domingo, 26 de abril de 2015

Lonely. Siempre nos quedará París

Siempre nos quedará París

A Ilsa, a Rick, a vosotros y por supuesto a mí, que me escapo a la capital de Francia en cuanto puedo, “siempre nos quedará París”. En busca de amor, cultura, bohemios cafés, compras o para tentar a la cigüeña, París es siempre una buena opción de viaje de las que alimentan el alma. 

No necesitamos que suceda nada nuevo en París, nos encantan sus clásicos, por eso en este viaje desplegamos el inventario de los seis monumentos más tradicionales que hay que visitar en una escapada a París.

“Si alguno de los dos muere –le dijo el marido a la mujer-, yo me trasladaré a París”. Sigmund Freud.

Basílica del Sacre-Coeur: vale, no es Notre Dame, de la que hablaremos más adelante, pero se trata sin duda de uno de los rincones más emblemáticos de París. Tan blanca y reluciente y con una espectacular cúpula de 83 metros, su silueta parece, de lejos y de cerca, casi un juguete bizantino que se divisa desde innumerables puntos de la ciudad. Place de St-Pierre, distrito 18.

La Torre Eiffel: es la gran dama de Francia, con permiso, otra vez, de Notre Dame. Este collage de hierro fue construido para la Exposición Universal de 1889 y se salvó por los pelos de la destrucción posterior. Menos mal, porque hoy es sin duda la estructura más reconocible no solo de París, sino del mundo entero y no de los monumentos más visitados. Campos de Marte, distrito 7.

El Louvre: mucho más que uno de los mejores museos del mundo (¿o era el mejor?), el hogar de la Mona Lisa y de la malograda Venus de Milo es también el espacio donde se exponen más de 400.000 obras de arte a lo largo y ancho de este precioso palacio, que comenzó como una fortaleza medieval y ganó peso gracias al empeño de Napoleón, a orillas del Sena. Quai de Louvre, distrito 1.

Centro Georges Pompidou: aunque solo existiera este centro en París, ya merecería la pena el viaje, sobre todo si se reserva mesa en su azotea, en el fabuloso restaurante Georges, que cuenta con unas espectaculares vistas de la Torre Eiffel (ver punto 2). Pero yendo al grano, el atrevido Pompidou es hoy un centro de tendencias de arte de los siglos XX y XXI que además atrae todo tipo de espectáculos callejeros en sus alrededores. Place George Pompidou, distrito 4.

Place Des Vosgues: es la plaza más antigua de París, y yo añado que también es la más bonita. Es pequeña, coquetona y de ladrillo rosa, y además Víctor Hugo vivió en el número 6, atravesando uno de sus bellos soportales. Está en el barrio de Le Marais, mi preferido en París, donde también encontrar el fantástico café Les Philosophes, distrito 4.

Catedral de Notre Dame: nos encontramos ante el centro histórico y geográfico de París y el sexto monumento de mi lista que se debe visitar siempre. Esta “sinfonía hecha de piedra” según palabras de Víctor Hugo, es una de las mejores opciones desde donde divisar París desde lo alto de la torre sur. Place de Parvis Notre-Dame, distrito 4.

Texto: Lorena G.Díaz

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