¿Estás buscando una ruta por Tailandia para un viaje de 15 días y no sabes por dónde empezar? Estás en el lugar correcto. Pocos destinos nos han cautivado tanto como el antiguo Reino de Siam en los últimos años. Desde 2015 hemos viajado en tres ocasiones a esta joya del sudeste asiático y las ganas de regresar nuevamente siguen intactas.
Pero, ¿qué tiene Tailandia para embelesarnos de esa forma? El ajetreo y el caos de Bangkok, una gastronomía cargada de matices y sabores exóticos, la sonrisa perpetua y la amabilidad de sus gentes, playas de ensueño con arenas níveas y aguas turquesas, una naturaleza desbordante o su cultura milenaria con enormes influencias budistas son razones de peso para querer volver una y otra vez hasta este remoto confín del globo.
Ruta por Tailandia en 15 días, el mejor itinerario para la primera vez
El proverbio tailandés «Sanuk, sabai, saduak» (Sé feliz, permanece sereno, concéntrate en aquello que la vida te ofrece) resume perfectamente algunas de las sensaciones que nos aporta este lugar y estar en contacto con sus gentes. ¿Pero, por dónde comenzamos? ¿Cuáles son los mejores lugares para visitar en Tailandia? Por si lo tienes entre ceja y ceja para 2020, empezaremos diciendo que es un destino súper seguro y muy preparado para recibir al turista occidental. Para nosotros es probablemente uno de los países de Asia más adecuados para debutar en este apasionante continente junto con Japón.
Dicho esto, vamos a recomendarte un itinerario de dos semanas para viajar por Tailandia, en una ruta hacia el norte desde Bangkok con final en las paradisíacas playas del sur. Prepárate para un viaje palpitante.
Bangkok, el caos más adictivo (3-4 días)
Los instantes iniciales en una ciudad asiática suelen ser terriblemente desconcertantes, sobre todo si hablamos de una metrópolis tan caótica y vasta como Bangkok (no te pierdas nuestro artículo con los 10 lugares imprescindibles que tienes que visitar en Bangkok). Mucha gente se queda sólo con esa imagen superficial, pero si logras sacudirte esa impresión inicial en muy poco tiempo acabarás prendado de una de las urbes más espectaculares del mundo. Los cientos de wat o templos que engalanan sus calles, los salones de masaje desparramados en cualquier rincón, centros comerciales que parecen sacados del futuro que conviven con mercadillos improvisados, ríos, canales y trenes con tecnología puntera… pero sobre todo la sonrisa perpetua en el rostro de sus gentes te acabará atrapando.
Lo cierto es que Bangkok es una ciudad infinita que además no para nunca de crecer y evolucionar. En un viaje de quince días, lo ideal sería dedicarle como mínimo tres días enteros a la capital de Tailandia y seguro que en ese tiempo sólo puedes llevarte una impresión muy general de lo que es la urbe más poblada del país. Nosotros recomendamos que el día que se llegue a Bangkok sea relajado y lo dediques a acostumbrarte al ritmo frenético de sus calles. También viene muy bien a aclimatarse al calor y la humedad de Tailandia. Como primeras experiencias, puede ser interesante pegar un paseo por el parque Lumpini, dar una vuelta por los impresionantes centros comerciales de la zona de Siam o regatear en el mercado nocturno de Patpong (ojito que se te puede hacer de día como te descuides).
El segundo día en la ciudad (primero completo) es casi una obligación visitar algunos de los lugares imprescindibles de la ciudad como pueden ser el Templo del Buda Esmerada o Wat Phra Kaew y el Gran Palacio, el Wat Pho o templo del Buda Reclinado y el Templo del Buda de Oro o Wat Traimit. Para recuperarte de tanto templo y palacios puedes darte un masaje tradicional tailandés o descubrir la deliciosa gastronomía de Bangkok.
El tercer día en Bangkok, es aconsejable dar un paseo en barco por el río Chao Phraya y los canales de Tonburi donde puedes tener una vista inmejorable del Wat Arun o Templo del Amanecer. También es recomendable subir a alguno de los espectaculares miradores de la ciudad. La Torre Baiyoke es la más alta visitable en estos momentos, pero también pudes tomar algo en el Vertigo Bar del Hotel Banyan Tree o el célebre Sirocco Bar (que sale en la peli Resacón 2) en el Hotel Lebua de la State Tower. Éste último no es apto para todos los bolsillos. Por la noche también puedes pasear y tomar algo por el barrio mochilero y la calle Khao San Road.
Si tienes tiempo para disfrutar de un cuarto día en la ciudad, puede ser interesante viajar hasta el mercado flotante de Damnoen Saduak y el mercado sobre la vía del tren o Talad Rom Huup. A nosotros también nos gustó mucho visitar la casa de Jim Thompson, los templos Wat Saket (Monte Dorado) o el Wat Suthat y Sao Ching-Cha. También dar una vuelta por Chinatown (especialmente de noche) o ver un combate de Muai Thai o boxeo tailandés. Si tu visita a Bangkok coincide con el fin de semana también puede ser sugestivo acercarse hasta el gigantesco mercado de Chatuchak.
También te recomendamos que le eches un vistazo a nuestro artículo de cómo moverse en Bangkok, guía de transporte por la capital de Tailandia.
Nuestra recomendación para tu viaje a Tailandia:
Las tres veces que hemos estado en Tailandia hemos reservado los tours (o el viaje entero) con Mundo Nómada Travel ¿Por qué? Su principal punto fuerte es que son españoles que viven en Tailandia y organizan directamente todos sus viajes y excursiones, no subcontratan nada. Como grandes viajeros que son, se han recorrido Tailandia de cabo a rabo por lo que tienen un amplio conocimiento del país. Además, Pol, Mati y todo su equipo son grandes viajeros y tienen el mismo estilo de viaje que nosotros, destacando por la flexibilidad y la calidad de todos los servicios que ofrecen al viajero.
Olvídate del clásico circuito de 40 personas siguiendo a un guía con una banderita. Tienen viajes completamente a medida y grupos de máximo 9 personas (20 cómo máximo en julio y agosto). Tienen muy trabajadas sus rutas por lo que hacen menos kilómetros al día y por tanto hay más tiempo para disfrutar del viaje. Con ellos hemos descubierto los lugares más bellos de Tailandia, desde los más típicos a experiencias diferentes como el parque nacional de Khao Sok o un crucero fluvial en Ayutthaya a bordo de un antiguo barco arrocero.
El trato siempre es exquisito y su equipo de guías locales es realmente extraordinario. Gracias a ellos adoramos Tailandia, así que ya estamos pensando en regresar por cuarta vez. Además, nos gustan los detalles que tienen con sus viajeros como la entrega de un sobre de bienvenida con tarjeta SIM local gratuita con número de contacto, mapa de Bangkok y Chiang Mai y ruta con horarios. Así como la asistencia al viajero vía WhatsApp en castellano o su magnífica selección de hoteles.
Los recomendamos 100% si tienes pensado viajar a Tailandia, así que anímate y pide información para tu viaje a Mundo Nómada Travel. Seguro que Pol, Mati o alguien de su equipo te responde muy pronto y da justo con lo que estás buscando. La última vez hicimos su Ruta Cultural Clásica al norte de Tailandia que tiene salidas todas las semanas.
Ayutthaya y Templo de los Monos (1 día)
Después de haber visitado Bangkok ya estarás preparado para todo lo que te echen, especialmente si se trata de visitar un lugar tan maravilloso como el parque arqueológico del antiguo Reino de Ayutthaya. Desde la capital de Tailandia se tarda poco más de una hora por carretera. Este magnífico enclave es fundamental para comprender la historia del país, a pesar de que hoy en día es una ciudad pequeña. Sin embargo, el legado monumental que ha sobrevivido al paso del tiempo es realmente exquisito. Ayutthaya llegó a ser la capital del Reino de Siam desde mediados del siglo XIV hasta 1767 y todavía quedan muchos restos de aquel esplendor hoy en día.
Probablemente el lugar más célebre de Ayutthaya es fruto de la casualidad y el paso del tiempo. Se trata de la cabeza de un Buda que ha sido engullida por las raíces de un árbol y que actualmente parece que forme parte del tronco del mismo. Esta icónica imagen se encuentra en el templo Wat Mahathat, que además es uno de los más importantes del parque histórico de Ayutthaya porque estaba muy cerca del Gran Palacio Real.
A unos diez minutos en coche (15-20 si vas en moto) Se encuentra el magnífico Wat Phra Sri Sanphet que ocupa un enorme espacio y que gira alrededor de sus tres inconfundibles pagodas. Un poco más al sur también recomendamos la visita del Wat Yai Chai Mongkol inconfundible por su enorme pagoda a la que se puede subir. También por un buda reclinado que nos regaló una bonita estampa cuando hicimos el viaje a Tailandia con los niños y nuestros hijos se pusieron a jugar ante la estatua. Otro templo interesante es el Wat Chaiwatthanaram de los más grandes de todo el parque histórico de Ayutthaya. Tambiém merece la pena el Wihan Phra Mongkhon Bophit, célebre por su enorme buda de bronce bañado en pan de oro que suele atraer a muchos fieles en busca de fortuna. El parque histórico de Ayutthaya abre a las 7:30h de la mañana y visitarlo dependerá de la cantidad de templos que quieras visitar, aunque te puedes estar tranquilamente toda la mañana. Las entradas a los templos cuestan entre 20 y 50 bath por persona y templo, aunque ya verás que los precios para locales y turistas son distintos.
Nuestra siguiente parada en este itinerario de dos semanas por Tailandia es Sukhothai. Desde Ayutthaya hay casi 5 horas por carretera así que puede ser recomendable parar a comer por el camino y ver otros lugares curiosos. Una de las paradas más típicas es el Phra Prang Sam Yod o templo de los monos en Lopburi. Es un lugar muy turístico en el que los simios campan a sus anchas. Lo cierto es que si tienes algo de aprensión a estos animales es mejor ir con cuidado porque es bastante habitual que se suban a tu espalda, cabeza y se pongan a trepar por tu cuerpo. El lugar está bastante descuidado, especialmente por el nauseabundo olor de las heces de los animales.
Sukhothai, el origen del Reino de Siam (1 día)
La visita al Parque Histórico de Sukhothai bien merece un madrugón. Esta pequeña ciudad tiene el privilegio de estar considerada como la primera capital de Tailandia, aunque su esplendor se remonta hasta inicios del siglo XIII, justo cuando nació el Reino de Sukhothai. Fue una de las dinastías más importantes de la época en el sudeste asiático, hasta que fue absorbido por el Reino de Ayutthaya en 1438. Esta fusión originó uno de los periodos más gloriosos de la historia tailandesa. Tras más de cuatro siglos de fulgor, un feroz ataque birmano provocó que los restos de lo que quedó del Reino de Ayutthaya huyeran hacia el sur, justo al lugar donde hoy en día se sitúa Bangkok. En 1782 nació el Reino de Rattanakosin o Siam que perdura hasta nuestros días.
Pero volvamos al Parque Histórico de Sukhothai. Quizás la principal diferencia con Ayutthaya, es que todas las visitas de interés se encuentran en el mismo recinto. De este modo, puedes recorrer los principales vestigios a pie o alquilando una bicicleta en el mismo recinto. En dos o tres horas puedes observar los lugares más interesantes entre los que se encuentran los vestigios de hasta 11 templos o la estatua del Rey Ramkamhaeng que fue el creador del alfabeto tailandés y el que introdujo el budismo theravada en el Reino de Sukhothai. Los restos de las grandes pagodas, estatuas de buda, los puentes y los fosos son increíblemente fotogénicos.
Chiang Rai y Triángulo del Oro (2 días)
Tras la visita al Parque Histórico de Sukhothai toca de nuevo carretera y manta porque hay unas seis horas hasta Chiang Rai, el punto más septentrional de nuestra ruta de dos semanas por Tailandia. Al llegar puedes dejar los bártulos en tu alojamiento y dar una vuelta por su peculiar mercadillo nocturno. Es un buen lugar para comprar souvenirs o camisetas, pero lo que más nos gustó de este lugar es su ambientazo, la música en directo y dos zonas con restaurantes de comida típica thai. Te recomendamos que pases del principal y vayas directo a donde están los clientes locales. Se come de vicio por muy poco dinero y la atmósfera es mucho más peculiar. El fin de semana también abre un mercado nocturno infinito.
De los dos días que vamos a destinar a Chiang Rai puedes dedicar una de las jornadas a visitar sus principales templos y otro para ir al conocido como Triángulo del Oro. En este punto del mapa, el río Mekong hace de nexo entre las fronteras de Tailandia, Laos y Myanmar. Es un poco turistada, pero puedes pillar una lancha rápida hasta la isla de Don Sao emplazada en Laos donde hay un mercadillo de souvenirs donde la gente suele probar (nosotros ni de coña) los licores con serpientes, escorpiones y otros animales macerados en alcohol. También hay grandes casinos para los turistas chinos. De camino al Triángulo de Oro, es interesante parar en la plantación de té Choui Fong.
En cuanto a los templos, todas las miradas se las suele llevar el indescriptible y soberbio Templo Blanco o Wat Rong Khun. De hecho, mucha gente viaja a Chiang Rai sólo para ver esta obra todavía inacabada del genio tailandés Chalermchai Kositpipat. Hay quien compara la obra de este excéntrico arquitecto con la de Gaudí, incluso tiene otra similitud con la Sagrada Familia, ya que todavía está inacabado desde que empezaran a construirlo en 1997. Formas sinuosas, un puente que está jalonado por almas en pena que alzan sus manos o un santuario lleno de pinturas de personajes de la cultura popular (Batman, Son Goku, Doraemon, Darth Vader) hacen del Templo Blanco un lugar que debes de visitar al menos una vez en la vida para opinar sobre él.
Otro de los lugares de oración más atractivos de Chiang Rai es el Templo Azul o Wat Rong Suea Ten. Su aspecto actual es relativamente nuevo (año 2005) y comparte con el Templo Blanco sus formas curvilíneas y su decoración extravagante. Mucha gente visita su salón principal (completamente azul) para hacerse la foto de perfil de Instagram (con HDR a tope). En nuestro último viaje nos faltó tiempo para visitar la Casa Negra o Baan Dam Museum.
Chiang Mai, la perla del norte de Tailandia (3 días)
A unas 3 horas de carretera de Chiang Rai se encuentra Chiang Mai. Se trata de la ciudad más importante del norte de Tailandia y un verdadero paraíso para mochileros, nómadas digitales de medio mundo y fiesteros que quieren pasarlo bien en sus clubes y discotecas. Para nosotros es un imprescindible en cualquier viaje a este destino del sudeste asiático, tanto por su espectacular patrimonio como por la frondosa y selvática naturaleza que lo rodea. En este itinerario de dos semanas hemos destinado 3 días completos a Chiang Rai, aunque lo cierto es que no es nada descabellado pasar muchos más días si dispones del tiempo necesario, pues es una ciudad bastante grande. Un buen punto para empezar a explorar Chiang Mai y hacerse una idea de sus dimensiones es el Monte Doi Suthep a unos 15 kilómetros del centro. Allí se encuentra el prodigioso Wat Prathat Doi Suthep. Este fantástico templo fue construido en el siglo XIV y es uno de los lugares más importantes para el budismo en el norte de Tailandia. Actualmente sigue funcionando como monasterio budista y no es nada complicado hablar con alguno de los monjes vestidos de color azafrán. Las vistas desde la montaña son una gozada.
Chiang Mai es muy famosa por sus 300 templos, aunque en pocos días es imposible visitarlos todos y acabarías agotado. Además del Doi Suthep, merece mucho la pena acercarse al menos hasta el Wat Phra Singh, el Wat Chedi Luang o el Wat Sri Suphan o Templo Plateado. Con la visita a todos estos lugares de oración emplearás al menos un día. La segunda jornada la puedes dedicar a descubrir sus mercados, centros de masajes tailandeses (que abundan por doquier) o a probar la gastronomía local que es realmente suculenta y muy barata. Entre los mercados destacan el Night Bazaar y los fines de semana el enorme Sunday Market. No olvides regatear, pero sin pasarte apretando a los locales. Unos pocos céntimos para ti pueden ser muy importantes para ellos. Otro plan nocturno puede ser asistir a un combate de Muay Thai. Nosotros fuimos al Tha Phae Boxing Stadium pero hay más lugares en la ciudad. En todo caso, no esperes el nivel de Bangkok y prepárate para un ambiente un tanto más sórdido. Otro lugar divertido (especialmente si viajas con niños) es el Art in Paradise, un museo donde se juega con la realidad aumentada donde puedes sacar fotos muy graciosas.
Para la tercera jornada puedes escoger entre varios planes relacionados con la naturaleza. Uno de nuestros favoritos (y que hemos hecho también con nuestros hijos) es una caminata de un par de horas por el el Parque Nacional de Doi Inthanon. Está emplazado a una hora y media en coche de Chiang Mai y cuenta con la cima más alta de Tailandia con 2565 metros de altitud. Merece mucho la pena hacer una ruta a pie por la zona, ya que los paisajes selváticos se combinan con bancales de arrozales y algunas cascadas espectaculares. Además en la zona habitan varias etnias tribales, así que puedes visitar sus poblados o alguno de los mercadillos locales. El punto más turístico es también el más alto. Está dentro de una zona militar pero se puede acceder para ver las dos pagodas enfrentadas dedicadas al Rey Rama IX y a su esposa.
Otro plan que suele hacer mucha gente en los alrededores de Chiang Mai es visitar alguna reserva de elefantes. Nosotros visitamos con nuestros hijos Teo y Oriol el Elephant Nature Park que es el único que está recomendado por la FAADA. En este lugar puedes ver elefantes rescatados de otros lugares del país y que se recuperan de los maltratos que les ha causado el hombre. Puedes ver a los animales relativamente cerca, darles de comer (siempre acompañado por un monitor) o chapotear cerca de ellos en un río. En este sentido, si quieres ver elefantes cerca de Chiang Rai asegúrate de que no maltratan a los animales, ya sea con shows o montando sobre ellos.
Playas de Tailandia, bienvenidos al paraíso (4 ó más días)
Y después de un viaje de unos diez días desde Bangkok al norte de Tailandia, toca el momento del relax. El Reino de Siam es mundialmente célebre por sus espectaculares playas, tanto es así que cuando te planteas unos días de descanso es complicado escoger entre tanta opción. Dependiendo de la época del año en la que visites el país, las lluvias te obligarán a escoger entre las Islas del Golfo de Tailandia o las Islas del Mar de Andamán.
Nosotros hemos tenido la suerte de visitar ambas zonas. La primera vez, nos decantamos por el Golfo de Tailandia donde se encuentran Koh Samui, Koh Phangan, Koh Tao y el Parque Nacional de Ang Thong. Nuestra elegida fue Koh Phangan, una isla que es conocida en todo el mundo por su mítica Full Moon Party en el sur de la isla. El ambiente en general es muy fiestero, aunque todavía se pueden ver algunos hippies de toda la vida. Como viajábamos en familia nos decantamos por el noreste de la isla que es mucho más tranquilo. Aprovechamos unos días para desconectar en el espectacular Anantara Rasananda.
Nuestra segunda ocasión en las playas de Tailandia escogimos la zona del Mar de Andamán, en concreto la zona de Krabi. Este destino de playa es probablemente el segundo más célebre de la costa oeste tailandesa tras Phuket. Su entorno cuenta con muchas islitas bañadas por arenales maravillosos, por lo que es un lugar excelente para hacer pequeñas excursiones en barco en busca de lugares idílicos. También es una de las capitales mundiales de la escalada. Nosotros nos alojamos en Ao Nang y desde allí hicimos una fantástica excursión en español a las 4 islands con Thalassa Tour, muy recomendada por nuestros amigos de Mundo Nómada.
Cómo llegar a a Tailandia
El aeropuerto internacional más habitual para volar hasta Tailandia es el de Suvarnabhumi en Bangkok, aunque ya hay vuelos internacionales que aterrizan en Chiang Mai o en Phuket. Las últimas veces que hemos viajado a Tailandia lo hemos hecho con la aerolínea Turkish Airlines via Estambul, sin duda, una de las formas más cómodas, rápidas y eficientes de llegar a este país del sudeste asiático. Es una de nuestras compañías aéreas favoritas para viajar a Asia, ya que al salir directamente desde Valencia y conectar con la capital turca nos ahorramos una o varias escalas. Eso significa, además, mucho tiempo y dinero lo cual se agradece cuando viajas con niños. Hay os frecuencias diarias con Estambul y el aeropuerto de Málaga, siete vuelos semanales a Valencia, cuatro por semana a Bilbao, cuatro vuelos diarios a Barcelona y dos a Madrid.
Además, en nuestro último viaje tuvimos la gran suerte de volar con la clase business de Turkish Airlines. La atención al pasajero es magnífica, especialmente porque cuidan todo hasta el más mínimo detalle. Te hacen sentir especial pero sin caer en el peloteo innecesario. Enseguida detectan si quieres descansar o si por el contrario necesitas algo. El asiento y todos sus accesorios son fantásticos, así que el vuelo aunque sea a la otra punta del globo se hace corto y muy agradable.
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Y recuerda que cuando viajas al extranjero siempre es conveniente estar protegido por lo que pueda pasar. Te recomendamos hacer un viaje a Tailandia con una buena póliza que te cubra en destino posibles accidentes, hospitalizaciones por enfermedad o contratiempos que puedan suponer un sobrecoste en tu presupuesto de viaje (ten en cuenta que la hospitalización o atención médica en muchos países es extremadamente cara). En nuestro caso para viajar a Tailandia u otros destinos utilizamos el seguro de viaje de IATI Seguros porque tiene una cobertura superior a la media y ofrecen siempre un trato personalizado y rápido. Puedes contratar aquí el Seguro de viaje de IATI Seguros y por ser lector de el Pachinko te aplican directamente un 5% de descuento.
¿Qué te ha parecido nuestro itinerario de dos semanas para viajar a Tailandia ? ¿Te gusta todo lo que puedes ver y hacer en Tailandia? ¿Alguna pregunta? Cuéntanos tu experiencia y plantéanos tus dudas en los comentarios.
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