miércoles, 25 de diciembre de 2024

Viajes. 20 años del tsunami más devastador de la historia ¿Qué hemos aprendido?

El día 26 de diciembre de 2004, el fondo marino del océano Índico tembló con una fuerza inusitada. La tensión acumulada entre las placas tectónicas de Birmania y de India durante décadas había llegado a un punto crítico y, a las 7 horas, 58 minutos y 52 segundos se produjo la rotura. El tercer terremoto más poderoso de la historia desde que hay registros alcanzó 9,2 grados en la escala de magnitud de momento, y liberó toda su energía en frente de la costa de Banda Aceh, en la isla de Sumatra. 

La energía del terremoto, equivalente a 23000 bombas atómicas como la que destruyó la ciudad de Hiroshima, sacudió las aguas y creó una serie de ondas que atravesaron el océano a una velocidad de entre 500 y 1000 kilómetros por hora. En apenas 15 minutos, las ondas alcanzaron la costa de Sumatra y, al llegar a aguas poco profundas, se transformaron en olas de más de 30 metros de altura que llegaron a adentrarse hasta 2 kilómetros tierra a dentro, arrastrando con ellas poblaciones enteras. En las horas siguientes, hasta 14 países anunciaron que habían sufrido las consecuencias del maremoto, aunque los más afectados fueron los más cercanos al epicentro del terremoto: Indonesia, Sri Lanka, Tailandia e India.

Mientras sucedía la tragedia, el mundo observaba atónito a través de sus televisores la escena dantesca. Primero el agua de las playas retrocedió de golpe centenares de metros, dejando al descubierto el fondo marino. Los turistas y locales, asombrados por la escena, grababan vídeos y se hacían fotografías, ajenos al peligro que corrían por estar en ese lugar y esa hora concretas. Minutos después, gran parte del mundo conocería el significado de la palabra tsunami, de origen japonés. Una palabra que quedaría grabada en sus memorias para siempre. Las estimaciones oficiales indican que los distintos tsunamis acabaron con la vida de 227898 personas, lo que los convierte en la mayor tragedia de origen natural del siglo 21. 20 años después de aquella tragedia, el mundo ha seguido girando y tenemos un mayor control sobre este tipo de eventos, pero ¿estaremos preparados cuando suceda el próximo gran tsunami? 

Atención, Tsunami 

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) realizó la primera medición del Tsunami de las costas de Sumatra de 2004 dos horas después del terremoto. Gracias a los satélites TOPEX/Poseidon y Jason fueron capaces de detectar la travesía de la pequeña onda que recorría la superficie del Índico. Los datos fueron confirmados posteriormente por el Envisat, el satélite de la Agencia Espacial Europea 3 hora y 15 minutos tras el temblor. Durante su recorrido, la onda que generaba los tsunamis apenas se alzaba 60 centímetros de altura sobre el nivel del mar, pero llevaba consigo la fuerza destructiva capaz de generar las olas monstruosas que, en el momento de la medición ya habían golpeado Sumatra y Sri Lanka. Lamentablemente, en aquel momento, el Índico no contaba con un sistema de alerta de tsunamis, por lo que resultaba imposible avisar lo que iba a llegar a las costas de India, Tailandia o Somalia. 

Este hecho es especialmente grave teniendo en cuenta que la zona donde se produjo el terremoto es conocida popularmente como “El anillo de fuego”. Y es que, bajo las aguas del océano, dos gigantes chocan constantemente en un ciclo destructivo de un tamaño colosal.  Como comentábamos al principio del artículo, el choque de las placas tectónicas de Birmania e India acumula una enorme tensión que, frecuentemente, desencadena terremotos de gran magnitud. En los últimos 150 años anteriores a la tragedia de 2004 se registraron al menos 50 seísmos, muchos de los cuales superaban los 7 grados de magnitud. Además, al menos 7 de los 50 terremotos generaron tsunamis provocaron grandes pérdidas materiales y vidas humanas. Hasta la fecha, el mayor de los tsunamis había ocurrido tras la explosión del Krakatoa, en 1883, un evento que, en su conjunto, se cobró más de 36500 vidas. 

Por ello, tras la tragedia, la UNESCO, mediante la agencia denominada Comisión Oceanográfica Intergubernamental (ICO), estableció una serie de medidas para tratar minimizar los efectos del próximo terremoto y tsunami que ocurran en la zona. Gracias a estos esfuerzos, los gobiernos de los posibles países afectados tienen, en la actualidad, un mayor margen de maniobra cuando hay altas probabilidades de que suceda un fenómeno similar. 

Los días que sonaron las sirenas 

Hasta la fecha, el sistema de alerta de tsunamis se ha activado en varias ocasiones tras los más de 70 terremotos registrados entre 2004 y la actualidad. Este sistema ha salvado miles de vidas, pero también ha mostrado algunos fallos graves relacionados con la falta de mantenimiento y de comunicación entre los agentes responsables. 

Por ejemplo, solo dos años después de la tragedia, en 2006, otro terremoto ocurrido en Java provocó olas de entre 5 y 10 metros que acabaron con la vida de 650 personas. El sistema de alerta de tsunamis todavía no estaba operativo, pero en ese caso, tanto la NOAA, como la Agencia Meteorológica Japonesa emitieron la alerta de tsunami a las autoridades de la zona. Sin embargo, dichas autoridades no pudieron alertar a tiempo a las personas que se encontraban en las costas afectadas por falta de una infraestructura adecuada. 

Posteriormente se instaló un sistema de boyas en toda la región susceptible de ser golpeada por una de estas terribles olas. Su eficacia se puso a prueba en 2012, donde una serie de terremotos de magnitud 8,2 a 8,6 en la escala de magnitud de momento hicieron temer una réplica de lo sucedido en 2004. Según los reportes de los periódicos, en la península de Aceh cundió el pánico y la mayoría de la población fue evacuada a terrenos elevados. En las islas de Andaman y Nicobar la alerta llegó en apenas 8 minutos, mientras que una serie de boyas vandalizadas e inoperativas demoró la alarma 20 minutos en Aceh. 

 

Ciudad de Banda Aceh, en Sumatra, una de las más afectadas por el tsunami. 2004/2015

Afortunadamente en este caso todo quedó en una falsa alarma. Debido a las condiciones del terremoto, las olas más grandes reportadas fueron de 1 metro y las únicas 10 personas fallecidas en el evento fueron debido a infartos cardíacos. 

El mundo en alerta 

En la actualidad, en la mayoría de las costas cercanas a una gran masa de agua hay sistemas de alertas de tsunamis. Además de en el Índico, existen sistemas de alerta en el Pacífico, el Atlántico y hasta en el mar Mediterráneo. En estos sistemas, cuando se registra un terremoto de gran magnitud, los detectores satelitales y las boyas de detección muestran si se ha formado un tsunami. Una vez se confirma, o el riesgo se considera elevado, una serie de altavoces situados estratégicamente en las playas alertan a las poblaciones del riesgo e indican las posibles vías de evacuación. Además, las personas en el radio de acción de las antenas de telefonía recibirían un aviso a su teléfono mediante sistemas similares al de Alertas de Protección Civil que se empleó en otra situación de catástrofe, como la DANA de Valencia. De entre los sistemas más avanzados destacan los de India, uno de los países más afectados por este tipo de eventos y los de Japón, que trágicamente sufrieron las consecuencias de uno de estos fenómenos en 2011. 

Además de los sistemas de detección, los gobiernos regionales también han creado protocolos y rutas de evacuación especialmente diseñadas para minimizar daños. En los lugares más susceptibles a sufrir tsunamis existen hojas y webs informativas que indican todos los pasos a seguir en caso de que se diese una de estas alarmas. En la actualidad sigue siendo imposible predecir el momento exacto en el que se va a producir un terremoto que pueda desencadenar un tsunami. Por ello, si se piensa viajar a uno de estos lugares, conviene informarse bien ya que, en caso de una posible catástrofe, siempre aumenta la probabilidad de supervivencia tener nociones sobre qué hacer, aunque luego no haya que utilizarlas.  



via Daniel Pellicer Roig https://ift.tt/uWw8kAP

martes, 24 de diciembre de 2024

Viajes. Estos son los dos momentos clave en los que envejecemos súbitamente

El envejecimiento, esa espada de Damocles que inevitablemente pende sobre todos nosotros, podría ser mucho más complejo e impredecible de lo que hasta ahora habíamos imaginado. Un reciente estudio, publicado en Nature, así lo sugiere. 

Tradicionalmente concebido como una trayectoria lineal de declive gradual, la investigación sugiere que el cuerpo humano no envejece de manera uniforme, sino que experimenta transformaciones abruptas en momentos clave de nuestra existencia. Estos puntos de inflexión, que los científicos han identificado en torno a los 44 y 60 años de edad, señalan que el envejecimiento podría seguir un patrón más complejo, donde cambios súbitos y significativos pueden marcar hitos críticos en nuestra salud y bienestar.

En esta investigación participaron 108 voluntarios, cuyas edades oscilaban entre los 25 y los 75 años. A lo largo de varios años, estos individuos proporcionaron muestras de sangre, heces, y muestras tomadas con hisopos de la piel, así como de las zonas oral y nasal, a intervalos regulares.

El análisis de estas muestras permitió a los investigadores evaluar un asombroso total de 135.000 moléculas, incluidas proteínas, metabolitos, ARN y una diversidad de microbios que habitan tanto en los intestinos como en la piel. Los resultados fueron reveladores: en lugar de una alteración paulatina, los cambios más significativos se produjeron en dos "ráfagas" cruciales de la vida.

 

La primera “ráfaga”

La primera de estas ráfagas, que ocurre alrededor de los 44 años, está íntimamente ligada a la aparición de cambios moleculares que afectan a las enfermedades cardiovasculares y a la capacidad del cuerpo para metabolizar la cafeína, el alcohol y los lípidos. Para las mujeres, este periodo coincide frecuentemente con la premenopausia.

Estas transformaciones podrían explicar el aumento del riesgo de enfermedades relacionadas con la edad, como el Alzheimer y los problemas cardiovasculares, que suelen aparecer con fuerza después de los 60 años.

La segunda "ráfaga"

La segunda ráfaga de cambios se manifiesta alrededor de los 60 años, un momento en que las moléculas relacionadas con la regulación inmune, el metabolismo de los carbohidratos y la función renal muestran alteraciones importantes.

Es interesante destacar que las moléculas asociadas con el envejecimiento de la piel y los músculos experimentan modificaciones tanto en esta etapa como en la anterior, lo que sugiere que ciertos procesos de envejecimiento están en marcha a lo largo de varias décadas.

La clave es el estilo de vida

Lo que hace que estos hallazgos sean particularmente intrigantes es la sugerencia de que estos cambios moleculares no son simplemente una cuestión de genética, sino que podrían estar influenciados por factores relacionados con el estilo de vida. 

Por ejemplo, la forma en que metabolizamos el alcohol puede alterarse debido a un aumento en su consumo durante los años de mayor estrés, como sucede frecuentemente a mediados de los 40. Este descubrimiento subraya la importancia de adoptar medidas preventivas, como el aumento de la actividad física durante los periodos de pérdida muscular y la adaptación de la dieta a las necesidades cambiantes del cuerpo.

Si bien aún queda mucho por aprender, este estudio proporciona una valiosa hoja de ruta para futuras investigaciones, con la esperanza de que algún día podamos no solo entender, sino también influir en el curso del envejecimiento humano.



via Sergio Parra https://ift.tt/4xKoR8J

lunes, 16 de diciembre de 2024

Viajes. De la RDA a la Cancillería: la vida de Angela Merkel a través de 'Libertad'

«Este libro cuenta una historia que, como tal nunca, más se repetirá, aunque solo sea porque desde 1990 el país en que residí durante treinta y cinco años ya no existe», dice Angela Merkel al inicio del prólogo de su libro autobiográfico Libertad. Y aunque durante mucho tiempo no podía ni imaginarse que iba a escribirlo, la noche del 4 al 5 de septiembre de 2015, cuando hacía ya diez años que era canciller de Alemania, la semilla de la autobiografía empezó a germinar en su mente.

Fue la noche en que decidió no prohibir el paso a los refugiados que llegaban desde Hungría a la frontera germano-austríaca, lo que marcó un punto y aparte en su etapa como canciller y la llevó a pensar que algún día, cuando ya no ocupara este cargo, contaría los motivos de esa decisión y otras muchas, en colaboración con su asesora desde 1992, Beate Baumann.

Libertad es un relato, según sus propias palabras, completamente subjetivo, en el que ha procurado realizar una reflexión sincera sobre sus actos a través de un recorrido cronológico que empieza el día de su nacimiento, el 17 de julio de 1954, y termina el 8 de diciembre de 2021, día en que cesó como canciller federal de Alemania.

Aquel 1954, relata Merkel, los padres de Merkel y la recién nacida Ángela abandonaron Hamburgo para instalarse en Quitzow, en plena RDA, donde su padre empezó a ejercer como párroco. Merkel recuerda una infancia feliz, marcada por el nacimiento de sus hermanos, o los paquetes que su familia les enviaba desde Hamburgo, que según ella «olían a Occidente», refiriéndose a la fina fragancia de un buen jabón o al aroma del café.

Cuando apenas tenía siete años, concretamente el 13 de agosto de 1961, en el centro de Berlín se empezó a levantar el nefasto muro que dividiría en dos la ciudad y a todo el país, separando familias durante casi tres décadas. En 1973 empezó a estudiar ciencias físicas en Leipzig y en 1978 se casó con Ulrich Merkel. Ese año se diplomó en ciencias físicas con un sobresaliente.

Los recién casados se mudaron a Berlín, él ingresó en la Sección de Ciencias Físicas de la Universidad de Humboldt y ella en el Instituto de Química Física. Y la vida dio un vuelco: ¿cómo iba a soportar a largo plazo un ambiente tan rígido en el que regía la tríada del marxismo dialéctico, la economía política y el comunismo científico? Sintió que se ahogaba.

En 1982 se divorció, viajó por tierras socialistas y empezó a estar al corriente de lo que ocurría en el campo de la física a nivel internacional. «Los momentos culminantes de nuestro trabajo se producían cuando expertos internacionales se tomaban la molestia de visitarnos». A mediados de los ochenta conoció a Joachim Sauer, químico, aún hoy su marido.

Caída del Muro e inicio de su carrera política. 

El mismo año que el muro cayó, en 1989, Merkel se afilió al nuevo partido Despertar Democrático, que acabó fusionado con la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Alemania. «Para nosotros lo importante era crear una economía de mercado orientada a lo social y a lo ecológico y conseguir cuanto antes la reunificación de Alemania».

Portada de Libertad, 1954 - 2021, de Angela Merkel.

El 2 de diciembre, el CDU, con Helmut Kohl al frente, ganó las primeras elecciones de la Alemania reunificada y en 1991 Merkel se erigió como diputada del Bundestag y ministra para Asuntos de la Mujer y la Juventud. ¿El objetivo? Mejorar la precaria situación de las familias de la ex RDA, que tanto sufrieron por conseguir ‘el sueño capitalista’.

En 1994, en un nuevo mandato, Merkel fue nombrada ministra de Medio Ambiente. La energía y el clima coparon su agenda. Tuvo que lidiar con el muy polémico traslado de residuos nucleares desde Francia hasta Alemania, tal como exigía un acuerdo firmado entre ambas naciones. Merkel confiaba en la energía nuclear incluso tras el accidente de Chernóbil.

Sin embargo tras el desastre de Fukushima de 2011, cambió de opinión, ya no se trataba de un accidente acaecido en un país con unas infraestructuras más que dudosas, sino en uno de los países más avanzados del mundo, por lo que anunció el ‘apagón nuclear’ en su país a medio plazo, algo que hoy quieren revertir desde su propio partido.

En 1995 Alemania presidió la Cumbre Climática de Berlín, en la que se logró un acuerdo de objetivos vinculantes de reducción GEI, tema prioritario para Merkel. En 2007 acogió la cumbre del G8, donde se estableció una nueva hoja de ruta para limitar el aumento de la temperatura media mundial a 2ºC con respecto a los niveles previos a la industrialización.

En otoño de 2021 lo habían ratificado 191 países de los 197 Estados firmantes. «Los objetivos nacionales de reducción que se presentaron no han alcanzado, hasta la fecha, el objetivo del umbral de 2ºC y mucho menos el de 1,5ºC», se lamenta.

Política de partido: aprender por las malas

En 1998 los socialistas ganaron las elecciones y su partido sufrió una grave crisis debido a un gran escándalo de financiación ilegal que salpicó de lleno al mismísimo Helmut Kohl y al tesorero del partido. Merkel se pronunció firmemente en favor de una renovación. «¿Por que la CDU?, ¿Para qué es necesaria?» escribiría Merkel en un artículo en el que se postulaba a candidata a la presidencia del partido.

Soñaba «con una CDU que logre conciliar mercado y humanidad, que avance en el desarrollo de los sistemas e seguridad social, que conceda libertar individua a los ciudadanos y que les procure un Estado fuerte allí donde lo necesite. Quiero una CDU que defienda una Alemania que, entre todos los demás, sea un país tolerante, que no se dé aires de grandeza, pero tampoco se quite méritos». 

La reacción fue abrumadora y fue elegida con el 897 de los 935 votos. Años más tarde, en 2002, Merkel presentó su candidatura a canciller federal. «Mucha gente del partido me intentó convencer de que renunciara, a veces con cariño , a veces con el bastón de mando». La consideraban, afirma, una ‘presidenta sin importancia de Alemania Oriental incapaz para ese cargo’.

Esa vez desistió, pero lo lograría en 2005: el 22 de noviembre de ese año fue elegida como primera mujer canciller de la RFA. Sería reelegida en 2009, 2013 y 2017, años en los que le tocó lidiar con mandatarios de todos los colores. «Hablé con responsables de Estados que mantenían conflictos armados internos; para salvar la vida de ciudadanos alemanes me dirigí a políticos de países cuyas violaciones de los derechos humanos yo condenaba.

Se trata de lanzar compromisos, una palabra que el diccionario define como  un “trato mediante concesiones recíprocas”». Se entendió bien con George W. Bush, no tanto con el ególatra Putin, del que cuenta suculentas anécdotas. Respecto a Trump, lamentó que ganara.  «Trump lo consideraba todo desde la perspectiva de un inversor inmobiliario, lo que había sido antes de meterse en política».

“Lo lograremos”

En la noche del sábado 18 al domingo 19 de abril de 2015 una embarcación de refugiados abarrotada zozobró en el Mediterráneo en su trayecto de Libia a Italia. «No se trata de un problema estrictamente italiano sino que afecta a toda Europa. No podéis dejarme solo en esto», le espetó a Merkel Matteo Renzi, primer ministro italiano. «Sabía que Renzi tenía razón», dice ella.

Cuatro días después los jefes de estado se reunieron en Bruselas en una reunión extraordinaria del CE pero no se pudo llegar al fondo de la cuestión. La frontera italiana estaba desbordada. Las solicitudes de asilo subían día a día en Alemania, llegando el 19 de mayo a 800.000.

«Cuando me desperté por la mañana no tenia ni idea de que el viernes 4 de septiembre de 2015 sería un día que pasaría a la historia en Europa», recuerda. Fue el día en el que se anunció por Facebook que los refugiados podían entrar libremente por Austria y Alemania. «Lo digo de la manera más sencilla —había anunciado previamente—. 

Alemania es un país fuerte. Por lo tanto el lema con el que debemos afrontar esta cuestión debe ser: antes hemos logrado tantas cosas ¡y también ahora lo «Si en aquel momento alguien me hubiera dicho que durante semanas, meses, años incluso hasta el día de hoy me echarían en cara estas dos palabras banales le habría mirado con incredulidad.

¿Perdón? ¿No debo decir que lo lograremos porque estas dos palabras pueden malinterpretarse y que la gente piense que mi intención es traer a todos los refugiados del mundo a Alemania? Esas dos palabras representaban mi profunda confianza en que el país había suficientes personas que pensaban y sentían como yo. Mi confianza no se vería defraudada», dice en referencia a la victoria electoral de 2017. «La dignidad humana es intangible», opina Merkel.

Desgraciadamente, la nueva situación fue el marco de un auge de la extrema derecha en Europa que aún dura hoy día.

Un mundo cambiante y globalizado

El 23 de junio de 2016 el 52% de los votantes británicos selló el Brexit, la salida de Reino Unido de la Unión Europea. «Consideré la votación una vergüenza que nos dejaba en ridículo a los demás miembros de la UE. Gran Bretaña nos dejaba en la estacada.

Esto cambiaba la opinión del mundo tenia de la UE, nos había debilitado», opina Merkel. Mientras tanto, fue testimonio de cómo ciertos países emergentes iban consolidando posiciones, como los integrantes de las siglas BRICS, Brasil, Rusia India China y Sudáfrica.

También se palpaban mejoras en Africa. Ya entonces Merkel estaba convencida de que apoyar, en general, a todos los países del mundo y, en concreto, en la mejora de la calidad de sus sistemas sanitarios era esencial para proteger de la enfermedad a la población alemana.

Algo que sin duda se ratificó cuando llegó la COVID 19, tema que acaparó el último tramo de su mandato. Fue un periodo en el que, una vez más, a tener que imponer restricciones a la ciudadanía, tuvo que reflexionar sobre el significado de la palabra libertad. La libertad, dijo entonces, tiene que ser válida para todos.

«No significa que todo el mundo pueda hacer lo que quiera. Al contrario, justo ahora la libertad significa responsabilidad: responsabilidad por uno mismo, las personas en el lugar de trabajo y más aún, por todos nosotros». Sin duda una definición que representa fielmente el modo de hacer de esta mujer tan pragmática como reflexiva.



via National Geographic España https://ift.tt/jTiLY6c

sábado, 14 de diciembre de 2024

Viajes. El código nazi que dictó el camino de la Segunda Guerra Mundial

La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) fue el conflicto más devastador del siglo XX, una lucha que enfrentó no solo ejércitos, sino también mentes. En este complejo tablero de estrategias y secretos, la información jugó un papel crucial. Y dentro de esta guerra de inteligencia, pocas herramientas fueron tan importantes como la máquina Enigma, el dispositivo con el que los nazis pretendían garantizar la comunicación segura de sus ejércitos.

Lo que los alemanes no imaginaron fue que su confianza en la invulnerabilidad de Enigma sería desafiada por un grupo de programadores en un pequeño rincón de Inglaterra. Descifrar este código no solo cambió el curso de la guerra, sino que también salvó millones de vidas y marcó el inicio de la era de la informática.

LA GUERRA DE LAS COMUNICACIONES

La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto en el que la tecnología y la información jugaron un papel fundamental. En un mundo en guerra, donde las tropas estaban desplegadas por Europa, África y el Atlántico, los líderes nazis necesitaban una forma de enviar órdenes y coordinar movimientos de manera segura, evitando que los aliados pudieran interceptar sus mensajes.

Para ello, confiaron en Enigma, una máquina de cifrado inventada en la década de 1920 y adaptada para uso militar por los nazis. A primera vista, Enigma parecía una máquina de escribir, pero detrás de su diseño había un mecanismo increíblemente complejo. Al pulsar una tecla, el sistema de rotores y cables eléctricos transformaba una letra en otra, generando combinaciones que cambiaban constantemente según su configuración interna. Con más de 150 billones de posibles combinaciones, descifrar un mensaje encriptado por Enigma parecía una tarea imposible.

Los alemanes estaban tan seguros de su invulnerabilidad que utilizaban Enigma para coordinar ataques, mover tropas y enviar estrategias. Pero esta seguridad resultaría ser su mayor debilidad.

Máquina Enigma utilizada por los alemanes para cifrar sus mensajes. Los dirigentes alemanes creían eran totalmente indescifrables, pero no era así.

BLETCHLEY PARD Y EL ESPIONAJE

Cuando los aliados se dieron cuenta de la importancia de Enigma, entendieron que descifrar sus mensajes era esencial para ganar la guerra. Este desafío recayó en Bletchley Park, una mansión en el Reino Unido donde se reunieron algunas de las mentes más brillantes de la época. Matemáticos, lingüistas, criptógrafos e ingenieros trabajaron en completo secreto para resolver uno de los mayores acertijos de la historia.

Entre ellos destacaron Alan Turing, considerado hoy uno de los padres de la computación, y Joan Clarke, una destacada criptógrafa cuya habilidad para encontrar patrones en los mensajes nazis resultó crucial.

El equipo enfrentó un problema descomunal: los nazis cambiaban la configuración de Enigma diariamente, lo que significaba que cada día era como empezar desde cero. Turing ideó una máquina revolucionaria, llamada Bombe, que podía analizar rápidamente miles de configuraciones posibles, buscando patrones que permitieran descifrar los mensajes.

Retrato de Joan Clarke

ENIGMA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Descifrar Enigma no solo fue una hazaña técnica, sino que también tuvo un impacto directo en el campo de batalla. Uno de los ejemplos más destacados fue la Batalla del Atlántico. Durante años, los submarinos nazis (U-boats) atacaron los barcos aliados que transportaban suministros vitales desde América hacia Europa. Estos ataques casi cortaron el flujo de alimentos y armas, poniendo en jaque a los aliados.

Gracias al trabajo en Bletchley Park, los aliados pudieron anticipar los movimientos de los submarinos y enviar a sus flotas por rutas más seguras, evitando emboscadas y contrarrestando la amenaza nazi en el Atlántico.

Desembarco de Normandía 

Otro momento crucial fue la planificación del desembarco de Normandía en 1944. Descifrar los mensajes nazis permitió a los aliados engañar al enemigo sobre sus intenciones reales, desviando tropas alemanas hacia otras zonas y facilitando el éxito del Día D, un punto de inflexión en la guerra.

Se estima que el trabajo de descifrado acortó el conflicto al menos dos años, salvando millones de vidas en el proceso. Sin embargo, mantener el secreto de que Enigma había sido descifrada implicó decisiones difíciles. Los aliados no podían reaccionar ante todos los mensajes para no despertar sospechas en los nazis, lo que a veces significaba permitir ataques que podrían haberse evitado.

UN FUTURO INAUGURADO

Cuando la guerra terminó en 1945, el trabajo realizado en Bletchley Park permaneció en secreto durante décadas. A los hombres y mujeres que descifraron Enigma no se les reconoció inmediatamente su contribución. Joan Clarke, por ejemplo, enfrentó los prejuicios de la época por ser mujer, mientras que Alan Turing, pese a sus logros, sufrió persecución por su orientación sexual. Su vida terminó trágicamente en 1954, pero su legado científico y moral ha sido reivindicado con el tiempo.

Hoy, Bletchley Park es un símbolo del ingenio humano. El trabajo realizado allí no solo fue clave para derrotar al nazismo, sino que también marcó el inicio de la era moderna de la computación. Las máquinas creadas por Turing para descifrar Enigma sentaron las bases de los ordenadores que usamos hoy.

La historia de Enigma y su descifrado nos deja varias lecciones. Primero, que incluso los sistemas más complejos pueden ser vulnerables ante la creatividad y la colaboración humana. Y segundo, que en tiempos de crisis, el ingenio puede ser un arma tan poderosa como cualquier ejército.



via Noelia Freire https://ift.tt/LgqyrdN

Viajes. El iceberg más grande del mundo se ha roto y va a la deriva por el océano Austral

Es una especie de isla helada tres veces más grande que la ciudad de Nueva York. Se llama A23a y es el iceberg más grande del mundo. Ahora, tras décadas de haber permanecido varado en el océano y desprenderse en océano abierto en 2023, ha vuelto a desprenderse del vórtice oceánico que mantenía sujeto este titán gélido y ahora se está moviendo a la deriva por el océano Austral. Así lo ha confirmado un equipo de científicos del British Antartic Survey (BAS) tras ver las imágenes de satélite y comprobar la liberación de la posición del magno iceberg al norte de las Islas Orcadas del Sur.

¿Dónde se encuentra el iceberg más grande del mundo y cuál es su trayectoria?

"Estamos interesados ​​en ver si tomará la misma ruta que otros grandes icebergs que se han desprendido de la Antártida. Y lo que es más importante, qué impacto tendrá esto en el ecosistema local", apunta Andrew Meijers, uno de los oceanógrafos del BAS en el comunicado de prensa de la entidad.

¿Por qué se ha desprendido?

El iceberg más grande del mundo está siendo desgastado a causa del cambio climático; el aire más cálido, aguas superficiales igualmente más sofocantes de lo normal... todo ello está haciendo que el enorme iceberg con placas de hielo de 400 metros de grosor, un peso de casi un billón de toneladas y una superficie de unos 3.600 kilómetros cuadrados, se esté desgastando y perdiendo volumen. De hecho, si continúa en mar abierto y alejándose del conocido como continente blanco (la Antártida), acabará derritiéndose y desapareciendo para siempre.

Originalmente, el colosal iceberg se desprendió de la plataforma de hielo antártica Filchner en 1986. Fue cuando un iceberg aún más grande, A23, se desprendió de la plataforma y se rompió en tres pedazos más pequeños; uno de ellos fue A23a (pero es tan grande que aunque se esté moviendo es imposible notar dicho movimiento dada su superficie).

Esta enorme isla helada permaneció varada en el lecho marino del mar de Weddell durante más de 30 años antes de iniciar su lento viaje hacia el norte; pero, a pesar de las dinámicas naturales que retrasaron su deriva hacia el norte, ha vuelto a desprenderse y continúa un periplo nada interesante para el planeta -ni nosotros-, hacia aguas más cálidas que solo acelerarán el proceso de derretimiento.

¿Hacia dónde va el iceberg? ¿Qué es el callejón de los icebergs?

Al igual que la mayoría de los icebergs en la región de Weddell, es muy probable que el A23a sea arrastrado por la corriente circumpolar antártica, que eventualmente lo llevará hacia el Atlántico Sur a través de una ruta conocida como el "callejón de los icebergs" (de hecho, uno de estos icebergs fue el causante del hundimiento del Titanic). Según los expertos, es probable que esto lo impulse hacia la isla subantártica de Georgia del Sur y acabe despedazándose en otros trozos más pequeños que, eventualmente, se derretirán. En esencia, hacia el destino final común de un iceberg, por muy grande que sea.

Los científicos apuntaron en agosto de 2024, que tras girar meses sobre sí mismo al norte de la Antártida, probablemente no escaparía del enorme cilindro giratorio de agua en el quedó atrapado, pero a tenor de lo sucedido, está claro que este no es el caso. Donde más se nota el desmoronamiento del enorme iceberg es en sus bordes, que aparecen con curvas, pero la parte central en su mayor parte, permanece completamente intacta. Los investigadores continuarán monitorizando su movimiento y estado.



via Sarah Romero https://ift.tt/dDBr05p

domingo, 1 de diciembre de 2024

Viajes. El consumo de alcohol en el reino animal es más habitual de lo que parece

En su hábitat natural, la mosca de la fruta (Drosophiila melanogaster) prefiere los frutos fermentados, un alimento que puede contener entre un 4 y un 15% de etanol, según la especie. Su extraordinaria capacidad de adaptación la ha convertido en un un consumidor de alcohol perfectamente adaptado, aunque en determinadas condiciones puede acabar experimentando lo que en términos humanos llamaríamos una auténtica borrachera.

“Actúan igual que las personas”, afirmaba el doctor Scott Hansen, profesor asociado del departamento de Medicina Molecular de la Universidad de Oregón en un estudio publicado a principios de esta década en la revista especializada Journal of Molecular Biology, después de comprobar cómo actuaban estos insectos después de administrarles alcohol. Descubrió, por ejemplo, que empezaban a perder la coordinación hasta, literalmente, perder por completo el norte. Y es que las moscas de la fruta no solo se embriagan, sino que también se comportan de manera errática cuando consumen. Algunas se vuelven más solitarias, otras más promiscuas. Por ejemplo, se sabe que, tras la ingesta de etanol, las hembras se vuelven menos exigentes a la hora de elegir pareja reproductora, mientras que en un estudio reciente se documentó que los machos recurren al alcohol cuando se ven incapaces de reproducirse, como si optaran por ahogar sus penas en alcohol cuando les dan calabazas.

Estos curiosos insectos no son los únicos animales documentados que consumen alcohol habitualmente, ni los únicos a los que les afecta. También lo hacen algunas especies de escarabajos y avispas. Resulta que el néctar de las flores, igual que ocurre con las frutas, suele estar infectado por levaduras, con lo que también puede fermentar para producir etanol. Existen mariposas y abejas melíferas que se alimentan de este tipo de néctar y que en ocasiones acaban embriagándose. A veces lo hacen por casualidad, pero en ocasiones lo buscan… o lo necesitan.

Tal es el caso de la citada mosca de la fruta, que además de beber, baña sus huevos en alcohol para prevenir infecciones… o el escarabajo de la especie Xylosandrus germanus, que lo necesita par evitar que los mohos infecten sus madrigueras, construidas en los árboles.

En el mundo de las aves, también hay casos documentados de especies que se han visto "embriagadas" voluntaria o involuntariamente. Tal es el caso del ampelis americano (Bombycilla cedrorum) un ave paseriforme que cría en Canadá y en el sur de Estados Unidos a la que el alcohol provoca un efecto indeseado en sus rutas de vuelo, en algunos casos con consecuencias fatales. Como han desvelado las necropsias practicadas sobre determinados cadáveres.

Entre los animales que consumen alcohol destaca la mosca del vinagre  (Drosophila melanogaster) (A) así como el ampelis ampelis americano (Bombycilla cedrorum) (B). La musaraña arborícola de la especie Ptilocercus lowii, (C), el chimpancé salvaje (Pan troglodytes verus) eel mono araña  (Ateles geoffroyi) (E). 

Al parecer, la fruta fermentada provoca en estas pequeñas aves tal estado de embriaguez que se precipitan contra natura directamente hacia objetos sólidos, lo que acaba causándoles la muerte.

Dicho esto, ¿cuántos animales consumen alcohol? ¿Se trata de casos esporádicos o es un comportamiento más generalizado de lo que parece? Sobre este hecho indaga un estudio reciente publicado en la revista especializada Trends of Ecology and Evolution, en el que se recopilan centenares de casos de especies que están adaptadas para el consumo de alcohol.

Su conclusión: aunque en muchos casos se trata de experimentos realizados en laboratorio o que todavía están pendientes de validez científica,  entre otras cosas, para que determinar las cantidades exactas de etanol consumido o la graduación de la muestra, creen que existen suficientes pruebas científicas como para concluir que el consumo de alcohol no es raro en el reino animal, sino más bien todo lo contrario. Como mínimo, afirman, existen unas 85 especies que han demostrado tener algún tipo de adaptación para el consumo habitual de esta sustancia.

Y no solo eso. Según reza el propio estudio, el "el etanol es una sustancia relevante desde el punto de vista ecológico, hasta el punto que ha moldeado la evolución de muchas especies y que ha estructurado las relaciones simbióticas entre distintos organismos, como plantas, levaduras, bacterias, insectos y mamíferos". En otras palabras, resulta ser más importante de lo que pensábamos.

una Asociación perfecta entre animales, plantas y hongos

¿Y por qué producen alcohol las plantas? Una de las claves podría estar en su propia protección. El etanol, que no deja de ser un tipo de alcohol, se produce a partir de la descomposición de los azúcares en ausencia de oxígeno, un proceso parecido a la fermentación del vino, pero que tiene lugar en el propio metabolismo de las plantas angiospermas, como se denomina a las plantas con flores. 

Estas plantas, surgidas hace aproximadamente unos 120 millones de años, se convirtieron en un aliado perfecto para algunas familias de hongos, que vieron en ellas la oportunidad para convertir el azúcar (un elemento común en los frutos) en una sustancia que sirva para mantener a raya a sus grandes contrincantes: las bacterias. 

El ampelis americano (Bombycilla cedrorum) es una de las especies de aves a las que el consumo de alcohol provoca un efecto indeseado.

Por otro lado, las plantas angiospermas podrían beneficiarse de estos nuevos aliados para defenderse de las infecciones bacterianas, o para dispersar sus frutos de una manera mucho más eficiente. Una asociación perfecta. 

¿Qué beneficios obtienen los animales de la ingesta de alcohol? "La capacidad de metabolizar eficazmente el etanol les permitiría adquirir beneficios asociados con efectos menos perjudiciales. Por ejemplo, se ha asociado con propiedades medicinales y antimicrobianas –véase por ejemplo el caso de las moscas de la fruta–, mientras que, desde el punto de vista nutricional, es posible que sirva a los animales para explotar otro recurso alimenticio, mucho más fructífero", explica a National Geographic Anna C. Bowland, ecóloga de la Universidad de Exeter, en Reino Unido, y una de las autoras principales de esta investigación.

El etanol permitiría a las plantas defenderse de los patógenos y mejorar la dispersión de sus frutos.

¿Cómo lo hicieron? Para Bowland, la capacidad para metabolizar el etanol sería una respuesta lógica de los animales para obtener un mayor beneficio (la obtención de energía) a un menor coste. La clave, explica la experta, es desarrollar una mayor capacidad para metabolizar mejor productos fermentados con menos efectos negativos, como la embriaguez, lo que podría ser perjudicial para la supervivencia, que es precisamente lo que les ocurre a los incautos ampelis americanos.

¿Prefieren los animales el etanol o simplemente lo ingieren cuando el acceso a fruta sin fermentar es limitado? "Una cuestión interesante", sostiene la investigadora, quien explica que todavía no se tienen datos suficientes sobre el consumo de etanol en entornos naturales. "No sabemos si los buscan deliberadamente, tampoco está clara la capacidad de muchos animales salvajes para detectar niveles bajos de etanol en frutas, savia o néctar”.

Los animales podrían haber desarrollado la capacidad de metabolizar el etanol como consecuencia de una adaptación evolutiva.

Lo que está claro, asegura, es que la fermentación sí que parece ser una estrategia de los hongos para expandirse más fácilmente por el entorno, lo que habría favorecido, de paso, la dispersión de los frutos fermentados. “Se ha sugerido, por ejemplo, que algunos animales pueden favorecer a aquellos frutos que estén fermentados, con lo que este proceso podría servir a la planta para atraer a determinadas especies de fauna salvaje. 

¿Por qué bebemos los humanos? La hipótesis del mono borracho

¿Y a los humanos, por qué nos gusta el alcohol? Esta es una de las preguntas que se había hecho durante largo tiempo la comunidad científica. La respuesta la hallamos en una hipótesis llamada ‘del mono borracho’, según la cual deberíamos buscar el origen del consumo del alcohol en nuestros ancestros, los primates de hace aproximadamente 10 millones de años.

El bipedalismo se tradujo en un estilo de vida terrestre. Nuestros ancestros bajaron de los árboles, y probablemente tenían muchas más posibilidades de encontrar frutas fermentadas en el suelo, lo que, a su vez, les permitía evitar competir con los cercopitecos, o monos del Viejo Mundo, en su mayoría arborícolas. "Una hipótesis sugerida es que las especies animales capaces de metabolizar eficazmente el etanol podrían utilizar las frutas fermentadas como alimento alternativo en épocas de escasez de alimentos, ampliando así su nicho dietético y aumentando a su vez la supervivencia mediante la explotación de otro recurso", explica Bowland.

Pero hay algo más, en aquella época se produjo un hecho relevante desde el punto de vista evolutivo: la mutación del gen ADH4, que se tradujo en la capacidad de nuestros antepasados para metabolizar mejor el alcohol. "Es posible que esta mutación se fijara en la población debido a una función adaptativa (es decir, la explotación de una fuente de alimento que contuviera etanol), lo que significa que las adaptaciones metabólicas mejoradas hacia el etanol podrían haber surgido en respuesta a las necesidades de supervivencia".



via Sergi Alcalde https://ift.tt/C6n3Frp