El 4 de marzo es una fecha muy importante para nosotros, fue justo ese día en 2013 cuando Oriol irrumpió en nuestras vidas como un huracán. Este año le habíamos reservado una sorpresa muy especial para celebrar su cuarto aniversario, ya que su cumpleaños coincidía con nuestro segundo viaje a Tenerife y queríamos que su regalo fuera una experiencia inolvidable.
Tanto él como su hermano Teo sienten verdadera fascinación por los delfines y los cetáceos. Les encantan los documentales sobre estos mamíferos marinos (siempre después de Saber y Ganar, claro), así que cuando nos enteramos que una de las actividades estrella de Hotel Suite Villa María era una excursión para ver ballenas en Tenerife no nos lo pensamos dos veces.
Cumpleaños y sorpresas en Hotel Suite Villa María
Hace poco os explicamos que Hotel Suite Villa María es un alojamiento ideal para familias en Tenerife. Pese a tener todas las comodidades del mundo, Oriol fue fiel a su tradición de despertarse muy temprano, más sabiendo que ese día era tan importante para él. ¿No se cumplen cuatro años todos los días, verdad? Es un especialista consumado en anunciarnos a bombo y platillo que está despierto y por tanto en poner fin al privilegio de dormir de todos.
No sé si fue porque se encargó de decir a todo el mundo que era su cumpleaños durante el desayuno, pero al regresar a nuestra villa nos encontramos con la primera sorpresa del día. Un enorme pastel de chocolate y varios regalos de Hotel Suite Villa María le estaban esperando. Sin duda, son esos pequeños detalles los que marcan la diferencia para definir si un alojamiento es bueno o excelente. Eso le tuvo con una sonrisa de oreja a oreja todo el día… y eso que todavía faltaban las ballenas.
Dónde ver ballenas en Tenerife
La zona suroeste de Tenerife es uno de los mejores lugares de Europa para la observación de cetáceos, especialmente de calderones tropicales (ballenas piloto) y delfines mulares que son especies que habitan permanentemente en aguas próximas a la isla. El principal motivo es porque estos animales disponen de alimento abundante en estas latitudes del Atlántico, pero también porque en esa zona las aguas están bien protegidas de los vientos alisios.
Se estima que al sur de la isla viven entre 500 y 600 ejemplares de calderones tropicales y unos 300 delfines mulares, aunque se pueden observar hasta 21 especies distintas de cetáceos. Con mucha, mucha suerte puedes contemplar incluso ballenas azules u orcas, pero dependerá de la época del año en la que viajes a Tenerife.
Con estas condiciones tan extraordinarias, el avistamiento de ballenas en libertad es una de las actividades náuticas más demandadas en Tenerife. Existen varias empresas que ofrecen estos servicios con salidas desde los puertos de Los Cristianos, Los Gigantes y Puerto Colón que fue desde donde partió el velero al que subimos nosotros y al que llegamos cómodamente en un tránsfer que nos recogió en Hotel Suite Villa María.
Excursión en velero para ver ballenas en Tenerife
Nuestra experiencia previa con los cetáceos no nos hacía ser demasiado optimistas. Sabemos que muchas veces es cómo jugar a la lotería, ya que el comportamiento de los animales en su hábitat natural es muy caprichoso y difícil de predecir. Cuando Teo era un bebé de pocos meses intentamos ver ballenas en Islandia, pero el resultado no fue el que nosotros esperábamos.
Teníamos una espinita clavada con las ballenas y nos la quitamos navegando en aquel magnífico velero en Tenerife. A los pocos minutos de subir a bordo, el patrón del barco desplegó las velas y la embarcación alcanzó una velocidad bastante considerable. Poco después ya divisamos una pequeña manada de delfines que arrancaron las primeras onomatopeyas a los grumetes.
No obstante, el plato fuerte vino pocos minutos después cuando observamos a lo lejos un grupo de calderones tropicales muy numeroso que estaba descansando sobre la superficie. Es uno de esos momentos inolvidables en los que la naturaleza te hace un regalo inesperado que difícilmente olvidarás. Varios machos y hembras junto a sus crías se iban hundiendo y asomando continuamente para asombro de todos.
El velero se detuvo al ver las dorsales de aquellas ballenas piloto sobresalir de las aguas. Durante unos minutos no les quitamos ojo a aquellos magníficos animales que nos hicieron esbozar una sonrisa de oreja a oreja. Fue poco tiempo, pero los niños lo recordarán como una vivencia mágica. Cuando el bote se detiene es el mejor momento para tratar de sacarles fotos, pero también cuando más riesgo hay de mareo. Para evitar sobresaltos trata de tener una referencia y mirar al horizonte.
Tanto los calderones como los delfines son especies protegidas, así que el personal a bordo se estas embarcaciones suele ser muy respetuoso con los animales y grandes conocedores de su comportamiento. Para impedir que los cetáceos se sientan incómodos no suelen acercarse a menos de 60 metros y como máximo permanecen unos 30 minutos observándolos. Lógicamente ni permiten bañarse con los animales, ni alimentarlos, ni tocarlos.
Aquel numeroso grupo de calderones superó con creces las bajas expectativas que teníamos tras nuestra experiencia islandesa. Para no perturbar demasiado su rutina pronto levamos anclas y dimos un agradable paseo a vela bordeando el sur de la isla de Tenerife, con pícnic a bordo incluido. Fue una suerte que el avistamiento de ballenas se encontrata entre las actividades estrella de Hotel Suite Villa María, pero lo fue todavía más que coincidiera con el cuarto cumpleaños de Oriol. ¿Qué sorpresa le deparará el quinto?
Fotos del avistamiento de ballenas en Tenerife
via Pau http://ift.tt/2p7uwvE
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