Salou es probablemente una de las ciudades de la península ibérica con mayor oferta de ocio, tanto para los que buscan relax y diversión, como para los que viajamos con niños. Esta mezcla (a priori tan peculiar) se ha construido gracias a un cóctel en el que se combinan con mucho equilibrio sus enormes playas, buen clima casi todo el año, una rica y variada gastronomía y propuestas de lugares tan mediáticos como Port Aventura.
En nuestro reciente viaje a la Costa Daurada en familia tuvimos la ocasión de pasar unos días en Salou para tratar de comprender porqué esta ciudad catalana seduce cada año a tantos turistas y, sobre todo, para desconectar de la rutina junto al Mediterráneo.
Precisamente, uno de los grandes atractivos de Salou es su fachada litoral. Entre playas y calas suman 14 kilómetros de costa adornados con uno de los paseos marítimos más impresionantes de Tarragona y rodeados por un hermoso camino de ronda que nos regala unas vistas marineras realmente exquisitas.
Las playas y calas de Salou
Desde nuestra llegada a Salou nos dimos cuenta de que en esta ciudad de Cataluña todo gira en torno al mar. Lo primero que hicimos fue dejar las cosas en nuestro alojamiento (Blaumar Hotel) y desde el balcón ya sentimos la llamada del rumor de las olas. Pese a que vivimos en una ciudad con playa, a nuestros hijos les fascina chapotear y jugar en la arena en cualquier parte del mundo y aquí disfrutaron de lo lindo.
Salou cuenta con un total de nueve playas y calas, alguna de ellas rodeada de un entorno realmente espectacular. En los días que estuvimos en esta localidad de la Costa Daurada pudimos disfrutar de varias de ellas y asombrarnos con su diversidad.
Quizás las dos playas urbanas más conocidas de Salou son las de Ponent y Llevant con kilométricas extensiones de arena fina y dorada. En ambas ondea la bandera Q de Calidad y disponen de un montón de servicios para que los peques no se aburran. Nosotros somos más de bañarnos y hacer castillitos, pero para los más atrevidos, esta zona cuenta con muchas opciones para practicar deportes acuáticos como el snorkel, kayak, kitsurf, vela o parapente. También disponen de muchísimos parques con juegos para niños e hinchables.
No obstante, Salou también atesora buenas propuestas si te gusta disfrutar del mar en rincones algo más recogidos. En torno a su camino de ronda hay algunas calitas que nada tienen que envidiar a las del Caribe. Nos sorprendió especialmente la transparencia de sus aguas o la tranquilidad que se respiraba en este punto de la Costa Daurada. Algunas de las que más nos cautivaron fueron la Platja dels Capellans, la Cala de Llenguadets o la preciosa Cala Penya Tallada y sus formaciones rocosas.
Paseando por el camino de ronda de Salou
Lo que más nos gusta de explorar las playas y calas de Salou es que la mayoría se pueden visitar a pie a través de su magnífico camino de ronda, accesible incluso con niños de seis y tres años como nuestros hijos. Históricamente, los caminos de ronda eran sendas que seguían el litoral de muchos pueblos costeros de Cataluña y que eran utilizados por piratas para esconder sus botines, contrabandistas o simplemente para la vigilancia o paso de los pescadores.
Pasear por el camino de ronda de Salou es una forma estupenda de descubrir su fachada marítima. Nosotros nos lo tomamos con mucha calma, ya que Teo y Oriol decidieron que querían detenerse en casi todas las playas y calas que se encontraban a su paso. Darse un chapuzón, coger algún crustáceo de entre las rocas o simplemente descansar en la arena se convirtieron en sus pasatiempos.
El camino es relativamente corto y con poco desnivel, aunque es mucho más divertido si vas haciendo estas paraditas frente al mar. Empieza al final de la Plaja de Llevant (en Pilons) y si te animas puedes llegar andando incluso hasta el faro en la zona de Cap Salou, un mirador ideal para ver la puesta de sol.
Sin duda, el camino de ronda es una de las zonas más bellas de Salou con una senda muy bien acondicionada que va zigzagueando entre las playas y las calas. Las continuas subidas y bajadas están decoradas con pinos retorcidos por el viento y rocas con formas muy peculiares que han sido cinceladas por las olas a lo largo de los años.
El camino de ronda fue toda una sorpresa y nos dejó muy buen sabor de boca. Hasta los lugares tan solicitados como Salou tienen rincones donde desconectar de todo y de todos. Encontrarlos es una de las partes más divertidas y placenteras de los viajes. ¿No crees?
Galería de fotos de las playas y calas de Salou
via Pau http://ift.tt/29kSAR3
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