Islandia es un destino que sorprende por la diversidad y crudeza de sus paisajes. En cuestión de pocos kilómetros (como por arte de magia) puedes encontrar icebergs, glaciares, campos de lava, cascadas o estructuras basálticas con formas de lo más inusitadas y una naturaleza tan salvaje como en pocos rincones del mundo.
Pero ante ese panorama tan indómito, ¿es Islandia un buen destino para viajar con niños? La respuesta es sí, de hecho, nosotros ya hemos estado dos veces en la isla de hielo y fuego con nuestros hijos (la primera cuando Teo era un bebé de pocos meses)… y les encanta. Los peques se quedan tan atónitos como los adultos.
Teniendo en cuenta nuestra experiencia, vamos a recomendarte 10 planes imprescindibles que hacer en Islandia con niños.
Qué ver en Islandia con niños
Sabemos que nuestros hijos están muy acostumbrados a viajar y eso provoca, a veces, que no se sorprendan con tanta facilidad. En nuestro reciente viaje a Islandia esa capacidad de asombro florecía casi cada día, pues pocos destinos en el mundo son tan alucinantes como la isla de hielo y fuego.
Un geyser, unas aguas termales, alguna de sus muchas cascadas, playas de arena negra, alguna divertida atracción en Reikiavík… la verdad, es que nos lo pasamos genial descubriendo Islandia en familia. Toma nota de los lugares que más les gustaron a Teo y Oriol.
Ver brotar un geyser de las entrañas de la tierra
Uno de los rincones imprescindibles del denominado Círculo Dorado de Islandia es la zona geotermal de Geysir. Allí se encuentran los célebres géisers Strokkur y el Gran Geysir, que da nombre a este curioso fenómeno geológico con el que nuestros hijos fliparon en colores.
Los géisers y las pozas están vallados para evitar que las erupciones espontáneas de agua hirviendo te escalden y así evitar peligros con los niños.
El más activo y frecuente de los géisers de la zona es Strokkur. Eclosiona aproximadamente cada cinco minutos y puede alcanzar una altura de unos 20 metros. Nosotros intentamos verlo desde varias posiciones y distancias y los niños no se querían ir. Querían ver como brotaba el agua de las entrañas de la tierra una y otra vez.
Para hacer fotos es mejor alejarse un poco, ya que ves la magnitud del chorro y escuchas mejor las voces de estupor de los viajeros y las caritas de emoción de los niños.
Esconderse tras la cascada de Seljalandsfoss y visitar Skógafoss
La cascada Seljalandsfoss es uno de los numerosos saltos de agua que se pueden observar en el sur de Islandia. Está ubicada entre Selfoss y Skógafoss y para llegar hasta ella tomamos la carretera número 1 que es la más famosa de la isla.
Lo que les va encantar a los niños, a diferencia de otros saltos de agua de Islandia, es que en Seljalandsfoss tienes la oportunidad de pasar justo por detrás de la cascada y por eso es una de las favoritas de los peques. Eso sí, no te olvides del chubasquero, porque sí o sí acabas empapado.
Este salto de agua alcanza una altura de 60 metros, aunque el caudal es bastante más pequeño que otras monstruosidades como Gullfoss (nuestra siguiente parada).
Por su parte, Skógafoss está situada en uno de los puntos más meridionales de Islandia y es una de las cascadas más grandes del país gracias a sus 60 metros de caída y unos 25 metros de ancho. En una palabra: ¡impresionante!
Como te puedes imaginar, el ruido que provoca el agua al chocar con la poza es ensordecedor, pero a la vez muy atrayente. Desde lejos ya es necesario pertrecharse con un chubasquero, pues la cortina de agua empapa de lo lindo.
Alucinar con las dimensiones de Gullfoss
Gullfoss, que en islandés significa cascada dorada, no es ni el más grande, ni el más hermoso de los saltos de agua de Islandia, aunque su cercanía con Reikiavik hace que sea el más popular y, por supuesto, el más visitado.
Aquí da igual que seas niño o adulto, ya que el tamaño de Gullfoss impresiona desde lejos. Su espectacularidad reside en los 32 metros de altura y en el generoso caudal que fluye del río Hvitáen ese punto.
Eso provoca que el agua descienda con una fuerza brutal generando un perpetuo estruendo que hace la visión todavía más impresionante. La cascada de Gullfoss se puede observar desde varios puntos, todos ellos convenientemente vallados para evitar alguna desgracia. Ojito con el viento, que la zona es muy propensa a este fenómeno.
Disfrutar de unos baños termales
Sea cual sea la época del año en la que viajes a Islandia en familia este plan es siempre un acierto. Esta ínsula es una auténtica rareza geológica y geotermal, lo que provoca que haya numerosas pozas y lugares para disfrutar de los baños termales.
El más célebre de toda la isla es la carísima Laguna Azul, que visitamos hace muchos años cuando Teo era todavía un bebé. Lo cierto es que ahora tienes que reservar con mucho tiempo de antelación porque cuesta encontrar tickets.
Una alternativa más económica y que queda relativamente cerca del Círculo Dorado es la denominada Secret Lagoon emplazada en la pequeña localidad de Flúðir.
No tiene tanto glamour como la Laguna Azul, pero tiene unas excelentes instalaciones, no suele haber tanta gente y la entrada de los niños menores de 14 años es gratuita.
Caminar por playa de arena negra en Vík y ver trolls
La pequeña localidad de Vík tiene dos curiosidades sobre el conjunto de Islandia. Por una parte, es la población que queda más al sur de la isla, y por otra, es la más lluviosa del país.
Una de las cosas que más suele llamar la atención a los niños de Vík son sus preciosas (y a veces feroces) playas de arena negra. También esconden una leyenda que quizás les haga pasar un buen rato y que están relacionadas con tres curiosas rocas conocidos como los tres trolls.
Los geólogos os dirían que estos tres salientes son formaciones rocosas originadas por la erosión del fuerte oleaje del mar del Norte. Sin embargo, los lugareños os hablarán de la mitología escandinava pues los trolls eran personajes que se convertían en piedra cuando les daba el sol. ¿Tú que versión te crees?
Contemplar una montaña con forma de flecha (Kirkjufell)
Una de las imágenes más célebres de Islandia es la montaña Kirkjufell, famosa porque tiene forma de punta de flecha y porque apareció en la popular serie de HBO, Juego de Tronos.
Esta belleza se encuentra en Snaefellsnes un pequeño territorio emplazado a unas 3 horas de Reikiavik en coche. Esta península fue donde el escritor Julio Verne situó el lugar por donde se accedía al centro de la tierra y que magistralmente describió sin haber estado nunca.
Kirkjufell cuyo nombre en islandés significa algo así como «montaña de la iglesia» está emplazada cerca del pueblecito de Grundarfjördur. Su belleza provoca que casi siempre haya turistas, aunque la estampa que forma junto a la cascada Kirkjufellsfoss es realmente maravillosa en cualquier época del año.
Conquistar el cráter Saxhóll
Cuando les hablas a los niños de volcanes, suelen asustarse pensando en la lava y las explosiones que suelen ver en las películas y documentales. No obstante, cuando les cuentas que pueden escalar uno fácilmente, el miedo se convierte en aventura.
Eso es lo que sucede con el cráter Saxhóll también situado en la preciosa península de Snaefellsnes. Por sus características es uno de los cráteres de volcán más accesibles de toda Islandia.
Se puede subir por unas escaleras hasta llegar a la cima que está emplazada a unos 100 metros de altura. Desde allí tienes unas vistas maravillosas de todo el entorno, que va desde un enorme campo de lava a las cumbres colindantes, incluso el mar. Los niños se pueden entretener también buscando piedras negras volcánicas.
Ver la playa de los icebergs en Jökulsárlón
Jökulsárlón fue probablemente el lugar que más nos impactó de nuestro primer viaje a Islandia con niños. Significa, en islandés, la laguna del río glaciar y eso es ni más ni menos de lo que se trata. Una enorme y preciosa lengua del portentoso glaciar Vatnajökull, que ha generado una incomparable laguna a lo largo de siglo y medio.
Lo que hace muy peculiar a Jökulsárlón respecto a otras lenguas de glaciar, es que desemboca en el mar, arrojando sobre éste numerosos icebergs que flotan en las tranquilas aguas y que le confieren un aspecto polar maravilloso y sobrecogedor. Allí se encuentra la denominada «playa de los icebergs» que es muy especial.
Una opción interesante para ver la laguna desde un punto de vista diferente es hacer una excursión en un barco anfibio. Navegar entre los grandes pedazos de hielo es algo que los niños recordarán para siempre.
Avistamiento de ballenas desde Reikiavik
Otro de los planes divertidos para hacer en Islandia en familia que más suele gustar a los pequeños de la casa es el avistamiento de ballenas. En el puerto de Reikiavik hay varias compañías que ofrecen este servicio.
Nosotros la última vez lo hicimos con Elding Whale Watching y tuvimos algo más de suerte que la primera vez que hicimos el avistamiento de ballenas en Islandia.
La excursión dura aproximadamente 3 horas y media y tuvimos la suerte de ver varias ballenas jorobadas, ballenas Minkey y muchas de las aves acuáticas que habitan en las frías aguas del Atlántico Norte. Si hace mucho frío te proporcionan equipamiento para que disfrutes a tope de la actividad.
FlyOver Iceland, una experiencia maravillosa
¿Te imaginas poder sobrevolar toda Islandia y ver algunos de sus rincones más inaccesibles sin moverte de tu asiento? Eso es lo que ofrece la fantástica experiencia FlyOver Iceland en Reikiavik.
Se trata de una experiencia de realidad virtual alucinante en la que primero haces un viaje en el tiempo para ver el origen de la isla contado por un personaje muy especial. Luego despegas a toda velocidad para recorrer algunos de los lugares más alucinantes de Islandia en una experiencia inmersiva que les encantará a los niños.
La atracción, que disfrutarán grandes y pequeños por igual, dura aproximadamente media hora y tiene un precio de unos 35 euros. Puedes comprar aquí las entradas, merece muchísimo la pena.
Cómo llegar a Islandia desde España
La última vez que viajamos a Islandia en familia lo hicimos con la aerolínea islandesa Play. Sin duda, una de las formas más cómodas, rápidas y eficientes de llegar a Islandia desde España.
Se trata de una compañía bastante joven pero que tiene muchas conexiones directas al Aeropuerto Internacional de Keflavík desde España. En concreto, con Alicante, Barcelona, Gran Canaria, Madrid, Málaga, Mallorca y Tenerife.
Siempre tienen precios muy competitivos y los asientos son «tamaño islandés». Eso significa que vas a ir muy cómodo, lo cual se agradece cuando viajas con niños como nosotros.
Desde Alicante volamos directamente a Islandia y luego alquilamos un coche para movernos por distintos lugares de la isla de hielo y fuego.
Seguro de viaje para Islandia
Nosotros nunca viajamos sin seguro de viaje… y menos cuando vienen los peques. Siempre es conveniente estar protegido por lo que pueda pasar y más en un destino donde la asistencia médica es tan cara.
Te recomendamos viajar a Islandia con una póliza que te cubra en destino posibles accidentes, hospitalizaciones por enfermedad o contratiempos. Ten en cuenta que la hospitalización o atención médica en Islandia es extremadamente cara.
Nosotros utilizamos el seguro de viaje de IATI Seguros porque tiene una cobertura superior a la media y ofrecen siempre un trato personalizado y rápido. Puedes contratar aquí el Seguro de viaje de IATI Seguros y sólo por ser lector de el Pachinko te aplican directamente un 5% de descuento.
¿Qué te ha parecido nuestro planes imprescindibles que hacer en Islandia con niños? Cuéntanos en los comentarios si ya has visitado la isla y cuál ha sido tu impresión.
Tienes más información en nuestro post sobre qué ver en Islandia.
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