miércoles, 23 de julio de 2025

Viajes. El Mediterráneo estuvo a punto de secarse, pero una megainundación lo revivió

Las serenas aguas turquesas del mar Mediterráneo ocultan un secreto: bajo la cuenca acecha una capa de sal de hasta 3,2 kilómetros de grosor. Los minerales blancos como la leche son uno de los pocos vestigios de un antiguo mar Mediterráneo que desapareció hace millones de años. Algunos científicos creen que el mar entero se evaporó durante un tiempo, desecándose como el Sáhara al sur.

Tras décadas de estudio, los detalles respecto a la desecación del mar y los torrentes de agua que rellenaron la cuenca siguen siendo un misterio. El rellenado del Mediterráneo hace unos cinco millones de años podría haber sido la mayor inundación en la historia de nuestro planeta y que, según la hipótesis, puso fin a la denominada Crisis de Salinidad del Messiniense. Según una estimación, la cascada de agua que llenó la enorme cuenca fue unas 500 veces superior al caudal del río Amazonas.

«Fue algo sensacional», afirma Daniel García-Castellanos, del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (ICTJA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En un análisis publicado en Earth-Science Reviews en 2020, García-Castellanos y su equipo identificaron un cuerpo de sedimentos que podría haber sido depositado por la megainundación.

Sin esta reconexión con el océano Atlántico, no existiría el Mediterráneo tal y como lo conocemos. Los barcos no podrían haber cruzado esta vía acuática para abastecer las ricas culturas que han salpicado su litoral desde las primeras etapas de la civilización humana. En la actualidad, el mar Mediterráneo es una surtidor vital para la circulación global de agua. La evaporación infunde sus aguas con una dosis adicional de sal, que confluye con el Atlántico y contribuye a impulsar las cintas transportadoras oceánicas que circunnavegan el planeta, influyendo en las temperaturas y los patrones de tormentas, entre otros factores.

Conforme las temperaturas modernas siguen aumentando y los casquetes glaciares siguen menguando en los polos, averiguar qué procesos nos dieron el planeta que tenemos actualmente es «muy importante», explica Rachel Flecker, geóloga de la Universidad de Bristol.

La inundación del eón

Hoy en día, los 3 735 000 kilómetros cúbicos de agua del mar Mediterráneo se evaporan constantemente: cada año se convierten en vapor casi 120 centímetros de agua. Las lluvias y los ríos no son suficientes para saciar el sistema. La única fuente de agua que preserva la estabilidad de esta masa es un flujo constante del vecino océano Atlántico a través del estrecho de Gibraltar.

Hace millones de años, los movimientos tectónicos bajo la superficie podrían haber desplazado el paisaje hacia arriba, obstaculizando este vínculo vital entre el Mediterráneo y el Atlántico. Es probable que siguiera entrando agua en la cuenca, pero el cambio podría haber cortado la ruta de escape de las densas corrientes salinas que circulaban por el fondo de la cuenca. Hace unos seis millones de años, las sales empezaron a amontonarse. Esta acumulación habría sido suficiente para proporcionar a los 7700 millones de habitantes de la Tierra el equivalente a casi 50 grandes pirámides de Guiza llenas de esta sustancia.

Algunos investigadores sugieren que la región se desecó parcialmente antes de la inundación y dejó una cuenca enorme con una profundidad superior a 1600 metros por debajo del nivel del mar actual. Lo único habría quedado entre la cuenca vacía y el poderoso Atlántico es una estrecha franja de tierra en la ubicación actual del estrecho de Gibraltar (aunque la amplitud exacta de este antiguo puente terrestre aún es incierta).

Hace unos 5,3 millones de años, una inundación masiva (denominada megainundación del Zancliense) traspasó esta divisoria y reconectó el océano y el mar. Sin embargo, tanto el grado de desecación del Mediterráneo como la magnitud de la inundación son temas de debate. Ante las pocas pruebas disponibles, García-Castellanos y su equipo se preguntaron con qué rapidez podría haberse rellenado una cuenca mediterránea. Es probable que al principio esta brecha fuera solo un goteo sobre la presa natural que conecta las actuales Europa y África, según sus modelos de un estudio de 2009. Pero la erosión enseguida asumió el control. «El proceso enseguida se vuelve imparable», afirma García-Castellanos.

Conforme el agua aumentaba, salía por una vía cuya profundidad aumentaba y permitía el paso de más agua. En su punto álgido, el flujo podría haber sido de 100 millones de metros cúbicos por segundo y haber llenado el mar en dos años o menos. Un fenómeno de tal envergadura habría excavado una cantidad de sedimento equivalente a al menos 400 millones de piscinas olímpicas, creado un canal por el estrecho de Gibraltar y tallado un cañón que se prolonga hasta el fondo marino.

«Es como el agua que sale de una manguera antiincendios», explica William Ryan, geólogo marino de la Universidad de Columbia que participó en el trabajo preliminar de identificar los depósitos de sal mediterráneos.

Este fenómeno transformó toda la región, no solo por mover el agua, sino que también cortó fragmentos de roca, arena y cualquier cosa que se interpusiera en su camino. «Con este tipo de energía, no se mueven sedimentos como granitos que rebotan en el fondo. Se arroja de todo en un estado caótico y muy turbulento», afirma Victor Baker, geólogo de la Universidad de Arizona y experto en megainundaciones.

Las piezas de un rompecabezas prehistórico

Los geólogos del siglo XIX no pensaban que fueran posibles inundaciones de esta escala. Exigían pruebas de procesos modernos para probar que hubiera ocurrido un fenómeno antiguo. «El problema es que las inundaciones gigantes son poco comunes», afirma Baker. De forma similar al catastrófico impacto del asteroide de Chicxulub que cambió para siempre la vida en la Tierra, las megainundaciones no ocurren cada año ni cada millón de años.

Los científicos empezaron a analizar la historia del Mediterráneo en la década de 1950, cuando hallaron depósitos de sal en el litoral que apuntaban a un mar antiguo particularmente salobre. En la década de 1970, los investigadores a bordo del Glomar Challenger extrajeron testigos del fondo marino, lo que al fin les permitió observar los restos salinos de esta época tumultuosa de la historia del mar.

Hallaron rasgos incrustados en las capas superiores de sal que se parecían a la superficie agrietada de un lodazal cuando se queda a secar al sol, una pista de que las aguas no siempre habrían fluido en la superficie, según Ryan. Con todo, aún hay un debate acalorado respecto a la cantidad exacta de agua que desapareció del Mediterráneo y durante cuánto tiempo lo hizo.

Con el paso de los años, muchos investigadores se han zambullido de lleno en el análisis de estas aguas misteriosas y, conforme aumentan las pruebas, más desconcertante es la situación. Wout Krijgsman, geólogo de la Universidad de Utrecht en los Países Bajos, afirma que en la cuenca se han hallado fósiles de criaturas que apuntan a un Mediterráneo casi lleno de agua justo antes de reconectarse con el Atlántico. Quizá antes de que se produjera la megainundación la región no era un desierto, sino un mar reducido.

Una de las preguntas principales que García-Castellanos y otros expertos han tratado de responder es a dónde se fue todo el sedimento. Se estima que habrían esparcido por la cuenca mediterránea 1000 kilómetros cúbicos de sedimento, acumulados en embolsamientos donde el flujo de agua era reducido. Pero los sedimentos, asentados mucho antes de que las personas pisaran esta regi��n, están sepultados bajo el fondo marino.

Para conseguir pistas antiguas, los investigadores usan un método similar a una ecografía geológica: envían al fondo del Mediterráneo vibraciones sísmicas desde un barco y miden los ecos. Así, descubrieron un embolsamiento de roca y arena, posiblemente depositado por la inundación, justo al este de la frontera que divide las cuencas occidental y oriental. García-Castellanos y sus colegas analizaron datos sísmicos antiguos y creen haber encontrado otro cuerpo de sedimentos en forma de cuña que se extiende tras un volcán submarino. Flecker indica que aunque el descubrimiento de sedimentos resulta intrigante, no han extraído muestras, así que los científicos desconocen cuándo se formaron exactamente.

Con todo, es posible que las respuestas no tarden mucho en llegar. Flecker y otros expertos esperan perforar en varios lugares del Mediterráneo en busca de más pistas sobre estos momentos clave del pasado geológico de la región.

«Las perforaciones futuras podrían repercutir mucho a la hora de revelarnos qué pasó y cómo pasó», afirma Ryan.

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.


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Viajes. ¿Qué es la terapia somática? Descubre su beneficios mentales y físicos

En los últimos años, el debate en torno a la salud mental ha cambiado radicalmente y cada vez más personas buscan ayuda y exploran diversas opciones terapéuticas. En este panorama en evolución, la terapia somática ha surgido como un enfoque prometedor para quienes se sienten estancados o insatisfechos con la terapia tradicional.

Jay Hughes, residente en Salt Lake City, se encontró en esa encrucijada tras ocho años de terapia. "Quería ver el presente y empezar a controlar mejor mi vida", dice.

Su búsqueda de un nuevo camino le condujo a la terapia somática, una práctica que tiende puentes entre la mente y el cuerpo para fomentar la curación. "Pude construir una hoja de ruta a través de mi cuerpo que me permite saber cómo seguir adelante", dice Hughes.

Pero, ¿qué es exactamente la terapia somática y cómo funciona? Esto es lo que hay que saber sobre este innovador enfoque de la salud mental y el creciente interés por utilizar el cuerpo como puerta de entrada al bienestar emocional.

¿Qué es la terapia somática?

A diferencia de la terapia conversacional tradicional, que se centra en las funciones cognitivas, la terapia somática hace hincapié en el papel del cuerpo a la hora de almacenar emociones y experiencias.

"¿Esa creencia negativa que tienes sobre ti mismo? Tiene una resonancia física en el cuerpo. Nos permitimos entrar en contacto con ella y crear un espacio para soltarla", dice Shay DuBois, psicoterapeuta licenciada y formada en modalidades centradas en el trauma.

Este método terapéutico se remonta a la psicología de principios del siglo XX, donde pioneros como Wilhelm Reich exploraron cómo la tensión física y los patrones musculares se relacionan con los estados psicológicos. El concepto de "armadura corporal" de Reich sugería que las emociones reprimidas podían manifestarse físicamente y que abordar estas manifestaciones físicas podía conducir a la curación emocional.

(Relacionado: Los baños de bosque están muy bien pero, ¿has probado la terapia forestal?)

"¿Esa idea de que sólo intentamos cambiar los patrones de pensamiento o comportamiento de alguien? Bueno, eso es útil, pero no cambia el lugar donde se almacenan", dice Scott Lyons, psicólogo holístico licenciado y creador de Embody Lab, una plataforma de formación en técnicas somáticas.

Compara el trauma no abordado con una roca que cayó del cielo y aterrizó en tu casa. "Podrías reformular tu idea de ello o evitar esa habitación, pero la roca sigue ahí", dice. "En realidad tenemos las herramientas para disolver y metabolizar esa roca".

Aunque no está tan ampliamente investigada como la terapia cognitivo-conductual, la terapia somática ha mostrado resultados prometedores, en particular para las personas que lidian con el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y los síntomas de ansiedad.

En 2015, el libro de Bessel van der Kolk, The Body Keeps The Score (El cuerpo lleva la cuenta), concienció sobre cómo pensamos y nos curamos de los traumas. Las actitudes sociales hacia la salud mental han minimizado o desestimado históricamente el impacto del trauma, pero este libro proporcionó validación para muchas personas.

(Relacionado: Cada vez más personas usan chatbots de inteligencia artificial para problemas de salud mental)

La terapia somática ha ganado aún más atención recientemente, en parte gracias a las redes sociales, donde los creadores de contenido y los terapeutas están creando conciencia y proporcionando educación a millones de personas. A medida que la terapia se ha vuelto más popular que nunca, hubo un aumento del 58 por ciento en la demanda de tratamiento relacionado con el trauma de 2020 a 2021.

Trauma se refiere a cualquier experiencia profundamente angustiante que abruma la capacidad de un individuo para hacer frente y deja efectos psicológicos y físicos duraderos. Puede deberse a un acontecimiento único, a una serie de acontecimientos o a un estrés continuado.

Sin embargo, el trauma no sólo se asocia a experiencias graves como la violación o el incesto. Según las investigaciones sobre el apego, la forma en que te trataron de bebé (si recibiste demasiada o muy poca atención) también puede provocar un trauma no resuelto.

Este concepto se ha malinterpretado durante mucho tiempo porque sus efectos no siempre son evidentes de inmediato. Tradicionalmente, la atención se ha centrado en los síntomas psicológicos, pasando por alto a menudo las formas sutiles en que el trauma se almacena en el cuerpo. "Hay cosas que pueden ocurrir en una etapa temprana de la vida y que no tenemos presentes, pero que nuestro cuerpo recuerda", dice DuBois.

Qué esperar de una sesión de terapia somática

Los terapeutas somáticos utilizan varias técnicas, pero lo fundamental es la conciencia corporal, dice Lyons.

Las sesiones suelen comenzar con un registro. Dubois suele hacer a sus clientes preguntas como: "¿En qué parte del cuerpo sientes la ansiedad? ¿Tiene alguna textura? ¿Tiene algún color? ¿Tiene peso? ¿Puede describírmelo? A veces, en las sesiones apenas se habla, lo que permite a los clientes dedicar tiempo a sus sentimientos.

Lyons afirma que esta conciencia corporal es crucial y que, a veces, las personas están tan desconectadas de su yo físico que pueden tardar días, semanas o meses en conseguirla. 

Una vez que los clientes están preparados para progresar, los terapeutas utilizan otras técnicas, como la pendulación. Este método gestiona los sentimientos abrumadores pasando de un estado a otro. Por ejemplo, Lyons puede reconocer una fuerte respuesta física al recuerdo de un cliente. Le diría: "Vamos a hacer una pausa aquí. Y quiero que te centres en algo que te haga sentir bien o que te centres en mi voz". Entonces, iban y venían, cambiando el enfoque entre el recuerdo estresante y el momento calmante.

La seguridad es un principio rector de la terapia corporal. A diferencia de la terapia cognitivo-conductual, que utiliza la exposición al malestar para promover la desensibilización, la terapia somática deja que el cliente controle el ritmo y la intensidad. DuBois recuerda cómo le temblaba la mandíbula y le temblaban las manos durante las sesiones. "Sentía mucha fuerza, y no siempre de la mejor manera", dice. "Pero siempre tenía permiso para decir: 'No, ya he terminado'".

(Relacionado: 9 formas sencillas de mejorar tu salud mental, según la ciencia)

La terapia somática ofrece un enfoque holístico de la curación que puede ser beneficioso para quienes no han tenido éxito con la terapia hablada y puede proporcionar herramientas para que las personas recuperen sus vidas de traumas pasados.

Aunque la investigación aún está en desarrollo, las experiencias anecdóticas como las de Hughes y Dubois son alentadoras. "Sentía que siempre estaba intentando encontrar un problema", dice Hughes, "ahora me estoy dando cuenta de que yo soy la solución".



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viernes, 18 de julio de 2025

Viajes. Caribúes en la bruma

En esta imagen titulada Vanishing Caribou (“caribúes que desaparecen”), presentada al concurso Visa pour l’image 2024, un grupo de caribúes (Rangifer tarandus) avanza por un paisaje helado, casi fantasmagórico. La niebla y la luz difusa que envuelven la escena hacen que los animales parezcan desvanecerse en la inmensidad blanca, como si fueran un recuerdo que se borra. Y eso, probablemente, es justo lo que el fotógrafo quiso transmitir: la desaparición silenciosa de una especie que ha sido símbolo del Ártico durante milenios.

Los caribúes están sufriendo un fuerte declive en muchas de sus poblaciones, especialmente en América del Norte. El cambio climático está alterando su hábitat a pasos agigantados: los inviernos más cálidos provocan lluvias sobre la nieve que luego se congelan, formando capas de hielo que dificultan el acceso al liquen, su principal fuente de alimento. A esto se suman las molestias causadas por la fragmentación del territorio, la actividad minera y forestal, y la construcción de infraestructuras que interrumpen sus rutas migratorias. En los últimos veinte años, algunas manadas han perdido hasta el 90 % de sus individuos; y lo que antes eran migraciones masivas de decenas de miles de caribúes parecen cada vez más un recuerdo en la bruma.



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jueves, 17 de julio de 2025

Viajes. Una nueva tecnología ayudaría a conseguir oxígeno y combustible en la Luna

En la Luna hay agua y hemos descubierto que es mucho más de lo que se creía a finales de la década de 1990. Este recurso básico para la vida humana ha abierto la puerta a numerosas investigaciones. Por el momento, todavía parece de ciencia ficción, pero la ciencia continúa obteniendo relevantes avances.

La última novedad la ha obtenido un grupo de investigadores de la Universidad China de Hong Kong, que ha estudiado muestras lunares para realizar un experimento. Estas partes del suelo se habían obtenido en el último vuelo del Proyecto Chang’e 5, la misión lunar china que recibe ese nombre en honor a una legendaria diosa. 

Cómo conseguir oxígeno y combustible en la Luna

Los investigadores desarrollaron una tecnología para extraer agua del suelo lunar y utilizarla para convertir el dióxido de carbono que exhalan los astronautas en monóxido de carbono e hidrógeno gaseoso. De esta manera, se podría producir combustibles y oxígeno, dos elementos vitales en la supervivencia de los astronautas. El reporte fue publicado en Joule, la publicación de artículos revisados por pares de Cell Press.

Hasta el momento, la estrategia para extraer agua del suelo era de varios pasos y significaba un alto costo de consumo energético. El envío desde la Tierra también es una limitación: el galón cuesta 83.000 dólares (aproximadamente 71 mil euros) y cada astronauta bebe, en promedio, cuatro al día.

Para conseguir oxígeno y combustible, los investigadores han desarrollado una estrategia fototérmica convirtiendo la luz solar en calor. Esta innovadora tecnología representa una revolución, abriendo la puerta a un sinfín de oportunidades de exploraciones en el espacio. Se aprovechan las condiciones térmicas naturales y se ahorra la energía externa, ahorrando en término de costes y simplificando la operación.

“El agua tiene una importancia particular debido a su papel fundamental en el sostenimiento de la vida y en la habilitación de procesos químicos”, explican en el estudio y añaden: “Al demostrar la viabilidad de acoplar la extracción de agua lunar con la conversión de CO₂ en un proceso fototérmico integrado, este estudio ofrece una posible vía para sostener la vida humana en la Luna y habilitar la exploración extraterrestre a largo plazo”.

Cómo continuará la exploración china de la Luna

De todas maneras, los investigadores son cautos respecto a su implementación. Reconocen que los estudios de laboratorio no contemplan las complejas condiciones meteorológicas de la Luna. Por ejemplo, drásticas fluctuaciones de temperatura, una intensa radiación y la baja gravedad son condiciones anómalas difíciles de simular. Tampoco han sido concluyentes respecto a si las exhalaciones de los astronautas son suficientes para proporcionar lo necesario.

El importante avance es un paso más en la exploración china de la Luna. En 2026, el Proyecto Chang’e tendrá su séptima misión con el objetivo de obtener muestras de hielo de agua y analizarlas después. En última instancia, todavía sin una fecha prevista, llegaría la misión tripulada.

¿Pero por qué existe tanto interés en llegar la Luna? Porque una vez avanzada la exploración, las agencias espaciales prevén utilizarla como base para otras exploraciones del cosmos sin necesidad de transportar recursos básicos -y muy costosos- desde la Tierra.

Este hallazgo tiene un gran potencial para integrarse en la ruta de fotosíntesis extraterrestre”, describen los autores.



via Pedro Molina https://ift.tt/p9SjQsV

martes, 15 de julio de 2025

Viajes. Encuentran sin vida en Valencia a una de las tortugas más grandes del mundo

A veces, la arena nos devuelve secretos antiguos. Otras veces, nos recuerda lo que estamos perdiendo. Así sucedió en la costa de El Saler, en Valencia, donde la orilla amaneció con la silueta monumental de una de las criaturas más colosales del océano: una tortuga laúd (Dermochelys coriacea) sin vida

Este hallazgo, realizado por la ONG Xaloc Mar el pasado fin de semana, ha despertado una mezcla de asombro y tristeza. La Universidad de Valencia (UV) confirmó que se trataba de una hembra adulta de dimensiones excepcionales: 1,60 metros de largo y más de 600 kilos de peso.

Aunque las causas de su muerte todavía no se han determinado con certeza, las primeras observaciones apuntan a una posibilidad que se repite con alarmante frecuencia: la interacción con artes de pesca

Las redes fantasmas, los aparejos abandonados y los sistemas de arrastre figuran entre los principales enemigos de estos viajeros oceánicos que, pese a su resistencia milenaria, cada vez tienen menos refugios seguros.

La gigantesca Dermochelys coriacea

La tortuga laúd, la más grande de todas las especies de tortugas marinas, no es solo un prodigio de la evolución —con su caparazón coriáceo, adaptado para soportar las inmersiones más profundas— sino también un símbolo de la lucha por la supervivencia en mares cada vez más humanizados

Puede sumergirse a más de 1.000 metros y recorrer distancias transoceánicas desde las playas del Caribe hasta las aguas del Atlántico Norte. En el caso del ejemplar encontrado en Valencia, su presencia supone una rareza: no es común avistar tortugas laúd tan al norte del Mediterráneo. Sin embargo, los cambios climáticos y las alteraciones en las rutas de alimentación podrían estar modificando sus patrones migratorios.

Bajo amenaza

De acuerdo con la ficha técnica del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), esta especie figura como "en peligro" a nivel mundial, debido al declive de sus poblaciones en el último siglo. Las causas son múltiples: la contaminación marina, el plástico que confunden con medusas, el calentamiento global que afecta la proporción de sexos en los nidos, y sí, también las prácticas pesqueras no sostenibles. La UV y la ONG Xaloc han trasladado el cuerpo a las instalaciones universitarias para su análisis y necropsia, con la esperanza de obtener más respuestas.

Según explican los expertos, una de las hipótesis más probables es que la tortuga haya quedado atrapada en alguna red de deriva, lo que le habría impedido salir a la superficie para respirar. Este escenario es, lamentablemente, habitual. Las tortugas laúd tienen una anatomía adaptada a la ingravidez oceánica; sus pulmones, sin embargo, no toleran una apnea prolongada causada por un enredo. A menudo, mueren por asfixia silenciosa. El mar, entonces, las devuelve a nosotros, como si gritara aquello que no queremos oír.

La comunidad científica y ecologista insiste en la urgencia de revisar los protocolos de pesca, establecer zonas marinas protegidas y reforzar la recogida de redes abandonadas. Desde Xaloc insisten en que este hallazgo debe servir como “un recordatorio doloroso pero necesario” de que nuestras acciones en la superficie tienen consecuencias en las profundidades.

"Noticias como esta nos entristecen, pero son esenciales para concienciar sobre la problemática de las redes de pesca abandonadas, la contaminación plástica y la urgente necesidad de proteger el Mar Mediterráneo", dijo la ONG en su cuenta de Instagram.

Aunque la tortuga no llevaba microchip —algo que dificulta su trazabilidad—, su historia podría ayudar a mejorar las estrategias de conservación de su especie.



via Sergio Parra https://ift.tt/0LVoeP5

sábado, 12 de julio de 2025

Viajes. La cafeína podría ser muy beneficiosa para la salud y la longevidad

Todas las mañanas miles de personas siguen el mismo ritual: Despertar, levantarse de la cama e ir en un estado somnoliento desde la cama hasta la cocina. Una vez allí, bien sea en cápsulas, bien soluble o con cualquier método de filtrado, se preparan un café. En cuanto acaban de tomar el brebaje comienzan a ser personas funcionales una vez que la magia (o, mejor dicho, la química) de un compuesto que recibe el nombre de la misma planta: la cafeína.

La historia de esta bebida es intrincada, y encadena episodios en los que fue prohibida con otros en los que se incitaba su consumo. Aunque siempre desde un prisma cargado de intereses y desinformación. Pero durante el siglo XX y XXI, cientos de grupos de investigación han tratado de averiguar exactamente cómo nos afecta la cafeína y cuáles son los beneficios de su consumo, si existen.

Recientemente, un grupo de investigación de la Queen Mary University College ha tratado de ir un poco más allá y ver si existe un vínculo entre el consumo de cafeína y la longevidad. Para ello han empleado un tipo de levadura conocida en inglés como fission yeast o Schizosaccharomyces pombe, que comparte un porcentaje importante del genoma con el ser humano.

Una levadura rejuvenecida

En un artículo anterior, el equipo de investigación inglés demostró que la cafeína activa un regulador de crecimiento denominado TOR (Target of Rapamicine). TOR es lo que se conoce como un interruptor celular. Es decir, que cuando la célula tiene una cantidad adecuada de alimento y energía, enciende las rutas moleculares que permiten su crecimiento. Este interruptor es muy antiguo, de hecho, se estima que apareció en las células hace aproximadamente 500 millones de años, y por ello, se encuentra en seres tan dispares como levaduras y humanos.

En aquel estudio llegaron a la conclusión que la cafeína podía activar directamente TOR. Así, tras su activación, la célula comenzaba a reparar más eficientemente su ADN, y respondían mejor a situaciones de estrés que, de otro modo, podían dañarlas. Pero en este segundo estudio han descubierto que no es tan sencillo, ya que la cafeína realmente no tiene ningún efecto directo sobre TOR.

Células de S. Pombe en las que el transportador de glucosa Ght5 está marcado con proteína fluorescente verde (GFP).

Si la cafeína activa TOR es porque antes activa otra ruta molecular denominada AMPK que, de nuevo, comparten las levaduras y los humanos. «Cuando a tus células les falta energía, AMPK está ahí para ayudarles», explica el Dr. Charalampos (Babis) Rallis, catedrático de Genética, Genómica y Biología Celular Fundamental de la Queen Mary University College de Londres, y autor principal del estudio. «Y nuestros resultados muestran que la cafeína ayuda a activarla».

AMPK, una vieja conocida

Como indican los autores, AMPK es una vieja conocida en los estudios relacionados con el envejecimiento, ya que además de la distribución energética, AMPK está relacionada con la autofagia. A este proceso también se le conoce como «suicidio celular» ya que es una fase en la que entran las células cuando su metabolismo falla y que acaba con la destrucción de la célula.

Estudios independientes han demostrado que la metformina también tiene un efecto sobre AMPK. Este medicamento, utilizado comúnmente para el tratamiento de la diabetes, ha mostrado que puede retrasar el envejecimiento en modelos animales de mosca, gusano y levadura. Aunque sus efectos no están demostrados en humanos, sí que se ha tratado de estudiar cómo su suplementación junto con rapamicina podría extender la esperanza de vida entre un 10 y un 15%.

Por ello, como indica el autor principal del estudio, el Dr. John-Patrick Alao: estos hallazgos podrían indicar cómo la cafeína también podría tener un beneficio en la salud y la longevidad. Además, abre la puerta a futuros estudios acerca del impacto de la dieta y el estilo de vida en cuánto y cómo envejecemos.

Ahora bien, es importante tener en cuenta que el estudio está realizado en levaduras que, aunque comparten gran parte de las rutas metabólicas con los humanos, siguen siendo muy distintas como para extrapolar los resultados directamente. Es decir, que si nos tomamos un café no sea pensando en nuestra longevidad, si no por darnos ese pequeño aporte de energía matutino, porque disfrutamos de nuestra rutina, por socializar o, simplemente, por saborearlo apaciblemente por la mañana o tras una comida.



via Daniel Pellicer Roig https://ift.tt/MU03S7D

sábado, 5 de julio de 2025

Viajes. La masificación de Ha Long

La bahía de Ha Long, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1994, es uno de los paisajes más emblemáticos del sudeste asiático. Sus formaciones kársticas se han moldeado durante millones de años, esculpidas por la erosión del tiempo y el agua. Sin embargo, en los últimos años, el turismo masivo ha transformado este santuario natural en una autopista flotante, donde docenas de barcos recorren rutas idénticas, fondean en los mismos puntos y descargan centenares de visitantes por hora.

Desde principios del siglo XXI, Ha Long ha vivido un auge explosivo. Lo que antaño eran barcas de vela tradicionales se han convertido en embarcaciones de varios pisos, con camarotes de lujo y restaurantes flotantes. Los turistas quieren ver el atardecer entre las islas, remar en kayak en cuevas escondidas o dormir bajo las estrellas… sin renunciar al aire acondicionado ni a la conectividad constante. El resultado: un ecosistema saturado, con daños visibles en los fondos marinos, microplásticos acumulados en algunas calas y un ritmo de vida que ya no se parece al de los pescadores que durante siglos habitaron estas aguas. Se han implementado medidas, como limitar el número de barcos diarios o prohibir fondeos en zonas frágiles, pero muchas veces se topan con la presión de una economía local dependiente del turismo.



via Abel G.M. https://ift.tt/jvaeNhG