Si estáis pensando en hacer una ruta por Bulgaria, aquí van dos sugerencias de sitios que visitar: la Cueva Prohodna (conocida como la «Cueva de los Ojos de Dios») y el pequeño Monasterio de Glozhene. Ambos lugares se encuentran en la región de Lovech, al norte de país, donde también podéis ver el Monasterio Troyan, ...
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La capital del Turia es una de nuestras ciudades favoritas y viajamos allí varias veces al año en familia, así que vamos a recomendarte los lugares imprescindibles para visitar en Valencia con niños. Cuando hablamos de esta urbe es muy complicado que seamos imparciales. Se trata de una ciudad en la que hemos pasado muchos momentos importantes de nuestra vida, especialmente mientras estudiábamos una carrera universitaria. Ahora que somos padres (y que vivimos a un par de horas de allí en coche) regresamos frecuentemente, ya que se ha convertido en uno de los destinos favoritos de nuestros hijos. Siempre encontramos algún lugar de interés o actividad cultural para volver, pues Teo y Oriol se lo pasan en grande.
La capital del Turia es una ciudad excelentemente comunicada por carretera, con el AVE y también a través de los vuelos que aterrizan en el aeropuerto de Manises. Por su ubicación junto al Mediterráneo, goza de un clima extraordinario y, lo que es más importante, dispone de unas increíbles posibilidades para los que viajamos en familia. Por si te animas a visitarla (por ejemplo en las Fallas 2020), hemos querido recomendarte qué ver y hacer en Valencia con niños.
Vamos a recomendarte algunos de los mejores lugares turísticos de Valencia para visitar con los niños. Desde los clásicos como la Ciudad de las Artes y las Ciencias o el parque Gulliver a experiencias ideales para toda la familia con las que podrás sacarle todo el jugo a la capital valenciana. Empezamos:
En la época en la que vivíamos en un piso de estudiantes en el barrio de Benimaclet nos encantaba escaparnos a pasear por el centro de la ciudad y disfrutar de lugares de interés de Valencia tan emblemáticos como la Plaza de la Reina, el Micalet, el Mercado Central, la Lonja de la Seda o las Torres de Quart y Serrano. En una de nuestras últimas visitas a la capital del Turia quisimos que Teo y Oriol tuvieran esas mismas sensaciones y decidimos disfrutar de una de las visitas guiadas para niños que organizan en Turiart.
A través de juegos muy divertidos, los peques descubrieron otra cara de la Catedral de Santa María, alucinaron con la fachada más estrecha de Europa, jugaron a cazar dragones en la espectacular Lonja de la Seda o viajaron en el tiempo mientras intentaban encontrar puertas secretas en las torres de la ciudad. Una forma muy amena y divertida de pasar la tarde con niños mientras aprenden historias interesantes de los lugares de Valencia que visitaron. También te recomendamos este tour de Valencia al completo con entradas incluidas.
Esta es una versión más fugaz que la anterior, pero también es una forma muy divertida y ecológica de visitar Valencia en familia. Se trata de visitas guiadas muy entretenidas en tuk tuk eléctricos por algunos de los lugares más emblemáticos de la capital del Turia. La recogida suele ser en la Estación del Norte de Valencia y desde allí hay puedes hacer hasta cuatro tours distintos que van desde una hora hasta dos horas y media y que cuestan desde 20 € a 30 € por persona con Tuk Tuk Ibérica.
Nosotros hicimos el tour 2 que consiste en una visita guiada por el centro de Valencia y que concluye en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Vas haciendo distintas paradas en el Mercado Central, las Torres de Quart y de Serrano, la Plaza del Ayuntamiento, la Plaza de la Reina o el Mercado de Colón. En cada parada, te dan unas pinceladas sobre el lugar turístico de Valencia que estás visitando y te dejan unos minutos para pasear y hacer fotos. Sin duda, una visita muy interesante para los que visiten por primera vez la Capital del Turia con niños.
La torre del Micalet o Miguelete es la torre campanario de la Catedral de Valencia y el icono de la capital del Turia hasta la llegada de la vanguardista Ciudad de las Artes y las Ciencias. Antes de que se construyera el futurista complejo de Santiago Calatrava los turistas se encaramaban a sus 207 escalones para llegar hasta la cúspide y observar el centro de la capital valenciana desde sus 50,85 metros de altura.
¿Pero es la subida al Miguelete apta para niños? Sin duda, de hecho la última vez la subimos con Oriol (6 años) y llegó a la cima mucho antes que los adultos. A los peques les encanta subir por la preciosa escalera de caracol de la torre del Micalet para luego disfrutar de unas vistas incomparables de Valencia. De repente, los niños se transforman en gigantes y eso es una sensación maravillosa.
Antes o después de la subida al Miguelete podéis aprovechar para visitar la capilla de la Catedral de Valencia donde se encuentra el Santo Grial. Sí, sí, no nos hemos vuelto locos, el Santo Cáliz reconocido por el Vaticano no está a buen recaudo con Indiana Jones sino que reposa en la capital del Turia. Para aprender más sobre cómo ha llegado hasta la capital valenciana os recomendamos encarecidamente una visita al Aula Grial situada en la céntrica calle Cabillers, 6.
Se trata de un museo explicativo y didáctico cuyo objetivo es dar a conocer una de las más grandes reliquias de la cristiandad que está custodiado en la catedral de Valencia desde 1437. El Aula Grial está emplazado en una preciosa casa señorial de 1880 donde se explica de forma muy entretenida la historia del Santo Cáliz, su recorrido hasta la Península Ibérica y cómo llegó hasta a València. Para los niños es muy interesante porque pueden disfrazarse de caballeros templarios, probar alimentos, oler especias, encender incienso o observar muy de cerca una copia exacta del Santo Grial. Oriol hasta se atrevió a dibujar en el libro de visitas el mapa que llevaba al Grial en Indiana Jones y la Última Cruzada.
La Ciudad de la Artes y las Ciencias es uno de los iconos de la Valencia del siglo XXI. El complejo diseñado por Santiago Calatrava es capaz de sorprender a gente tan fría como un témpano de hielo y ha puesto a la capital del Turia en la mente de muchos viajeros gracias a sus edificios futuristas y a una arquitectura de vanguardia. Simplemente con dar un paseo por sus exteriores quedarás fascinado, aunque si viajas con niños a Valencia es muy recomendable una visita al Museo de las Ciencias Príncipe Felipe.
Es el típico lugar que buscamos los padres para descubrir con nuestros hijos, pues allí se combinan las facetas pedagógicas y lúdicas. Siempre hay exposiciones muy interesantes sobre ciencia y tecnología, además cuenta con una planta entera con artilugios y aulas experimentales donde los niños pueden tocar, experimentar y aprender de forma divertida e interactiva sobre la vida y el mundo que nos rodea. Su lema le va como anillo al dedo: “prohibido no tocar, no sentir, no pensar”. Puedes comprar directamente aquí la entrada de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Dentro del vanguardista complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, el Oceanogràfic suele ser el preferido de los niños. Se trata del mayor acuario de Europa y cuenta con unas instalaciones realmente espectaculares que simulan una vuelta al mundo a través de los distintos ecosistemas marinos. Nosotros lo hemos visitado en dos ocasiones y los peques alucinaron en ambas.
Lo que más suele impresionar al público infantil es el túnel de los tiburones donde destaca sobre el resto el poderoso tiburón toro. Los más valientes pueden incluso dormir con ellos. También es inevitable que los peques sonrían cuando se encuentran con los peces payaso en la instalación de templados y tropicales mientras gritan «Nemo, Nemo». La zona del Ártico con las níveas belugas y el delfinario también suelen tener mucho éxito. Puedes comprar directamente aquí la entrada del Oceanogràfic. También os recomendamos la experiencia de comer en Restaurante Submarino.
El Bioparc Valencia es uno de los mejores parques de animales del mundo (según TripAdvisor). Además de ver fauna africana muy de cerca, el objetivo de este lugar es que la gente experimente una aproximación directa con la vida salvaje y comprenda la necesidad de preservarla. En este lugar se recrean hasta cuatro ecosistemas africanos (sabana, bosque ecuatorial, humedales e Isla de Madagascar), así que lo primero que suele llamar la atención al visitante son los recintos donde viven los animales.
Para añadir más realismo a la visita, no hay ninguna barrera visible, se juega mucho con los vidrios transparentes para que todo se aprecie mejor y también para que tengas la posibilidad de estar cara a cara con especies tan fascinantes como los gorilas, los leones o los cocodrilos del Nilo. Un acierto para visitar con niños en Valencia y un proyecto que hace una encomiable labor de conservación de muchas especies.
Como si se trataran de personajes de la novela de Jonathan Swift, los niños pueden convertirse en liliputienses y jugar con los toboganes y plataformas que se reparten a través de una enorme figura de 70 metros de largo que descansa sobre el antiguo cauce del río Turia. Se trata del mismísimo capitán Lemuel Gulliver que ha quedado atrapado en esta zona tan atractiva de Valencia para deleite de los más pequeños.
Antes del boom de los parques temáticos, éste era uno de los lugares para niños más divertidos de Europa. Todavía conserva ese halo de fantasía que es capaz de embelesar a los peques que no paran de tirarse por los toboganes o explorar todos los recovecos del cautivo Gulliver. Sin duda, uno de los mejores planes para hacer en Valencia en familia.
Si hay algo infalible en los viajes en familia son los parques. A los peques les encanta corretear libremente, revolcarse por el suelo y jugar entre árboles y arena. Hace unos años Valencia trasformó el antiguo cauce del río Turia en uno de los parques urbanos naturales más grandes de España. Es una gozada pasear o andar en bici por ese espacio verde de más de nueve kilómetros transitables, sin duda, uno de los lugares turísticos de Valencia más interesantes para visitar con los niños.
En los Jardines del Turia está emplazado el Parque del Gulliver, del que ya os hablamos hace poco, pero también muchísimas zonas lúdicas con columpios, toboganes y todo lo necesario para que los niños no se aburran ni un segundo. Otro aliciente es contemplar los 18 puentes que unen las antiguas riberas del río, algunos con tanta solera como el de Trinidad (del siglo XV) o tan futuristas como el de l’Assut d’Or diseñado por Santiago Calatrava.
Para lugares imprescindibles que visitar en Valencia con niños, sus playas. Uno de los principales alicientes de esta ciudad es que casi siempre hace buen tiempo y tiene unas playas estupendas. A nuestros hijos les encanta el mar y siempre que podemos los llevamos para que jueguen con la arena o se den un chapoteo si el clima lo permite. Nuestra última visita a la capital del Turia fue a finales de noviembre y aún así el agua invitaba al baño… aunque sólo metimos los piececitos.
Sus dos playas urbanas son Las Arenas y la Malvarrosa, ambas muy bien comunicadas y con un paseo marítimo ideal para pasear con niños o tomar una paella mientras se disfruta de la brisa marinera y del sonido de las olas del Mediterráneo. Si te apetece relajarte en playas más salvajes, tienes las de Pinedo, L’Arbre del Gos, El Saler, la Garrofera, la Devesa o El Perellonet a muy pocos kilómetros del centro de Valencia.
El Parque Natural de la Albufera es un ecosistema único y una de las señas de identidad de Valencia gracias a las novelas de Vicente Blasco Ibáñez. Está situado a menos de 20 minutos en coche de la ciudad y cuando llegas es como si estuvieras en otro mundo. Se trata de uno de los humedales más importantes de España, así que es un paraíso para ver aves y especies acuáticas. La más preciada suele ser la anguila.
Para los niños es muy interesante contemplar paisajes con campos de arroz, barracas valencianas y lenguas de tierra con agua a ambos lados. No obstante, lo más divertido es el paseo en barca albuferenca por aguas que nunca superan el metro y medio y donde es fácil encontrar bandadas de ánades de cuello verde. El colofón lo debe poner una paella valenciana en alguno de los muchos restaurantes de El Palmar (a nosotros nos gustó mucho el Mateu) o una puesta de sol. Lo más fácil es reservar aquí una excursión a la Albufera. La última vez hicimos una visita a la Albufera un tanto distinta en 4×4 con Valencia Excursions de la que os hablaremos muy pronto en el blog.
Con la gastronomía de Valencia nos pasa un poco como con la ciudad, es imposible que seamos imparciales. Nos hemos criado muy cerca de la capital del Turia y vivimos allí siete años, así que sus platos y recetas forma parte de nuestra vida. No descubrimos la pólvora al decir que el plato más conocido y universal es la paella (que puedes degustar en cientos de restaurantes), pero hay otros elementos muy típicos como la horchata y los fartons que suelen encandilar a los niños. Puedes ir hasta Alboraia que está repleto de horchaterías, pero la más auténtica es la de Santa Catalina en pleno centro con más de 200 años de antigüedad.
Para el arroz, alguno de los restaurantes de El Palmar cerca de la Albufera o en la playa un clásico como La Pepica, donde quedaron prendados con su paella ilustres como Ernest Hemingway, Orson Welles, Octavio Paz o Manolete. Para algo más sofisticado puedes cenar en cualquiera de los excelentes restaurantes que participan en el certamen Valencia Cuina Oberta. Si buscas algo tan sencillo como una pizzeria (¿o es un restaurante de cocas?) te recomendamos el Cocaloka de Ricard Camarena en el Mercado de Colón. ¿Te atreves con este taller de paella valenciana?
Con La Cridà se da el pistoletazo de salida a las Fallas 2020. Estas fiestas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco son una mezcla espectacular de sátira, fuego, color y música que seducen cada año a miles de valencianos y curiosos venidos de todos los rincones del mundo. Nosotros tuvimos la oportunidad de vivir justo sobre un Casal Fallero en Benimaclet y comprobamos en nuestras propias carnes que estos festejos se sienten con una vitalidad fuera de serie.
Seguro que a los niños les encanta ver los cientos de ninots y monumentos que cada marzo se plantan para llenar las calles de colores y alegría. Algunos de los momentos que no te puedes perder son la Exposició del Ninot, alguna mascletà en la Plaza del Ayuntamiento (desde el 1 de marzo), los pasacalles, la ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados, la Gran Nit del Foc o la Cremà. Además, todos los días hay despertàs, fuegos artificiales, conciertos, verbenas… imposible aburrirse en las Fallas de Valencia. Atrévete con este tour por la Valencia fallera.
Y si no tienes la suerte de visitar Valencia con niños durante las Fallas, siempre te quedará una visita al interesantísimo Museo Fallero ubicado en la Plaza Monteolivete 4. Como sabéis cada 19 de marzo (festividad de San José) las Fallas y sus ninots son pasto de las llamas purificadoras. No obstante, cada año se escapan del fuego un par ninots que se exhiben en este lugar de interés.
En el museo podrás contemplar todos los ninots indultats que se han salvado de las llamas desde 1934 y que actualmente son escogidos por votación popular. Además, el Museo Fallero es un lugar único para descubrir los entresijos de esta fiesta popular declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2016.
Esta época del año es una de las favoritas para los niños, ya que además de esperar la llegada de Papá Noel o los Reyes Magos los peques disponen de muchos días libres para hacer actividades súper entretenidas. Lo cierto es que los más pequeños de la casa están de suerte si deciden visitar la capital del Turia con sus papás, ya que durante el mes de diciembre y la primera semana de enero la ciudad suele preprar una agenda espectacular
Mercadillos, conciertos, ferias infantiles, pistas de hielo, teatro, belenes o circos que se suman a los clásicos como el Gulliver, el Bioparc o la Ciudad de las Artes y las Ciencias. En este artículo te recomendamos planes muy divertidos para hacer en Valencia en Navidad con niños.
¿Te han gustado nuestros 15 lugares imprescindibles que visitar en Valencia con niños? ¿Nos recomiendas más experiencias que hacer con niños en Valencia? Cuéntanoslo en los comentarios. Tienes más info en la web oficial de Visit Valencia.
Uno de los principales atractivos turísticos del Oeste de Estados Unidos es el Parque Nacional de Yosemite. Su exuberante naturaleza y su relativa cercanía a ciudades como San Francisco o Los Ángeles lo convierten en un imprescindible en cualquier ruta por el Oeste de EE.UU. Ahora bien, precisamente por su popularidad es una visita que ...
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La codorniz común, una pequeña ave galliforme de colores muy crípticos propia de zonas de cultivos herbáceos, cereales y praderas, ha sido elegida Ave del Año 2020 tras ganar la votación popular organizada por SEO/BirdLife en alianza con su socio en Portugal, la Sociedade Portuguesa para o Estudo das Aves (SPEA).
El área de distribución de esta especie muy conocida ocupa la totalidad de la península Ibérica y los archipiélagos, y su población es la más importante de Europa occidental, siendo España donde se encuentra su núcleo más importante. La evolución de sus poblaciones visibiliza a su vez la de otras especies, así como la alteración de los hábitats de los que depende, los efectos del cambio climático y la insostenibilidad de ciertas prácticas cinegéticas, como una inadecuada regulación de la media veda o la contaminación genética a causa de la suelta de codorniz japonesa o híbridos.
El ave se ha alzado como ganadora del certamen con un total de 7.930 votos a favor, por delante del agilucho cenizo, que ha obtenido el respaldo de 6.130 participantes, y el alcaudón real, con 5.156 apoyos.
Esta ave galliforme ha sufrido un declive de hasta un 74% en los últimos 20 años. La presión cinegética, la alteración de los hábitats y la proliferación de la agricultura intensiva se cuentan entre las principales amenazas.
“La sociedad comienza a entender la gravedad de la pérdida de biodiversidad, estamos en un momento en el que hay sensibilidad ambiental y la gente quiere proteger lo que está dejando de ser común”, ha declarado Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife. “Lo común ha dejado de serlo, ese es el problema. Nuestros años ya no tienen cuatro estaciones, nuestras ciudades ya no tienen tantos gorriones y nuestros campos ya no tienen casi codornices. En este caso, y gracias al Ave del Año, en 2020 reclamamos aún con más fuerza más vida en el campo”, ha añadido Ruiz.
Principales amenazas
La amenaza más destacada que sufre la especie en el territorio español es la alteración de los hábitats de los que depende su alimentación y reproducción. Además, la fuerte presión cinegética a la que se ha visto sometida (más de un millón de individuos cazados anualmente), así como la contaminación genética causada por la suelta de codorniz japonesa o híbridos con fines cinegéticos, suponen una amenaza adicional que se suma a los efectos que el cambio climático puede estar teniendo ya sobre sus patrones migratorios y su éxito reproductor, así como a los posibles problemas en sus zonas de invernada.
Con este panorama, en España se contabilizan actualmente apenas 225.000 ejemplares, habiendo sufrido un declive poblacional en los últimos 20 años del 74%, según los datos de SEO/Birdlife.
“La situación de la especie es alarmante, el declive es tan grave que cumpliría para ser designada como una "especie en peligro" según los criterios de amenaza de la UICN”, ha anunciado Ana Carricondo, coordinadora de Programas de Conservación de SEO/BirdLife.
Según informa la ONG, desde hace décadas se ha desarrollado una gestión agraria poco favorable para la biodiversidad, un hecho que se ha convertido en la principal amenaza para esta ave. La pérdida de elementos naturales en el paisaje agrario y de prácticas clave como el barbecho, la simplificación de los cultivos, el adelanto de las cosechas o el uso generalizado de plaguicidas y herbicidas han ido reduciendo el valor de los hábitats agrarios.
Un ave especialmente afectada por el cambio climático
La codorniz común es un ave migratoria de largo recorrido que llega incluso al sur del Sahara y sigue complejas rutas migratorias en busca de agua y comida ligada en función de la pluviometría y de los ciclos agrícolas.
“La lluvia es un factor que ejerce una gran influencia sobre las poblaciones de codorniz y en un contexto de cambio climático, como en el que estamos inmersos con previsiones de reducción de precipitación y primaveras más secas, es una especie muy afectada”, ha declarado Blas Molina, técnico de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife.
Necesidad de acciones urgentes
Dado el grave estado en el que se encuentra la especie, la ONG propone la creación de un Plan de Acción europeo para la codorniz común, así como la mejora del conocimiento de la situación de la especie en sus zonas de invernada. Además, durante el 2020 la organización llevará a cabo un análisis del Estado de Conservación de la Especie y valoración de categoría de la UICN, que según sus criterios- un declive de más del 70% - debería catalogarse como "en peligro".
La elección de la codorniz como 'ave del año' permitirá también reforzar el trabajo de SEO/BirdLife en el ámbito de la PAC (Política Agraria Común), haciendo propuestas concretas de medidas beneficiosas para la especie y rentables para los agricultores, con especial hincapié en los espacios de la Red Natura 2000 donde esté presente.
Entre otras medidas, la ONG propone apoyar las prácticas agrarias favorables en los cultivos y zonas de interés, como un porcentaje mínimo de barbechos bien gestionados, así como la diversificación o rotación con leguminosas, el ajuste de las fechas de cosecha, la minimización del uso de plaguicidas o la recuperación de linderos y otros parches de vegetación natural.
Para alcanzar una caza sostenible, la organización conservacionista continuará el trabajo con las administraciones para que las órdenes de veda reflejen la situación de la especie, solicitando la moratoria como se ha hecho ya en Canarias. Asimismo, debido a la hibridación constatada y los efectos en la migración de la especie, se solicitará que la suelta de individuos de granja se controle de manera mucho más estricta y que se prohíba la caza "a tubo".
¿Quién dijo que esquiar es caro? Pensando en los más jóvenes, esta temporada las estaciones de nieve del Pirineo francés crean opciones mucho más económicas y atractivas. Entre ellas, destaca el forfait creado por Altiservice para desestresarte entre parciales en Saint-Lary, Font-Romeu Pyrénées 2000 y Cambre d’Aze; el forfait Snowfood de Formigueres, con servicios de restauración y rescate gratuitos; o el alojamiento Skilodge a pie de pistas en Piau (www.lespyrenees.net).
1. EL FORFAIT PARA DESESTRESARTE ENTRE PARCIALES
Por 20,25 euros puedes conseguir el forfait para desestresarte durante los exámenes. Creado por Altiservice, “My Alti Étudiant” es el forfait y con él puedes esquiar cada viernes en las estaciones vecinas de Saint-Lary (Altos Pirineos), Font-Romeu Pyrénées 2000 y Cambre d’Aze (Pirineos Orientales). Y si acumulas 7, 14 o 21 días de esquí en alguna de estas estaciones de nieve podrás acceder sin necesidad de forfait ni reserva previa; te beneficiarás de las ventajas VIP y conseguirás, si lo deseas, tu seguro de esquí por 10 €.
P.V.P.: 22 € en Saint-Lary y 20,25 € en Font-Romeu Pyrénées 2000 y Cambre d’Aze.
2. EL FORFAIT TRIBU PARA ESQUIAR CON AMIGOS
Esquía junto a tus amigos por 28,50 euros y descubre las bondades del elemento blanco. El forfait tribu de la estación de Font-Romeu Pyrénées 2000 (Pirineos Orientales) está pensado para compartir una jornada en la nieve con los amigos.
Info: www.altiservice.com
P.V.P.: 28,50 euros por la compra de entre 3 y 7 forfaits de día.
3. EL FORFAIT CON SERVICIO DE RESTAURANTE Y RESCATE GRATIS
Una de las propuestas más originales es el paquete Snowfood que ofrece a los jóvenes la estación de nieve de Formiguères. El forfait de una jornada en la estación de los Pirineos Orientales incluye servicio de restaurante, rescate en las pistas y transporte al centro médico más cercano.
P.V.P.: 39,50 euros.
Info: +33 (0)4 68 04 43 75 / www.formigueres.fr
4. EL JUEVES, ¡QUE TE PILLE EN FORMIGUERES!
Los mejores jueves de la temporada son los de Formiguères. En la estación de los Pirineos Orientales, cada jueves puedes disfrutar de forma gratuita del concierto de Formi’Music, de una degustación de chocolate o vino caliente, fuegos artificiales y descensos de antorchas.
Info: +33 (0)4 68 04 47 35 / www.formigueres.fr
5. ALÓJATE EN EL SKILODGE A PIE DE PISTAS POR 20 EUROS
Por 20 euros puedes alojarte en un hostal 100% pirenáico a pie de pistas. La estación de nieve de Piau-Engaly, en Altos Pirineos, te ofrece el primer Skylodge by N’PY. Un nuevo concepto de alojamiento que se inspira en los mejores hostales de las principales capitales europeas. A partir de 20 €, desayuno incluido, puedes compartir dormitorio con 8 o 10 personas más y alojarte en este hostal a pie de pistas, asequible, amable, confortable, con diseño e innovación.
INFO: +33 (0)5 87 03 00 87 / www.skylodge.fr/es
Más información: calendario de apertura de estaciones e información actualizada en http://es.lespyrenees.net/
¿Quieres visitar el Museo Ghibli en Japón y no sabes dónde comprar la entrada? Vamos a ayudarte a planificar tu visita a este lugar dedicado al genio de la animación japonesa Hayao Miyazaki. Da igual que os guste el anime o no, tampoco importa demasiado que tengas hijos o no, estamos convencidos de que habrás visto alguna de las películas que ha dirigido este irrepetible director japonés, aunque su nombre no te suene demasiado. En 2001, alcanzó el reconocimiento mundial con El viaje de Chihiro, cinta que ganó el Óscar a la mejor película de animación batiendo a obras de la talla de Buscando a Nemo o Shrek. En 2014 recibió, además, el Óscar Honorífico como premio a toda su carrera.
En casa somos muy fans de su cine (también de las bandas sonoras de Joe Hisaishi), largometrajes como Mi vecino Totoro (1988), Nicky, la aprendiz de bruja (1989), La princesa Mononoke (1997) o Ponyo en el acantilado (2008) están entre las favoritas de nuestros hijos (visionamos una de ellas cada poco tiempo). Estos títulos forman parte de nuestra amplia colección de DVD’s del Studio Ghibli, un estudio de películas y animación fundado por Miyazaki en 1985 junto a su colega y maestro Isao Takahata (creador de series míticas de tu infancia como Heidi, Marco o del peliculón La tumba de las luciérnagas de 1988). Vamos a contarte cómo es la visita al Museo Ghibli y dónde comprar las entradas.
Si los nombres de todas estas películas que hemos mencionado os suenan, imaginad lo célebres que pueden llegar a ser en su lugar de origen, tan dado a la mitomanía. Para satisfacer las ansias de tantos fans en el país del sol naciente y preservar el legado de estos artistas, en 2001 se creo en las afueras de Tokio el llamado Museo Ghibli, una maravillosa sala de exposiciones sobre el universo de Hayao Miyazaki que tuvimos la gran suerte de visitar en nuestro tercer viaje a Japón.
Suponemos que si te gustan las fantásticas películas de Miyazaki (y estás leyendo que existe un lugar como el Museo Ghibli) te estarán entrando unas ganas enormes de visitarlo ¿verdad? Si tienes previsto viajar a Japón en breve debes saber que el acceso a este museo sólo se puede llevar a cabo si compras la entrada con antelación, ya que el número de visitantes diarios está muy limitado. La ventaja es que así se evitan masificaciones, pero como te podrás imaginar las reservas vuelan.
Puedes reserva ahora las entradas por internet haciendo clic en este enlace. Te recomendamos que lo hagas con una antelación aproximada de tres meses, ya que el primer día de cada trimestre salen a la venta las entradas de los tres meses posteriores. Por ejemplo, nosotros viajamos la primera semana de abril y reservamos las entradas en enero. Aún así, sólo quedaba un día disponible de los tres que podíamos ir al museo. El precio de las entradas es de 33,50 € si las compras anticipadas. Hay también posibilidad de comprar tickets last minute pero los precios se incrementan bastante.
Si vives en España también puedes comprar las entradas a través de JTB, que es el único agente autorizado para la venta de entradas de Museo Ghibli fuera de Japón.
Otra opción, un tanto desesperada pero más barata, es comprar las entradas directamente en Japón a través de la cadena de tiendas 24 horas Lawson. No obstante, si conoces a alguien que esté viviendo en el país del sol naciente y que te pueda hacer el favor de comprarte la entrada con mucho tiempo de antelación será mejor.
Ahora que ya tienes la entrada, puedes respirar tranquilo y dirigirte hacia Mitaka en las afueras de Tokio, que es donde está emplazado el Museo Ghibli. La forma más sencilla y rápida de llegar hasta allí es con la línea JR Chuo, incluida en el JR Pass. Tiene paradas en zonas tan populares como la estación central de Tokio, Shinjuku o Nakano. En un máximo de 30 minutos estarás en Mitaka.
Una vez allí, el emplazamiento del museo está indicado y se tardan unos 20 minutos a pie. Si el clima es bueno, el paseo es muy agradable, especialmente cuando se llega a la zona del parque Inokashira. Los horarios del Museo Ghibli son de 10:00 a 18:00 horas todos los días excepto los martes que cierra al público.
Ahora sólo falta disfrutar del mundo de fantasía de Hayao Miyazaki. Para nosotros, fue una experiencia muy emocionante. Quizá sea porque en casa hemos visto casi todas las pelis del Studio Ghibli pero salimos de allí entusiasmados. Probablemente sea uno de los mejores museos para niños (y no tan niños) que hemos visitado jamás.
No se pueden hacer fotos en el interior (de ahí que compartamos tan poquitas en este artículo) y todo está cuidado al más mínimo detalle para el disfrute de la visita. El museo tiene el aspecto de una antigua y encantadora biblioteca, con un enorme tragaluz en el techo un ascensor que recuerda al de El viaje de Chihiro. Luego hay varias salas donde se pueden ver fragmentos de las películas, ya sea a través de dibujos originales o de peculiares aparatos de cinematografía.
Las referencias y guiños a las películas son constantes, así que uno de los mayores divertimentos para los que viajamos con niños es ir descubriendo con los peques a los personajes que hay escondidos en el techo, tras un cuadro o en una vitrina. La dirección del Museo Ghibli mantiene cierto secretismo sobre lo que allí encontrarás, así que tampoco queremos aguarte la sorpresa. No sabríamos qué destacar porque el conjunto es mágico. Hay una pequeña sala de cine donde se proyecta un corto original de Miyazaki que sólo puedes ver allí y que logra arrancarte una gran sonrisa. Las entradas para acceder a esta sala son fotogramas que te dan cuando accedes al edificio y que guardamos con mucho cariño.
Del interior, lo que les chifló a Teo y Oriol fue el enorme gatobús de peluche (nekobus en la peli Mi vecino Totoro) en el que se pueden subir los niños y tirarse bolas que no son otra cosa que los duendes del polvo que Mei y Satsuki se encontraban en su nueva casa. También destaca la tienda del museo que es uno de los lugares más solicitados de todo el complejo y de donde pudimos comprar varios peluches.
Después de cuchichearlo y tocarlo todo, es muy recomendable salir al precioso jardín que rodea el Museo Ghibli. Es donde se encuentra el robot gigantesco de la película de 1984 el Castillo en el Cielo (menos mal que en castellano no la titularon Laputa como en Japón) con el que todo el mundo se quieren inmortalizar. Allí también se ubica una coqueta cafetería donde, entre otras cosas, podrás degustar la cerveza artesanal Kaze no Tani no inspirada en Nausicaä del Valle del Viento, la primera cinta de Miyazaki para el Studio Ghibli.
Como ves, todo gira en torno al fascinante universo que salió de una mente privilegiada como la de Hayao Miyazaki. No te lo pienses dos veces, si viajas a Japón con niños te recomendamos encarecidamente una visita al Museo Ghibli de Mitaka. Nuestros hijos ya nos están preguntando cuándo vamos a volver.
Cada año «The New York Time»s selecciona 52 lugares a visitar al menos una vez en la vida. Al lado de ciudades o países tan importantes cono Washington, Copenaghen, Tokio, Sicilia… esta vez aparecen tres nuevos destinos españoles. Veamos cuáles:
ASTURIAS
«Destino español en el que abrazar la Naturaleza y olvidarse de todo», así define el periódico norteamericano este destino. Entre lugares a destacar ahí están el nuevo Centro Niemeyer de Avilés y, cómo no, los Picos de Europa, las rutas ciclistas, los castros celtas, senderismo en la senda del oso y la gastronomía.
Puesto: 25
MENORCA
La isla de Menorca es el segundo de los destinos españoles. Destaca por ser Reserva de la Biosfera por la Unesco, sus playas de ensueño y la llegada de Hauser & Wirth, una de las mejores galerías de arte contemporáneo del mundo que estrenará un centro de arte en la isla del rey, un islote escondido en Mahón.
Puesto: 41
VALLE DE ARÁN
Entre los principales motivos están los pueblos medievales, que aún siguen anclados en el tiempo, la estación de esquí de Baqueira Beret (punto de encuentro entre los esquiadores del Pirineo Catalán) y populares restaurantes a pie de pistas (Cinco Jotas) con un jamón serrano que quita el sueño. También se destacan el idioma aranés y la naturaleza virgen, que sirve como telón de fondo a una emergente escena de aventuras al aire libre.
Puesto:46
ÉSTOS LOS TOP 52, SEGÚN NEW YORK TIMES
¿En serio que todavía te estás pensando lo de viajar a Japón con niños en 2020? Si le preguntas a nuestros hijos cuál es su destino favorito en el mundo te responderán con rotundidad: ¡¡¡Japón!!! En el país del Sol Naciente han tenido la sensación de estar dentro de un videojuego o ser los protagonistas de uno de sus mangas favoritos. Además de ser un país muy seguro y con unas infraestructuras sanitarias de 10, en Japón los niños aprenderán cómo es una sociedad tremendamente educada y respetuosa con los demás. Diversión, valores y un destino alucinante es lo que se llevarán los más pequeños del archipiélago nipón.
Aunque ya hemos hecho cuatro viajes a Japón, el tercero de ellos estuvo centrado en lugares y actividades pensadas para los peques. Pese a que ha pasado tiempo desde aquel periplo, seguimos embobados al comprobar que Teo y Oriol todavía recuerdan alguna de sus batallitas por tierras niponas y ya estamos pensando cuáles van a ser las siguientes. Que no te echen para atrás las horas de vuelo, la distancia o el idioma tan distinto. Seguro que tu familia regresa con unas ganas locas de volver. Para darte un empujoncito, vamos a repasar qué ver y hacer en Japón con niños, sin más, estos son los lugares que les encantaron a nuestros hijos del país del Sol Naciente.
Nuestro viaje a Japón con niños fue en primavera y tuvo una duración de unos 10 días. Es un destino perfecto para unas vacaciones de Semana Santa, ya que los peques no tienen cole en esa época del año y, además, los cerezos en flor le otorgan a al país de Sol Naciente una imagen idílica que pocos lugares tienen en el mundo. No obstante, en cualquier época del año hay planes interesantes para hacer en familia en Japón. Nuestro itinerario tuvo en Osaka y Tokio las dos bases de operaciones principales y desde allí nos fuimos moviendo a otros lugares turiísticos de Japón en la isla de Honshu como Kioto o Himeji.
Japón fue donde empezó nuestra historia viajera y es probablemente el destino que más nos ha marcado como personas. Teníamos muchas ganas de revivir algunas experiencias de antaño y compartir nuestro amor por el país del Sol Naciente con nuestros hijos. Al viajar con niños pequeños la película fue muy distinta. Lógicamente hemos tenido que adaptar todo a sus necesidades los peques vivieron una experiencia inolvidable. Vamos a repasar lugares imprescindibles que ver en Japón con niños:
Tras el largo viaje desde España no teníamos demasiadas pretensiones el día de nuestra llegada. Comimos en un restaurante de curry lleno de posters de Son Goku (Dragon Ball es una de las pasiones de nuestros hijos), una siestecita y a pasar la tarde de lluvia en la zona de Nipponbashi también conocida como Den Den Town. Salvando las distancias, esta zona sería el equivalente al tokiota de Akihabara pero en Osaka.
Dejamos un poco de lado la parte más sórdida de la cultura otaku y lo pasamos de miedo con el merchandising de las series y pelis que les gustan a Teo y Oriol. También jugando unas partiditas a videojuegos clásicos como Pac-Man, Dungeons & Dragons o títulos algo más nuevos como las nuevas versiones de Street Fighter o Mario Kart. Además, probamos suerte con el mítico juego de los taikos o bailamos sobre un suelo luminoso. No sé si lo pasaron mejor los niños y los papás para adaptarse al horario y el estilo de vida nipón. El jetlag así se va volando.
¿Quieres viajar en tren por Japón? Te recomendamos que te compres el JR Pass, un pase para moverte con total libertad por Japón utilizando su amplia red de trenes y que te permitirá llegar fácilmente hasta los destinos que quieras visitar: Reserva aquí tu JR Pass. Los niños de entre 6 y 11 años pagan la mitad y los menores de 6 pueden subir a los trenes sin necesidad de adquirir un billete.
No somos mucho de ir a parques temáticos, pero éste sí que merece realmente la pena, especialmente si viajas con niños a Japón. Para los papás es una especie de viaje nostálgico para disfrutar de atracciones relacionadas con pelis tan míticas como Regreso al Futuro, Jurassic Park o Tiburón, mientras que los peques alucinan con los Minions de Gru, Harry Potter (hay que pedir cita antes y nosotros no los sabíamos) o Spiderman (la experiencia arácnida justifica por sí misma pagar la entrada del parque).
Si vuestros hijos son muy pequeños en la zona Universal Wonderland encontrarán muchísimas actividades divertidas. Nosotros pagamos la novatada, pero os recomendamos pagar un pelín más por el Express Pass y, de este modo, ahorrarte las larguísimas colas. La cabalgata antes del cierre es realmente preciosa. Un consejo si decides ir a Universal Studios Japan: compra aquí la entrada de Universal Studios Japan antes del viaje para evitar colas. No te arrepentirás.
Hemos diseñado un viaje perfecto para descubrir Japón en familia, ideal para viajar con niños de hasta 12 años e inspirado en el que hicimos con nuestros hijos: Reserva aquí tu viaje a Japón en familia y vive algunos de los momentos más memorables de tu vida con tus hijos.
Nosotros hemos ido al de Osaka ubicado en el centro comercial Daimaru y a uno de los de Tokio, aunque existen hasta 14 Pokémon Center repartidos por todo Japón (Sapporo, Tohoku, Sendai, cuatro en Tokio, Chiba, Yokohama, Nagoya, Kioto, dos en Osaka, Hiroshima y Fukuoka) y 14 Pokémon Store.
Da igual que tus peques hayan visto muchos o pocos capítulos de Pokémon o no hayan jugado a sus juegos, son tan adorables que caerán rendidos a sus pies. Además de vender todo tipo de merchandising de la saga, hay un espacio de juegos y videojuegos con recompensa incluida. Nosotros nos fuimos de allí con una decena de muñequitos y una pokéball.
También tuvimos nuestra ración de templos, jardines y castillos (especialmente en Tokio y Kioto) durante el viaje a Japón y éramos conscientes de que a los niños les podía resultar un tanto aburrido si nos pasábamos de la raya. Sin embargo, acababan de reabrir al público el Castillo de Himeji después de muchos años de restauración y no podíamos perder la ocasión de visitar a la célebre garza blanca.
La visita en sí fue un tanto monótona, ya que al haber tanta gente todo iba muy despacito. Eso no impidió que los niños alucinaran con la belleza del castillo y los cerezos en flor que completaban la postal. Lógicamente a ellos les gustó mucho más correr por los jardines exteriores que llegar hasta la última planta de la fortificación a paso de tortuga.
El santuario Fushimi Inari de Kioto (o Fushimi Inari Taisha) es imprescindible, ya que probablemente se trata del lugar de oración sintoísta más conocido fuera de Japón. Sus famosas torii o puertas rojas quedaron grabadas en la memoria colectiva gracias a la adaptación cinematográfica que Rob Marshall hizo en 2005 de la novela Memorias de una geisha.
Ese momentazo en el que la niña Sayuri corre a través del pasillo de color escarlata para pedirle un favor al dios Inari provocó que las visitas a este oratorio crecieran de forma exponencial, especialmente entre los turistas extranjeros. A nuestros hijos les encantó rememorar ese momento cinematográfico y buscar las numerosas estatuas que hay dedicadas a los zorros de Inari o kitsune. También jugamos a salirnos un poco de los senderos y buscar los pequeños bunsha que hay repartidos por la colina.
Antes de viajar a Japón con los niños no habíamos estado en ninguno de los Disneyland que hay repartidos por el mundo (ahora ya hemos estado en Disneyland Paris). Nuestra visita fue entre semana y coincidió con uno de los días más fríos y lluviosos de abril en Tokio desde hacía décadas. Esa mañana hasta vimos caer copos de nieve. La lluvia y el frío provocó que el parque estuviera algo más vacío que de costumbre, con la ventaja de que las colas para disfrutar de las atracciones nunca superaron los 15 minutos, aunque con ese ambiente «Arendel Style» todo se veía un poco desangelado.
De hecho, no vimos ni a una princesa Disney en todo el día. Nos imaginamos que estarían echándole la bronca a Elsa de Frozen por pasarse de la raya con sus poderes invernales. A Teo y a mí nos flipó especialmente la atracción de Star Wars, la de Monstruos S.A. y la de Buzzlight Year. También nos encantó que la mayoría de atracciones no tenían restricciones de edad y Oriol también pudo disfrutar de casi todo. Si compras la entrada de Disneyland Tokio por internet te evitarás muchas colas, especialmente los fines de semana y en temporada alta.
Quizá sea porque en casa hemos visto casi todas las pelis del Studio Ghibli (¿a qué esperas para ponerle Totoro, Nicky o Ponyo a tus hijos?) pero salimos de allí entusiasmados. El Museo Ghibli probablemente sea uno de los mejores museos para niños (y no tan niños) que hemos visitado jamás.
No se pueden hacer fotos en el interior y las entradas se deben comprar anticipadamente porque hay un número limitado de personas que lo pueden visitar cada día. No sabríamos qué destacar porque el conjunto es mágico, aunque está claro que a los niños les suele chiflar eso de poder subirse al gatobús que aparece en la peli de Totoro. Si eres fan de las películas del Studio Ghibli, reserva ahora las entradas, pues son muy difíciles de conseguir. No pierdas la oportunidad de visitar el Museo Ghibli cuando visites Tokio.
Es una juguetería que hemos visitado en los cuatro viajes a Japón, pero la película cambia mucho cuando vas con niños pequeños. Está ubicada en la lujosa Omotesando de Harajuku y acaba de cumplir 60 años desde su apertura. Como te puedes imaginar es un auténtico paraíso para los peques, ya que sus estanterías están repletas de cachivaches y juguetes de todo el mundo.
Estando en un barrio tan pijo, no podía faltar una planta entera dedicada a Snoopy, aunque hay muñequitos y merchandising de personajes japoneses e internacionales. Uno de los lugares imprescindibles para visitar en Japón con niños.
Como si se trataran de dos supervillanos de manga, a Teo y a Oriol les gustó eso de ver el mundo diminuto a sus pies. Íbamos con miedo por si había grandes colas para entrar a esta gigantesca torre, pero lo cierto es que no encontramos casi gente en las taquillas.
Teo se atrevió a subir conmigo al mirador que está ubicado a 450 metros de altitud y jugar a intentar reconocer algunos lugares de interés donde habíamos estado antes. Justo a la salida de la Tokyo Skytree había unas colchonetas y unos hinchables con los que también se lo pasaron pipa. Échale un vistazo a nuestro artículo sobre los mejores miradores de Tokio.
No deja de ser uno de los muchos centros comerciales que hay en Japón y que nos ayudaron a refugiarnos de la intensa lluvia primaveral. Sin embargo, además de las típicas tiendas, este lugar tenía un peculiar Gundam gigantesco a la entrada.
Lógicamente nuestros hijos no han visto ninguna de las series de anime que creara Yoshiyuki Tomino en 1979, ni se han leído ningún manga ni han jugado a ninguno de los juegos de la saga ¿pero a qué niño no le mola ver un robot gigantesco? Ahora en vez del de la foto podéis contemplar el Unicorn Gundam.
Un plan extraordinario para una mañana de lluvia en la gran metrópolis. Este sensacional (y enorme) museo, en el que prácticamente todo se puede tocar, es una forma sensacional de enseñarles a los niños algo de historia de Japón.
A priori parece una temática aburrida para niños pequeños, pero poco a poco se van metiendo en su papel de exploradores y disfrutan de lo lindo subiéndose a bicicletas antiguas, entrando (y corriendo) por casas tradicionales japonesas o metiéndose dentro de un palanquín de finales del siglo XIX. Se necesitan varias horas para saborear tranquilamente todo lo que ofrece el museo.
Nosotros nunca viajamos sin seguro de viaje… y menos cuando vienen los peques. Siempre es conveniente estar protegido por lo que pueda pasar y más en un destino donde la asistencia médica es tan cara. Te recomendamos viajar a Japón con una póliza que te cubra en destino posibles accidentes, hospitalizaciones por enfermedad o contratiempos que puedan suponer un sobrecoste en tu presupuesto de viaje (ten en cuenta que la hospitalización o atención médica en Japón es extremadamente cara). Nosotros utilizamos el seguro de viaje de IATI Seguros porque tiene una cobertura superior a la media y ofrecen siempre un trato personalizado y rápido. Puedes contratar aquí el Seguro de viaje de IATI Seguros y sólo por ser lector de el Pachinko te aplican directamente un 5% de descuento.
¿Te animas a viajar a Japón en familia en 2020? ¿Te han gustado nuestras recomendaciones sobre qué ver y hacer en Japón con niños? Esperamos tus opiniones en los comentarios y más recomendaciones de lugares de interés para visitar con los peques.
