En 2015, el humorista Matt Little colgó en la red social Instagram un vídeo de una rata que arrastraba un pedazo de pizza por unas escaleras del metro de Nueva York. En poco tiempo aquella secuencia se hizo viral, al cabo de unos días ya contaba con millones de visitas. El autor afirmó después que la imagen servía de metáfora de lo que debían soportar los ciudadanos neoyorquinos, 'obligados a llegar muy lejos con una gran carga, aunque la vida solo te permite llegar hasta un punto'. Pero, más allá de esta comparación, lo cierto es que las ratas forman parte inherente del paisaje neoyorquino.
De hecho, llevan más de dos siglos campando a sus anchas por Nueva York. Estos roedores, que se cree llegaron a América en 1492 con los primeros colonizadores europeos, se convirtieron en una plaga de la que los neoyorquinos no han podido librarse hasta la fecha.
Hoy se calcula que hay unos 3 millones de ratas campando por la ciudad, 1 millón más que en la última década. Y eso tiene muy preocupado a las autoridades de la ciudad, que hace tiempo que han ideado sendos planes de desratización que hasta la fecha no han tenido éxito. Después de años de fracaso, el nuevo programa piloto para acabar con estos roedores apunta a una estrategia mucho más respetuosa con el medio ambiente: la esterilización.
Según las autoridades municipales, existen unos 3 millones de ratas en Nueva York.
Hasta la fecha, la ciudad de Nueva York ha elaborado extensos planes de erradicación basados generalmente en dos focos: las trampas y el veneno. Sin embargo, a pesar de la enorme inversión pública llevada a cabo, esta estrategia ha tenido efectos muy limitados. “Estos métodos no pueden competir con la biología y las matemáticas -apunta Jason Munshi-South, profesor de biología de la Universidad Fordham al rotativo New York Times-. Hay que tener en cuenta que las hembras alcanzan la madurez sexual en unas seis semanas y en determinadas condiciones, cada ejemplar puede parir entres dos o tres docenas de crías al año”.
Una vez se reproducen, no hay marcha atrás, pues cabe recordar que la alimentación es una de las máximas prioridades de estos animales, dotados de un olfato superdesarrollado para oler comida a largas distancias. Su afán por alimentarse es infinito, hasta el punto de que intentan establecer sus colonias allá donde hay comida disponible. Cuando localizan un lugar adecuado, lo marcan con orina y heces que funcionan como indicadores de una ruta para encontrar alimento seguro.
La "zarina" de las ratas
La cruzada de las autoridades municipales contra estos roedores no es nueva. Hace décadas que están en guerra contra estos roedores. Para erradicarlos han usado de todo: desde veneno, trampas, hilo seco, erradicación de los reservorios de ratas, así como proyectos ciudadanos para implicar a los vecinos en la erradicación de estos roedores. Pero sea de uno u otro modo, las ratas siempre acaban ganando la partida.
Pero ahora el actual alcalde de Nueva York, Eric Adams, quien ha manifestado en numerosas ocasiones su odio visceral a las ratas, ha decidido declarar la guerra total a estos roedores.
Una de sus primeras medidas fue el establecimiento de cuatro 'zonas de mitigación de ratas (En Bronx, Bedford-Stuyvesant/Bushwidk y East Village/Chinatows), con planes específicos que han conseguido, según sus datos, disminuir hasta un 45% de las poblaciones. El último movimiento: el nombramiento de una nueva responsable municipal de mitigación de roedores, una nueva figura municipal conocida como «zar de las ratas». Su misión: la coordinación de los organismos públicos, organizaciones comunitarias y otras entidades del sector privado para reducir radicalmente las poblaciones de estos roedores.
LA NUEVA ESTRATEGIA: ANTICONCEPTIVOS PARA ROEDORES
El nuevo plan de las autoridades neoyorquinas no se basa en veneno ni en trampas –dos métodos que no solo afectan a las ratas, sino que también diezman, según las autoridades conservacionistas, a la fauna salvaje de la ciudad– sino en anticonceptivos.
No es la primera vez que se lleva a cabo. A finales de la década de 1960, el entonces Gobernador de Nueva York, Nelson Rockefeller, ideó un método expeditivo para controlar las poblaciones de roedores en la ciudad de los rascacielos: impregnar comida con estrógenos procedentes de píldoras anticonceptivas humanas. No dio el resultado esperado, pero contribuyó a reducir significativamente las poblaciones de roedores de la ciudad.
La nueva estrategia, aprobada recientemente por las autoridades sanitarias de la Gran Manzana, implica una medida similar: unas bolitas saladas que las ratas confunden con comida y contienen un compuesto químico que esteriliza a los roedores, actuando como disruptor de la función ovárica y de la producción de espermatozoides.
Nueva York no es la primera ciudad que lleva a cabo una estrategia masiva basada en los anticonceptivos de ratas. Otras ciudades, como Boston, también han probado estrategias similares, pero en ningún caso se trata de estrategias generalizadas, sino que más bien se circunscriben a barrios concretos. La propagación de genes de infertilidad tampoco es nuevo. En 2017, el Gobierno británico puso en marcha un proyecto de modificación genética a partir de la técnica CRISPR en el que las bacterias 'cortaban' el ADN de tal manera que solo fuera capaz de trasmitir la descencendencia el cromosoma Y, lo que significaba que solo nacerían hembras.
Ahora, con ayuda de las nuevas tecnologías y combinado esta medida con una estrategia más eficiente de tratamiento de basuras, el Ayuntamiento de Nueva York intenta atajar la población de ratas a partir de un programa de esterilización. La nueva campaña se centrará en dos barrios, y si se logran avances, se llevará a cabo en toda la ciudad.
¿Cómo la llevarán a cabo? Con una fórmula ideada en 2016 como parte de un programa de investigación para estudiar las enfermedades cardíacas relacionadas con la menopausia de una firma comercial llamada ContraPest, que ya se ha probado en ratas del metro de Nueva York. El reto es obtener suficiente material para poder utilizarlo en toda la ciudad, algo que no parece inviable, habida cuenta el bajo precio del paquete. ¿Bastará esto para mitigar el acuciante problema de las ratas que acecha a la ciudad en Nueva York? El tiempo lo dirá.
via Sergi Alcalde https://ift.tt/f9MNswu
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