¿Qué es un alojamiento ideal para familias? ¿Existe realmente el hotel perfecto para viajar con niños? Parecen preguntas sencillas de responder, pero que si eres padre como nosotros seguramente te plantees antes de cada escapada con tus hijos.
Según nuestra experiencia, la respuesta es una combinación de varios factores entre los que se encuentran la comodidad y el espacio, comida adaptada a los peques que sea variada y de calidad, elementos de seguridad en las habitaciones, servicio de juegos y entretenimiento que no parezca que estás en un after de madrugada. También actividades específicas poco masificadas con personal cualificado, una buena piscina o cercanía al mar para que puedan chapotear, espacios tranquilos y, sobre todo, empatía del personal hacia las familias. Todo esto y mucho más lo encontramos recientemente en nuestro viaje a Tenerife en el que nos alojamos en el espectacular Hotel Suite Villa María de Costa Adeje.
Hotel Suite Villa María, todo para el relax en familia
Desde que viajamos dos adultos y dos niños, pocas veces nos hemos sentido tan cómodos en un alojamiento como en el Hotel Suite Villa María. La ubicación de este 5 estrellas es realmente privilegiada, ya que se encuentra enclavado dentro del Club Golf Costa Adeje con vistas a las preciosas montañas de Tenerife a las que se suman las idílicas panorámicas de la bahía y el océano Atlántico. Ideal si huyes del turismo de masas y buscas cargar las pilas en un ambiente de sosiego, pero lo suficientemente cerca de La Caleta, la Playa del Duque, Las Américas o Los Cristianos por si quieres salir a divertirte.
El hotel está perfectamente integrado con la cultura de Tenerife y su fabuloso entorno. Sus 78 villas duplex (con jardines independientes y habitaciones en suite) están diseñadas en perfecta síntesis con la arquitectura de la isla, dotándole de un aspecto muy similar al de un pueblo por el que pasear rodeado de vegetación autóctona es un verdadero placer. De hecho, cuenta con plaza con una torre que se asemeja a un campanario, calles arboladas, muros de piedra volcánica, balcones de madera labrada y ventanas de color verde como las de cualquier pueblo isleño.
Sin embargo, lo que más nos sorprendió del Hotel Suite Villa María es su tranquilidad y que cada familia marca su propio ritmo. El hecho de que las villas sean tan acogedoras provoca que muchos de sus huéspedes tengan todo lo que necesitan a su disposición en sus estancias y no se dejen ver demasiado por las zonas comunes. Cuando nosotros estuvimos allí, el hotel estaba completamente lleno, pero nunca tuvimos la sensación de que estuviera masificado.
Las espectaculares y enormes piscinas, parques infantiles con columpios y toboganes o los salones de juegos para los niños nunca superaron las 10-15 personas, así como las actividades pensadas para los más pequeños. Los monitores pronto se aprendieron los nombres de Teo y Oriol y en seguida supieron qué actividades iban más con sus personalidades inquietas y curiosas. A los pocos minutos ya estaban jugando con otros niños de otros países y que hablaban otros idiomas… y esas sensación para nosotros es maravillosa.
Villas muy confortables y pensadas para los niños
Uno de los grandes alicientes del Hotel Suite Villa María son sus increíbles villas. Al viajar con niños alguna vez hemos tenido que reservar dos habitaciones porque no nos podíamos alojar los cuatro a la vez, pero aquí el espacio no es ningún problema. Todas las villas son duplex y están pensadas para familias que necesiten dos o tres dormitorios.
Nosotros nos alojamos en una villa con 3 estancias (todas con baño) y que disponía de jardín y su propia piscina privada. Llegamos a Tenerife casi a medianoche, aunque nada más salir los primeros rayos de sol Teo y Oriol se enfundaron sus bañadores y no pudieron resistirse a un primer chapuzón… incluso antes de desayunar. Es lo que tiene relajarse en una isla con un clima tan apacible todo el año.
Las villas disponen de Wi-Fi, albornoces y zapatillas, amenities de alta calidad, televisor con canales internacionales, agua mineral, hamacas… además, de una cocina totalmente equipada con menaje, frigorífico, microondas, horno, cafetera y calentador de agua para comer en el salón de la misma si te apetece. También nos sorprendió que sin pedirlas disponían de tronas y sistemas en las puertas, piscina y en la escalera de acceso al piso superior para que los niños estén seguros en todo momento.
Saboreando la gastronomía típica de Canarias
Otra de las grandes preocupaciones de los padres cuando viajamos es la comida. A veces es complicado encontrar el equilibrio entre lo que les gusta comer a los niños y la calidad y variedad de los alimentos. En el el Hotel Suite Villa María nos lo pusieron muy fácil desde el primer minuto. El desayuno buffet es completísimo y combina a la perfección alimentos saludables con pequeños caprichos culinarios que te alegran la mañana como jamón ibérico al corte, ahumados, quesos de distintos orígenes o fruta fresca.
Sin embargo, el gran aliciente gastronómico de este hotel tiene acento canario y lo pone el chef David Moraga en el restaurante La Torre. En sus fogones fusiona los tradicionales productos canarios con la cocina internacional. Puedes disfrutar desde las típicas papas arrugadas con mojos a platos muy elaborados siempre con un toque del archipiélago. Los postres son un auténtico escándalo y el menú infantil es muy flexible. Nuestros hijos son de buen comer y agradecen salir del sota, caballo y rey (pizza, hamburguesa, pasta y nuggets).
Como ves no estuvimos nada mal en este alojamiento ideal para familias en Tenerife. Pero aquí no acaba todo, próximamente te contaremos alguna sorpresa que tuvimos para celebrar los 4 años de Oriol en la isla y todas las actividades divertidas para los niños en el Hotel Suite Villa María. Estamos deseando volver muy pronto.
Galería de fotos del Hotel Suite Villa María
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