viernes, 11 de abril de 2025

Viajes. Tragedia en Nueva York: más preguntas que respuestas

La tarde del jueves 10 de abril, un helicóptero turístico se desplomó sobre las aguas del río Hudson, tiñendo de luto los cielos neoyorquinos. A bordo, viajaba una familia de Barcelona que había cruzado el Atlántico en busca de recuerdos: el padre, la madre, dos niños (11 y 4 años) y una niña de 5

La nave, un Bell 206L-4 LongRanger IV, se precipitó al agua tras un errático descenso que culminó en un violento impacto, invertida, como si el cielo hubiese decidido devolverla al suelo de la forma más cruel. Tres de los ocupantes fallecieron en el lugar, mientras que otros dos —niños— fueron trasladados a hospitales locales, donde poco después se confirmó su deceso.

Entre los fallecidos se encontraba Agustín Escobar, ejecutivo de Siemens, junto a su familia. La noticia fue confirmada por el alcalde de Nueva York, Eric Adams, quien expresó su consternación en una conferencia de prensa. 

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, calificó el suceso de "tragedia inimaginable", y se unió al duelo de los allegados. La comunidad internacional respondió con un mismo tono: incredulidad y pesar.

Cronología de la tragedia

Según datos de FlightRadar24, la aeronave había despegado desde el helipuerto de Manhattan a las 14:59 y realizó una ruta turística clásica: surcando el río Hudson, pasando por la Estatua de la Libertad, y alcanzando el puente George Washington. 

Fue entonces, al iniciar el viraje hacia el sur por la costa de Nueva Jersey, cuando se perdió el control. Todo el trayecto duró apenas dieciséis minutos, tiempo suficiente para transformar una jornada de maravilla en una escena de horror.

 

Vídeos compartidos en redes sociales muestran el momento en el que el helicóptero cae en el río Hudson. 

A las 15:17 horas se registraron las primeras llamadas de emergencia al 911 alertando del accidente en las inmediaciones del muelle Pier A, en Hoboken, Nueva Jersey. Equipos de rescate del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) y de los Bomberos (FDNY) acudieron de inmediato, sacando a seis personas del agua. 

Sin embargo, ya era demasiado tarde para la mayoría de ellas. La aeronave, operada por la compañía New York Helicopter Charter, quedó sumergida, envuelta en un silencio trágico bajo las aguas.

Aunque el helicóptero contaba con un certificado de aeronavegabilidad válido hasta 2029, las investigaciones apuntan ya a posibles fallos estructurales.

Causas del accidente

Las condiciones meteorológicas eran moderadas: visibilidad de 16 km, vientos con rachas de hasta 40 km/h y una leve lluvia sobre la ciudad. No obstante, algunos informes sugieren que piezas del helicóptero comenzaron a desprenderse antes de la caída, lo que ha llevado a las autoridades a investigar posibles fallos mecánicos previos. La Administración Federal de Aviación (FAA) y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) ya han desplegado un equipo especializado para investigar lo ocurrido.

En 2023, la FAA emitió una directiva que instaba a revisar y reemplazar el eje de transmisión del rotor de cola en varios modelos Bell 206L, incluidos los L-4, debido a incidentes previos. En 2022, otra alerta obligaba a inspeccionar las palas del rotor principal por riesgo de de laminación, una falla que puede tener consecuencias catastróficas.

Además, la compañía responsable del helicóptero ya había estado involucrada en otros dos incidentes investigados por autoridades federales. En 2015, un aterrizaje de emergencia en Nueva Jersey reveló posibles corrosiones en partes clave del aparato. Y en 2013, otro vuelo acabó sobre el agua, tras oírse un “bang” seguido de la alarma de motor apagado.

Otras tragedias en el HUDSON

El cielo de Nueva York ha sido también escenario de múltiples tragedias aéreas que han dejado su eco en las aguas del Hudson. En 2009, un avión de US Airways, milagrosamente amerizado por el capitán Chesley "Sully" Sullenberger tras chocar con una bandada de aves, convirtió al río en pista de salvación y símbolo de esperanza.

Pero no todos los desenlaces fueron tan afortunados. En 2018, un helicóptero turístico se estrelló cerca de la isla Roosevelt, cobrando la vida de cinco personas; en 2013, otra aeronave cayó al agua con cuatro pasajeros a bordo, tras un fallo mecánico que activó una alarma de motor. Incluso en 2011, un helicóptero privado se precipitó en las cercanías del Pier 6, dejando un saldo fatal. 

Cada uno de estos episodios, aunque separados por años, comparten un mismo telón de fondo: la conjunción entre turismo aéreo, zonas densamente transitadas y fallos que el tiempo aún no ha logrado borrar del todo.



via Sergio Parra https://ift.tt/Vt4DZNB

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