Ya es tradición que, entre el sábado santo y el domingo de pascua, un conejo irrumpa en los hogares y esconda huevos por los lugares más recónditos de la casa. Esta tradición, importada, probablemente, del norte de Europa, es especialmente ilusionante para los más pequeños, cuya cara se ilumina cada vez que encuentran uno de estos huevos, y corren a dejarlo en la cesta para correr y buscar el siguiente.
Lamentablemente, el tiempo pasa, los niños crecen y muchos dejan de buscar, pero un grupo de niños muy concreto sigue, durante toda su vida, buscando y encontrando huevos. Estos huevos ya no son de chocolate, si no que esconden dentro de su cáscara los restos de un pasado que desapareció hace millones de años.
Encontrando huevos de dinosaurio
Los yacimientos de huevos fósiles son todo un hallazgo debido a su escasez. Aunque la evidencia indica que todos los dinosaurios ponían huevos, es muy complejo que estas estructuras fosilicen, ya que han de darse unas condiciones muy concretas y poco probables.
Además, como sucede con los nidos actuales, algunos depredadores verían las nidadas de otras especies como un fantástico banquete y acabarían con ellas. Aún con todo, se han encontrado huevos fósiles en excepcional estado de conservación, algunos, incluso, con embriones desarrollados en su interior.
En España existen yacimientos de huevos de dinosaurio muy interesantes, algunos de reciente descubrimiento y otros con una triste historia de robos y destrucción detrás. El área prepirenaica parece especialmente rica en este tipo de restos, por lo que lo más seguro es que todavía queden muchos restos que encontrar.
Huevos de Titanosaurio, el yacimiento de Loarre
Fruto de la casualidad o del destino, en 2019 el paleontólogo José Manuel Gasca decidió seguir una ruta concreta para prepararse para una carrera de montaña. Mientras corría, una roca rojiza le llamó la atención. Su experiencia y su formación le permitieron distinguir la piedra como un remanente de un antiguo río que, debido a sus características podría contener restos de dinosaurios.
Lo que José Manuel no podría imaginar ni en sus mejores sueños es que este hallazgo fortuito convertiría la localidad aragonesa de Loarre en uno de los lugares de interés paleontológico más importantes de Europa.
Tras dos campañas de excavación llevadas a cabo en 2020 y 2021, se han hallado cáscaras y restos de más de 100 huevos de titanosaurio. Estos huevos son esféricos y de unos 15 cm de diámetro, equiparable a los balones de balonmano, aunque algo más pequeños. Respecto a la especie, los titanosaurios eran un género de saurópodos que habitaban la actual Asia, Europa y América hace aproximadamente 68 millones de años.
Algunas de las especies podían llegar a medir más de 30 metros y pesar más de 50 toneladas. El yacimiento todavía se está excavando, por lo que no sería de extrañar que se hallasen más nidos en el futuro. Se espera que algunos de los huevos, en excelente estado de conservación, también contengan embriones fosilizados en su interior
4 especies de dinosaurio en Coll de Nargó
A unos 8 kilómetros del municipio catalán de Coll de Nargó se encuentra el que muchos paleontólogos consideran uno de los yacimientos de huevos y nidos de dinosaurio más importante del mundo. Aunque se conocen desde los años 70, no fue hasta principios del milenio que las instituciones comenzaron a interesarse por la importancia de los yacimientos.
En 2002 comenzaron las primeras prospecciones y, en 2009 se realizaría la excavación de los nidos. Al no hallarse otros restos identificables, en un principio se clasificaron como una ooespecie de dinosaurio, es decir, una especie de la que sólo se conocen los huevos, sin más información.
Inicialmente los huevos fueron clasificados como Cairanoolithus, debido a su similitud con otros huevos hallados en Francia, pero tras varios años de estudio se llegó a la conclusión que había al menos 4 especies distintas de huevos de dinosaurios.
En un trabajo publicado en el año 2010, colaboradores del Institut Català de Paleontologia publicaron que los nidos podrían pertenecer tanto a Cairanoolithus como a 3 especies de Megaloolithus, otra oospecie. Aunque es complejo averiguar tanto el tamaño como la forma de los dinosaurios que pusieron estos huevos, los investigadores apuntan a que es probable que se trate de titanosaurios o de alguna especie de estegosaurio.
Yacimiento de huevos de dinosaurio en Cuenca
Alejándonos de los pirineos, destacan los yacimientos castellanomanchegos de Los Hoyos, Lo Hueco y Portilla, donde se han encontrado una enorme cantidad de restos de la fauna que habitaba la zona hace 70 millones de años.
En el yacimiento de Portilla, destacan los fragmentos de cáscaras de huevo. Los numerosos fósiles, de nuevo, de titanosaurio, han permitido comprender con mayor profundidad la compleja relación de estos dinosaurios con el medio y distinguir nuevas especies como Lohuecotitan pandafilandi.
Yacimiento de Poyos
En la localidad de Poyos (Guadalajara) se han encontrado restos de huevos formados por piezas que debían estar en su momento casi completamente fusionadas y con pocos canales de poros.
Esto indicaría que los huevos se depositarían en ambientes ricos en oxígeno y, casi con total seguridad, expuestos al aire libre. Los huevos son ligeramente distintos al de los otros yacimientos, pero por su morfología y tamaño también concuerdan con titanosaurios.
Yacimientos en Huesca
La provincia de Huesca cuenta con más yacimientos de huevos de dinosaurio que se atribuyen a la oospecie Megaloolithus sirugei. Esta especie es la misma que se puede encontrar en Coll de Nargó, lo que demuestra que los titanosaurios probablemente eran muy abundantes a finales del Cretácico superior.
Cercano a este yacimiento se encuentra el pantano de La Peña, donde se encontraron los primeros restos de cáscaras de dinosaurio de la provincia en 1967. Además de los ya mencionados de Loarre, también se han encontrado restos de huevos de dinosaurio en La Raya-Souquet, Castejón de Sobrarbe, Veracruz y Blasi.
Estos son solo algunos de los yacimientos de huevos de dinosaurio que se han encontrado en la Península, pero seguro que todavía quedan muchos otros por descubrir. Por ello, bien sea en la próxima salida al monte, o en el próximo paseo, conviene estar atentos para reconocer las delicadas estructuras que conforman las cáscaras de huevos fósiles.
Ya te he contado que el safari en Botswana que hice conMopane GameSafaris es uno de los mejores viajes que he hecho en mi vida. Así que apunta con letras de oro el nombre de este destino si estas pensando en viajar a África para ver animales salvajes.
Para empezar, debes saber que Botswana cuenta con el 38% de su superficie protegida, pero esta es sólo una de las muchas razones por las que este país se destaca como uno de los mejores para vivir una experiencia de safari.
En este artículo trataré de responder las siguientes preguntas:
¿Qué hace única a la experiencia de safari en Botswana en comparación con otros destinos populares de safari en África?
¿Cómo influye la estabilidad política y la densidad de población a la experiencia general de un safari en Botswana?
¿Qué tipos de safaris puedes hacer en Botswana?
Prepárate para un viaje inolvidable en un lugar donde termina el mundo de los hombres y empieza el reino de los animales salvajes.
El mejor destino para ver animales del mundo
Viajar a Botswana me permitió vivir la experiencia más auténtica de safari que jamás había imaginado. Aquí, la vida silvestre se muestra en todo su esplendor, brindando encuentros inolvidables con animales en su hábitat natural y viendo la dureza de su día a día tratando de sobrevivir.
Por ahora, voy a desgranarte algunas de las razones por las que Botswana es el mejor destino para hacer safari del mundo.
1. La vida salvaje en Botswana, una cantidad espectacular de animales
Este país del África austral destaca especialmente como destino de safari debido a su rica, abundante y variadísima vida silvestre. En esta zona del mundo podrás contemplar las mayores concentraciones de elefantes, hipopótamos, jirafas o depredadores como leones y leopardos.
Lógicamente son los mamíferos cazadores los que más suelen llamar la atención en los safaris, pero es que en el caso de mi viaje por Botswana la cantidad fue espectacular. Vi leones todos los días y leopardos prácticamente todos.
Si has hecho avistamiento de vida salvaje sabes que esto no es nada sencillo, pero Botswana es otra liga. Tanto que nuestra experiencia no se basaba sólo en ver animales. Como dormíamos en los propios parques naturales nos podíamos permitir el lujo de pasar mucho tiempo contemplándolos y disfrutar de sus hábitos y costumbres.
Por ejemplo, en Savuti vimos durante varios días el ritual de una manada de leones a la hora de cazar, comer y despiezar un búfalo cerca de una charca. Es asombroso ver cómo primero comen los machos y luego se reparten el botín siguiendo una jerarquía que sólo las crías más valientes e inconscientes se atreven a saltarse de vez en cuando.
Luego es divertidísimo observar como la escena no es ajena al resto de especies. Los herbívoros como antílopes, jirafas o elefantes se acercan al agua con sumo cuidado tratando de evitar a los leones.
Los chacales, buitres y otros carroñeros demuestran una paciencia infinita hasta que el hambre de los depredadores quede saciada. Mientras tanto ves interactuar otras decenas de especies que tratan de obtener su parte del pastel o escuchas como las aves se hacen señas para avisar que el peligro esta cerca.
El 4×4 de Mopane Game Safaris fue un palco VIP excepcional. Esta experiencia transformó completamente mi percepción sobre la vida salvaje y subrayó mi creencia de por qué Botswana es un destino supremo para observar en acción a licaones, hienas, búfalos, infinidad de antílopes, avestruces, cocodrilos y cientos de especies.
2. Una de las mayores concentraciones de elefantes del mundo
Botswana se convertirá muy pronto en un lugar especial para ti porque alberga una de las mayores concentraciones de elefantes del mundo. Este hecho convierte a este país en un destino de safari sin igual, donde la observación de esta magnífica especie se convierte en una experiencia cotidiana.
Se estima que en Botswana viven 180.000 elefantes africanos por lo que esta especia se ha convertido en el animal nacional del país y todo un símbolo de la grandeza y diversidad del mismo.
No hace falta que diga que durante mi viaje de safari por Botswana vi a estos paquidermos todos los días. De hecho, nada más salir de Maun hacia Moremi nos encontramos enseguida con elefantes. Antes incluso de cruzar la valla veterinaria que en teoría separa a la vida salvaje de los espacios protegidos.
Durante las dos semanas de safari vimos desde juguetones elefantes recién nacidos, siempre cerca de sus madres, hasta ancianos y solitarios machos apartados de la vida en manada. Ver tantos elefantes no me había pasado en Sudáfrica, ni tampoco en zonas donde habitan elefantes asiáticos como Sri Lanka o Tailandia.
En Botswana te toparás con la mayor cantidad de elefantes en el Parque Nacional de Chobe, donde es especialmente atractivo ver un atardecer rodeado de grandes grupos de este animal tan especial.
3. Paisajes vírgenes y unos parques naturales únicos
En nuestro itinerario por Botswana de dos semanas, ya te describimos algunos de los lugares más especiales del país. La diversidad es tal que en pocos días puedes cambiar por completo de escenario, lo cuál afecta también a las especies que interactúan de una forma u otra dependiendo de la cantidad de agua que haya en el entorno.
Por ejemplo, la Reserva Natural de Moremi está ubicada en el corazón del Delta del Okavango. Eso provoca que sea una zona fértil con una cantidad asombrosa de fauna, flora y paisajes vírgenes que van mutando conforme va evolucionando el delta.
Y es que el Delta del Okavango es un ecosistema único. Se trata de una red intrincada de canales y lagos de agua dulce que terminan su viaje en medio de un desierto para crear un oasis de vida en uno de los rincones más remotos de África.
No obstante, el contaste no cesa en tu camino hacia el norte de Botswana. Del fértil delta pasamos a Savuti que es uno de los destinos de safari más emocionantes del país, precisamente por su falta de agua. Este lugar, se convirtió en mi favorito por su increíble concentración de depredadores, lo que garantiza avistamientos muy emocionantes.
El colofón lo puedes poner como yo en el Parque Nacional de Chobe y su enorme densidad de elefantes y animales como hipopótamos que se agolpan en ambas orillas del río Chobe.
4. Safari móvil con Mopane, inmersión total en la naturaleza
¿Influyo mucho el hacer este safari en un campamento móvil de lujo con la agencia especializada Mopane Game Safaris? Rotadamente sí.
Esta experiencia es ideal para hablantes de lengua hispana que busquen una inmersión total con la fauna. Además, al ser siempre grupos pequeños el trato es siempre muy personalizado y se consigue un ambiente súper especial.
A pesar de la exclusividad, sus precios no alcanzan las elevadas tarifas habituales de los lodges de lujo, que pueden ir de 7.000 a 14.000 euros por persona.
La gran ventaja es que duermes en los propios parques de Moremi y Savuti, evitando horas de desplazamiento y, de paso, aprovechando mucho mejor el tiempo para ver animales que es lo que realmente importa en un viaje de este estilo.
Mopane fue, sin duda, la clave del éxito de mi viaje a Botswana en el que el transporte, las actividades y la comida ya están incluidas en el precio.
5. Baja presencia humana en Botswana
Una de las grandes ventajas que ofrece Botswana respecto a otros destinos de Africa es su baja presencia humana. Este factor te permite vivir una experiencia más íntima y personal con la naturaleza y los animales salvajes.
Aspecto
Detalle
Densidad de población
3,87 habitantes por km2
Comparación global
Uno de los países menos poblados
Impacto en el safari
Experiencia más auténtica y menos turística
Conservación
Mayor conservación del ecosistema y vida silvestre
La baja presencia humana no solo permite que la fauna florezca de manera natural, sino que también asegura que nuestras aventuras por estos paisajes sean genuinamente inolvidables.
Aquí te dejo algunos datos demográficos de este país para que entiendas el contexto:
Población total
Aproximadamente 2.3 millones
Capital
Gaborone
Extensión territorial
Cerca de 582,000 km²
Densidad de población
Aproximadamente 4 personas por km²
Idiomas oficiales
Inglés y Setswana
Esperanza de vida
67 años
Tasa de alfabetización
Casi el 88%
Te aseguro que la vasta extensión de territorio y la baja densidad de población hacen de este país un oasis para la fauna y los viajeros que buscan autenticidad en sus aventuras.
6. Estabilidad política y leyes conservacionistas de Botswana
Una de las cosas que mas nos preocupan cuando salimos de viaje a un país exótico es la seguridad. En este sentido, Botswana cuenta con una gran estabilidad política y una economía bastante estable.
Además, el compromiso del país con la protección ambiental es evidente a través de sus leyes conservacionistas. Estas leyes aseguran la protección de la vida silvestre y los ecosistemas naturales, permitiéndome disfrutar de una biodiversidad sin parangón.
7. Contemplar los mejores amaneceres y atardeceres
Ya sabes que África es famosa por sus amaneceres y atardeceres y aunque doy fe de ello, tienes que vivirlo en persona. Cuando el cielo se pinta de colores ocres, amarillos y rosados mientras contemplas una manda de elefantes o un león alejarse te aseguro que te sientes el hombre más afortunado del mundo.
Los cánones cuando vas de safari mandan que te levantes muy temprano y te acuestes pronto, así que cada jornada puedes disfrutar plenamente de los dos momentos más mágicos del día en plena naturaleza.
Mi safari fue durante el invierno austral, pero a pesar del frío los primeros momentos matutinos en el 4×4 son súper emocionantes. Cada día te esperará una experiencia totalmente nueva y sin guión.
Al caer la tarde, casi siempre estábamos en un lugar contemplando animales y viendo como se despedía el sol antes de regresar al campamento móvil. Compartir una cerveza fría y una charla durante la puesta de sol junto a la fauna de Botswana es un chute de energia incomparable.
8. Safaris en 4×4 y también en barca por Botswana
Entrar en la zona más salvaje de Botswana requiere mínimo de un vehículo 4×4, gasolina, entradas a los parques, comida y alojamiento que nosotros teníamos en mitad de la naturaleza con el campamento móvil de Mopane.
La mayoría del tiempo recorríamos las pistas de tierra en los todoterrenos, en la que la pericia del rastreador Moshe a la hora de encontrar animales era fundamental.
No obstante, la diversidad de paisajes tan especiales como el Delta del Okavango o el Parque Nacional de Chobe te permitían apreciar la impresionante vida silvestre desde diferentes perspectivas. También desde el agua.
Por ejemplo, el sexto día de viaje pudimos hacer un safari en lancha por los canales desde el embarcadero de Xakanaka. Aquí puedes observar el cambio tan radical de paisaje. De una zona casi desértica a un auténtico oásis donde los cocodrilos son los reyes. Nuestros amigos de Chavetas lo hicieron en Mokoro o barca tradicional.
Otra de las experiencias acuáticas la vivimos en el Parque Nacional de Chobe, donde hicimos un safari en lancha por el río Chobe en el que teníamos Namibia a un lado de la ribera y Botswana a la otra. Los animales no entienden de fronteras, así que seguimos disfrutando de su presencia, especialmente de los elefantes e hipopótamos.
9. Relajarse en un lodge de lujo en Chobe
Ya te he dicho que la experiencia en el campamento móvil de Mopane es lo que le dio un cariz especial a mi viaje y fue el factor clave para disfrutar a tope de la experiencia. No obstante, después de tantos días de excitante safari la llegada al lodge Chobe Riverfront me sentó de maravilla.
Fue como regresar a las comodidades de la civilización, pero enclavados todavía en el Parque Nacional de Chobe con todo lo que ello conlleva.
Creo que nunca me había arrepentido tanto de volver a tener Wi-Fi, porque los días que estuvimos alejados del mundo de los hombres fueron súper especiales a nivel emocional.
Además, esta zona de Botswana está muy próxima a la frontera de Zimbabwe, por lo que puedes aprovechar tu estancia para visitar las Cataratas Victoria como hice yo.
10. Cada estación es distinta para la fauna en Botswana
En Botswana, cada cambio de estación transforma el escenario por completo para la fauna silvestre.
Si tu objetivo es ver la fauna, la mejor época es entre los meses de junio y octubre. Durante estos meses, las lluvias son escasas y se concentran los animales en los ríos. Esto te permitirá tener mejores oportunidades de ver animales en su hábitat natural.
Si quieres apreciar la belleza natural de este país, entonces la mejor época para visitar es entre los meses de noviembre y marzo. Durante estos meses hay una mayor cantidad de lluvias y el paisaje se vuelve más verde y vibrante.
Los meses de diciembre y enero, son meses muy bajos de afluencia de viajeros comparado con el resto del año. Diciembre es pleno verano, así que tendrás temperaturas muy altas, y lluvias, aunque enero y febrero son los dos meses con más lluvias del año.
Se trata de los meses con menos viajeros en Botswana aunque los precios son los más bajos de todo el año. La naturaleza luce verde por las lluvias y es cuando los cachorros de diferentes especies acaban de nacer. Con pocos viajeros y precios mucho más bajos (hasta un 40% en los lodges respecto a la temporada alta), son meses excelentes para viajar a Botswana.
Si estás pensando en visitar este paraíso natural no dudes en contactar con Mopane Game Safaris, prometo que no te vas a arrepentir.
También puedes echarle un vistazo a nuestra guía para preparar un viaje a Botswana. En breve volveré con más aventuras en este apasionante destino de África.
En el corazón de Europa, se encuentran algunas de las ciudades más cautivadoras y pintorescas del mundo. Desde los majestuosos picos de los Alpes hasta las playas doradas de la costa mediterránea, el continente europeo rebosa de encanto y diversidad cultural.
Y ¿qué mejor manera de explorarlo que a bordo de dos de los trenes más emblemáticos del continente?
Viajar en tren por Europa no solo ofrece comodidad y eficiencia, sino también la oportunidad de disfrutar de impresionantes vistas panorámicas mientras se recorren los distintos paisajes. La red ferroviaria europea es extensa y bien conectada, lo que permite explorar múltiples destinos de manera conveniente.
Dos rutas en tren por Europa que te enamorarán
El servicio ferroviario entre Madrid y Barcelona brinda una experiencia única al atravesar la Península Ibérica, permitiendo a los viajeros sumergirse en la rica historia y la vibrante cultura de España. Desde la animada Madrid hasta la elegante Barcelona, este recorrido ofrece un emocionante viaje a través de diversos paisajes y ciudades.
Por otro lado, el ferrocarril que conecta Roma con Florencia nos lleva a través del impresionante campo italiano, donde los viñedos se extienden hasta donde alcanza la vista y las colinas toscanas parecen sacadas de una postal. Este viaje nos transporta a la esencia misma de la dolce vita italiana, con su arte, su historia y su deliciosa gastronomía.
De Madrid a Barcelona en tren
Comenzando nuestro viaje en la vibrante capital española, Madrid, nos embarcamos en una travesía única a bordo del tren Madrid Barcelona. Este tren de alta velocidad nos lleva a través de los paisajes cambiantes de la Península Ibérica, desde las llanuras doradas de Castilla hasta las montañas ondulantes de Cataluña.
Sentados en la comodidad de nuestros asientos, contemplamos la belleza del campo español mientras nos dirigimos hacia nuestra primera parada, la encantadora ciudad de Barcelona.
Al llegar a Barcelona, nos reciben las icónicas obras arquitectónicas de Antoni Gaudí, como la Sagrada Familia y el Parque Güell, que nos transportan a un mundo de fantasía y creatividad.
Nos perdemos en las estrechas calles del Barrio Gótico, donde el aroma a café y especias nos invita a explorar cada rincón. Desde el bullicio del Mercado de la Boquería hasta las vistas panorámicas desde el mirador de Montjuïc, Barcelona despierta todos nuestros sentidos y nos deja con recuerdos imborrables.
De Roma a Florencia en tren
Después de nuestra aventura en España, nos despedimos de Barcelona y nos dirigimos hacia Italia a bordo del tren Roma Florencia. Este viaje nos sumerge en el corazón de la cultura italiana, pasando por campos de olivos y viñedos dorados.
La promesa de la Ciudad Eterna nos aguarda al final del trayecto, pero antes hacemos una parada en una de las joyas renacentistas de Italia: Florencia.
Al poner pie en Florencia, nos transportamos al apogeo del Renacimiento italiano. Las calles empedradas nos llevan a la imponente Catedral de Santa María del Fiore y al icónico Ponte Vecchio, donde el río Arno fluye serenamente bajo nuestros pies.
Nos dejamos llevar por la magia de las obras maestras de Michelangelo, Botticelli y Leonardo da Vinci en la Galería Uffizi, sumergiéndonos en un mundo de arte y belleza sin igual.
Desde las majestuosas montañas de los Pirineos hasta las antiguas ruinas de Roma, Europa nunca deja de sorprender y maravillar a quienes la visitan.
Europa en tren, toda una experiencia
A bordo del servicio ferroviario entre Madrid y Barcelona y el ferrocarril que conecta Roma con Florencia, hemos tenido el privilegio de sumergirnos en la riqueza cultural y la belleza natural de este continente encantado.
Cada ciudad, cada paisaje, cada experiencia ha dejado una huella imborrable en nuestros corazones, recordándonos una vez más por qué Europa sigue siendo un destino incomparable para los viajeros de todo el mundo.
Caminar por las estrechas calles empedradas de los pueblos medievales de los Pirineos es como retroceder en el tiempo, mientras que explorar las ruinas del Coliseo Romano nos transporta a la grandeza del Imperio Romano.
La diversidad de paisajes europeos es asombrosa, ofreciendo una amplia gama de experiencias para los viajeros. Además, la rica historia y la diversidad cultural de Europa se reflejan en su exquisita gastronomía, desde el vino y el queso francés hasta la pasta italiana y el jamón español.
Cada ciudad tiene su propio encanto y carácter distintivo, lo que hace que cada visita sea única e inolvidable. En resumen, Europa es un continente que nunca deja de maravillar, con infinitas oportunidades de exploración y descubrimiento.
En el campo de la paleontología, siempre hay que estar preparado para que algo que creíamos saber con certeza sea cuestionado por nuevos descubrimientos. Así ha sucedido con los hallazgos de un yacimiento de fósiles en Marruecos, que revelan hechos sorprendentes y que cuestionan cosas que considerábamos verdades establecidas.
El yacimiento en cuestión es la cuenca sedimentaria de Ouled Abdoun, situada cerca de la ciudad de Khouribga, en el norte de Marruecos. Allí se encuentran fósiles de finales del Cretácico, un escaso millón de años antes de la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno; entre ellos dinosaurios, reptiles marinos y peces. Y lo que se deduce de su estudio es sorprendente.
Una gran variedad de dinosaurios
Una de las cosas que hay que poner en duda es la idea establecida que los dinosaurios ya se encontraban en declive cuando se produjo su extinción, debido al cambio climático y al vulcanismo. Se ha observado que, en efecto, muchas familias de dinosaurios así como de otros reptiles prehistóricos parecen disminuir en variedad durante el Cretácico.
Sin embargo, lo que nos muestra este yacimiento es todo lo contrario: una gran variedad de dinosaurios, que van desde saurópodos y depredadores de tamaño mediano hasta dinosaurios de pico de pato y carnívoros del tamaño de un perro grande. Esto demuestra que la fauna en lo que hoy es el norte de África era bastante variada y que, por lo tanto, no todos los dinosaurios estaban en declive.
Hay que considerar que África, a finales del Cretácico, no era la gran masa continental que es hoy ya que el nivel del mar era mucho más alto. Según los científicos, en aquella época era una gran isla continente con un tamaño parecido al de Australia en la actualidad. Y generalmente, la diversidad en los entornos insulares era menor; sin embargo, lo que muestran los hallazgos es una diversidad comparable a la de las masas terrestres amplias.
Los herbívoros africanos a finales del Cretácico incluían, por ejemplo, a saurópodos titanosáuridos del tamaño de elefantes y hadrosaurios (dinosaurios de pico de pato) del tamaño de un caballo. Pero lo más interesante son los carnívoros, que eran bastante diversos, lo que implica una abundancia y variedad de herbívoros; ya que normalmente, los carnívoros se especializan en tipos específicos de presas.
Entre estos se han encontrado fósiles de tres especies endémicas de abelisáuridos, una familia de terópodos propios del hemisferio sur. Una es el Chenanisaurus barbaricus, que con casi 10 metros de largo y 2 de altura, era el depredador alfa de su ecosistema. Las otras dos, de menor tamaño (una tan grande como un caballo y la otra como un perro grande), aún no han sido nombradas.
Así pues, la creencia de que todos los dinosaurios estaban en declive cuando se extinguieron debe ser revisada. Al contrario, varios expertos creen que una parte de ellos estaban en una época de bonanza, como Nicholas R. Longrich, profesor de paleontología y biología evolutiva en la Universidad de Bath (Reino Unido): “En latitudes bajas, los dinosaurios estaban prosperando, incluso diversificándose”.
Longrich sostiene que los dinosaurios fueron exterminados en su mejor momento: “Durante más de 100 millones de años, evolucionaron y se diversificaron, produciendo una notable variedad de especies: depredadores, herbívoros, especies acuáticas e incluso formas voladoras, las aves. Luego, en un solo momento catastrófico, todo fue aniquilado en los meses de oscuridad causados por el polvo y el hollín del impacto.”
Dinosaurios nadadores
El segundo hecho sorprendente es que algunos de estos dinosaurios parecen haber llegado a África a nado; concretamente, los hadrosaurios. Esta familia de herbívoros evolucionó en lo que hoy es América del Norte, que entonces se encontraba separada de África por el mar; es más, como ya se ha dicho, esta era una isla en aquellos tiempos.
Al menos tres especies de hadrosaurios habitaban el norte de África a finales del Cretácico. Entre estos se encuentra una especie recientemente descrita, Minqaria bata, del tamaño de un poni. Aunque eran pequeños dentro de su familia, su cerebro era excepcionalmente grande para los estándares de los dinosaurios. Poseían una cresta alargada en la cabeza que probablemente utilizaban para emitir sonidos y comunicarse.
Puesto que estos hadrosaurios, según lo que conocemos, aparecieron mucho después de que África quedase aislada del resto de tierras emergidas, la única posibilidad es que llegasen hasta allí nadando. El problema es que para llegar tenían que cruzar cientos de kilómetros de aguas abiertas, algo que Longrich considera “extremadamente improbable”.
Una posible explicación sería que, en algún momento, hubiese un descenso de las temperaturas que facilitase la formación de casquetes polares y, así, el nivel de agua bajase lo suficiente como para que África no quedase tan aislada de los continentes más cercanos. Así, los hadrosaurios habrían podido llegar siguiendo una ruta indirecta, es decir, cruzando entre masas terrestres cercanas hasta alcanzar África.
“Estos cruces oceánicos podrían ser eventos que ocurren una vez cada millón de años, pero el Cretácico duró 100 millones de años. En ese tiempo pueden suceder muchas cosas extrañas, como que los dinosaurios crucen los océanos”, señala Longrich. De hecho, los fósiles muestran que los hadrosaurios no sólo consiguieron llegar hasta África, sino que una vez allí se diversificaron extraordinariamente.
Los descubrimientos de este extraordinario “cementerio de dinosaurios” despiertan muchas preguntas y demuestran cuántos misterios rodean aún a los estas criaturas y su extinción, y que nunca hay que dar por definitivo lo que creemos saber sobre ellos.