Lasse Kurkela quería dar una sensación de escala en esta fotografía de un arrendajo siberiano que vuela entre los árboles de un bosque dominado por abetos. Usó trozos de queso para acostumbrar a los arrendajos a su cámara controlada a distancia y para alentarlos a lo largo de una ruta de vuelo particular.
Los arrendajos siberianos usan los árboles viejos como despensas. Su saliva pegajosa les ayuda a pegar alimentos como semillas, bayas, o pequeños roedores e insectos en lo alto de los agujeros, grietas y líquenes de sus cortezas.
Fotografía galardonada con el primer premio en la categoría: 11-14 years de la Competición WildLife Photographer of the Year 2021
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