Sentado cómodamente en el AVE, camino ya de Andalucía, un pensamiento me ronda por la cabeza desde hace rato: ¿qué será eso que los andaluces han bautizado como “Caminos de Pasión”? El propio slogan provoca. Provoca, claro está, un sentimiento religioso, profundamente religioso. Muy, muy sentido. Para quienes somos agnósticos, Dios no existe. Esto es así. Sin embargo, después de visitar los pueblos que conforman esta ruta y de vivir con ellos durante unos pocos días cómo se vive aquí la Cuaresma y la Semana Santa confieso que cuesta mantenerse firme en mis convicciones.
El nombre de la ruta no nace como por arte de magia. Cada una de las localidades que la conforma obliga a una parada solemne pues todos ellos hacen gala de una profunda tradición religiosa, en Cuaresma y en Semana Santa. Para Sara, nuestra gran anfitriona, la bella Sara,: “Caminos de Pasión permite vivir Andalucía, el alma de Andalucía. Aquí se han unido varias poblaciones del interior de la provincia para promocionar una propuesta ligada a la pasión por lo tradicional y popular de nuestra tierra. No sólo hablamos de Religión. Caminos de Pasión lo engloba todo, nuestra historia, nuestro patrimonio, nuestras tradiciones, nuestro paisaje, nuestra gastronomía…”, dice con orgullo. Los ojos le brillan. Sevillana hasta las cejas, ama Andalucía.
Y así es, efectivamente. La ruta fascina, fascina un montón: 10 localidades de las provincias de Córdoba, Jaén, Málaga y Sevilla ponen en valor su riqueza patrimonial. Que no es poco. Iglesias, fortalezas, ejemplos del barroco que son para volverse loco, colegiatas, museos… El objetivo es acercar al viajero el rico legado que tiene cada una de las poblaciones. Y por si todo esto no fuera suficiente por todas partes aparecen rastros de civilizaciones de otras épocas. Es la grandeza de “Caminos de Pasión”.
Llegados a este punto lo normal es preguntarse qué localidades traza la ruta. Hoy por hoy son 10 municipios del corazón andaluz: Alcalá la Real, Priego de Córdoba, Baena, Cabra, Lucena, Puente Genil, Osuna, Écija, Utrera y Carmona. Todas ellas se erigen como los verdaderos emblemas del turismo cultural e interior de Andalucía gracias a una riqueza patrimonial única que sólo una tierra milenaria como ésta puede ofrecer.
Si hay algo que ha transformado la Cuaresma y la Semana Santa es su carácter popular. Cualquiera que se acerque a estas localidades se dará cuenta que durante estos días el tiempo se vive distinto. De las mismas casas surgen olores de una repostería casera que se ofrece sin rubor al viajero: madalenas en Baena, pestiños en Lucena, torrijas en Osuna… Porque las cosas son así en Andalucía en esta época del año. La Religión, es cierto, lo invade todo. Pero también se hace especial hincapié en la historia, el arte, la naturaleza y las costumbres populares.
¿Y la gastronomía? Ay, La gastronomía… Merece un capítulo aparte. En todos estos pueblos se pueden degustar los mejores platos de la región, como el salmorejo del Restaurante Casa Pedro, en Puente Genil, las patatas en ajopollo de Lucena, el “pescaíto frito”, las albóndigas con pescado, el membrillo… Son sólo unos pocos ejemplos. Habría muchos más.
No puedo dar por cerrado este artículo sin mencionar el vino y el aceite. Eso son ya palabras mayores. Y es que por aquí se encuentran los mejores vinos y aceites de Andalucía, entre los que se encuentran las Denominaciones de Origen para los aceites de Baena, Priego de Córdoba o Puente Genil; y para el vino, la Denominación de Origen Montilla-Moriles (con un poco de suerte podréis disfrutar de una cata en las Bodegas Delgado, en Puente Genil).
Jueves 20 de marzo. Recién llegados a Lucena. Estamos en plena Cuaresma y aquí se respira ya de forma muy especial la Semana Santa. No, no es una celebración más del calendario. Esa Lucena que inspiró a Pedro Almodóvar momentos inolvidables de Hable con ella regala un gran patrimonio histórico, herencia de su pasado judío, árabe y cristiano. Aquí iniciamos nuestro particular periplo por los Caminos de Pasión. Caminos que nos llevará en los próximos días a visitar el resto de poblaciones que conforman la ruta. Desde luego no se puede negar que en todos ellos se descubre la expresión más genuina de la pasión andaluza por la religión, el flamenco, la Semana Santa, el patrimonio artístico, el vino, el aceite de oliva, la artesanía y la gastronomía. Todos ellos son los que hacen grande nuestra amada Andalucía.
Si en Cuaresma he vivido una experiencia inolvidable, ¿cómo se vive en estas localidades la propia Semana Santa? La mejor forma de descubrirlo es venir y disfrutar de la fiesta. ¿No creen?
Texto: Oriol Pugés – Reportaje fotográfico de Andrés Magai
QUE HAY QUE SABER. Los 40 días que preceden a la festividad de la Pascua, Cuaresma, se viven de diferente manera en los pueblos de Caminos de Pasión, que se centran en los preparativos de su Semana Santa. Son días en los que se organizan multitud de eventos que conjugan cultura, religión y tradiciones.
DÓNDE COMER. Restaurante Sierra de Araceli (Lucena). Restaurante la Ribera (Priego de Córdoba). Restaurante Mesón del Monte (Baena). Restaurante Casa Pedro (Puerto Genil) .
DÓNDE DORMIR. Hotel el Carmen *** (Puente Genil). Hotel Alcázar de la Reina**** (Carmona)
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via Oriol Pugés http://ift.tt/2o6ee64
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