images
Con el precio del rublo a niveles de cambio tentadores –al menos mientras se escribían estas líneas–, a nadie sorprenderá que el turismo en Rusia vaya al alza. ¿Es buen momento para visitar el país? Depende de ‘cómo’ se visite. Si uno busca habitación en los grandes hoteles de Moscú pensará que no, pero hay que verlo de otra manera: una vez en Rusia, todo es más asequible y merece la pena recorrer un tramo del Transiberiano, o aprovechar las rutas aéreas de bajo coste para conocer el país de punta a punta. También es buen momento para visitar los grandes puntos de interés de San Petersburgo. Conviene estar atento a los tipos de cambio; aunque no sean del todo ventajosos, en el 2018 el país vivirá un aumento del turismo y de los precios gracias al Mundial de fútbol, otra razón para viajar ahora.
9. PENÍNSULA BELLARINE, AUSTRALIA
El faro de Point Lonsdale es un punto de referencia en el sureste de la Península de Bellarine © sbostock / Getty Image
La península Bellarine ha sido durante generaciones el destino de los melburnianos que buscaban una escapada tranquila (léase soñolienta), pero ahora esta zona de Victoria tiene atracciones interesantes, con sus eternas playas y ciudades históricas como Queenscliff y Portarlington. Jack Rabbit Winery y Flying Brick Cider Son dos de los nuevos destinos que llaman la atención, junto con una vía verde para ciclistas, pozas de marea, buceo con tubo y surf. Bellarine está a un trayecto en ferri desde la península Mornington, más conocida, y es un buen sitio donde pasar un par de noches antes de seguir recorriendo la Great Ocean Rd.
10. PENÍNSULA SUPERIOR DE MICHIGAN, EE UU
Más de 40 faros perfilan la orilla de la Península Superior de Michigan © ehrlif / Getty Images
Si el viajero no es estadounidense, quizá lea esto y se pregunte “¿dónde?”; incluso puede que se lo pregunte si lo es pero no es nativo del Medio Oeste. Sea como sea, que se prepare para descubrir una región dotada de atractivos que rivalizan con los tesoros nacionales. Es una zona de una impresionante belleza natural, llena de ciudades y pueblos que parecen ilustraciones de Norman Rockwell. Al ser sobre todo un destino para habitantes del Medio Oeste, los precios son razonables, no suele haber grandes multitudes y el ambiente es sencillo y relajado. Cuenta con faros históricos, cientos de kilómetros de playas y de orillas de lagos, algunos de los bosques más antiguos del país, y más de 300 cascadas, de las más sencillas a las más espectaculares. Isla Mackinac, sin automóviles, atrae a muchos visitantes: su interior, de 10 km2, está lleno de tiendas pintorescas y vistas preciosas.
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