No se sabe aún si les suben repentinos sofocos, si experimentan cambios de humor, ciertas dificultades para dormir bien, o si al contrario, se alegran y celebran haberse librado por fin de una pesada incomodidad. Pero sí podemos asegurar, porque así se ha comprobado, que las chimpancés también tienen la menopausia.
Se trata de un hallazgo que recoge un estudio publicado en la revista Science y que echa por tierra lo que hasta ahora se creía: que las humanas eran las únicas primates cuya vida se alarga mucho más allá de su etapa reproductiva.
En Uganda, y en concreto en el parque nacional de Kibale, habita una de las mayores poblaciones de chimpancés del mundo. Se trata de los Pan troglodytes, que no solamente son muchos, unos 1.400, sino que además están muy bien protegidos, con lo cual son un magnífico objeto de estudio.
Desde hace años se los ha podido investigar desde todos los ángulos. Y hace un tiempo, en la línea de analizar sus ciclos reproductivos, los responsables del Ngogo Chimpanzee Project comprobaron, sobre una población de 184 hembras, cómo se cerraba su edad reproductiva en torno a los 30 años pero cómo, en cambio, vivían una media de hasta 19,5 años más.
Los científicos responsables de este estudio investigaron también acerca de cómo se comportan sus hormonas. Y dieron en la diana: en las analíticas realizadas detectaron que la evolución de los indicadores hormonales se parece enormemente a la de las humanas. Y es que cuando las reservas de óvulos van a la baja en las hembras, sean chimpancés o humanas, se sigue una doble ruta hormonal.
Por una parte, descienden los niveles de progesterona y de estrógenos; por otra, aumentan la luteinizante (LH) y la fotoestimulante (FSH) que manifiestan sobrecarga en un análisis al haberse quedado sin óvulos sobre los que actuar.
Queda mucho por conocer sobre este proceso biológico que tiene lugar cuando cesa la menstruación en la mujer, algo que ocurre en las humanas entre los 45 y los 55 años y que es totalmente extraño dentro del mundo animal. De hecho, hasta 2018 se creía que solo dos especies de mamíferos además de los humanos experimentaban la menopausia: las orcas (Orcinus orca) y los calderones o ballenas piloto (Globicephala).
Fue en 2023 cuando la lista se amplió al descubrir que las ballenas beluga (Delphinapterus leucas) y las narvales (Monodon monoceros) también la vivían. De momento, la ciencia no ha llegado a un acuerdo sobre la razón evolutiva de este parón: la menopausia es rara y sigue siendo un misterio.
Eso sí: si quieres saber cómo se llega a ella, te recomendamos este artículo de nuestra web. Gracias a él sabrás que las mujeres menstruamos aproximadamente 480 veces en la vida, y que determinados murciélagos, la musaraña elefante y el ratón espinoso egipcio también menstrúan. Además, comprenderás, entre mil y otras cosas, por qué lo hacemos cada 28 días. (Por cierto, las chimpancés lo hacen cada 36).
¡Hasta la semana que viene!
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