Sudáfrica siempre guardará un lugar muy especial en nuestro corazón porque fue el primer destino que visitamos en África. Se trata de un país con una historia reciente muy convulsa, pero con una variedad paisajística y cultural realmente abrumadora. Podríamos decir que tiene atractivos para todos los gustos y colores y se trata de un viaje ideal para conocer el continente negro por primera vez.
Animales salvajes en el Parque Nacional Kruger, playas de escándalo en Walker Bay, lugares con historia como Soweto o el Museo del District 6 en Ciudad del Cabo, buen vino en el valle de Franschhoek, emociones fuertes frente a las costas de Gaansbaai con el gran tiburón blanco… esto es sólo un aperitivo de los 10 lugares imprescindibles que ver en Sudáfrica.
Qué ver en el Este de Sudáfrica
Si quieres empezar a lo grande, te recomendamos que vueles directamente a Johannesburgo en el Este de Sudáfrica. Desde la ciudad más poblada del país tienes relativamente cerca el Parque Nacional Kruger, uno de los más espectaculares para ver animales salvajes en su hábitat natural.
Johannesburgo, la ciudad más poblada de Sudáfrica
Aunque Johannesburgo sea la ciudad más grande y poblada de Sudáfrica, curiosamente no es ninguna de las tres capitales oficiales del país (pero sí lo es de la provincia de Gauteng).
Joburg como es conocida popularmente por los sudafricanos no es tan bella como Ciudad del Cabo, pero tiene lugares históricos para visitar muy interesantes. Tiene algunas zonas que no son demasiado seguras para el viajero así que aplica el sentido común para evitar riesgos o utiliza el autobús turístico.
El downtown o centro de Johannesburgo podría considerarse el distrito financiero de Sandton donde se encuentra la Nelson Mandela Square. Algunos de los puntos más interesantes de la ciudad son la Constitution Hill, la Torre Carlton que al ser la más alta de África te regala unas vistas espectaculares, el imprescindible Museo del Apartheid o el histórico distrito de Soweto.
Si eres amante del fútbol también te interesará visitar el estadio Soccer City donde España se proclamó campeona del mundo de fútbol en 2010.
Parque Nacional Kruger, buscando a los ‘Big 5’
Hacer un safari para ver animales en su entorno natural es una experiencia muy emocionante en todos los sentidos. Mucho más si tienes la suerte de hacerlo en un lugar con tanta diversidad de especies como la reserva privada de Sabi Sands en el Parque Nacional Kruger de Sudáfrica.
Lógicamente al tratarse de la naturaleza en su máxima esplendor para que la experiencia de un safari sea redonda influye mucho la suerte. Aunque también depende de la cantidad y variedad de especies que habiten en ese destino.
Se calcula que en el Parque Nacional Kruger de Sudáfrica viven más de 500 especies de aves y 147 de mamíferos. A partir de ahí influye mucho la zona que escojas para tu safari y de la época del año. Nosotros tuvimos la suerte de ir en temporada de crías, vimos incluso algunas recién nacidas, todavía con el cordón umbilical colgando.
Otra variable que debes tener en cuenta es que en las zonas públicas del Kruger no te puedes salir de los caminos, lo cual disminuye la probabilidad de ver a las fieras, mientras que en Sabi Sands sí puedes abandonar las pistas acompañado de un ranger. Si tu guía es bueno puedes ver los «big 5» en menos de 24 horas como nos sucedió a nosotros. ¡¡¡Alucinante!!!
Aquí puedes leer nuestra experiencia de safari en el Parque Kruger de Sudáfrica y nuestro alojamiento Cheetah Plains.
Qué ver en la Península del Cabo y el Sur de Sudáfrica
Ahora que ya hemos satisfecho nuestras ansias de ver animales salvajes en el parque Kruger, volamos directamente a Ciudad del Cabo para disfrutar de una de las ciudades más espectaculares de África. Eso sí, la Península del Cabo y el Sur de Sudáfrica van a regalarte lugares para visitar totalmente inesperados.
Ciudad del Cabo, una de las ciudades más increíbles de África
Dice el Premio Nobel de Literatura sudafricano, John Maxwell Coetzee, que Ciudad del Cabo es una urbe «pródiga en belleza, en bellezas» y lo cierto es que no le falta ni un ápice de razón.
Esta metrópolis austral está situada en un entorno privilegiado, quizá uno de los más seductores del mundo. Bahías adornadas con preciosas playas, acantilados que rugen hacia el Cabo de Buena Esperanza y picos de granito que la coronan para componer una estampa muy seductora que se divisa desde cientos de kilómetros a la redonda, especialmente la imponente Table Mountain o los 12 Apóstoles.
Además de la mencionada Table Mountain a la que puedes acceder en teleférico o divisar desde Signal Hill, en Ciudad del Cabo no te puedes perder el colorido barrio malayo de Bo-Kaap, el Museo del District 6 sobre el apartheid, la céntrica Greenmarket Square, el animado Waterfront Victoria & Alfred, dar un paseo por la preciosa Long Street o visitar la famosa y televisiva pastelería Charly’s Bakery.
Otro lugar cargado de historia es la mítica Robben Island, donde se encuentra la cárcel donde estuvo encerrado Nelson Mandela durante casi dos décadas.
Otra actividad que nos encantó, fue la de dar un paseo en helicóptero sobrevolando Ciudad del Cabo. Una experiencia inolvidable en la que compruebas con tus propios ojos el increíble entorno de esta bellísima ciudad africana.
Braai en el township de Gugulethu
Una de las experiencias que mejor recuerdo nos trae a la mente del viaje a Sudáfrica es la de disfrutar de una Braai o barbacoa en el township de Gugulethu.
A pesar del final del apartheid, en muchos lugares de Sudáfrica se siguen notando las grandes diferencias entre blancos y negros. Habitualmente los township tienen fama de ser poco seguros y suelen estar vetados a la gente blanca, aunque hay alguna excepción que rompe la regla y que son un perfecto ejemplo de que se puede convivir en perfecta armonía.
Un ejemplo de este mestizaje cultural es Mzoli’s, una fusión entre carnicería, restaurante y discoteca ubicado en Gugulethu, un township emplazado en los alrededores de la Ciudad del Cabo.
En este peculiar enclave, gente de todas los procedencias y razas acude a disfrutar de la buena carne a la brasa, aderezada con una salsa secreta que puedes degustar en mesas con muy buena música en directo. Nosotros fuimos domingo por la mañana y disfrutamos de una de las mejores fiestas de nuestra vida.
Península del Cabo y los 12 Apóstoles
Quizás lo que más suele llamar la atención de esta zona de Sudáfrica son las numerosas rutas que parten desde Ciudad del Cabo y que están emplazadas a pocas horas en coche de esta ciudad.
Lugares como la Reserva Natural De Hoop, la famosa Ruta Jardín que va de Ciudad del Cabo hasta Port Elizabeth o la carretera escénica al Cabo de Buena Esperanza son claros ejemplos de ello.
No obstante, si no dispones de mucho tiempo, una gran opción es conducir hasta la célebre Camps Bay Beach. Se trata de una playa de arena blanca realmente increíble que te regala una vista incomparable de los 12 Apóstoles, quizás las formaciones rocosas más famosas de Table Mountain.
Las playas vírgenes de Walker Bay
Una de las zonas costeras de extrema belleza que puedes visitar en el cabo sudoeste de Sudáfrica es la reserva natural de Walker Bay. Se trata de una zona donde se van sucediendo interminables playas vírgenes de 30 kilómetros de longitud en las que puedes avistar ballenas francas cuando van a criar de julio a finales de noviembre.
Tuvimos la gran suerte de sobrevolar esta zona en avioneta de cuatro plazas con African Wings y disfrutar de la desgarradora naturaleza a vista de pájaro. Además de los paisajes, lo que más suele llamar la atención de esta experiencia es divisar las siluetas de los grandes tiburones blancos que habitan en la zona.
Betty’s Bay y los pingüinos de Stony Point
Si en el Parque Nacional Kruger disfrutamos de lo lindo viendo animales salvajes en su entorno natural, en Stony Point puedes pasear junto a una enorme colonia de una de las especies más adorables del planeta… el pingüino africano.
Este enclave se encuentra en Betty’s Bay, ubicado estratégicamente entre Ciudad del Cabo y Gansbaai (donde los turistas suelen ir a avistar tiburones blancos), donde el paisaje es una bellísima sucesión de acantilados y playas.
En Stony Point se calcula que viven más de 6000 pingüinos a los que puedes observar desde una pasarela perfectamente ubicada para fotografiar a estas gracias aves blanquinegras.
Gansbaai y el gran tiburón blanco
Gansbaai es un pueblo de pescadores que vive del turismo y actividades relacionadas con el avistamiento, buceo y submarinismo con tiburones blancos. Esta fascinante especie marina se encuentra en peligro de extinción y en la zona se les respeta muchísimo.
Viajeros llegados de todo el mundo viajan hasta esta pequeña localidad sudafricana cada año para estar cara a cara con el tiburón blanco. Gansbaai está ubicada a unas dos horas y media en coche de Ciudad del Cabo, justo enfrente de Dyer Island.
Esta isla está repleta de focas y en un entorno que cumple todas las características necesarias para que sea el lugar del planeta donde se han avistado más ejemplares de tiburones blancos.
La aventura empieza en el puerto de Kleinbaai desde donde parten muy temprano los barcos que salen a avistar al tiburón blanco. Hay muchas compañías que ofrecen este servicio repartidas por todo Gansbaai, nosotros nos subimos a la embarcación de Marine Dynamics cuyo precio ronda los 2100 rand sudafricanos (120 €).
Lee aquí nuestra experiencia sobre ver tiburones blancos en Sudáfrica.
Stellenbosch, el Valle de Franschhoek y las bodegas de Sudáfrica
Hay más de 20 regiones vinícolas alrededor de Ciudad del Cabo, así que cualquier entendido en vinos no debe desaprovechar su viaje a Sudáfrica para visitar alguna de las bodegas más impresionantes del mundo.
El origen de la viticultura en este país africano se remonta a finales del siglo XVII con la llegada de los alemanes del norte y, especialmente, de los hugonotes franceses a la cornisa de los elefantes o Valle de Franschhoek.
La zona goza de un clima ideal para la producción del vino y está repleto de enormes fincas bodegueras de estilo colonial holandés donde disfrutar de agradables paseos mientras observas su peculiar arquitectura, saboreas una rica gastronomía, y por supuesto, degustas la producción vitivinícola local.
Entre los bellos e interminables viñedos de la zona, tuvimos la suerte de visitar las fincas de La Motte Wine Estate en Franschhoek y Boschendal cerca de Stellenbosch. A pesar de estar en África, la sensación por el paisaje, el clima y el ambiente eran lo más parecido a las grandes regiones vinícolas de Europa.
La Reserva Natural de Grootbos
Nuestra base de operaciones para explorar el cabo sudoeste de Sudáfrica fue la preciosa Reserva Natural de Grootbos, situada en un entorno realmente privilegiado entre el mar y la montaña. En este enclave tuvimos la suerte de alojarnos en el espectacular Grootbos Forest Lodge .
La zona de 2.500 hectáreas tiene un valor ecológico incalculable, donde puedes disfrutar de primera mano de fauna como ballenas, tiburones, delfines, focas o pingüinos africanos.
También de una diversidad botánica de lo más variopinta. De hecho, en este rincón de Sudáfrica cuentan que hay el triple de especies vegetales que en la selva amazónica, siendo el 70 por ciento de ellas endémicas.
¿Qué te han parecido estos 10 lugares imprescindibles que ver en Sudáfrica? ¿Necesitas ayuda para tu primer viaje a Sudáfrica? Esperamos tus preguntas o sugerencias en los comentarios. Tienes más información en la web de Aventura África, la empresa especialista en viajes a África con la que viajamos nosotros.
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