Hay ciudades como Cuenca que tienen alma propia, una personalidad muy marcada que la hacen única e irrepetible. Sus señas de identidad pueden haber sido definidas por una naturaleza desbordante, un conjunto patrimonial envidiable o quizás algún elemento atípico que genere admiración entre los viajeros. A nosotros, desde luego, que nos encandiló.
Es imposible quedarse con un solo motivo para visitar esta ciudad manchega, porque tiene unas características muy especiales. La geografía, en principio hostil para los conquenses, ha provocado que se aproveche al máximo el poco espacio que las hoces de los ríos Júcar y Huécar dejaban a sus habitantes, generando lugares y elementos hoy en día icónicos. Por si estás preparando una escapada, vamos a recomendarte, basado en nuestra experiencia, qué ver en Cuenca en 2 ó 3 días.
Lugares imprescindibles que visitar en Cuenca
«Cuenca abstracta, pura, de color de plata, de gentiles piedras, hecha de hallazgos y de olvidos -como el mismo amor-, cubista y medieval, elegante, desgarrada, fiera, tiernísima como una loba parida, colgada y abierta; Cuenca, luniosa, alada, airada, serena y enloquecida, infinita, igual, obsesionante, hidalga; vieja Cuenca. Camilo José Cela».
Las palabra del premio Nobel de Literatura, son un excelente preludio para descubrir una ciudad repleta de lugares de interés. Entre estos se encuentran el singular Puente de San Pablo, las celebérrimas Casas Colgadas, los «rascacielos del barrio de San Martín» o miradores de vértigo que te regalan unas vistas de infarto del cerro rocoso que se difumina en decenas de senderos sobre las hoces.
Esta ciudad castellanomanchega es de esas que tienes que visitar al menos una vez en la vida (en nuestro caso ya van unas cuantas) así, que vamos descubrirte qué ver y hacer en Cuenca.
Las casas colgadas de Cuenca
Era imposible no empezar por las célebres Casas Colgadas de Cuenca. Se trata de un reclamo universal que encandila a viajeros y curiosos que llegan de todos los confines del planeta. Hace unos años la ciudad castellanomanchega inspiró los escenarios del anime japonés «So・Ra・No・Wo・To».
Sin embargo, estos peculiares edificios no fueron concebidos pensando en los turistas ni viajeros, sino para aprovechar el poco espacio que le quedaba a la ciudad al borde de las Hoces del Río Huécar en el siglo XIV. Actualmente sólo quedan tres Casas Colgadas y dos de ellas se puede visitar por dentro, ya que acogen en su seno el interesante Museo de Arte Abstracto Español de la Fundación Juan March. Im-pres-cin-di-bles.
El Puente de San Pablo de Cuenca
Uno de los mejores lugares de Cuenca para disfrutar de las vistas de las Casas Colgadas es el Puente de San Pablo. Se trata de una construcción de 106 metros de longitud que une las dos partes de la ciudad separadas por el río Huécar.
El diseño actual de hierro y madera data de principios del siglo XX, ya que el anterior de piedra (construido en el siglo XVI) acabó demolido por su estado ruinoso en 1895. Se trata de uno de los miradores más privilegiados de Cuenca y lo recorrimos una y otra vez.
La Plaza Mayor de Cuenca
Desde el Puente de San Pablo, y una vez se han visto las Casas Colgadas, puedes acceder en pocos minutos andando hasta la Plaza Mayor donde destacan su Ayuntamiento barroco erigido sobre tres arcos de medio punto y la preciosa Catedral de Santa María y San Julián.
La visita a este imponente templo merece mucho la pena. Los conquenses la consideran la primera catedral gótica de España (un título que también se atribuye la Catedral de Ávila), ya que se empezó a construir a finales del siglo XII.
No obstante, como ha sucedido con la mayoría de catedrales, entre sus muros se han acometido varias restauraciones posteriores y actualmente es una mezcla de estilos góticos, barrocos y neogóticos.
Además del altar mayor, las capillas que hay al fondo son de lo más interesante, así como las peculiares vidrieras que a penas tienen 25 años. Además de la Catedral, el Ayuntamiento o el Convento de las Petras (s. XVI), los aledaños de la Plaza Mayor están repletos de bares y pubs para disfrutar de la noche conquense (cuando se pueda tras el COVID-19).
Los rascacielos del barrio de San Martín
Tras disfrutar de la Plaza Mayor y sus monumentos, os recomendamos que deis un paseo por la contigua y ladeada calle Alfonso VIII. Se trata de una de las vías más peculiares y vistosas de Cuenca gracias a los vivarachos colores con los que están pintadas las fachadas de sus casas.
Lo curioso es que esas casas de 4 ó 5 pisos como máximo, son conocidas por su parte posterior como «los rascacielos del barrio de San Martín» ya que podían tener hasta una decena de alturas encaramadas sobre las hoces. Ya hemos dicho que los conquenses son auténticos maestros aprovechando el espacio que les dejaba la naturaleza y estos «rascacielos» son buena prueba de ello.
Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha
Relativamente cerca de los «rascacielos» queda el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha. Se trata de un espacio en el que sentir, tocar, experimentar y aprender es muy fácil.
Emplazado en un conjunto de edificios medievales, este interesante museo dispone de mil y un artilugios para conocer de primera mano cómo se sienten los astronautas dentro de estación espacial internacional, cómo actúa la gravedad en distintos planetas del universo o viajar al pasado y futuro de la Tierra.
Además, si te gusta contemplar el firmamento, puedes hacerlo desde su espectacular planetario construido en una cúpula de 100 metros de diámetro. La observación de las estrellas es uno de los platos fuertes de la zona, ya que la Serranía de Cuenca es el primer destino ‘Starlight’ de Castilla-La Mancha.
Mirador en las ruinas del Castillo de Cuenca
Si antes habíamos descendido desde la Plaza Mayor hasta la calle Alfonso VIII, ahora podemos tomar justo la dirección contraria para llegar a la parte alta de la ciudad. Allí se encuentran las ruinas del Castillo de Cuenca que además nos regalan una de las mejores vistas de la ciudad y de sus hoces.
Actualmente sólo quedan en pie un muro y un arco de la fortaleza, pero sigue siendo uno de nuestros lugares favoritos para disfrutar del atardecer en Cuenca.
Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha (MUPA)
Otro mirador privilegiado de Cuenca es el espectacular Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha (MUPA). Además, de una imagen muy diferente de Cuenca el MUPA exhibe piezas realmente únicas halladas en el entorno de esta ciudad catellanomanchega. La estrella de a colección es, sin duda, el “Concavenator Corcovatus” una especie de reptil prehistórico de unos 6 metros de altura al que se le conoce cariñosamente como “Pepito”.
El MUPA es uno de nuestros 7 planes para hacer en Cuenca con niños.
La Ciudad Encantada de Cuenca
Aunque está emplazada a unos 30 minutos de Cuenca, la Ciudad Encantada es uno de los mayores reclamos naturales de la provincia y un complemento ideal a la ciudad. Sus curiosas formaciones, que la erosión kárstica ha provocado sobre la piedra caliza, asombran a propios y extraños.
La visita trascurre por un sendero circular de unos 3 kilómetros sin demasiadas complicaciones.
El Nacimiento del Río Cuervo
Otro de los lugares imprescindibles de la Serranía de Cuenca es el Nacimiento del Río Cuervo. Se trata de un enclave que puedes visitar durante todo el año pero que nos gusta más cuando hay agua.
La zona es de muy fácil acceso, pues desde el párking hay sólo unos 300 metros hasta sus magníficos saltos de agua donde podrás disfrutar de uno de los paisajes más bellos de Cuenca.
El entorno es de un valor ecológico extraordinario, ya que en él habitan muchísimas aves como gavilanes, azores, águilas culebreras, mirlos acuáticos o mamíferos y especies acuáticas.
Además, para acceder a los saltos de agua simplemente tendrás que caminar por unas pasarelas rodeadas de un bosque de pino silvestre donde se pueden ver otras especies como acebos, tilos y arces o 19 clases distintas de orquídeas. Es uno de nuestros sitios favoritos de la Serranía de Cuenca.
Guía para preparar tu escapada a Cuenca
Los conquenses se han caracterizado a lo largo de la historia por reinventarse una y otra vez aprovechando al máximo el poco espacio que les dejaba la naturaleza. Hasta el viajero más experimentado se asombrará al cruzar el Puente de San Pablo y ver una colección de casas que sobresalen sobre un cerro rocoso jalonado por las hoces de los ríos Júcar y Huécar.
Se trata de una capital adorable que conserva ese halo de lugar tranquilo en el que te puedes perder sin rumbo fijo buscando los símbolos y las huellas que ha dejado la historia en sus calles, edificios y cerros. Estas son nuestras recomendaciones para preparar tu escapada a Cuenca de dos o tres días.
¿Cómo llegar a Cuenca?
Aunque dependerá de la zona en la que vivas, la forma más rápida y eficaz de llegar a Cuenca es en tren de alta velocidad. La Estación de Cuenca-Fernando Zóbel fue inaugurada en 2010 y actualmente es una de las paradas de las líneas Madrid-Valencia, Madrid-Albacete, Madrid-Alicante, Madrid-Castellón de la Plana, Alicante-Gijón y Sevilla-Valencia.
Desde la Estación de Cuenca-Fernando Zóbel al centro de la ciudad puedes llegar en la línea 1 del autobús urbano o bien coger un taxi cuyo precio fijo es de 12 euros.
No obstante, la mayoría de los viajeros que visitan esta ciudad lo suelen hacer en sus vehículos particulares. Por carretera, Cuenca está a menos de dos horas en coche de Madrid o a unas dos horas y cuarto por la A3 desde Valencia.
¿Cuántos días me recomiendas estar en Cuenca?
Siempre decimos que la duración de la estancia en una ciudad depende del tiempo del que disponga cada viajero o si ese destino es el epicentro del viaje o se van a visitar varios lugares en una sola escapada.
La mayoría de turistas cometen el craso error de visitar Cuenca en un día o como máximo pernoctan una noche. Nosotros creemos que el mínimo razonable de tiempo serían unas 72 horas, más si te animas a descubrir los atractivos de la cercana Serranía de Cuenca.
Lógicamente en este periodo de tiempo sólo te vas a llevar una pincelada de lo que significa esta ciudad Patrimonio de la Humanidad, ya que tiene tantos lugares interesantes para ver que siempre te marcharás con la sensación de que te has quedado muy corto. No obstante, siempre decimos que es bueno dejar alguna visita para el próximo viaje.
¿Qué comer en Cuenca?
No descubrimos la luna si decimos que en España se come de maravilla en todas partes… y Cuenca no es una excepción. Su gastronomía es contundente y de sabores intensos con mucha personalidad.
De hecho, esta ciudad castellanomanchega fue candidata a convertirse en Capital Española de la Gastronomía 2018. En los restaurantes y bares típicos de la capital conquense tienes que probar sí o sí delicias autóctonas como el morteruelo, los zarajos, el ajoarriero, un delicioso postre como el alajú o el resolí que es un licor típico de la zona.
Algunos de los locales de Cuenca que nos gustaron mucho fueron el Restaurante San Juan Plaza Mayor, el Asador María Morena, el Restaurante Convento de San Pablo en el Parador de Cuenca, la barra del Bar Restaurante La Ponderosa, el Trivio o La Casita de Cabrejas a escasos 10 minutos de la capital.
¿Dónde dormir en Cuenca?
Cuenca y sus alrededores tiene una buena oferta de alojamientos de todo tipo y de varios precios. Albergues, hostales, pensiones, un boom de apartamentos turísticos, casas rurales y por supuesto hoteles.
No obstante, si quieres tener una estancia de cuento, os recomendamos encarecidamente que os quedéis en el Parador de Cuenca. El edificio que alberga este alojamiento está emplazado en un antiguo Convento de los Padres Dominicos fundado en 1523 por el canónigo Juan del Pozo y Pino. Un lugar cargado de historia que este año celebra el 25 aniversario de su apertura.
Otra buena alternativa a pocos minutos de la ciudad de Cuenca es la ya mencionada La Casita de Cabrejas, un hotel con encanto donde combinar la tranquilidad del campo con la posibilidad de soltar adrenalina en su complejo de aventura. No obstante, aquí puedes buscar los mejores hoteles para tu estancia en Cuenca.
¿Qué lugares te quedaste con ganas de ver en Cuenca?
Pese a que nuestras visitas a Cuenca han sido bastante completa, siempre se quedan algunas cosas en el tintero. Cuando terminan los viajes siempre hay alguien que te recomienda algún lugar que no viste, aunque así siempre tendrás una excusa para regresar.
Quizás lo que más nos hubiera gustado hacer es tener tiempo para recorrer los senderos de sus hoces y descubrir como el tiempo ha ido cincelando el principal entorno de la ciudad.
También nos apetecería subir a la Torre de la Mangana, acercarnos hasta el Monumento Natural de Las Torcas de Palancares o el yacimiento arqueológico romano de Segóbriga.
Lo cierto es que no nos preocupan demasiado estas ausencias porque seguro que volvemos a este precioso destino turístico.
¿Cómo moverse por Cuenca?
Lo cierto es que la orografía de Cuenca es un tanto peculiar, pero sus principales atractivos se pueden descubrir perfectamente a pie. No obstante, si quieres ahorrarte alguna cuesta o tienen problemas de movilidad puedes utilizar las Líneas Urbanas de Cuenca para desplazarte en autobús.
¿Te han gustado nuestras recomendaciones sobre qué ver en Cuenca en 2 ó 3 días? ¿Cuáles son los lugares que más te han gustado de esta preciosa ciudad castellanomanchega? Cuéntanoslo en los comentarios.
La entrada Qué ver en Cuenca: lugares imprescindibles para visitar en esta ciudad Patrimonio de la Humanidad apareció primero en el pachinko.
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