Faltan pocos meses para que el blog cumpla nueve años y siete de los cuales nos los hemos pasado viajando con niños. Este hecho no nos convierte en expertos, ni mucho menos, porque conforme van creciendo nuestros hijos van cambiando sus gustos, carácter, preferencias y necesidades. Es un proceso continuo de adaptación y aprendizaje mutuo que no cesará hasta que abandonen el nido o se harten de viajar con nosotros.
No obstante, durante todo este tiempo hemos ido pillando ciertos automatismos. Poco a poco vamos descifrando en qué situaciones Teo y Oriol se van sintiendo más cómodos o simplemente se divierten más cuando estamos lejos de casa. Muchos de esos trucos y recomendaciones los hemos ido desgranando en pequeñas dosis en los relatos que oes hemos ido narrando a través de esta bitácora, pero hasta ahora no nos habíamos animado a recopilar las que consideramos básicas. En este sentido, esperamos que estos 10 consejos para viajar con niños te sean de ayuda.
La paciencia es la madre de todos los viajes con niños
Está muy bien eso de salir de casa con todo planificado al milímetro, pero los niños son completamente impredecibles. Hay situaciones en las que el cansancio, la curiosidad o simplemente el aburrimiento harán que tus hijos se salgan por la tangente.
En casa o en nuestra zona de confort tenemos más capacidad de reacción porque conocemos el terreno, pero viajando nos toca ser muy pacientes con ellos e improvisar soluciones. Si tienes paciencia y mantienes la calma es mucho más fácil reconducir la situación.
Escoger un destino seguro y con buenas condiciones sanitarias
Ahora que tenemos claro que la paciencia es condición sine qua non para viajar con niños, toca escoger destino. En el tiempo que llevamos viajando con nuestros hijos nos hemos marcado dos líneas rojas que no queremos cruzar a la hora de escoger nuestro rumbo. Da igual que estén lejos, pero los países deben ser seguros y disponer de unas buenas condiciones e infraestructuras sanitarias (aquí puedes echar un vistazo a nuestros 20 destinos recomendados para viajar con niños).
Además, consideramos que es imprescindible contratar siempre un buen seguro de viaje, ya que los peques son más propensos que los adultos a ponerse malos (cómo nos sucedió en Tailandia). Nosotros tenemos el seguro de viaje con Intermundial. Si sois viajeros frecuentes tienen una modalidad anual con opción familiar que incluye sin aumentar gastos al cónyuge del titular del mismo y también a los hijos menores de 18 años, así que a nosotros nos va de perlas.
Tú conoces a tus hijos, adáptate a sus necesidades
Cada niño es un mundo y tú conoces a tu hijo mejor que ninguna otra persona en este mundo. Antes de emprender un viaje es necesario investigar un poco sobre las excursiones o lugares que visitarás en destino. Intenta realizar actividades apropiadas a sus gustos y edades.
Cuando tienes hijos con edades muy distintas es complicado, pero es interesante repartir para que todos se sientan involucrados. En este sentido, también consideramos un error ir exclusivamente a lugares o hacer actividades pensadas sólo para los niños. Tiene que haber espacio y actividades para todos los miembros de la familia y es indispensable que hagan otras cosas que les permitan descubrir la cultura y la esencia de países diferentes a los que viven. Para eso están de viaje.
Los niños deben involucrarse en los preparativos del viaje
A nosotros nos gusta decir que los viajes empiezan con los preparativos. Desde que compramos los billetes de avión tratamos de involucrar a nuestros hijos con el diseño del viaje. Asimismo, les vamos preparando para el periplo con sesiones de fotos y vídeos o contándoles historias y cuentos sobre el destino que visitaremos.
Organizar un viaje con los peques puedes ser muy divertido, así que les dejamos que participen en muchas de las decisiones para elaborar el itinerario o en la elección de las actividades.
Respeta los horarios de los niños cuando viajas
Sabes que a tus hijos (y a los niños en general) les sientan muy bien las rutinas. Cuando viajamos procuramos que sus hábitos de comidas, sueño y estudios se respeten al máximo. Es fundamental que descansen bien y duerman las horas que necesitan para estar a tope al día siguiente, aunque con ello se sacrifiquen algunas actividades nocturnas. También tratamos de que repongan fuerzas durante los vuelos y, aunque parezca increíble, se adaptan mucho mejor que nosotros al jetlag.
Con las comidas hacemos lo mismo, dentro de las posibilidades que ofrezca el destino intentamos que coman a sus horas. También aspiramos a que prueben cosas nuevas, aunque no siempre lo conseguimos.
Viajar con niños mola, pero ellos necesitan jugar
Cuando son pequeños los niños aprenden mientras juegan. En un viaje no paran de recibir estímulos externos y ponen en práctica muchas de las lecciones que aprenden en el colegio. Siempre hemos pensado que viajar y descubrir el mundo con sus propios ojos es uno de los mejores legados que les podemos dejar a Teo y Oriol, pero es fundamental buscar varios momentos al día para que jueguen (y jugar con ellos). Ya sea un parque, una ludoteca o dos piedras y un palo, ellos siempre agradecen esos instantes de esparcimiento.
También es interesante que tengan contacto directo con la naturaleza, es increíble ver cómo interactúan con el medio ambiente, los animales, los ríos… todo lo que es nuevo les sorprende y agrada.
Menos horas en ruta, pero de mayor calidad
Todavía recordamos nuestros primeros viajes sin niños con itinerarios espartanos y jornadas maratonianas. Daba igual madrugar a horas intempestivas para ver salir el sol, pasarse todo el día de un sitio a otro sin rumbo fijo para finalmente terminar cerrando bares.
Lógicamente al viajar con nuestros hijos eso se ha acabado. De hecho, con ellos hemos descubierto que es mejor realizar un par de actividades al día con sus facultades y capacidad de atención a tope que acabar con los peques fundidos y sumidos en una combinación insoportable de lloros, reproches y lamentos.
Viaja ligero, pero con algún juguete para los niños
Los primeros viajes con Teo llevábamos más equipaje que el célebre baúl de la Piquer. Nadie nos había explicado que la mayoría de cachivaches de puericultura que nos había vendido como imprescindibles no servían para nada. Una vez, incluso, nos llevamos un calienta biberones de coche… e íbamos sin vehículo. Piensa que en destino venden casi todo lo necesario para el día a día, así que simplemente carga con las cosas que te hagan falta los primeros días y luego aplica eso de donde fueres haz lo que vieres. Viajar ligero de equipaje siempre es mucho mejor.
De todas formas, siempre es más que interesante llevarse algún juguete o lápices de colores y papel para hacer más llevaderos los vuelos o los trayectos en coche y tren. Hoy en día también es de gran utilidad una tablet cargada con vídeos o juegos educativos. También un carro por si los peques se cansan y poder llevarlos o que duerman la siesta (siempre que no sean muy mayores, claro).
Antes de un gran viaje prueba con pequeñas escapadas
La experiencia, sin duda, es un grado y el primer viaje con niños es siempre el más complicado de todos. Nosotros también teníamos miedo de que nuestros hijos fueran de esos que se pasan el vuelo llorando mientras el resto de pasajeros nos señala con el dedo o le pinten un bigote a la Gioconda en el Museo del Louvre. Luego te das cuenta de que el león no es tan fiero como lo pintan y que los niños tienen una capacidad de adaptación asombrosa.
Para disipar esos temores de padres primerizos, nosotros siempre recomendamos que antes de irte de viaje al destino que siempre has soñado pruebes con pequeñas escapadas a un destino cercano. Da igual que sea a la playa o a una casa rural en el campo de tu misma provincia. Es importante conocer cómo funciona el equipo antes de los partidos.
Viajar con niños es lo mejor del mundo, disfruta
Si hay algo ineludible en los viajes con niños es divertirse. Se invierte mucho tiempo y esfuerzo para pasar unos días descubriendo lugares y culturas distintas así que relájate y goza del momento. Además, con el tiempo te darás cuenta que viajando con niños aprenderás más de ellos que ellos de ti.
Gracias a Teo y Oriol hemos redescubierto el mundo a través de sus ojos y con eso hemos logrado recordar sensaciones maravillosas que no sentíamos desde que éramos niños. Disfruta estás de viaje.
via Pau http://ift.tt/2gouk7y