En los últimos meses, una serie de accidentes aéreos ha sembrado dudas entre los viajeros y en el aire ahora flota una pregunta: ¿es realmente seguro volar en 2025? La reciente emergencia en Toronto, en la que un avión de Delta Airlines aterrizó de forma abrupta, se suma a una lista de incidentes que han captado la atención mundial. Pero, ¿representan estas tragedias una tendencia preocupante o siguen siendo excepciones en un sistema de transporte altamente seguro?
El caso más impactante ocurrió el 29 de enero, cuando un avión de American Airlines chocó en pleno vuelo con un helicóptero militar cerca de Washington D.C., resultando en la trágica pérdida de 67 vidas.
A esto se suman otros siniestros de 2024, como el accidente de Jeju Air en Corea del Sur y el de Azerbaijan Airlines en Kazajistán, que dejaron un saldo total de más de 200 fallecidos en apenas unos días. Mientras tanto, incidentes como turbulencias severas y fallos mecánicos han alimentado la percepción de que la aviación podría estar atravesando una crisis de seguridad.
No obstante, las cifras cuentan otra historia. Según un estudio del Massachusetts Institute of Technology (MIT), el riesgo de fallecer en un accidente aéreo en el período 2018-2022 fue de 1 por cada 13,7 millones de abordajes, una mejora significativa respecto a décadas anteriores. A pesar de los recientes accidentes, 2024 sigue siendo un año en el que la aviación comercial transportó a más de 5.000 millones de pasajeros de forma segura.
Los factores de riesgo más importantes
Uno de los factores más relevantes en la seguridad aérea es el error humano. Las investigaciones indican que hasta el 80 % de los accidentes pueden atribuirse a fallos humanos, siendo la causa principal errores de los pilotos (53 %), mientras que los fallos mecánicos representan solo el 21 %. Por ello, cada incidente conlleva una serie de reformas en los procedimientos de entrenamiento y supervisión, fortaleciendo así la seguridad en los cielos.
En suma, los siguientes son los diez factores más frecuentes que causan accidentes en la aviación general (en todas ellas está implicado el factor humano, mayormente el del piloto):
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Preparación y/o planificación inadecuada antes del vuelo
Un vuelo seguro comienza mucho antes del despegue. No evaluar correctamente el clima, la ruta, el estado del avión o los procedimientos de emergencia puede llevar a situaciones peligrosas. La planificación previa permite anticipar riesgos y tomar decisiones informadas. -
No alcanzar y/o mantener la velocidad de vuelo adecuada
Volar por debajo de la velocidad mínima segura puede hacer que el avión pierda sustentación y entre en pérdida. Este error es especialmente crítico durante el despegue y el aterrizaje, cuando la altitud es baja y hay poco margen para corregir. -
Falta de control direccional
Mantener el rumbo del avión es esencial, especialmente durante el despegue, aterrizaje y en condiciones de viento cruzado. Una desviación en el control direccional puede llevar a salidas de pista o colisiones con obstáculos cercanos. -
Nivelación incorrecta
La nivelación es el momento en que el avión pasa de un descenso a un vuelo recto y nivelado antes del aterrizaje. Si se realiza demasiado pronto o demasiado tarde, puede resultar en aterrizajes bruscos, rebotes o incluso accidentes más graves. -
No ver y evitar objetos u obstáculos
En el vuelo visual, es fundamental estar siempre alerta a obstáculos como torres, cables eléctricos, otras aeronaves o terrenos elevados. La falta de vigilancia puede causar colisiones evitables. -
Mala gestión del combustible
Un error común en la aviación general es calcular mal el consumo de combustible, no verificar los niveles antes del vuelo o no cambiar correctamente entre tanques de combustible. Esto puede llevar a quedarse sin combustible en pleno vuelo, con consecuencias desastrosas. -
Decisiones o planificación inadecuadas en vuelo
La toma de decisiones en el aire es clave. No ajustarse a cambios en las condiciones meteorológicas, continuar un vuelo en condiciones peligrosas o elegir una ruta ineficaz pueden aumentar el riesgo de accidente. -
Mala estimación de distancias y velocidades
Juzgar incorrectamente la distancia a una pista de aterrizaje, a un obstáculo o la velocidad de aproximación puede provocar aterrizajes forzosos, salidas de pista o colisiones con el terreno. -
Selección de un terreno inadecuado para aterrizar
En casos de emergencia, es vital escoger un lugar adecuado para aterrizar. Intentar aterrizar en un terreno demasiado inclinado, irregular o con obstáculos puede agravar una situación ya de por sí peligrosa. -
Operación incorrecta de los controles de vuelo
Un uso inadecuado de los mandos de la aeronave, como un exceso de inclinación en un viraje o una respuesta brusca a una ráfaga de viento, puede comprometer la estabilidad del avión y provocar la pérdida de control.

Cómo se gestionan los riesgos
A pesar de los avances en seguridad, la industria aérea afronta desafíos en constante evolución. La creciente congestión del espacio aéreo, la escasez de controladores aéreos y la necesidad de modernizar la infraestructura de tráfico aéreo han sido señaladas como áreas de mejora. Problemas como tecnologías obsoletas y capacitación insuficiente en torres de control, lo que podría aumentar el riesgo de incidentes si no se aborda con rapidez.
Sin embargo, las comparaciones con otros medios de transporte siguen favoreciendo a la aviación. Dicho de forma clara y contundente: estadísticamente, es más seguro volar que conducir hasta el aeropuerto. El International Air Transport Association (IATA), en su informe más reciente, catalogó 2023 como un año “excepcionalmente seguro”, con una tasa récord de solo 0,03 accidentes fatales por cada millón de vuelos.
El futuro de la seguridad aérea
La historia de la aviación es también la historia de su mejora continua. Desde la implementación del control de tráfico aéreo tras la colisión del Gran Cañón en 1956 hasta los cambios en seguridad aérea luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001, cada tragedia ha impulsado avances cruciales.
Si bien los recientes accidentes han generado incertidumbre, los expertos coinciden en que la aviación sigue siendo el medio de transporte más seguro. Las investigaciones en curso y las regulaciones estrictas garantizan que cada incidente contribuya a fortalecer aún más los protocolos de seguridad. La modernización de los sistemas de control de tráfico aéreo y la continua capacitación de pilotos y controladores aéreos serán clave en los próximos años.
Así que, si tienes un vuelo programado, puedes abordarlo con confianza: la aviación, a pesar de sus desafíos, sigue siendo un símbolo de seguridad y eficiencia.
via Sergio Parra https://ift.tt/FWadcXI
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