Todavía recordamos con nostalgia como eran nuestros primeros viajes a Ibiza… sí, sí cuando no teníamos hijos. El objetivo entonces era bailar hasta que saliera el sol en alguna discoteca al son del techno de alguna celebridad de los platos. Después de quemar zapatillas con Carl Cox, Ferry Corsten o Sven Väth, nos escondíamos tras unas gafas de sol y marchábamos a la playita a recuperar fuerzas hasta ver la puesta de sol. Así en bucle uno y otro día hasta que tocaba volver a casa.
Pero… cómo ha cambiado la película. Desde que viajamos con niños la noche ha dejado de existir para nosotros, pero a cambio nos hemos permitido el lujo de descubrir el mundo a través de sus ojos y disfrutar de facetas de los destinos que de otra forma sería imposible. Con el inicio del verano decidimos ir a pasar unos cuantos días a la isla pitiusa y en vez de cerrar los locales y after hours, madrugamos para estar completamente solos en algunas de las calas y playas más mágicas del Mediterráneo.
Cómo viajar de Dénia a Ibiza en ferry con niños
Siempre que nos hemos escapado a esta ínsula (y ya van unas cuantas) hemos hecho el viaje a Ibiza en barco. Lo preferimos al avión porque podemos llevarnos nuestro propio coche y con él todo lo que nos haga falta para las vacaciones. Cuando vas con niños, el hecho de tener espacio se agradece y mucho.
Las salidas desde la Marina de Dénia nos vienen como anillo al dedo, pues vivimos en Alicante y tenemos este puerto a poco más de una hora de casa. Desde esta estación marítima las conexiones con Ibiza por ferry son excelentes con Baleária.
En verano hay días que esta naviera ofrece hasta tres conexiones diarias entre ambos destinos con la gran ventaja de tener unos precios muy competitivos pese a ser temporada alta. Nosotros fuimos hasta Dénia en coche y allí embarcamos nuestro vehículo en el ferry súper rápido que nos dejó en el puerto de Sant Antoni de Portmany, muy cerquita de nuestro alojamiento.
En ferry de Dénia a Ibiza en poco más de 2,5 horas
El viaje fue realmente veloz a la ida. Con el barco rápido o el súper fast ferry Jaume III de Baleària nos plantamos en Sant Antoni de Portmany en unas dos horas y media. En cambio a la vuelta, cogimos el Bahama Mama desde el muelle de Botafoc en Ibiza y llegamos a Dénia en unas tres horas y medias.
En este sentido, el viaje cambia un poco dependiendo de si viajas a una velocidad u otra. Sinceramente, nos gustó más la experiencia del barco que iba un poco más lento, entre otras cosas porque era más grande y tenía muchos más servicios y terrazas desde las que contemplar el mar. En todo caso, ambos buques cuentan con cafetería y restaurante, salas climatizadas, butacas VIP y la proyección de películas de estreno a bordo que siempre ayudan a entretener un poco a los niños.
Lo que más nos gustan de este tipo de viajes en familia son las terrazas para mirar el mar y disfrutar de sus aromas, especialmente cuando el buque se acerca o se despide de las Pitiusas. En el caso de que atraques en Sant Antoni de Portmany saldrás directamente en el corazón de esta localidad. Si desembarcas en Ibiza, bajarás del barco en el muelle de Botafoc. Nada más salir de la terminal verás un bus que por dos euros y medio te acerca hasta el puerto deportivo de la capital en muy pocos minutos.
Servicios a bordo para familias
Como la ida pasó en un santiamén (2 horas y media en barco), nos centraremos en explicar todos los servicios de los que disfrutamos a la vuelta de nuestra estancia en Ibiza. El buque con el que hicimos la travesía de vuelta a Dénia es el Bahama Mama y lo primero que nos llamó la atención fueron las butacas totalmente reclinables que había en el Salón Neptuno. No hace falta que os digamos que más de uno se pegó una cabezadita que ni se enteró del viaje.
No obstante, antes de caer en los brazos de Morfeo decidimos ir al restaurante a comer. El barco dispone de una especie de buffet en el que puedes escoger entre varios platos y postres. Afortunadamente siempre suele haber algo de pasta o arroz que les suele gustar a los niños. También se puede comprar alguna chuche o juguetes en la tienda de regalos del buque.
Sin embargo, lo que más les entusiasmó a Teo y Oriol fue la zona de entretenimiento dedicada a los niños. Había como un parque donde los más pequeños pueden jugar a esconderse, juegos de construcciones y pinturas para que se entretengan dibujando.
Para que vieran cómo era la vida a bordo del ferry de Baleària, me los llevé a las terrazas exteriores. En la principal hay tumbonas donde tomar el sol, incluso una piscina por si quieres refrescarte del calor del verano. Otra cosa que nos gustó de esta travesía fue el ambiente de gente joven, ataviados con ropa marinera y tonos blancos tras su visita a la isla.
Así fue nuestra experiencia en familia con Baleària para viajar de Dénia a Ibiza en ferry. A los niños les gustó tanto la isla que seguro que no será la última vez que viajemos por allí. Las cosas buenas es mejor inculcarlas desde muy pequeñitos.
Galería de fotos del viaje a Ibiza con niños con Baleària
Quiero dar las gracias a Baleària por ayudarnos a hacer este reportaje y por permitir que nuestros hijos conozcan por primera vez una una isla tan especial como Ibiza.
via Pau http://ift.tt/29Ccusv
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