Etiopía, TOP 10 del 'ranking' de países Best in Travel 2017
Senderismo en las Simen de Etiopía
Etiopía es una tierra de leyendas y misterios, como la reina de Saba o el Arca de la Alianza, por nombrar dos. El paisaje también es cautivador. En el extremo norte se alzan las montañas Simen, un paraje místico de bosques primigenios, picos brumosos, plantas extrañas y criaturas exóticas. Recorrer estos montes sorprendentes es como visitar un paraíso de otro mundo.
PAISAJES ESPECTACULARES
Hace 40 millones de años, violentas erupciones volcánicas crearon el macizo de las montañas Simen, que superan los 4500 m en el norte de Etiopía. Durante milenios, las fuerzas de la erosión han esculpido sus dentados pináculos, profundas simas y cuellos volcánicos. Las rutas de entre cinco y diez días por zonas escarpadas de gran altitud, a través de prados alpinos y por las fértiles tierras bajas, son la mejor manera de apreciar la sorprendente diversidad de las Simen, una gran parte de las cuales permanece hoy protegida como parte del Simien Mountains National Park.
Montañas Simen, Etiopía © Pascal RATEAU / Getty Images
Ascensos empinados a frondosas mesetas pobladas por lobelias gigantes –plantas espeluznantes que alcanzan los 3 m de altura– evocan imágenes de dinosaurios del principio de los tiempos. Las vistas escarpadas se llenan de acantilados vertiginosos, cascadas imponentes y torretas rocosas que emergen de los valles boscosos. Lazos de bruma flotan sobre la tierra. Buitres y cuervos surcan los cielos. Es un mundo extrañamente bello y primitivo.
Dejando la zona escarpada, el paisaje cambia de forma drástica al descender 2000 m hacia las tierras bajas, un adjetivo relativo si se tiene en cuenta que estos valles se hallan ya a 2000 m de altura. Plantas antorcha de color rojo brillante cubren las laderas de las montañas, y cactus parecidos a los del desierto y plantas de aloe flanquean los senderos. Campos de cultivo de canolas amarillas y té verde quedan salpicados por ficus tropicales gigantes y palmeras.
FAUNA ENDÉMICA
Las tierras altas de Etiopía son el hábitat de fauna rara y exótica: el gelada, el esquivo lobo etíope, la majestuosa cabra montesa de Etiopía y el enorme quebrantahuesos (un tipo de buitre con una envergadura de 3 m). No es difícil ver a estas criaturas, sobre todo paseando por las Simen.
Con sus rostros expresivos, sus hábitos juguetones y sus magníficas melenas pardas, los gelada son una maravilla. La caza les llevó al borde de la extinción, pero hoy estos monos (llamados erróneamente babuinos) son una especie protegida. Los gelada solo viven en las Simen, en grupos de cien o más individuos, y trepan por las rocas como ágiles acróbatas. A diferencia de la mayoría de primates que advierten de su receptividad sexual con el trasero rojo e hinchado, los gelada tienen una mancha roja en el pecho. Es fácil aproximarse a unos metros de distancia de estos animales, sobre todo en Sankabar (3600 m) y Chenek (3620 m).
Montañas Simen, monos gelada, Etiopía © hecke61 / Shutterstock
El lobo etíope o chacal de Simien es un animal muy escaso. De hecho, es el cánido más escaso del planeta, con una población estimada de menos de 50 individuos en las montañas Simen y no más de 400 ejemplares en todo el país (la mayoría de ellos residen en el Bale Mountains National Park, en el sur de Etiopía). La mayor amenaza para su supervivencia es la destrucción de su hábitat, provocada por la expansión agrícola hacia zonas alpinas. La merma de hábitat también es un problema para la amenazada cabra montesa de Etiopía, otra especie endémica de la región. Parece un ciervo gigante, con una cornamenta impresionante, pero pertenece a la familia de las cabras. Le gustan las zonas rocosas e inclinadas, y suele pastar en los acantilados verticales de Chenek, bajo las escarpaduras.
EL TEJADO DE ÁFRICA
Por su tamaño, el imponente macizo de las Simen recibe el poético nombre de ‘tejado de África’. El Ras Dashen, de 4543 m, es el pico más alto de Etiopía.
Montañas Simen, Ras Dashen, Etiopía © WitR / Shutterstock
Subir a la cima es un desafío, pero no de tipo técnico. Los intentos para coronarlo suelen partir de la aldea de Ambiko (3170 m), junto al río Meshehe, antes del alba. Las primeras horas son frías, oscuras y silenciosas. Las lámparas frontales iluminan el sendero que sube a lo largo de 10 km entre campos de cultivo, enormes bosques de lobelias y praderas alpinas. Finalmente, tras seis horas de ascenso continuo, un breve tramo rocoso lleva a la cima. Las vistas son espectaculares, un rico panorama de picos y barrancos, granjas y bosques que se extienden por el horizonte hasta la neblina de Eritrea. Subir al pico más alto de Etiopía es como… subir al tejado de África.
Cómo llegar
La época seca para practicar senderismo es de diciembre a marzo, pero al final de la temporada de lluvias, en octubre, los paisajes se visten de verde. Las plantas silvestres florecen en agosto y duran hasta octubre.
Los circuitos organizados de senderismo se ocupan de todo: equipo, permisos y víveres, pero no es complicado organizar travesías por cuenta propia. Todo puede tramitarse en las oficinas del Parque Nacional de Simen, en Debark: pagar la entrada, organizar el transporte a los puntos de partida de las rutas, alquilar material de camping, contratar guías, guardas y cocineros, y alquilar mulas.
Las normas del parque requieren que los guardas (guardabosques armados) acompañen a los senderistas, a pesar de que el mayor peligro al que se exponen es el mal de altura. Son gente fibrosa y enjuta, a menudo veteranos de combate. Cargan rifles AK-47, suben por las rocas con sandalias de plástico y se dejan fotografiar presumiendo de sus armas.
Por Olivia Pozzan, autora de Lonely Planet.
DESCUBRE Best in Travel 2017, LOS MEJORES DESTINOS PARA VIAJAR EN EL 2017 |
via http://ift.tt/2mahOcq
No hay comentarios:
Publicar un comentario