En el mejor de los escenarios, el fin del confinamiento a causa del COVID-19 tardará todavía algunas semanas en llegar. Que hallamos entrado en esta primera fase del desconfinamiento -el cual algunos se empeñan en denominar desescalada, pese la cuesta económica a la que tendremos que hacer frente durante años- no significa que todo vaya a volver a la normalidad de un día para otro.
Así, según el estudio titulado Projecting the transmission dynamics of SARS-CoV-2 through the postpandemic period y publicado recientemente en la revista Science, es posible que, además de mantener las precauciones relacionadas con la higiene, tengamos que seguir adoptando ciertas medidas de distanciamiento social hasta 2022. La buena noticia es que tras sopesar personalmente lo que ello puede suponer para la privacidad individual de cada uno, nuestros smartphones pueden ayudarnos a cumplir las normas..
Es posible que tengamos que seguir adoptando ciertas medidas de distanciamiento social hasta 2022
Antoni Pérez Navarro, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación y subdirector de investigación del eLearn Center de la Universidad Abierta de Cataluña -UOC por sus siglas en catalán- asegura que "en los próximos meses aumentará el uso de los smartphones en el ámbito de la telemedicina. De hecho, según otro estudio publicado recientemente en GlobalWebIndex, el cual se pregunta si el coronavirus está llamado a revolucionar la medicina virtual, en Estados Unidos y Gran Bretaña ya el 8 % de la población es usuaria de servicios desarrollados para detectar el SARS-COV-2 de forma remota.
Si bien estas son solo algunas cifras, Pérez Navarro cree, no obstante, que aún nos quedan por ver muchos otros avances. "Por ejemplo, aún faltan teléfonos capaces de medir información como la temperatura corporal con precisión aceptable, y herramientas de inteligencia artificial que te hagan recomendaciones y avisos a partir de esta información", señala el profesor de la UOC. Sin embargo, de momento, ya podemos protegernos de distintas maneras frente al COVID-19 mediante nuestros smartphones. Para ello se han diseñado en apenas unas pocas semanas aplicaciones como Crowdless, que lanzada por Lanterne con el apoyo de la Agencia Espacial Europea -ESA-, previa consulta, puede ayudar al usuario a evitar coincidir con mucha gente en el supermercado o la farmacia.
También con el objetivo de mantener la distancia de seguridad recomendada por la Organización Mundial de la Salud, Snapchat ha lanzado el filtro llamado My Social Distance, el cual se apoya en la realidad aumentada para avisarnos en caso de encontrarnos demasiado cerca de otras personas."A través de la identificación de los pies del usuario por medio de la cámara del móvil, calcula la distancia recomendada por la OMS para evitar contagios y dibuja un diámetro de seguridad alrededor", explica Luis Villarejo, también investigador de la UOC y CEO de Immersium Studio. "Cuando detecta que otra persona ha incumplido la distancia social recomendada y ha entrado en nuestro espacio de seguridad, el círculo que estaba en verde se vuelve de color naranja" añade el investigador a la vez que recuerda que este filtro se ha desarrollado conjuntamente con la OMS.
Thanks to @Snapchat for their support to the #COVID19 response, not only for ensuring their mostly-young users have access to trusted information on #COVID19, but also for using the power of tech & creativity to contribute to the Solidarity Fund. https://t.co/mRuAjcZ10G
— Tedros Adhanom Ghebreyesus (@DrTedros) April 8, 2020
Desde un médico en línea, hasta una madre que te recuerda lavarte las manos
Como señala el investigador de la UOC, la realidad aumentada es una de las tecnologías a las que los desarrolladores de aplicaciones móviles están acudiendo para hacer de nuestros smartphones un elemento de protección contra el coronavirus. Otro ejemplo es Vuforia Chalk, una aplicación móvil con la que se facilita la asistencia remota para la reparación de maquinaria o electrodomésticos sin que el técnico tenga que desplazarse y evitando así exponernos a ningún peligro. A través de ella, el técnico y la persona que necesita la reparación se comunican verbal y visualmente, de modo que el técnico puede dibujar sobre la imagen con realidad aumentada los pasos necesarios para reparar la avería en cuestión.
Incluso nuestro móvil puede recordarnos que hace tiempo que no nos lavamos las manos, una de las medidas de higiene fundamentales para evitar el contagio. Como explica Manuel Armayones, investigador del Behavior Design Lab del eHealth Center de la UOC, "lavarse las manos con mucha frecuencia y evitar tocarnos la cara deben convertirse rápidamente en nuevos hábitos. El reto es introducirlos en nuestras rutinas diarias. Podemos lograrlo si somos conscientes de su importancia, los vamos repitiendo, y nos felicitamos y lo celebramos cada vez que lo hacemos para automatizarlos más rápidamente". Para acordarnos podemos utilizar simplemente la opción "recordatorios" del calendario de nuestro smartphone. Sin embargo, para quienes necesiten ayuda extra, Samsung ha lanzado una aplicación llamada HandWash, con el fin de crear alertas que nos inviten a lavarnos las manos con la frecuencia necesaria, además de recordarnos que cada lavado debe mantenerse al menos durante veinte segundos.
Desde hace unas semanas, también podemos descargarnos otras aplicaciones que nos ayudan a orientarnos sobre nuestro diagnóstico y evitar visitas al médico que no sean esenciales, además de posibilitar un seguimiento domiciliario. Entre ellas se encuentran STOP COVID19 CAT, CoronaMadrid, COVID-19.EUS o CoronaTest Navarra, impulsadas por los departamentos de Salud de Cataluña, la Comunidad de Madrid, el Gobierno vasco y el de Navarra, respectivamente. Por su parte, Andalucía y la Comunidad Valenciana han actualizado la información sobre el COVID-19 las aplicaciones oficiales de salud que ya estaban disponibles, mientras que otras comunidades, como Castilla y León y Galicia, han desarrollado sus propios test de autoevaluación.
"Si no se comparte información entre países o regiones, no se podrán desarrollar políticas inteligentes"
Respecto a este tipo de aplicaciones y test, Albert Barberà, director del eHealth Center de la UOC, señala que pueden convertirse en una gran herramienta siempre que el liderazgo recaiga en quienes toman las decisiones sobre la salud pública, de forma que se pueda asegurar la calidad de los datos y que estos sean interoperables entre comunidades autónomas y países. "De lo contrario, tendríamos una gran desventaja, porque en esta situación la respuesta tiene que ser global y, si no se comparte información entre países o regiones, no se podrán desarrollar políticas inteligentes", advierte.
Bluetooth para frenar la propagación del virus
La rapidez con la que ha sido posible desarrollar herramientas como estas responde a la urgencia de la situación, pero no hubiera sido posible hace unos años. Como señala Antoni Pérez Navarro, "los entornos de desarrollo actuales permiten llevar a cabo proyectos en muy poco tiempo. Y además, gracias a las iniciativas de acceso abierto a los resultados de las investigaciones hay disponible en Internet mucha información, lo que permite a algunas aplicaciones unir varias fuentes de información y cruzarlas".
Por ello se prevé que el mundo de las aplicaciones seguirá creciendo a gran velocidad, aunque dicho desarrollo también está planteando preguntas. Cita como ejemplo las apps de trazabilidad de rutas de personas y contactos con la enfermedad. «Esto puede ser muy útil al inicio de una pandemia o en enfermedades de baja incidencia, pero ¿es útil cuando hablamos de enfermedades que se espera que afecten a un alto porcentaje de la población? Si, por ejemplo, subimos a un vagón repleto de personas, sabemos seguro que entraremos en contacto con personas que tengan la enfermedad», señala como ejemplo.
En ese campo es precisamente en el que se está desarrollando el sistema que ha logrado unir a Google y Apple, que en un comunicado conjunto explicaban que usarían la tecnología Bluetooth para ayudar a los gobiernos y las agencias de salud a reducir la propagación del virus. Se trata de un sistema de seguimiento de personas que estará integrado en iOS y Android para que los dispositivos móviles sirvan como rastreo de posibles contagios, lo que suscita algunas dudas. "Creo que Europa tiene tecnología suficiente para desarrollar este sistema, aunque confiar en empresas privadas que no se rigen por la normativa europea plantea algunas reservas. Otra cosa es que este sistema conjunto de Google y Apple se refiera solo al desarrollo tecnológico, que siempre es bienvenido, y no a la gestión", concluye Barberà.
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