En Valencia se puede seguir un itinerario para conocer sus principales monumentos modernistas. La mayoría fueron construidos gracias a la pujante burguesía de finales del siglo XIX, deseosa de embellecer su ciudad con una estética entonces de moda en toda Europa. Fue un periodo de gran expansión artística, que además coincidió con la demolición de las murallas y la creación de un elegante ensanche.
El modernismo se expandió en España principalmente a inicios del siglo XX
La Ruta del Modernismo en Valencia se suele iniciar en la Plaza de la Almoina, una de las más antiguas del centro histórico, para ver la casa Punt de Ganxo (1902), así llamada porque la decoración de su fachada recuerda un punto de ganchillo. Desde allí se continúa por las calles Colón, Sorní, Ramilletes y Marqués del Turia, en busca de otras bellas viviendas modernistas, como la Casa de los Dragones (1901), la Casa Ordeig (1907), la Casa Chapa (1916) y el Palacete de Ayora (1900), rodeado de jardines.
Hierro, vidrio y ladrillo
Los mercados Colón (1914) y Central (1910), con sus características estructuras de hierro, vidrio y ladrillo, son otras etapas imprescindibles; el último está junto a la Lonja de la Seda, una joya del gótico civil declarada Patrimonio de la Unesco.
El modernismo en Valencia se caracterizó por la exaltación de signos propios, como la huerta o las fallas. Se comprueba en la Estación del Norte (1917), una de las más bellas de España, que luce una fachada decorada cerámicas que imitan naranjas y un interior con murales de mosaicos y azulejos.
via https://ift.tt/JKJLOL https://ift.tt/2Qj17K0
No hay comentarios:
Publicar un comentario