Admitimos que cuando te pones a organizar un viaje a París de pocos días te puedes volver loco para hilvanar un itinerario coherente. La capital de Francia tiene tantos rincones interesantes y experiencias atractivas que es muy difícil descartar o seleccionar las más sugestivas. La ciudad que enamoró a Víctor Hugo, Picasso o Van Gogh es maravillosa, y eso provoca que le salgan pretendientes por todas partes. No obstante, por muchos turistas que haya es una ciudad para pasear, callejear y perderte en en busca de tu propia historia con la Ville lumière.
Aunque parezca una verdadera osadía, vamos a ir directamente al grano. En un ataque de locura vamos a ponernos manos a la obra y seleccionar una decena de rincones esenciales parisinos. No va a ser la lista más original ni rebuscada del mundo, sino una colección de indispensables para un primer viaje a la capital francesa que puede serte muy útil. Sin más dilación, este es nuestro top 10 de lugares imprescindibles que visitar en París.
Torre Eiffel, el símbolo de París
Si te das cuenta, vamos por la segunda foto de París en este artículo y la Torre Eiffel ya ha aparecido en ambas. Seguro que Alexandre Gustave Eiffel no imaginó la repercusión que tendría el proyecto que ideo para la Exposición Universal de 1889 en París. Su Torre Eiffel se ha convertido en el icono de la ciudad, de Francia y seguramente en uno de los monumentos más reconocibles del mundo entero. Por méritos propios (y también gracias al marketing) se ha transformado en el oscuro objeto de deseo para todos aquellos que quieren emprender un viaje a París. ¿Te irías de París sin subir a la Torre Eiffel? Pues sí amigos y amigas, somos de ese extraño grupo de personas que no quiso aguantar colas de varias horas para fotografiar la Ciudad de la Luz desde uno de los miradores más conocidos de la capital francesa. Nos quedamos sin el premio gordo y con el rabo entre las piernas. Hicimos unas cuantas fotos por los alrededores del monumento, pero al ver el panorama y la cantidad de gente que había pasamos a otra cosa, mariposa. Si dispones de tiempo, estás en buenas forma y no tienes vértigo puedes subir a pie. Aun así es innegable que es el monumento más icónico de París y debía encabezar esta lista.
Cómo llegar a la Torre Eiffel de París: En la línea C del RER puedes parar en la estación Champ de Mars-Tour Eiffel. En Metro puedes acceder con la línea 9 parando en la estación de Trocadero, línea 6 en Bir-Hakeim o línea 8 en Ecole Militaire. En autobús la parada más cercana es la de la línea 82 a sólo 3 minutos a pie de la Torre EIffel o la 42 a 5 minutos.
Consejo ¿Dónde comer en París?
Probablemente París sea una de las ciudades del mundo con mayor variedad de restaurantes por metro cuadrado. Sin embargo, cuesta mucho encontrar la triple B (bueno, bonito y barato) o si tienes la suerte de dar con un local que cumpla estos requisitos probablemente no encuentres una mesa ni en sueños. Ya sea en la capital francesa o en muchísimos otros lugares del mundos solemos utilizar la guía de los mejores restaurantes de El Tenedor. Siempre suele haber excelentes promociones o te facilita mucho la vida a la hora de reservar una mesa. Échale un vistazo a los mejores restaurantes de París según El Tenedor.
Museo del Louvre, el hogar de La Gioconda
El Louvre en sí mismo es abrumador. Continente y contenido son mareantes. La pirámide de Pei Leoh Ming es realmente maravillosa. No importa su aparente sencillez o que la hayas visto miles de veces en la tele o en revistas. Te deja sin palabras. Con semejante envoltorio imagínate como es el regalo. 60.000 metros cuadrados de museo que exhiben más de 30.000 piezas, muchas de las cuales serían la principal atracción de cualquier otro museo del mundo. Allí compiten sólo primeras espadas, la creme de la creme, la canela fina de las obras de arte. La Gioconda de Leonardo da Vinci, la Venus de Milo, la Victoria de Samotracia, Las bodas de Caná de Veronés, Betsabé en el baño de Rembrandt, La encajera de Vermeer… así hasta 30.000 obras maestras que van desde antigüedades egipcias, hasta pintura europea del siglo XIX, pasando por arte islámico o antigüedades asiáticas.
Cómo llegar al Museo del Lovre de París: en Metro puedes acceder con las líneas 1 y 7 y bajarte en la parada de Palais Royal-Musée du Louvre. En bus tienes paradas relativamente cerca del museo con las líneas 21, 24, 27, 39, 48, 68, 69, 72, 81 y 95.
Catedral de Notre Dame de París
Dijo Víctor Hugo que “inspiración y genio son casi la misma cosa” y al contemplar la Catedral de Notre Dame sólo puedes asentir y pensar que merece todos los apelativos y piropos que le han dedicado literatos y artistas a lo largo de los siglos. Los rosetones, los arbotantes, las columnas, vidrieras, las famosas gárgolas y sus expresiones desgarradoras. Estás, a todas luces, ante el cenit de la arquitectura gótica. Si quieres subir a las torres prepárate para varias horas de cola y luego subir por una empinada escalera de caracol. No obstante, las vistas compensan con creces la larga espera. Las panorámicas y el coqueteo con las famosas gárgolas son una sensación maravillosa. Fue allí donde decidimos que no haríamos ninguna cola más. París bien vale una misa, pero no tenemos toda la eternidad para celebrarla.
Cómo llegar a la Catedral de Notre Dame: si pillas la línea 4 de Metro, debes apearte en cité. Si te viene mejor subir a uno de los trenes RER, la estación más próxima es Saint-Michel-Notre-Dame de las líneas B y C. En autobús, puedes coger las líneas 21, 38, 47, 85, 96.
El Arco del Triunfo
Algunos de nuestros ídolos de la infancia alcanzaron la gloria bajo el Arco del Triunfo. Perico Delgado o Indurain saborearon las mieles de la victoria en París y nos endulzaron muchas tardes a los españolitos. Lo cierto es que cuando llegas hasta allí es imposible no sentirte un liliputiense ante una mole de 50 metros de alto por 45 de ancho. Es el epicentro de la rotonda más grande del mundo. Una vez entras, peldaño a peldaño alcanzas la cumbre. El Arco del Triunfo te regala una vistas privilegiadas de París. Desde arriba, es espectacular contemplar la forma de estrella que tiene la Place Charles de Gaulle, y como parten de sus esquinas enormes avenidas que parecen estelas. Todo es diminuto, excepto algunos iconos como la Torre Eiffel o La Defense.
Cómo llegar al Arco del Triunfo de París: En Metro puedes acceder con las líneas 1, 2 y 6 hasta la parada Charles de Gaulle-Etoile. En los trenes RER la línea A te dejará en Charles de Gaulle-Etoile. En autobús puedes tomar las líneas 22, 30, 31, 52, 73 y 92.
Campos Elíseos de París
Parándome a pensar un poco, se me ocurren pocas calles tan célebres en el mundo como los Campos Elíseos. La caminata por esta famosa avenida es realmente deliciosa. Desde la Place de la Concorde a la Charles de Gaulle es como un desfile de modelos de alta costura… y no sólo por las carísimas tiendas que engalanan las fachadas, sino por la colección de edificios espectaculares que la jalonan. Entre paso y paso es inevitable que la mirada se vaya fijando en monumentos que están diseñados para llamar la atención del viajero. El Petit Palais y el Grand Palace, compiten con las tiendas de las firmas más glamurosas de la Ciudad de la Luz. El punto de partida o el final, según se mire, es el imponente Arco del Triunfo.
Cómo llegar a los Campos Elíseos de París: pueden servir las mismas referencias que para llegar al Arco del Triunfo. No obstante, hay parada de metro en Concorde, Champs-Élysées-Clemenceau, Franklin D. Roosevelt o George V.
Montmartre y la Basílica del Sacré-Coeur
El cine se ha encargado de forjarnos una imagen de París equivalente a la que se pueden ver por las calles de Montmartre. París es un rodaje constante, desea exportar al mundo su imagen de ciudad romántica, glamurosa, encantadora. Woody Allen con su Midnight in Paris, Moulin Rouge de Baz Luhrmann y, sobre todo, Amelie de Jean-Pierre Jeunet han fraguado la estampa que el turista espera encontrar en París. Montmartre es probablemente el barrio con más encanto de París, aunque dudamos que los parisinos paseen ya por sus callejuelas. Es territorio exclusivo de turistas… y aún así es encantador. Calles empedradas, los colores de los lienzos de artistas que rezan a sus musas, cafeterías novelescas que decoran sus esquinas o vestigios gloriosos de los cabarés y sus cantos de sirena. Su faro es el Sacré-Coeur, un coloso que no tiene pérdida. Simplemente hay que subir y subir las cuestas de la Butte. Están calzadas con adoquines y ataviadas con tiendas, cafeterías o fromageries de lo más chic. Otro punto imprescindible del barrio es la Place du Tertre. Antiguamente conocida como plaza de los artistas, hoy en día es un hervidero de turistas. Se ven muchos caballetes tratando de exhibir hermosas estampas de París o de inmortalizar a algún caminante en una caricatura.
Cómo llegar a Montmartre: Hay varias estaciones de metro para llegar a este barrio. A Anvers se puede llegar con la línea 2, A Abbesses con la línea 12, a Blanche (muy cerca Moulin Rouge) con la línea 2 o en la otra cara de la Colina a la estación Lamarck Caulaincourt con la línea 12.
Place des Vosges y Le Marais
Cuando fuimos por primera vez a la Ciudad de la Luz y pedimos recomendaciones a nuestros lectores sobre qué ver y hacer en París, la mayoría nos recomendó que paseáramos por Le Marais. ¿Qué tendría aquella zona que ponía de acuerdo a todo el mundo? Se trata de uno de los barrios residenciales más bellos de la ciudad, a pesar de que hasta el siglo XIII fue una ciénaga. Su epicentro y el lugar que lo cambió todo es la fantástica Place des Vosges, rodeada de 36 casas simétricas con soportales en la planta baja. En una de ellas vivió Víctor Hugo, de hecho su antigua casa se puede visitar. En Le Marais además de apacibles cafeterías se puede visitar el Museo Picasso. Muy cerquita quedan el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou o la histórica Plaza de La Bastilla centro de las revueltas del 14 de julio de 1789.
Cómo llegar a Le Marais: las estaciones de metro más cercanas son Saint-Paul (línea 1), Bréguet-Sabin (línea 5) o Chemin Vert (línea 8).
La librería Shakespeare & Company y el Barrio Latino
No sabemos cuantas veces hemos escuchado hablar a nuestro amigo Iván Marcos de la librería Shakespeare & Company. Si la recomendación venía de un lector y viajero tan empedernido como él, la visita tenía que ser obligatoria. Lo cierto es que es una de las librerías más famosas del mundo y su colección de literatura anglosajona es impresionante. La visita no defrauda para nada y de paso puede servir como excusa para dar una vuelta por el Barrio Latino emplazado alrededor de La Sorbona. Su nombre viene de la Edad Media, ya que los profesores y estudiantes de la célebre universidad hablaban en latín. Aunque es muy turística, es una zona con muchísimo ambiente y merece la pena buscar alguna cafetería, pub o terracita para ver la vida pasar. Si te quedan fuerzas, el Barrio Latino tiene a ambos extremos sendos jardines espectaculares. Por una parte, el Jardin des Plantes (un fantástico jardín botánico urbano) y por otra, Le Jardin du Luxemburg.
Cómo llegar al Barrio Latino de París: Queda muy cerquita de Notre Dame así que pueden servir las mismas indicaciones que hemos dado para llegar a la Catedral. Otra opción es apearse en Cluny-La Sorbonne (línea 10 de metro).
Un paseo en barco por el Sena
No hace falta ser un romanticón para dar un paseo en barco por el Sena. Se trata de otra de las recomendaciones que nos dieron unánimemente nuestros lectores y lo cierto es que sirve para tener una perspectiva muy bella de la Ville lumière. Además, el asunto cambia mucho si se hace de día o de noche. La mayoría de compañías parten a los pies de la Torre Eiffel o justo enfrente cerca del Puente del Alma y hacen un recorrido circular que suele durar una hora. Durante el trayecto puedes ver algunos de los monumentos imprescindibles que hemos mencionado en esta lista. Los barcos suelen disponer de audioguías en español. Aunque la opción acuática es interesante, no olvides pasear por las orillas del Sena cogido de la mano de la persona que más quieres. Éxito asegurado.
Cómo llegar a los barcos del Sena: Pueden servir las mismas indicaciones de la Torre Eiffel.
Museo d’Orsay
El Museo d’Orsay es uno de los bellos lugares que puedes observar desde el crucero por el río Sena que acabamos de mencionar, aunque lo realmente interesante de esta sala de exposiciones está en su interior. Está emplazado en una antigua y magnífica estación de trenes de principios del siglo XX con una conmovedora claraboya en su piso superior. Su colección es espectacular, especialmente las obras impresionistas, postimpresionistas y art nouveau. Eso implica disfrutar de la magia de Monet, Renoir, Degas, Manet, Cézanne, Van Gogh o Matisse por citar algunos de los genios inmortales que exhiben sus lienzos más representativos en el Museo d’Orsay.
Cómo llegar al Museo d’Orsay: la forma más sencilla de llegar a esta pinacoteca es bajar en la parada de Solferino (línea 12 de metro) o en la estación Museé d´Orsay con la línea C de los trenes RER.
¿Qué te han parecido nuestros 10 lugares imprescindibles que visitar en París? ¿Cuáles son tus recomendaciones? Cuéntanoslo en los comentarios.
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