El yoga me ayuda a estar mejor, así de fácil. Más de 10 años de práctica del yoga lo han convertido en parte de mí y no voy a ningún sitio sin él
Por eso llegó el momento de hacer algo que había estado pensando desde hacía mucho tiempo, hacer un viaje de yoga a India a profundizar mi práctica y a aprender más sobre su origen.
Viaje de yoga a India
¿Por qué elegí ir a un ashram de yoga tradicional?
La respuesta a esta pregunta es, para conocer el yoga auténtico. Quería un lugar que mantuviera la tradición India más pura, con pocos estudiantes extranjeros y alejado de las grandes ciudades.
La búsqueda fue complicada porque aparecen muchísimas opciones y parece imposible decidirse por una. Tuve que estar más de una semana intensa buscando, leyendo comentarios, blogs y foros.
Filtrando y filtrando me decidí por la escuela de yoga de Bihar en el noreste de India en el estado de Bihar, que además es uno de los más pobres de India. Lo que lo hacía incluso más atractivo.
Después de eso vino la decisión de reservar y comprar el billete. Tengo que admitir que no fue nada fácil. Realmente tuve que hacer un esfuerzo de superación de todos y cada uno de mis miedos. Me costó dos semanas decidirme y después de hacerlo hubo momentos en los que realmente me arrepentí y estuve cerca de cancelar.
Si te preguntas por qué lo hice al final, te diré que fue más por una razón de superación personal que por el yoga mismo. Ya no me hubiera perdonado no hacerlo.
La vida en el ashram de yoga en Bihar
Es un lugar sin una sola concesión al lujo o a la comodidad. Es un centro muy austero totalmente enfocado en el yoga como un camino de transformación personal.
Te levantan al amanecer, ¡y eso en India es a las 5:30 de la mañana!!, además de yoga, haces cosas como cantar en sánscrito durante horas o fregar suelos para mejorar tu karma,….Y todo eso con sólo dos comidas al día en completo silencio ¡y sin WI-FI!!
Te aseguro que fue una lucha constante conmigo misma. Cada segundo me preguntaba ¿qué….hago aquí?.
El objetivo de la escuela es justamente ese, enfrentarte contigo misma. Esas situaciones te llevan a mirar dentro de ti. Cuanto más dura la experiencia más adentro llegas.
Así es como entienden el Yoga en India. Es más una forma de vida que una serie de posturas. Es un proceso de autoconocimiento para alcanzar un mayor grado de consciencia de quien eres.
Aprendí que la resistencia que ofrecía a tareas, como por ejemplo de limpieza comunitaria, se debía a ciertas definiciones que yo había grabado dentro de mí y que actuaban automática e involuntariamente.
Entonces me di cuenta de que para sentirme bien sólo tengo que cambiar esas definiciones. El problema es que para eso tengo que darme cuenta que están ahí. Y ese es justamente el propósito del yoga.
Tiempo para reflexionar
Las horas y horas de meditación me sirvieron para hacer un examen de las razones que me había llevado hasta ahí y de que es lo que realmente quería. Básicamente:
❖ Perfeccionar mi práctica de yoga.
❖ Aprender sobre su filosofía y origen.
❖ Conocer a un auténtico maestro de yoga indio.
❖ Probarme a mí misma.
❖ Conocer India.
Me di cuenta que estos centros son para aquellos que buscan un cambio de vida radical y permanente.
No están pensados para aprender posturas de yoga o como retiro espiritual de unos días en los que te descansas del estrés y la rutina para luego volver a lo mismo.
Me alegro mucho de haber ido y de los días que pase. Si no siempre me hubiese quedado la espina de no haber ido.
Ya con las ideas claras deje el ashram y volví a Delhi. Allí, con wi-fi en la habitación, ¡por fin!, me puse a buscar otro centro de yoga en India más centrado en lo que ahora ya sabía que realmente quería.
La segunda escuela de yoga
Me decidí por un centro en Goa, ya que además de clases de yoga, quería ir a un sitio con mar y buen tiempo.
El centro de yoga de Kavaalya en Goa está situado justo enfrente del mar en plena naturaleza. ¡Todo un cambio!
Esto si se ajustaba más a lo que yo quería. Había un enfoque más abierto pero sin perder la esencia. Tradición y modernidad al mismo tiempo.
Tengo que decir que tampoco fue fácil. Hay clases desde las 6:30 hasta la noche. Aprendes yoga y todas las ciencias relacionadas como meditación, pranayama, ayurveda, anatomía, filosofía…
Realmente fue duro estar casi TODO el día sentada en el suelo prestando atención. Al final del día estaba literalmente muerta.
Lo bueno es que realmente mi práctica de yoga ha alcanzado otro nivel. Ahora soy consciente de la importancia de cada postura, transición, alineamiento y cómo coordinar la respiración.
El factor más importante, lo que marca la diferencia son los profesores. Tienen que ser nativos y educados en los valores tradicionales del yoga. Entonces la transmisión de los valores se produce de forma natural durante las clases.
¿Que he aprendido en India?
❖ Levantarme temprano me sienta bien.
❖ La comida que como afecta mi estado de ánimo. Mucho.
❖ Cuando me enfoco en lo que estoy haciendo me siento mejor y rindo más.
❖ Enfrentar mis miedos vale la pena.
❖ Las experiencias de la vida están ahí para aprender algo.
❖ “Me gusta” o “no me gusta” es sólo una definición que he elegido; puedo cambiarla.
❖ Hay magia en rendirse al momento en el que estas; es inevitable.
❖ En cada instante tienes dos opciones amor o miedo. Elegir una u otra depende solo de ti. Yo ya me he cansado de elegir miedo.
❖ ….y que India es un país fascinante que quiero conocer mejor. Volveré.
Todo esto es fruto de las experiencias y de las enseñanzas de los magníficos maestros de yoga que he conocido en India. No entienden el yoga como algo aislado del resto, sino como parte de la vida y por eso un curso de yoga en India tiene un alcance que nunca hubiese imaginado antes de venir aquí.
Unas palabras de despedida
No hay sustituto para la experiencia propia, por eso quiero decirte que espero que estas palabras te ayuden a abrirte al mundo y a dejar que la vida pase a través de ti sin resistencia, sólo así llegamos a tener una existencia plena. Resistencia significa sufrimiento.
Por último, quería agradecer de corazón su apoyo a todas las personas que me han ayudado en este viaje, a mis amigas Rita y Catherine y al personal y profesores de Kavaalya. Y mención especial a todos aquellos que me lo pusieron más difícil, porque me han hecho mucho más fuerte y mejor.
via Laura Nida (autora invitada) https://ift.tt/38DeblP
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