Promovida por la Fundación Elkano y la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía, la Expedición Magallanes - Elkano es la aventura que nos va a ocupar estos próximos días. Con ella vamos a intentar emular a quienes hace quinientos años partieron en expedición allende los mares, a las Islas de las Especias. Embarcados en nuestras bicicletas, si se nos permite el símil, atravesaremos la península a lo largo de 1.605 kilómetros, desde Euskadi a Andalucía, pasando Castilla y León y Castilla-La Mancha. En total serán once días, del 9 al 19 de septiembre, en un recorrido que estará lleno de paisajes increíbles y de geografías distintas que seguro nos van a calar muy profundo.
Somos un equipo constituido por: Josu Iztueta (Tolosa 1957), quien durante 40 años ha conducido la mítica Nairobitarra; Nacho Dean (Málaga, 1980), naturalista y explorador que entre 2013 y 2016 dio la vuelta al mundo a pie para documentar el cambio climático; Emilio Martín (Huelva, 1982), doble Campeón del Mundo de Duatlón en 2012 y 2015; María Pujol (Sevilla, 1982 ) triatleta profesional; Ana Zamorano (Sodupe, 1992), viajera, fotógrafa y realizadora de vídeo documental; así como también el director de la Fundación Elkano, Ion Irurzun.
Sabemos que esta ruta ha de servir para poner en valor y visibilizar temas que consideramos son de máxima actualidad, tales como son la conservación del medioambiente, la riqueza de la diversidad cultural, el valor del esfuerzo, del sacrificio, lo importante que es que nos adaptemos a los cambios que llegan. Cambios tan recientes como los que estamos viviendo con la irrupción de la COVID-19. En definitiva, once días para volver la mirada a lo próximo.
Primera etapa: Getaria-Bilbao (9 de septiembre)
Fueron muchos los gritos de ánimo en la despedida en el frontón de Getaria. Comenzar así a pedalear los primeros kilómetros hasta Bilbao es una auténtica gozada. En esta primera etapa hemos podido pasar por varios enclaves de la costa vasca,como Zumaia, Itziar, Deba, Bermeo y Barakaldo. Todos ellos, municipios que aportaron navegantes y medios a las naos que conformaron la histórica expedición. También Ondarroa, de donde era el armador de la nao Victoria, Lekeitio, de la Trinidad y Erandio de la San Antonio. Por supuesto, el cariño con el que nos despidieron al arrancar la jornada tampoco ha faltado a la llegada al Itsasmuseum de Bilbao.
Segunda etapa: Bilbao-Burgos (10 de septiembre)
Después de amanecer, empezamos a rodar con muchas ganas dejando la costa con dirección hacia el interior. Saliendo de Bilbao, en la subida a Balmaseda se nos unieron dos ciclistas bilbaínos. Así que nos pusimos a rueda con ellos y nos regalaron una salida fácil y cómoda a buen ritmo. Una vez dejamos la ciudad atrás, transcurrió la carretera por tramos muy bellos que nos brindaron la oportunidad de conversar mucho entre nosotros.
Comienzan las primeras conversaciones en grupo y eso está muy bien, que no se nos puede olvidar que entre tanto pedalear también hemos venido aquí a reflexionar. Eso también forma parte de esta bonita aventura. El paso por Espinosa de los Monteros, recordando a Gómez de Espinosa, capitán de la Trinidad, fue uno de los hitos clave de la jornada.
Fue subiendo el puerto del Cabrio cuando la jornada se puso algo más exigente a nivel físico. Empezamos a sentir mucho el calor y la sensación de cansancio. Pero es compatible sufrir y disfrutar, ¿verdad? Al entrar en Castilla-León, pudimos apreciar el cambio de paisaje. Luego pudimos rodar muy rápidos hasta la hora de comer y ya nos relajamos un poco hasta llegar a la meta del día.
Con el final de etapa, nos aguardaba aún un regalo más en el Museo de la Evolución Humana. La estructura metálica de color rojizo, diseñada por el arquitecto Juan Navarro Baldeweg, nos sirvió a modo de señal de final de trayecto. Allí, la antropóloga María Martinón-Torres nos habló acerca de cuándo empieza el ser humano a viajar. Todo un viaje al pasado de la humanidad hasta el momento en que comenzaron a aparecer las características que nos hacen un poco diferentes respecto a nuestros parientes más cercanos del mundo animal.
Con una jornada así es fácil imaginar que, cuando plantamos las tiendas de campaña y las esterillas en el camping, nos fuimos quedando dormidos con esa clase de sonrisa y paz interior que da la satisfacción de haber vivido una experiencia excepcional.
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