Vamos a ser claros. Dublín no es precisamente una ciudad demasiado monumental pero guarda el atractivo de una atmósfera que pocas ciudades saben transmitir, una personalidad cordial en un lugar accesible que propicia el paseo.
Por aquí cuentan que el dramaturgo dublinés Bredan Behan dijo en una ocasión: “Dublín es una ciudad de dimensiones tan humanas que si uno pierde el último autobús nocturno, con un poco de esfuerzo, se llega a pie hasta las afueras de la ciudad… y seguir borracho”.
En el sur está la zona más tranquila y señorial, con los restos de la ciudad medieval, la catedral de San Patricio y los pubs más antiguos; el norte es bullicioso y está abarrotado de edificios georgianos. Para salvar el río Liffey, que separa la ciudad, los puentes son una de las imágenes más bellas, especialmente el férreo Halfpenny.
Cuando lo cruzamos, el primer barrio que encontramos es el de Temple Bar, paralelo a la orilla del río Liffey, esparcido por callejuelas como Fleet o Essex, hoy convertido en zona artística y un área de mucha animación nocturna. Un barrio recuperado para el arte y la vanguardia, con teatros , cines, galerías para exposiciones, pubs… De sus callejuelas se pasa a una de las arterias principales que va cambiando de nombre: O, Conell, Dame Street, College Green… De un extremo a otro de esta avenida, vemos las torres más emblemáticas de la ciudad, como las del campanario de la catedral de San patricio, su patrón; el recinto del antiguo castillo medieval, el solemne Banco de Irlanda y el Trinitiy College, edificio del siglo XVIII, que bien merece una detenida visita. Uno de los edificios que limitan el campus del Trinity aloja la Biblioteca, donde muestral el Libro de Kells, un texto en latin de los Cuatro Evangelios, copiados por monjes irlandeses del año 800 después de Cristo.
Llegó el momento de entrar en un pub. Uno de los pubs victorianos mejor conservados es el Stag´s Head, de Dame Court.
Tiene ventanas con vitrales, una inmensa barra de caoba y un pequeño y recóndito rinconcito donde las mujeres del siglo XIX podían tomar alcohol sin ser vistas. Stag´s Head se abarrota de gente a la hora del lunch –sirven platos irlandeses y un sándwich de jamón y queso rico, rico, rico- y por la tarde/noche, sobretodo de estudiantes.
Efectivamente, una forma de sumergirse en las tradiciones dublinesas es vivir el ambiente de sus pubs, tranquilos al mediodía pero a rebosar por la noche, cuando se practica el craic, caint agus ceol, que en gaélico quiere decir: diversión, charla y música, mientras se sostiene en la mano una jarra de cerveza Guiness o un hot whiskey.
Los intelectuales dicen que aquí se cuece la verdadera esencia de Irlanda, su espíritu flotante entre barriles y botellas que han inspirado a escritores como James Joyce, Oscar Wilde, Bernard Shaw…
Los pubs nacieron hacia el siglo XVII de la tertulia compartida por dublineses de distinto origen y profesión. Al principio sólo eran frecuentados por la clase trabajadora. Allí se lamentaban de los desastres de la guerra o celebraban las victorias sobre los british. Con el tiempo los pubs fueron adquiriendo calidez de un lugar para la reunión y su clientela se amplió a clases medias de intelectuales y políticos.
Pero Irlanda, conocida popularmente como “la isla esmeralda” es más, mucho más que su cerveza, su whiskey, sus pubs… A poco que te alejes un poco de la capital aparecen nuevas y muy agradables sorpresas. Pero esta es otra historia que ya escribiré otro día
CÓMO IR. aerlingus ofrece vuelos directos.
DÓNDE DORMIR. Una ciudad como Dublín ofrece infinitas opciones de alojamiento. Nosotros estuvimos en http://ift.tt/1KhfJ5J También es una excelente opción www.thedean.ie
DÓNDE COMER. Probar el restaurante del propio hotel Dean: www.sophies.ie y el del Hollywood Inn: http://ift.tt/1KhfJ5L
MÁS INFORMACIÓN. http://ift.tt/1j4qSaL
The post DUBLÍN (IRLANDA), Vamos de paseo appeared first on Espíritu Viajero, magazine de viajes.
via Àngels Mas http://ift.tt/1QuEQTM
No hay comentarios:
Publicar un comentario