Lo mejor de Asia
Selección de destinos asiáticos para los próximos 12 meses
No es fácil decidir qué destinos de Asia merece la pena visitar en los próximos 12 meses. Los autores de Lonely Planet han explorado las ciudades más electrizantes, recorrido selvas brumosas y nadado en los mares más impresionantes para descubrir los lugares que ningún viajero debería perderse. Y no es tarea fácil, pero…
El resultado es como una lista de éxitos que reúne destinos clásicos con aires renovados, regiones llenas de acción y parajes remotos de los que, probablemente, pocos habrán oído hablar. Para saber de qué destinos de Asia se trata, solo hay que seguir leyendo.
1. Hokkaidō, Japón
Las empinadas laderas volcánicas del monte Rishiri se alzan sobre un campo de flores silvestres próximo a la costa de Hokkaidō, en Japón © Seigo Yamamura/Aflo/Getty Images
La nieve en polvo perfecta de Hokkaidō sitúa la isla más septentrional de Japón en el mapa internacional, pero también impide que muchos visitantes intuyan sus encantos del resto del año: un paisaje agreste y montañoso que pide ser explorado a pie, en bicicleta o en motocicleta; pueblos alpinos con onsens ocultos; y un riquísimo marisco –que incluye cangrejos, erizos de mar y vieiras– capturado en aguas frías y fértiles. Además, este año Hokkaidō es mucho más accesible gracias al nuevo tren bala que conecta su ciudad portuaria del sur, Hakodate, con Tokio. La ruta está incluida en el popular bono Japan Rail (que ofrece trayectos ilimitados en tren bala), y en el futuro la línea llegará a la dinámica Sapporo, capital provincial y sede de los Juegos Asiáticos de Invierno del próximo año.
Una capa de niebla cubre la ciudad mientras el sol se pone tras la icónica silueta de Shanghái © tonnaja.com/Getty Images
Ahora mismo Shanghái podría ser el centro del universo. Sus más de 24 millones de habitantes están decididos a divertirse muy a menudo, así que ¿por qué no unirse a ellos? La oferta va de bailes en los parques a delicados tés en antiguas teterías, o bandejas llenas de bolas de masa bañadas en vinagre. El boom de los cócteles y las cervezas artesanas del bosque de rascacielos y luces de neón prueba la internacionalización de la ciudad, sin que ello signifique en el viejo Shanghái desaparezca: las calles de estilo shikumen bullen de vida y grandes edificios art decó flanquean el Bund. Este será un gran año gracias a la inauguración del primer resort Disney en la China continental y a la finalización de las obras de la esperadísima Torre de Shanghái, el segundo edificio más alto del mundo.
3. Jeonju, Corea del Sur
Mientras el resto de la ciudad ha sido industrializado, Jeonju Hanok Village, en Corea del Sur, conserva su legendario encanto y tradiciones © Kangheewan/Getty Images
En el centro de Jeonju se halla uno de los pueblos tradicionales mejor conservados de Corea: cientos de casas de madera con tejados curvos que albergan una fascinante selección de museos, teterías y talleres de artesanos; si bien los coreanos admiran más su gastronomía que su arquitectura. Tras pasar mucho tiempo fuera del radar turístico como destino gastronómico, Jeonju empieza a llamar la atención de paladares más allá de sus fronteras: la Unesco la coronó como Ciudad de la Gastronomía en el 2012, y hoy, la ciudad natal del plato más famoso de Corea, el bibimbap –verduras con arroz al estilo de Jeonju, con brotes de soja, nokdumuk (gelatina de almidón de frijol) y tartar de ternera– atrae a viajeros jóvenes con su emergente panorama de comida callejera.
4. Islas Con Dao, Vietnam
Un bello amanecer colorea el cielo matutino en la isla de Con Dao, provincia de Ba Ria-Vung Tau, en Vietnam © Cao Tran Tho/Shutterstock
Las islas Con Dao han cambiado las tinieblas por la luz: durante décadas fueron sede de una brutal colonia penal, pero hoy son uno de los destinos emergentes más de moda que hay en Asia. Parque nacional desde 1984, el atractivo de este archipiélago incluye jardines de coral con las mejores inmersiones de Vietnam, excursiones magníficas por bosques tropicales ricos en fauna, y una costa repleta de bellísimas calas de arena blanca. En la histórica ciudad de Con Son han abierto un montón de bares alocados dirigidos a la clientela mochilera, mientras que el lujoso resort Six Senses alberga a la jet set internacional. Con nuevas y mejores conexiones desde Ciudad Ho Chi Minh, es el lugar ideal para darse un festín de marisco fresco, buscar la playa perfecta y disfrutar del ambiente a lo Robinsón Crusoe.
Barcos tradicionales de bambú navegan al anochecer en el Victoria Harbour, en Hong Kong © chinaface/Getty Images
Esta metrópolis de altos rascacielos siempre ha cautivado a los viajeros por su mezcla de cultura, gastronomía y consumismo, pero ahora Hong Kong apuesta por su patrimonio natural con el Geoparque Global Chino de Hong Kong, catalogado por la Unesco, una región del noreste de 50 km2. Un autobús lanzadera entre Sai Kung, la ciudad del geoparque, y sus antiguas formaciones rocosas empezó a funcionar este mes de mayo, pisándole los talones al servicio de ferri a Lai Chi Wo. Este pueblo, antaño semi abandonado, renace gracias a sus antiguos residentes, que regresan para organizar eco-circuitos y talleres de cocina. Mientras, de vuelta a la jungla urbana, los artistas dan vida a barrios viejos como Sham Shui Po, y grandes restaurantes como Fish School y Kin’s Kitchen apuestan por los productos locales en busca de inspiración para celebrar el 20º aniversario de la devolución de Hong Kong a China.
6. Ipoh, Malasia
Contraventanas de madera en el encantador casco antiguo de Ipoh, Malasia © coleong/Getty Images
La capital gastronómica menos conocida de Malasia ofrece nuevos aromas gracias a los cafés-boutique que han aparecido en el barrio histórico. En el resurgimiento de Ipoh destaca el original concept hotel Sekeping Kong Heng, con áticos acristalados y terrazas diáfanas. Cafés artísticos como Roquette, Burps & Giggles y Everyday Lifeshop han abierto sus puertas en las inmediaciones del hotel, entre destartaladas kedai kopi (cafeterías) y elegantes edificios coloniales; pero los peregrinos culinarios siguen venerando los platos clásicos de Ipoh: el pollo con brotes de soja crujientes de Lou Wong y el tau fu fah (pudín de tofu) de Funny Mountain. Hay actividades al aire libre, como observar aves mientras se recorre en bicicleta el Parque Natural Kinta o practicar rafting de aguas bravas cerca de Gopeng; y gracias a los templos cimeros y al fragante Gaharu Tea Valley vecino, el renacer de Ipoh tentará, a buen seguro, a nuevas hordas de turistas.
7. Pemuteran, Indonesia
Una estatua de Buda cubierta de coral descansa en el fondo del mar, cerca de la costa de Pemuteran, en Indonesia © Tropical studio/Shutterstock
En las aguas cerúleas de la isla de Menjangan, en el extremo noroeste de Bali, el caleidoscopio de colores submarinos se desdibuja, de repente, por una columna de burbujas… Son los submarinistas, que admiran una de las más bellas paredes de coral que hay en Indonesia. Este país de las maravillas submarino es la principal razón –que no la única– para visitar Pemuteran, una bahía doble llena de playas cerca de Menjangan (que forma parte del único parque nacional de Bali), con bancales de color verde esmeralda que flanquean la carretera que va del agitado sur de la isla a enclaves todavía por descubrir. Que el viajero aproveche el encanto de esta cautivadora mezcla de resorts artísticos, restaurantes innovadores y el mejor ambiente de la zona antes de que llegue el turismo masivo.
8. Islas Trang, Tailandia
Dos barcos tradicionales tailandeses de cola larga varados en la playa, y al fondo, formaciones rocosas de caliza, en Trang, al sur de Tailandia © Sunphol Sorakul/Getty Images
Las islas Trang de Tailandia tienen la belleza arrebatadora de sus famosas vecinas de la costa de Andamán, Phuket, Ko Phi-Phi y Ko Lanta, pero sin sus multitudes turísticas. Hay playas doradas que brillan entre tramos de jungla coronada por formaciones kársticas, bungalós playeros que perfilan pequeñas bahías, y bancos de peces multicolores que nadan en las aguas turquesas. Si a todo ello se le añade la mejora de las conexiones del transporte y algo de desarrollo urbano, las apacibles islas Trang son como un irresistible plato de pad thai recién hecho. Invitan a descansar en la elegante Ko Fradan, a bucear en Ko Ngai, rodeada de corales, a pasear entre arrozales en Ko Sukorn, a remar como los piratas en la Cueva Esmeralda de Ko Muk, o a avistar al dugongo, en peligro de extinción, entre los manglares de Ko Libong. Hay que ir ahora, mientras estas islas soñolientas conserven su prístino esplendor.
9. Megalaya, India
Neblinosa vista de las cataratas de Nohkalikai, en Cherrapunji, Megalaya, en India © Mahesh/Getty Images
Si existiera un concurso para descubrir el mejor ‘mundo perdido’ de la India, quizá lo ganaría Megalaya, el enorme altiplano calizo que divide el valle del Brahmaputra de Assam desde las llanuras de Bangladés. Su índice de precipitación es tan elevado que está considerado el lugar más húmedo del planeta, pero cuando la lluvia amaina y el cielo se despeja, surge un paisaje de impetuosas cascadas, enclaves tribales y puentes hechos de raíces vivas de los árboles de la jungla. Abundan las ofertas de excursionismo, escalada, espeleología y rafting. Tras permanecer ausente de los mapas turísticos durante décadas, los viajeros empiezan a descubrir este lugar remoto que tiene el cristianismo como religión dominante, el tiro con arco como deporte favorito y donde los agricultores se protegen de la lluvia con caparazones de tortuga. Megalaya pronto dejará de ser un reducto apacible; hay que visitarla antes de que los turistas invadan los montes Khāsi.
10. Taitung, Taiwán
El famoso puente del Dragón de Sansiantai conecta las islas de la zona con la costa este de Taiwán © Anthony Ko/Getty Images
Rodeada por cerros verdes y las aguas turquesas del Pacífico, Taitung es el as en la manga de Taiwán. Cuna de cultura indígena, acoge festivales de música y vino dulce de mijo tras la época de la cosecha. Cada Año Nuevo chino, Taitung alberga el que quizá sea el festival más disparatado de la isla, el Bombing Master Handan, en el cual se lanzan petardos a un voluntario semidesnudo que desfila por las calles en una silla de manos. En verano la costa cobra vida durante el Open de Surf de Taiwán, mientras los cielos se llenan de colores con el Taiwan International Balloon Festival, un encuentro de globos aerostáticos. En septiembre se pueden recorrer campos de lirios naranjas y después saborear sus pétalos fritos y especiados; o disfrutar de la observación de ballenas y de estrellas, así como del ciclismo en esta región rural.
Un potente tifón ha golpeado Taitung el pasado 8 de julio y ha causado graves daños. Está en marcha una operación de limpieza, pero aun así se aconseja a los viajeros que consulten con los organismos oficiales de su país para obtener más información.
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